Quizá la parte del cuerpo que más usamos son los brazos, los cuales están implicados en la mayoría de las actividades que realizamos a diario, porque incluso, en aquellas donde no intervienen directamente, tienen un papel secundario, como el balanceo y equilibrio que tienen en la marcha al caminar.
El brazo lo conforman tres articulaciones: de hombro, codo y muñeca. De éstas la que aparenta mayor sencillez es la articulación de codo que la podemos comparar con el funcionamiento de una bisagra. Sin embargo, esta articulación está dotada de una gran complejidad. En este artículo le invitamos a conocer una de las maravillosas articulaciones que poseemos.
Versatilidad de la articulación del codo
Existe una compleja red de ligamentos en la articulación del codo que posibilitan darle unidad a los diversos componentes; así como reforzar y permitir el movimiento. Esta articulación también forma parte del complejo sistema ostearticular.
Esta articulación es la que enlaza el brazo con el antebrazo. Conecta la parte externa del húmero con la porción inicial de los huesos cúbito y radio. Es una estructura compleja determinante en el movimiento de los brazos. Son dos las principales funciones de la articulación del codo: Posibilita que el miembro superior se estire o se doble.
Esto incrementa significativamente las posibilidades de ubicación de la mano en el espacio. Por otra parte, hace que el antebrazo gire sobre su propio eje. Este movimiento incrementa todavía más las formas de desplazamiento de la mano.
Anatomía de la articulación del codo
El codo puede aparentar ser una articulación sencilla, muy parecida a una bisagra. Pero al investigar su anatomía se evidencia su gran complejidad. Es una articulación versátil que admite acercar o alejar las manos de nuestro cuerpo, o girar el brazo sobre su propio eje, aparte de flexionar o estirar el brazo.
Estructuras del Codo: Huesos y articulaciones. Ligamentos y tendones. Vasos sanguíneos. Nervios.
Huesos y Articulaciones
Los huesos que conforman el codo:
- Húmero (Hueso del Brazo)
- Cúbito (Hueso grueso a nivel del codo, en el lado opuesto al pulgar)
- Radio (Hueso delgado, del lado del pulgar)
El codo está ensamblado por tres articulaciones:
Articulación del húmero y el cúbito
Función: doblar y extender el codo.
Articulación del húmero y el radio
Función: distribuye las fuerzas de carga que aguanta el codo.
Articulación entre el cúbito y el radio
Función: posibilita la pronación y supinación, o sea, mover la palma de la mano hacia arriba o hacia abajo.
La existencia de un cartílago grueso en el codo facilita la absorción de la fuerza que se aplica a lo largo de él, obteniendo suaves movimientos de flexión y extensión del codo, como en la pronación y supinación. La afectación a este cartílago, bien sea degenerativa o por un traumatismo, genera fricción y dolor entre los huesos del codo.
Ligamentos y tendones
Los ligamentos y la cápsula articular proporcionan la estabilidad al codo. La cápsula circunda la articulación y da estabilidad al codo en los movimientos hacia anterior y posterior, además de que contiene el líquido sinovial (lubricante del codo). La estabilidad en valgo o varo (hacia afuera o hacia adentro del codo), está provista por dos conjuntos de ligamentos colaterales, dispuestos uno en la zona lateral y otro en la porción de adentro del codo: Complejo ligamentario lateral: Ligamento colateral lateral. Ligamento colateral lateral ulnar. Ligamento anular. Ligamento colateral accesorio.
Complejo ligamentario medial: Ligamento colateral medial (más importante): Anterior. Posterior. Transverso.
Los ligamentos en la zona lateral y medial del codo unen el hueso del húmero con el cúbito y el radio. Si se produce una contusión en estos ligamentos, como una luxación de codo, éste puede quedar inestable.
El ligamento anular tienen una gran importancia ya que envuelve la cabeza del radio, proporcionándole estabilidad y un área lisa donde moverse. De los principales tendones que cruzan el codo, los más notables para su movilidad son:
- Tendón del Músculo tríceps: se conecta en el olecranon y posibilita la extensión del codo.
- Tendón del Músculo bíceps: se conecta en la tuberosidad bicipital del radio, posibilita la supinación del codo.
- Tendón del Músculo braquial anterior: se incrusta en el cubito; realiza la flexión del codo.
En la porción lateral de los epicondilos del húmero hallamos los músculos epicondileos (se les asigna el nombre de acuerdo al sitio de conexión en el húmero), los cuales atraviesan el codo y antebrazo, proporcionando la flexión y extensión de la muñeca.
Vasos sanguíneos
La arteria braquial es la más importante que cruza el codo. Pasa por la parte anterior y se puede sentir al colocar el dedo índice en el doblez de flexión del codo. Esta arteria se fracciona en arteria radial y cubital seguidamente al cruzar el codo, para continuar su camino en el antebrazo y llegar a la mano.
Por el codo pasan tres tipos de nervios
- Nervio radial: cruza por la parte lateral del codo. Se encarga de extender la muñeca.
- Nervio mediano: atraviesa por delante del codo, y se ocupa de la movilidad de la mano y la flexión de la muñeca.
- Nervio cubital: traspasa por el lado interno del codo, e igualmente se encarga del movimiento de la mano y flexionar la muñeca.
En esta parte de la articulación de codo se evidencian las funciones del sistema nervioso del organismo.
Tipo de articulación del codo
Morfológicamente es una articulación única, sin embargo, las superficies articulares evidencian tres tipos de articulaciones en una: la húmero-cubital, del tipo troclear permite las flexoextensiones; la radio-cubital proximal, del tipo trocoide al complementarse la superficie articular del cúbito (escotadura radial) con el ligamento anular; lo que posibilita rotaciones en los movimientos de pronación y supinación del brazo; y finalmente la húmero-radial, de tipo enartrosis esférica que contribuye en los movimientos señalados.
La cápsula articular circunda totalmente la articulación, siendo más frágil en las porciones anterior y posterior. Se incrusta siguiendo los bordes próximos de las fosas coronoidea y radial, cerca el cóndilo humeral en su margen externo, conservando el epicóndilo lateral afuera de la articulación; se continúa introduciendo en la región media de la cárcava olecraneana, y por último rodea la tróclea humeral medialmente, conservando el epicóndilo medial también afuera de la articulación.
La cápsula fibrosa se introduce muy próxima alrededor del cartílago articular del cúbito, a excepción de la cara supero-externa del olécranon donde se aparta de 2 a 3 cm de ese límite, y en la región de abajo de la apófisis coronoides; dejando adentro de la articulación el margen exterior del olécranon y el pico de la coronoides. La cápsula sigue su inserción distal rodeando el radio a unos cinco milímetros de la cabeza del radio.
La cápsula tiene unos engrosamientos que restringen la separación-aproximación y la pronación-supinación:
- Ligamento colateral cubital: Muestra tres haces gruesos, uno anterior y otro posterior, enlazados por un haz oblicuo. El anterior es el más importante que le da estabilidad al codo. Nace en el epicóndilo medial y se introduce en la apófisis coronoides en su zona anterolateral. El haz posterior (ligamento de Bardinet) en abanico, es frágil y se incrusta a partir del epicóndilo medial hasta la superficie medial del olécranon.
- La banda transversa (ligamento de Cooper) va desde la apófisis coronoides y el olécranon enlazando los extremos de la faja anterior y posterior.
- Ligamento colateral radial: Igualmente presenta tres haces que parten paralelamente del epicóndilo lateral. El anterior se introduce en la región anterior del corte radial cubital en medio, posteriormente al corte radial, y el posterior en el borde exterior del olécranon.
- Ligamento cuadrado: fuerte asistencia de la capsula fibrosa que va desde el borde de abajo del corte radial hasta el cuello radial en su zona interna. Tiene figura cuadrilátera y contribuye en restringir los movimientos de pronación y supinación. La membrana sinovial reviste la cápsula y toda la cara ósea intracapsular, no revestida de cartílago articular, formando tres fondos de saco: el fondo de saco anterior (a nivel de la fosa supratroclear); fondo de saco posterior (a nivel de la fosa olecraneana) y el fondo de saco inferior con figura anular (a nivel de la parte intrarticular del cuello del radio).
Se sigue a la articulación radioulnar proximal y conforma un doblez receso sacciforme, debajo el ligamento anular.
Articulaciones radiocubitales
Son tres articulaciones entre radio y cúbito: proximal, intermedia y distal. La superior (descrita en la articulación del codo) e inferior son sinoviales de tipo trocoide; permiten los movimientos de pronación y supinación.
Movimiento de pronación
Hay una radiocubital intermedia, que es una articulación fibrosa del tipo sindesmosis, en la que una membrana fibrosa o interósea se introduce entre el borde externo del cúbito y el borde interno del radio. Posibilita conservar unidos esos dos huesos; aumenta la superficie de introducción muscular en el brazo y trabaja en la transmisión de cargas.
La articulación radiocubital distal muestra un disco (a veces menisco) articular interpuesto horizontalmente en la articulación que definen el radio y el cúbito, llamado ligamento triangular, que supone además, el medio de enlace más poderoso entre los extremos inferiores de los dos huesos del brazo.
Tiene figura triangular y se encuentra introducido en la cápsula articular por detrás y por delante. A nivel del cauce que separa la apófisis estiloides de la cabeza del cúbito hallamos la introducción de su vértice, y su base se mete en el borde de abajo del corte cubital del radio. Este disco se asocia de manera proximal con la superficie articular de la cabeza del cúbito, y distalmente con la cara articular de forma de semiluna y de piramide.
Ligamentos del Codo
En la articulación del codo los ligamentosvtienen la función de conservar las caras articulares en contacto. Son verdaderos tensores colocados a ambos lado de la articulación: ligamento colateral cubital y ligamento colateral radial.
En grupo poseen la figura de abanico fibroso que va desde cada de prominencia pararticular del epicóndilo por fuera, epitróclea por dentro; adonde el vértice del abanico se define en un punto que pertenece al eje de flexoextensión, hasta alrededor de la gran cavidad sigmoidea del cúbito, adonde se introduce en la perímetro del abanico.
Por tanto, se puede suponer el modelo mecánico del codo de la siguiente manera:
- En la porción superior, la horquilla de la paleta humeral, soporte de la polea articular.
- En la zona inferior, un semianillo (gran cavidad sigmoidea) enlazado al brazo de la palanca antebraquial y que se mete en la polea.
- El sistema ligamentoso está presentado por dos tendores (en verde) enlazados al “tallo” que simula el antebrazo, y que se articula con los extremos del eje de la polea.
Puede comprenderse fácilmente que estos “tensores” laterales cumplen un doble papel: conservar el semianillo incrustado en la polea (coaptación articular) y evitar algún movimiento de lateralidad.
Basta el rompimiento de un tensor, por ejemplo el interno, para que se se produzca el movimiento de lateralidad hacia el lado inverso, y para que las caras articulares no hagan contacto: es la dinámica habitual de la luxación de codo, que es la primera fase es un esguince grave del codo por rompimiento del ligamento lateral interior.
Particularidades
Ligamento colateral cubital: Muestra tres haces gruesos, uno anterior y otro posterior, enlazados por un haz oblicuo. El anterior proporciona estabilidad al codo. Nace en el epicóndilo medial y se mete en la apófisis coronoides, en su zona anterolateral.
El ligamento colateral cubital (LCC) lo conforman tres haces:
1) Haz anterior, con fibras anteriores que vigorizan el ligamento anular del radio.
2) Haz medio, el más fuerte.
3) Haz posterior o ligamento de Bardinet, fortalecido por fibras transversales del ligamento de Cooper.
Asimismo, en ese esquema se distinguen: la epitróclea, desde donde se inicia el abanico del LCC, el olécranon, la cuerda oblicua de Weitbrecht, el tendón del músculo bíceps braquial que se introduce en la tuberosidad bicipital del radio.
El ligamento colateral radial (LCR), constituido también por tres haces que salen del epicóndilo:
1) Haz anterior, que se fortalece al ligamento anular por delante.
2) Haz medio que fortifica el ligamento anular por detrás.
3) Haz posterior.
La cápsula se encuentra reforzada por delante, por los ligamentos anterior y oblicuo anterior. Por detrás, está fortificada por fibras transversales húmero-humerales y húmero-olecranianas.
Músculos del codo
Los movimientos que realiza la articulación del codo son:
Extensión: Músculo tríceps braquial.
Flexión: Músculo bíceps braquial, músculo braquial anterior y braquiorradial (supinador largo).
Supinación: Músculo supinador corto y bíceps braquial.
Los músculos del brazo son los que permiten el movimiento del codo y, por extensión, el de su antebrazo. Cinco músculos nacen, bien sea en el húmero o la escápula y se introducen en los huesos del antebrazo para flexionar y extender el codo:
Bíceps braquial: Tiene dos cabezas: La corta que nace en la apófisis coracoides de la escápula, y la larga que sale en el tubérculo supraglenoideo de la escápula. Las dos cabezas se internan en la tuberosidad del radio. El músculo se encuentra inervado por el nervio musculocutáneo, y contribuye con la supinación y a flexionar el antebrazo.
Braquial: sale de la parte distal del húmero y se interna en la apófisis coronoides, y la tuberosidad del cubito. Lo inerva el nervio musculocutáneo, y flexiona el antebrazo.
Coracobraquial: Este músculo se surge en la apófisis coracoides de la escápula y se interna en la mitad de la cara medial del húmero. Se inerva por el nervio musculocutáneo, y produce la flexión y aducción del brazo.
Tríceps braquial: Posee tres cabezas. La larga nace en el tubérculo infraglenoideo de la escápula; la cabeza lateral brota de la superficie posterior del húmero por arriba del surco radial, y la cabeza medial parte de la superficie posterior del húmero, exactamente por debajo del surco radial. Las 3 cabezas se introducen en el olécranon del cúbito y se hallan inervadas por el nervio radial. El tríceps braquial extiende el antebrazo.
Ancóneo: Este músculo parte del epicóndilo lateral del húmero y se interna en la cara del olécranon y posterior del cúbito. Se inerva a través del nervio radial. Contribuye a extender el antebrazo y equilibra la articulación del codo. El codo posee tres bursas metidas dentro y entorno a los tendones para contribuir en su desplazamiento arriba de los huesos.
Intratendinosa bursa del olécranon: Se encuentra en el tríceps braquial
Subtendinous bursa del olécranon: Puesto en el medio del olécranon y el tendón del tríceps.
Subcutánea bursa del olécranon: Localizado en el tejido conectivo que se halla encima del olecranon.
Los músculos de la supinación y pronación del antebrazo
Son de fácil recordación por cuanto sus funciones concuerden con sus nombres.
Supinador: Supina el antebrazo. Nace en el epicóndilo lateral del húmero, en el colateral radial y ligamentos anulares, y en el cúbito. Se interna en el tercio proximal del radio, y lo inerva la rama profunda del nervio radial.
Pronador redondo: Encargado de la pronación muscular y flexión del antebrazo. Tiene 2 cabezas: La cubital que se origina en la apófisis coronoides del cúbito, y la cabeza del húmero que surge en el epicóndilo médica del húmero. Estas cabezas se internan arriba de la cara lateral del radio. Lo inerva el nervio mediano.
Pronador cuadrado: Prona el antebrazo. Surge en la parte distal del cúbito y se interna arriba de la cara anterior del radio. Lo inerva el nervio interóseo anterior del nervio mediano.
Movimientos de la articulación del codo
- Extensión: Músculo tríceps braquial
- Flexión: Músculo bíceps braquial, braquial anterior y braquiorradial (supinador largo)
- Supinación: Músculo supinador corto y bíceps braquial.
Como articulación sinovial de movimiento libre, el codo se resbala y gira con facilidad adentro de su concavidad. El húmero del segmento superior del brazo, el radio y el cúbito del antebrazo, se encuentran para conformar la articulación del codo. Estos huesos componen tres articulaciones en pivote cubiertas por una cápsula. Al facilitar los movimientos de reducción y extensión, el codo facilita el giro del antebrazo, participa en los complejos movimientos de la mano, e incrementa la fuerza de la zona superior del cuerpo.
Extensión y flexión
Al estirar y doblar el antebrazo, la articulación del codo realiza movimientos sumergida en el líquido sinovial que está dentro de la cápsula. El codo es considerado una prolongación de la articulación del hombro. Posibilita un movimiento suave y controlado. El codo se acopla a las articulaciones de la muñeca y el hombro, para producir los movimientos complejos de la cintura escapular hasta la yema de los dedos.
Al usar el codo para direccionar la muñeca y la mano para agarrar una pera, ese movimiento complejo implica la extensión para el alcance de la fruta. Asimismo, se necesita doblar o flexionar el codo y la muñeca para tomar la pera, y colocarla en una canasta, por ejemplo. En esta acción básica participan el antebrazo, la muñeca, el tríceps, y los músculos de la mano.
Supinación y pronación
La supinación se refiere al giro del antebrazo hacia el exterior y hacia arriba, en tanto que la pronación es la vuelta del antebrazo hacia adentro y abajo. Estos ejercicios de rotación posibilitan los movimientos suaves y libres de la cintura escapular, el brazo inferior y superior, la muñeca y las manos.
Los movimientos efectuados con un control exacto permiten mantener y tomar un plato de sopa, hacer deportes, transcribir en computadora, consumir una bebida con los amigos, o palpar una estatuilla decorada en miniatura. Los movimientos seguidos permiten la suspensión y la estabilidad inmediatas de músculos y articulaciones.
Dicho equilibrio es tan exacto que una persona puede tropezar en los escalones sostieniendo una taza de café y no derramar ni una gota.
Supinación en flexión
Sacudir las manos implica la flexión del codo, la supinación y flexión de la mano y la muñeca.
La articulación del codo facilita el giro, y el deslizamiento obtiene la potencia y equilibrio de los ligamentos, tendones, músculos y la articulación de los huesos que trabajan conjuntamente.
Movilizar las manos, jugar voleibol, tenis, suspender un bebé con suavidad o un objeto por arriba de la cabeza resultarían imposibles de realizar sin los favores de la flexión y la supinación.
Pronación
En vista que el hombro, el codo y la muñeca suministran apoyo a toda la cintura escapular, el codo está en capacidad de suspender pesos que sobrepasen el propio peso corporal de una persona. Los músculos conectados a estas articulaciones laboran en asociación entre sí, y construyen un sitio de apoyo perfecto.
La pronación hace que el antebrazo gire hacia adentro y hacia abajo, y que el codo se flexione y se estire. Esta fluidez de movimiento permite que las personas efectúen lanzamientos de pelota o utilicen una computadora.
Dolor en la articulación del codo
El dolor de codo puede ser ocasionado por diversos problemas. En adultos la tendinitis es causa frecuente; la cual consiste en una inflamación y lesión en los tendones, los cuales son los tejidos blandos que enlazan el músculo al hueso.
Las personas que hacen deportes con raqueta, tienen posibilidades mayores de sufrir una contusión, en los tendones de la porción exterior del codo. Esa lesión se le conoce como codo de tenista. Por su parte, los golfistas poseen mayor probabilidad de lastimarse los tendones de la zona interior del codo.
Jugar béisbol, hacer trabajos de jardinería, utilizar destornilladores o emplear en exceso la muñeca y el brazo, constituyen causas frecuentes de la tendinitis del codo.
Los niños pequeños habitualmente desarrollan “codo de niñera”, lo que es producto de que los llevan jalados del brazo cuando salen de casa. Los huesos se extienden y separan de momento, y un ligamento se resbala entre ellos. Dicho ligamento queda presionado cuando los huesos pretenden cerrarse de nuevo a su lugar.
Los niños habitualmente se rehusarán en silencio a utilizar el brazo, pero gritan con el mínimo intento de doblar o enderezar el codo. Esta lesión se le llama también subluxación del codo (dislocación parcial).
También son causas comunes de dolor de codo:
- Bursitis: inflamación de un cojín lleno de líquido que se halla bajo la piel
- Artritis: acortamiento del espacio articular y deterioro del cartílago protector del codo
- Distensión muscular
- Infección en el codo
Remedios para el dolor en la articulación del codo
El tratamiento inicial para el dolor de codo responderá a las causas que lo han originado.
El dolor de codo agudo ocurrido luego de haber levantado una carga muy pesada o inconveniente corrientemente desvanece por sí solo. En ciertas circunstancias, como en el caso del llamado codo de tenista, se requiere aplicar un vendaje o un molde de yeso para mantener el brazo y la articulación del codo inmovilizados.
Sintomáticamente el dolor de codo se ataca con antiinflamatorios (el diclofenaco o ibuprofeno), disponibles básicamente en presentaciones de pastillas o pomadas. Asimismo suelen aplicarse inyecciones y lavados articulares con medicinas que tengan corticoides, o anestésicos locales para calmar el dolor.
Si el dolor de codo es crónico puede requerir el ingreso en algún hospital para aplicar un procedimiento médico más avanzado, como realizar un bloqueo del plexo branquial con un catéter. Estoo requiere introducir un manguito fino de plástico (catéter) en la zona cerca de la axila para que llegue a los nervios del brazo. Mediante el manguito se podrá inyectar analgésico o anestésico directamente en los alrededores de los nervios que irradian el dolor.
Gracias excelente documento, yo no soy estudiante pero me apasiona todo referente a la anatomía humana, y como gusta la fisioterapia y todo lo qué conlleva, me documento al toparme con algo que no conosco, doy masajes a familiares y amigos pero no estudié nada de eso solo me documento.