Los Riñones: ¿Qué son? Anatomía, función, fisiología, características y mucho más

Los seres humanos poseemos dos filtros que determinan nuestra vida, son los responsables de purificar nuestra sangre y desechar el excedente de líquido que tengamos en nuestro organismo. Se trata de los riñones que además tienen la misión fundamental de estimular a la médula espinal para que produzca glóbulos rojos.

De fallar estos órganos nuestro organismo colapsaría, por cuanto se contaminaría nuestra sangre, además de que no llegaría oxígeno a los tejidos y otros órganos. Identificar los síntomas de posibles fallas de nuestros riñones, nos ayudaría a proceder con prontitud ante enfermedades que pueden tener consecuencias fatales.

En este artículo podrás conocer los signos y síntomas más frecuentes, de una irregularidad renal y los cuidados que le debes brindar a tus riñones.

Qué son los Riñones

Son dos órganos vitales, iguales y opuestos simétricamente, en figura de frijol, que ejecutan diferentes acciones para conservarla sangre limpia y en equilibrio. Comprender cómo operan los riñones le beneficia a la persona para conservarlos en buen estado. Tienen el volumen aproximado de un puño.

Se encuentran en la zona cercana a la mitad de la espalda, exactamente debajo de la caja torácica  (las costillas); dispuestos a ambos lados de la columna vertebral.

Se consideran evolucionadas maquinarias de procesamiento. Diariamente los riñones de un ser humano someten a procesamiento cerca de 190 litros de sangre, para desechar dos litros de residuos y agua en exceso; lo que se transforma  en orina que mana a la vejiga mediante conductos conocidos como uréteres. La vejiga acumula orina hasta que se libra al orinar.

Los residuos en la sangre se originan de la desintegración normal de tejidos dinámicos, tal como los músculos, y de la alimentación. El organismo utiliza los comestibles para conseguir energía y auto-repararse. Luego que el organismo utiliza lo que requiere de los comestibles, los restos se remiten a la sangre. Si los riñones no los descartaran, se amontonarían en la sangre dañando el organismo.

La eliminación de los restos sucede en pequeñas unidades al interior de los riñones, conocidas como nefronas. Cada uno de los riñones posee cerca de un millón de nefronas.

En la nefrona, un glomérulo -que es un vaso sanguíneo diminuto o capilar-está enlazado con un tubo también de pequeñas dimensiones, que recoge la orina, de nombre túbulo. El glomérulo opera como un dispositivo de filtración o colador, y conserva las proteínas y células normales dentro del torrente sanguíneo, admitiendo que pasen los desechos y el exceso de agua.

Un complejo canje químico se ejecuta, en tanto que los productos de desecho y el agua dejan la sangre, y entran al aparato urinario.

Inicialmente, a los túbulos llega una mezcla de productos residuales y compuestos químicos que el cuerpo aún puede usar. Los riñones calculan el nivel de compuestos químicos como sodio, fósforo y potasio, que existen en la sangre y los libra retornándolos al torrente para que se mantengan en el organismo.

Así, los riñones controlan los rangos corporales de las referidas sustancias. El equilibrio apropiado es requerido para la vida.

Además de descartar residuos, los riñones libran tres hormonas vitales:

  • Eritropoyetina, o EPO, que incita la médula ósea para elaborar glóbulos rojos
  • Renina, que controla la presión arterial
  • Calcitriol, forma dinámica de la vitamina D, que contribuye a conservar el calcio para que se mantengan los huesos y el equilibrio químico reglamentario en el organismo.

Características principales de los riñones de los seres humanos

  • Tiene las dimensiones de un puño de humano adulto.
  • En el borde medio de cada riñón se halla el hilio, por donde cruza el uréter, la vena renal, los nervios y la arteria.
  • La superficie externa de los riñones se encuentra rodeada por un tejido fibroso de nombre cápsula renal.
  • Rodeando cada riñón se encuentra un tejido graso.
  • Los riñones son dotados por la arteria renal que posee su origen en la aorta.

Características anatómicas del riñón

Son dos órganos en forma de frijol, de 12 cms. de alto, 6 cms. de ancho y 3 cms. de profundidad. Colocados en el plano frontal, su borde medial, cóncavo, muestra el hilio del órgano por donde entra la arteria renal y los nervios, y egresan la vena renal y la pelvis renal.

El eje mayor de los riñones converge hacia cefálico, de manera tal que sus polos superiores se encuentran más próximos a la línea media que sus polos inferiores. Los dos riñones están en contacto con la glándula suprarenal por el polo superior.

Dónde se ubican los riñones

Se localizan retroperitonealmente, en la porción superior de la pared abdominal, posados en el diafragma y el músculo psoas mayor. El margen medial del riñón derecho se asocia con la vena cava inferior, el riñón izquierdo se relaciona con la aorta abdominal.

Estos enlaces ocasionan longitudes diferentes de los vasos renales que cruzan transversalmente en dirección a cada hilio. La vena renal izquierda es considerablemente más extensa que la derecha; pero en sentido inverso, la arteria renal derecha es más prolongada que la izquierda.

El riñón derecho se encuentra 3 cms. por debajo del izquierdo, en vista de su unión con el hígado. Los riñones se hallan cubiertos por un manto fibroso, la fascia renal, la cual forma una bolsa, la celda renal, donde está contenido el riñón, la glándula suprarrenal y la grasa perirrenal; la cual es un factor de suma importancia en el mantenimiento del riñón en su posición normal.

El riñón tiene una concavidad internamente, el seno renal, el cual se abre en dirección al hilio; el seno contiene las ramas de la arteria, la vena, los cálices renales y la pelvis renal.

Estrechamente unida a la superficie del riñón se halla una ligera lámina fibrosa, la cápsula renal, la cual se mete por el hilio y recubre las paredes del seno renal. Dicha cápsula renal aparta el riñón de la grasa perirrenal.

Haciendo un corte transversal, el tejido renal muestra dos sectores: la médula renal, presentada en raciones cónicas conocidas como pirámides renales; y la corteza renal, la cual se dispone en la periferia pero que muestra prolongaciones centrales, que son las columnas renales, que se presentan entre las pirámides renales.

Anatomía

Todo ser humano sano tiene dos riñones colocados a los lados de la columna vertebral y a nivel de las costillas bajas aproximadamente. Estos órganos se encuentran envueltos en una capa de grasa fuerte que los resguarda del exterior. El volumen del riñón responde al volumen corporal de cada individuo. En promedio un riñón puede presentar las siguientes medidas:

  • De 10 a 12 ctms. de altura
  • Entre 5 y 6 ctms. de ancho
  • Cerca de 4 ctms. de grueso

Cada riñón tiene un peso aproximado de 160 grms. El derecho se localiza un poco por debajo del izquierdo, por el volumen del hígado que se encuentra sobre él.

Tienen figura de frijol con sus polos superior e inferior. Encima de los polos superiores se ubica una glándula suprarrenal respectivamente. El término de estos tejidos refiere solamente su localización, por cuanto su función es completamente diferente a la renal.

El riñón se divide en corteza y médula renal. La corteza renal indica la porción exterior; en tanto que la médula renal es la fracción interna. Las dos son cruzadas por cantidades de vasos sanguíneos, que se enlazan en la región de la pelvis renal, a la arteria o vena renal.

Los Riñones

Son órganos glandulares que les corresponde la función vital de generar la orina; los cuales están situados a ambos lados de la columna vertebral. Se hallan al exterior de la concavidad peritoneal, ocupando la zona trasera del abdomen, a nivel de las dos finales vertebras dorsales, y de las 3 iniciales lumbares.

De ningún modo los riñones son iguales; generalmente el izquierdo es un poco más voluminoso, y con una diferencia de altura de 2 cms. aproximadamente.

Cada riñón (incluyendo las glándulas suprarrenales) se halla dentro de una celdilla llamada capsula fibroadiposa, con paredes conformadas por un tejido fibroso, las cuales presentan una rendija en la porción inferior, circundando el ureter hasta la vejiga, por lo que en ocasiones el riñón puede bajar (nefroptosis); particulrmente el tejido fibroadiposo de la cápsula fibroadiposa es menor de lo normal.

Los riñones tienen forma de alubia, con sus caras anterior y posterior, un borde exterior convexo, el interno cóncavo en su centro; tienen sus polos redondeados, superior e inferior. En el hilio ingresan los vasos sanguíneos y emerge el uréter que es seguido por una concavidad profunda, llamada seno del riñón.

Este seno contiene, bordados por una masa adiposa, cuantiosas ramificaciones de vasos renales y los canales de origen del aparato excretorio. El seno presenta una figura aproximada de rectángulo, aplanada de delante hacia atrás, y está circundado por parénquima renal, en todas partes menos por el hilio.

Estructura del riñón

Los riñones se encuentran recubiertos por una cápsula fibrosa, y los constituyen dos tipos de estructuras distintas: la sustancia cortical que se encuentra por debajo de la cápsula fibrosa, y la zona medular. La sustancia cortical, que es de color rojo oscuro, cubre la sustancia medular que se incrusta profundamente en ella, dando paso a unas conformaciones radiadas de nombre pirámides de Ferrein o radios medulares de Ludwig.

La sustancia medular, que es de color más claro, la constituyen de 8 a 14 masas piramidales, llamadas pirámides de Malpighio cuyo vértice se abre en concavidades en figura de copa nombradas cálices renales que concurren en el uréter.

Entre las pirámides de Malpighio, se hallan unas extensiones de la sustancia cortical que reciben el nombre de columnas de Bertin.

Los riñones comprenden cuantiosos ovillos microscópicos de capilares sanguíneos arteriales, llamados glomérulos. Cada uno de estos acoge la sangre de una arteriola aferente y la vuelca en otra arteriola eferente de diámetro más reducido.

Estas dos arteriolas son contiguas y conforman una clase de pedúnculo vascular de sostenimiento. El glomérulo está cubierto por una membrana de pared doble: la cápsula de Bowman, que se retrocede en el sitio donde convergen las  arterioles aferente y eferente.

Por el extremo opuesto, la membrana de la cápsula de Bowman continúa por un fino tubo de curso ondulante, el túbulo renal. El grupo de glomérulo y cápsula de Bowman se le llama corpúsculo de Malpighio.

El túbulo renal que emerge de la cápsula de Bowman, nombrado en su parte más próxima el glomérulo túbulo proximal, se extiende en un alargado tubo ondulado (túbulo sinuoso proximal) al que prosigue un fragmento en forma de U, el asa de Henle.

Por último, al asa de Henle, sigue el túbulo ondulado distal que desagua en un túbulo recolector. La orina que se crea en la nefrona se encauza en los túbulos colectores, que constituyen los conductos en los que descargan los túbulos sinuosos distales. Los túbulos colectores van convergiendo entre sí a diferentes niveles, convirtiéndose de mayor diámetro a medida que se introducen en la zona medular. Terminan en pronunciados conductos (conductos de Bellini) que abren expresamente en los cálices renales.

Nefrona

El grupo constituido por glomérulo, cápsula renal y túbulo renal conforman la nefrona, que es la unidad funcional del riñón. Se considera que el riñón del ser humano comprende cerca de 1 millón de nefronas.

La porción mayor de la nefrona se sitúa en la zona cortical y únicamente, la parte de la nefrona constituida por el asa de Henle, se halla en la zona medular.

Las nefronas, aunque son fundamentalmente parecidas entre sí, se diferencian en su longitud.

Las más reducidas poseen los corpúsculos en las capas más externas de la corteza, y las asas de Henle se prolongan únicamente hasta la mitad de la médula. Los glomérulos de esas nefronas llevan por nombre glomérulos corticales.

En contraste, las nefronas largas empiezan junto a la médula, y sus asas pueden casi lograr la papila. Los glomérulos de estas nefronas se les llaman glomérulos yuxtamedulares.

Glomérulo: o corpúsculo renal comprende una red capilar recubierta por un manto de células endoteliales, una zona central conformada por células mesangiales, células epiteliales dotadas de una membrana basal relacionada, que constituyen el manto visceral y, por último una capa parietal de células epiteliales que integran la cápsula de Bowman.

El glomérulo origina un ultrafiltrado del plasma al permanecer la sangre y el espacio urinario apartados por una membrana filtrante fenestrada, constituida por la membrana basal glomerular periférica y por algunas células epiteliales viscerales especiales, llamadas podocitos.

En el medio de las dos capas epiteliales (visceral y parietal) se prolonga una concavidad angosta de nombre espacio de Bowman.

Células mesangiales: tienen figura irregular, con un núcleo denso y unas extensiones citoplasmáticas estiradas. Además, poseen numerosos microfilamentos conformados por actina, a-actinina y miosina, que otorgan a estas células, diversas propiedades funcionales de las células del musculo liso.

Asimismo, suministra una base estructural para las asas capilares glomerulares; se considera que las células mesangiales interceden en el control de la filtración. Las sustancias vasoactivas (angiotensina II, vasopresina, noradrenalina, etc.) incitan su contracción en tanto que son relajadas por la PEG2, los péptidos auriculares y la dopamina.

Células endoteliales: los capilares glomerulares se encuentran recubiertos de un delgado endotelio fenestrado. Las células endoteliales presentan una extensa red de microtúbulos y filamentos cuya función no se conoce a profundidad.

Estas células sintetizan óxido nítrico (NO), y en su capa más exterior se hallan receptores para el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), el cual es un importante controlador de la filtración vascular. Las células endoteliales comprenden la barrera primaria ante el paso de los elementos de la sangre, desde la luz capilar hasta el espacio de Bowman.

Células epiteliales viscerales: también designados podocitos; son las mayores del glomérulo. Tienen largas extensiones citoplasmáticas que se propagan desde el cuerpo celular principal, y lo dividen en apéndices llamados pedicelos.

Función de los riñones

¿Qué es la función renal?

El término “renal” se refiere a los riñones. Los términos “función renal” y “función de los riñones” representan lo mismo. Los profesionales de la salud utilizan la expresión “función renal” para referirse a la eficacia con la que los riñones filtran la sangre. Las personas que tienen dos riñones sanos poseen el 100 % de la función de sus riñones.

Una disminución leve de la función de los riñones, hasta un 30 ó 40 por ciento, es complicado percibir. La función de los riñones para el momento se mide utilizando una muestra de sangre y una fórmula para establecer la tasa de filtración glomerular evaluada (estimated glomerular filtration rate, eGFR por sus siglas). La eGFR significa el porcentaje utilizable de función renal.

Ciertas personas nacen solamente con un riñón, pero pueden llevar una vida normal y sana. Cada año, numerosas personas conceden uno de sus riñones para ser trasplantados a un familiar o amigo.

Cantidades de personas que presentan una reducida función de los  riñones, también padecen una enfermedad renal, la cual desmejorará con el tiempo.

Si la función de los riñones de un individuo es menor del 25 %, suceden dificultades graves de salud. Ya cuando la función renal se reduce a menos de 10 ó 15 %, para conservar la vida la persona requiere algún tipo de terapia de reemplazo renal, bien sea terapias que limpian la sangre llamadas diálisis o un trasplante de riñón.

Los riñones ejecutan una doble función excretora y controladora. O sea, además de expeler agua para desechar, mediante la orina, todos esos productos del desdoblamiento de los alimentos que pueden resultar perjudiciales para nuestro cuerpo, también conservan el agua, retornándola a la sangre.

Efectivamente, los riñones filtran cerca de 190 litros de líquidos diariamente, de los que se descartan sólo 2 litros en forma de orina, la cual está compuesta por elementos de desecho y agua.

Asimismo, contribuye la sangre con glucosa, potasio y sal, además de otras sustancias esenciales para conservar el medio interno, sin que la dieta, el clima u otros factores puedan intervenir en ello.

En cuanto a la depuración, los riñones recolectan elementos de desecho de la sangre para su descarte posterior, y simultáneamente regulan el contenido de sales y fluidos interiores.

Depuran la sangre completamente cada 50 minutos, lo que representa que al finalizar el día los riñones han procesado 1.700 litros de sangre.

A manera de resumen se presentan a continuación, en forma breve, las funciones principales de los riñones:

  • Depurar la sangre
  • Controlar la homeostasis del organismo.
  • Secretar los desechos a través de la orina, y controlar su producción.
  • Segregar hormonas
  • Tomar parte en la reabsorción de electrolitos.
  • Controla la presión arterial.
  • Controla el volumen de los fluidos extracelulares.

En vista de que nuestra dieta y algunos hábitos, como el consumo de alcohol y tabaco, pueden ser perjudiciales para la salud de los riñones, siempre es beneficioso conocer cómo cuidar de los riñones. Adicionalmente, es recomendable purificar los riñones por lo menos una vez al año.

En cuanto a la dieta, un consumo desproporcionado de sal puede producir una sobresaturación en los riñones. Por ello, aunque no haya ninguna patología o enfermedad renal, se aconseja no consumir sal en exceso, por cuanto la mayoría de los alimentos que consumimos en la dieta diaria aportan el sodio que nuestro cuerpo requiere.

Fisiología

La función primordial de los riñones radica en filtrar los productos metabólicos de desecho, el exceso de sodio y de agua de la sangre, así como posibilitar su expulsión del organismo. También contribuye a controlar la presión arterial y la fabricación de glóbulos rojos.

De cada riñón sale un tubo conocido como uréter, que lleva la orina de la zona de recolección central de los riñones (pelvis renal) hasta la vejiga. De allí la orina parte hacia el exterior del cuerpo mediante la uretra.

Cada riñón posee cerca de un millón de unidades responsables de la filtración, que se les asigna el nombre de nefronas; las cuales están constituidas por una estructura redondeada y hueca, conocida como cápsula de Bowman, que posee una malla de diminutos vasos sanguíneos (el glomérulo). Ambas estructuras constituyen lo que se llama corpúsculo renal.

La sangre se introduce en el glomérulo mediante la arteriola aferente y fluye mediante la arteriola eferente.

En tanto se encuentre en el glomérulo, la porción líquida de la sangre se filtra mediante pequeños poros localizados en las paredes de los vasos sanguíneos del glomérulo, cruzando a la cápsula de Bowman.

Luego cruza al túbulo proximal. Las células sanguíneas y las moléculas más voluminosas, como las proteínas, no se filtran.

Del túbulo proximal, el líquido pasa al asa de Henle, que ingresa profundamente en el riñón. De allí se dirige al túbulo distal. Posteriormente se juntan varios túbulos distales para constituir el túbulo colector. Los túbulos colectores se van acoplando para formar unidades cada vez más voluminosas.

Al paso que el líquido filtrado glomerular mana por los túbulos, se reabsorbe hasta un 99 por ciento de agua, y cantidades diferentes de otros elementos como sodio y glucosa. El agua sobrante y las sustancias disueltas en esta que no han sido reabsorbidas conforman la orina.

El riñón igualmente usa energía para trasladar, de manera selectiva, cierta cantidad de moléculas de grandes dimensiones (incluyendo fármacos como penicilina, pero no proteínas), y trasladarlas hacia lo interno del túbulo. Estas moléculas se expelen por la orina, aun cuando sean demasiado grandes para cruzar mediante los poros del filtro glomerular.

A través de las hormonas que intervienen en la función renal, el organismo regula la concentración de orina de acuerdo a sus necesidades de agua. La orina conformada en los riñones mana por los uréteres hasta el interior de la vejiga, lo que hace abruptamente.

Los uréteres son tubos musculares que trasladan cada pequeña cantidad de orina a través de ondas de contracción. En la vejiga, cada uréter cruza a través de un esfínter, que es una conformación muscular en forma circular que se abre para dar paso a la orina, la cual posteriormente se va constriñendo hasta cerrarse herméticamente.

La orina se va almacenando en la vejiga, a medida que va llegando regularmente por cada uréter. La vejiga, que tiene la capacidad para dilatarse, incrementa progresivamente su tamaño para adecuarse al aumento del volumen de orina, y cuando al final se llena, manda indicaciones nerviosas al cerebro que comunican la necesidad de orinar.

A lo largo de la micción, otro esfínter, localizado en medio de la vejiga y la uretra (a la salida de la vejiga), se abre, permitiendo manar la orina.

Paralelamente, la pared de la vejiga se constriñe, produciendo una presión que obliga a la orina abandonar la uretra. La constricción de los músculos de la pared abdominal agrega una presión adicional.

Los esfínteres, mediante de los cuales los uréteres ingresan a la vejiga, se mantienen herméticamente cerrados para evitar que la orina se devuelva hacia los uréteres.

Dónde están ubicados

El organismo posee dos órganos de vital importancia que son los riñones, los cuales son los responsables de conservar la sangre limpia, para ello eliminan sustancias toxicas mediante la orina; y es tal su importancia, que sin ellos no sería posible la vida. Esta es una de las explicaciones por lo cual poseemos dos; por si uno de ellos falla o colapsa.

Los riñones se encuentran localizados en la parte inferior de la espalda, a ambos lados de la columna; poseen figura de habichuela, y su tamaño se aproxima al de un puño. Es muy conveniente saber la ubicación exacta o aproximada de éstos, por cuanto el dolor de riñón es reflejo de enfermedades muy comunes y, por su posición anatómica se pueden confundir con un dolor de columna, o muscular.

Los riñones se hallan en la parte trasera del abdomen, a nivel de las últimas vertebras dorsales, por lo general el izquierdo es algo más grande y de mayor volumen.

El derecho se halla un tanto más abajo que el izquierdo, por cuanto en el polo superior del riñón derecho se halla el hígado. Los dos riñones presentan en su parte superior la glándula suprarrenal.

Donde están los riñones en la mujer

En atención a su constitución, las mujeres son más proclives a padecer infecciones de la vejiga que pueden subir al riñón y originar muchos problemas de salud. En la mujer se hallan en el mismo lugar que en los hombres sanos.

Hay una patología congénita, que puede presentarse en ambos sexos, donde los dos órganos renales se encuentran pegados; se reconoce como riñón en herradura, y se localiza en la porción posterior del abdomen, antes de la columna, conformando un solo riñón, de mayores dimensiones; sin embargo, cumple sus funciones y se logra llevar una vida normal, no presenta síntomas particulares.

Las Partes de los Riñones

Los riñones son órganos determinantes para la limpieza del organismo. Son responsables de descartar todos los desechos, y el excedente de agua que el cuerpo ya no requiera. Otras de sus labores renales son: manar hormonas productoras de glóbulos rojos, regular la presión arterial, y conservar el balance de calcio.

Como se señaló anteriormente, hay casos donde personas nacen con un único riñón. No obstante, pueden mantener un estilo de vida normal y sano, en tanto el riñón se conserve estable y operando adecuadamente. Las enfermedades de hipertensión arterial, diabetes y hereditarias asociadas con insuficiencia renal, impiden que los riñones efectúen sus funciones con normalidad.

El riñón derecho está levemente localizado más abajo que el riñón izquierdo; ya que se coincide en su parte de arriba con el hígado, enfrente con el colon, y la parte media con el duodeno.

Partes del riñón

  • Corteza Renal. Conforma la piel que envuelve la médula renal. La superficie exterior de esa corteza está rodeada por una membrana (cápsula renal), que resguarda al riñón de alguna infección. A lo interno de la corteza renal se hallan numerosas nefronas, las cuales efectúan una de las funciones más importantes que es la de crear la orina.
  • Cápsula renal. Membrana translucida, fibrosa que constituye una prolongación de la capa exterior que envuelve el uréter. Resguarda los riñones de cualquier bacteria o infección.
  • Cápsula adiposa
  • Es un manto grueso de grasa que protege los riñones de cualquier impacto o golpe, además de que logra que se conserven suspendidos dentro de la cavidad abdominal.
  • Cápsula de Bowman
  • Sistema cóncavo en torno al glomérulo, que conforma parte de los dispositivos tubulares de las nefronas. En esta zona se filtra la sangre y se origina la orina.
  • Pelvis renal
  • Son bolsas internas que almacenan la orina, para que luego sea excretada por la uretra.
  • Cáliz renal
  • Son un par de canales (cáliz mayor y menor), que conforman el sistema de conducción de la orina a través de las pirámides de la corteza renal. El cáliz menor hace fluir la orina hacia el cáliz mayor; éste se une a otros cálices para constituir lo que se reconoce como pelvis renal. Cuando la orina ha sido transportada por los cálices, se conduce hacia el uréter.
  • Médula renal
  • Es la porción más interna del riñón donde se origina la orina. Contiene millones de nefronas, que se conforman de las pirámides renales. El fluido que cruza la médula renal posee una concentración hipertónica, lo que posibilita la reabsorción de agua.
  • Papila. Es la arista que sobresale de las pirámides que se hallan en la médula renal. La papila contribuye a desaguar al cáliz menor.
  • Lóbulo renal. Es parte de la pirámide de Malpighi y de las columnas renales. Se separan para formar así los lobulillos.
  • Lobulillo renal. Subdivisión de la corteza que se halla delimitada por dos arterias interlobulillares. Presenta un conducto colector y nefronas.
  • Pirámides de Ferrein. Se reconocen por término de radios medulares de Ludwig por igual. Son sustancias corticales rojizas que recubren la sustancia medular. Columnas renales o de Bertín Son las piezas que separan las pirámides de la médula.
  • Arterias renales.  Conforman todas las arterias requeridas para el flujo sanguíneo a lo interno de los riñones.Las arterias se dividen para formar ramificaciones. Algunas de éstas son:
  • Arterias interlobulares. Se hallan en medio de las piramides y columnas renales.
  • Arterias arcuatas. Son bifurcaciones de las interlobulares. Se localizan al exterior del riñón, entre la médula y la corteza.
  • Arterias interlobulillares. Transitan por la parte exterior del riñón y se separan para conformar la arteriola aferente.
  • Arteriola aferente. Construye una red capilar constituida por una red capilar peritubular y los vasos rectos, los cuales ayudan a los glomérulos capilares.
  • Arteriola eferente. Es la 2da. ramificación de la arteriola. Simplemente es un grupo de glomérulos capilares.
  • Glomérulo renal. Es una estructura que hace de portador para las arterias.
  • Ureter. Son dos tubos pequeños que ponen en comunicación los riñones con la vejiga. El  uréter es un elemento esencial en el tracto urinario. Posibilita  que la orina drene de los riñones, para que pueda ser acumulada en la vejiga.Hilio . Tejido adiposo localizado en la ranura del riñón izquierdo. De su interior emerge un tubo que es por donde se excreta la orina.
  • Nefrón . Unidad que constituye parte del tejido renal. Cada riñón tiene por lo menos un millar de nefrones. El nefrón o nefrona, genera la orina y depura la sangre. Está conformado por: túbulo proximal, tubo colector, glomérulo, túbulo distal y asa de Henle.
  • Seno renal. Cavidad localizada a la entrada del hilio. En su parte interna contiene vasos, nervios, y la primera porción que compone el sistema urinario.
  • Vena renal. Grupo de venas que trasladan la sangre expelida de los riñones, mediante las venas tributarias mayores.

Enfermedades de los Riñones

Cuando se habla de enfermedad de los riñones refiere que sus riñones están dañados y no pueden efectuar las funciones correspondientes como por ejemplo, filtrar la sangre adecuadamente.

La enfermedad es “progresiva” porque el daño a los riñones avanza lentamente por mucho tiempo. Este deterioro puede generar que los residuos se almacenen en su organismo.

El trastorno de los riñones también puede acarrear otros quebrantos de salud.

Como hemos dicho, la función principal de los riñones es filtrar los residuos y la abundancia de agua en la sangre, lo que convierte en orina. Para que el organismo continúe operando apropiadamente, los riñones nivelan las sales y los minerales —calcio, fósforo, sodio y potasio— que transitan por la sangre.

Los riñones igualmente cooperan con regularla presión arterial y generan hormonas vitales para generar glóbulos rojos y a conservar la dureza de los huesos.

La enfermedad de los riñones frecuentemente progresa con el tiempo y puede conducir a la falla absoluta de los riñones. En dicho caso, usted requerirá tomar el tratamiento de diálisis o aplicarse un trasplante de riñón para conservar la salud. Mientras más pronto se conozca que se padece una enfermedad de los riñones, más rápidamente puede aplicar los cambios para resguardarlos.

¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar la enfermedad de los riñones?

Usted está en riesgo de presentar la enfermedad de los riñones si tiene:

  • Diabetes. Esta es la primera causa de la enfermedad de los riñones. La glucosa elevada en la sangre por la diabetes,  también conocida como hiperglucemia, puede perjudicar los vasos sanguíneos en los riñones. Alrededor de 1 de cada 3 personas con diabetes presenta la enfermedad de los riñones.
  • Presión arterial alta.Esto constituye la segunda causa de enfermedad de los riñones. Como la hiperglucemia, la presión arterial elevada igualmente puede deteriorar los vasos sanguíneos en los riñones. Una de cada 5 personas con presión arterial alta padece la enfermedad de los riñones.
  • Enfermedad cardíaca. Los estudios demuestran una correspondencia entre la enfermedad de los riñones y los padecimientos cardíacos.

Las personas con enfermedad cardíaca presentan un alto riesgo de sufrir la enfermedad de los riñones, y a su vez, las personas con la enfermedad de los riñones tienen un mayor peligro de padecer una enfermedad cardíaca.

Los científicos trabajan para entender mejor la asociación entre la enfermedad de los riñones y enfermedad cardíaca.

  • Antecedentes familiares de la enfermedad de los riñones.Si algún familiar cercano presenta la enfermedad de los riñones, usted está en riesgo de sufrir la enfermedad de los riñones; ya que ésta se inclina a ser hereditaria. Si tiene la enfermedad de los riñones, estimule a los miembros de su familia a chequearse.

Las posibilidades de presentar una enfermedad de los riñones se incrementan con la edad. Entre más sea el tiempo que se tenga padeciendo de diabetes, presión arterial alta o enfermedad cardíaca, las posibilidades de contraer la enfermedad de los riñones es elevada.

Los afroamericanos, hispanos e indios americanos propenden a presentar un riesgo elevado de sufrir la enfermedad de los riñones. Esto se le atribuye básicamente a los elevados índices de diabetes y presión arterial alta en esos grupos. Los investigadores estudian otras factibles razones del porqué esos grupos presentan mayor peligro.

Causas de la enfermedad de los Riñones

La diabetes y la presión arterial elevada son las causas más frecuentes de enfermedad de los riñones. Los médicos con frecuencia buscan en la historia médica del paciente, y es posible que ordene aplicar pruebas para investigar el origen de la enfermedad de los riñones.

La causa de enfermedad de los riñones condiciona el tipo de tratamiento que se va a recibir.

Diabetes

Abundante glucosa, conocida comúnmente como azúcar en su sangre, perjudica los filtros de los riñones. Con el paso del tiempo, los riñones se encuentran tan deteriorados que ya no logran filtrar adecuadamente los residuao y el excedente de líquido de la sangre.

Habitualmente, el signo inicial de la enfermedad de los riñones por diabetes es la existencia de proteínas en la orina. Cuando los filtros se deterioran, una proteína de nombre albúmina, la cual es vital para conservarse con buena salud, emerge de su sangre a la orina.

riñón en buen estado no permite el paso de la albúmina de la sangre a la orina. La nefropatía diabética es el expresión médica para referirse a la enfermedad de los riñones causada por la diabetes.

Presión arterial alta

Los altos niveles de presión arterial pueden perjudicar los vasos sanguíneos en los riñones, de modo que no operen a toda su capacidad.

Si los vasos sanguíneos en los riñones se deterioran, es posible que los riñones no laboren eficientemente para desechar los residuos y el sobrante de líquido del organismo. La abundancia de líquido en los vasos sanguíneos puede incrementar la presión arterial todavía más, formando un ciclo grave.

Otras causas de la enfermedad de los riñones

  • Trastorno genético que origina el crecimiento de varios quistes en los riñones, lo que se denomina enfermedad poliquística renal.
  • Una infección.
  • Medicamento tóxico para los riñones.
  • Patología que afecta todo el cuerpo, como la diabetes o el lupus. La nefritis lúpica es el expresión médica para remitirse a la enfermedad de los riñones producida por lupus.
  • Glomerulonefritis por IgA.
  • Trastornos donde el propio sistema inmunológico acomete a sus propias células y órganos, como el síndrome de Goodpasture.
  • Toxicidad por metales pesados, como el plomo.
  • Enfermedades genéticas extrañas, ejemplo el síndrome de Alport.
  • Síndrome hemolítico urémico en niños.
  • Púrpura de Schoenlein Henoch.
  • Estenosis de la arteria renal.

Síntomas

Es esencial conocer los síntomas de las enfermedades renales para poder lograr un diagnóstico precoz, de tal forma que el tratamiento pueda comenzarse lo más posible.

¿Sabía Ud. que la mayor parte de las personas que padecen problemas renales no son conscientes de eso? Esto es debido a que los síntomas iniciales son poco palpables.

Pueden transcurrir unos cuantos años desde que empiezan las señales de insuficiencia renal hasta llegar a ser una enfermedad renal, lo cual no es lo mismo.

Quien tiene la información tiene el poder: señales de que puede sufrir problemas renales

Los médicos aseguran que los pacientes, con pleno conocimiento o no, de enfermedades en los riñones, y sin interesar en qué fase se halle su dolencia, han de identificar sus síntomas para poder proceder lo más pronto posible. De esta manera el tratamiento es más eficiente y menos prolongado.

Los que siguen son los signos más recurrentes de que una persona está sufriendo de una insuficiencia renal, por lo que es determinante atenderla prontamente.

Si padeces de al menos dos o tres de ellos, es importante que no te inquietes innecesariamente, pero sí que consultes al médico y te realices análisis de sangre y orina. También debes considerar que varios de estos síntomas no están únicamente asociados a problemas renales, sino que responden a otras patologías.

Cambios de micción: al estar fallando los riñones, la orina cambia. Es posible que debas levantarte a lo largo de la noche para acudir al baño, que el líquido tenga aspecto espumoso o con burbujas, que tengas que orinar más veces o en cantidades mayores, y la orina es  pálida o todo lo contrario: transcurren muchas horas y es oscura, viene con sangre, sientes que no puedes aguantar o tienes dificultades, constricción en la zona inferior de la pelvis o mucha presión.

Hinchazón: cuando existe insuficiencia renal hay dificultad para desechar los fluidos sobrantes, por lo que se almacenan en el organismo, produciendo inflamación en los tobillos, las piernas, las manos y el rostro.

Fatiga: Cuando lo riñones están saludables generan una hormona llamada eritropoyetina, la cual es garante de que el cuerpo produzca glóbulos rojos, los cuales son los responsables de trasladar el oxígeno hasta la sangre.

En la medida en que los órganos renales se van deteriorando, igualmente reduce la generación de esa hormona; por lo que, los músculos y la mente se fatigan más rápidamente de lo habitual.

Los pacientes no poseen energía ni deseos de hacer nada; duermen en exceso, están extenuados, debilitados, y agotados sin mayores esfuerzos. Este cuadro se conoce como anemia, el cual también puede ser producto de una ausencia de hierro en la alimentación.

Erupción cutánea o picor: los residuos de la sangre son desechados mediante los riñones; si éstos no operan adecuadamente, se van depositando en la sangre y pueden ocasionar picores fuertes, que sobrepasa la piel; se percibe de los músculos hasta los huesos.

Sabor metálico en la boca o aliento a amoníaco: cuando se amontonan los residuos en la sangre (uremia), el sabor de los alimentos se puede perturbar y producir halitosis.

Igualmente, ciertos pacientes notan que ya no les gusta el sabor de la carne o adelgazan porque no sienten hambre. El gusto bucal a lo largo del día es desagradable y no se quita cepillándose los dientes, haciendo buches o comiendo chicle, etc.

Náuseas y vómitos: igualmente por causa de la uremia.

Igualmente puede producir falta de apetito y adelgazamiento de varios kilos; el estómago que se le dificulta mantener alimentos, ni siquiera líquidos o medicamentos. Todo es rechazado.

Falta de aliento: o sea, dificultad para respirar. Lo que puede estar asociado a una deficiencia en los pulmones de dos maneras distintas. Primero porque el fluido sobrante que no pueden desechar los riñones se está almacenando en los pulmones, y en segundo lugar porque la anemia (deficiencia de glóbulos rojos que trasladan oxígeno a la sangre) deja al organismo débil y con falta de aliento.

Puede manifestarse sin necesidad de hacer esfuerzo alguno, sólo al estar sentado o acostado, sin hacer más nada.

Sentir mucho frío en cualquier época del año: la anemia puede producir que una persona sienta de frío aun cuando el ambiente esté bajo calefacción, esté bien abrigado o tenga varias mantas en su cama. Tampoco cede al beber té o café caliente, aplicándose un baño con agua muy caliente.

Incluso, puede suceder que en verano con elevadas temperaturas la persona igualmente perciba mucho frío en casa la calle o el trabajo. Escalofríos, entumecimientos en brazos y piernas, sudor frío asociado a otros síntomas.

Mareos y problemas para concentrarse: la anemia producida por la deficiencia renal significa que la mente no está percibiendo la cantidad necesaria de oxígeno. Esto puede traer como consecuencia dificultades para rememorar o memorizar algo, mareos, falta de concentración para cualquier tarea que se esté realizando, dispersión, presta poca atención en una conversación, etc. No poder acordarse lo que se realizó la semana pasada, el nombre de algún familiar, sentirse a menudo mareado, etc.

Dolor en la espalda: ciertas personas que presentan problemas renales y lo desconocen lo atribuyen a un esfuerzo extenuante, una mala postura o dormir mal a la noche.

No obstante, cuando ese dolor es persistente significa otra cosa. La molestia, punzada o calambres se ubican en la zona baja de la espalda o a un costado del cuerpo.

En ocasiones el dolor alcanza una o ambas piernas. Si el paciente presenta una poliquistosis renal (varios quistes en riñones o hígado) igualmente puede padecer intensos dolores en el área.

Falta de aliento: o sea, dificultad para respirar. Lo que puede estar asociado a una deficiencia en los pulmones de dos maneras distintas.

Primero porque el fluido sobrante que no pueden desechar los riñones se está almacenando en los pulmones, y en segundo lugar porque la anemia (deficiencia de glóbulos rojos que trasladan oxígeno a la sangre) deja al organismo débil y con falta de aliento. Puede manifestarse sin necesidad de hacer esfuerzo alguno, sólo al estar sentado o acostado, sin hacer más nada.

*Tratamiento

Un perjuicio a sus riñones es por lo general permanente. Si bien el daño no se puede remediar, Ud. puedes tomar medidas para conservar sus riñones lo más sano posible, por un mayor tiempo. Inclusive, puede contener el deterioro o evitar que empeore.

  • Controle el rango de azúcar en sangre si tiene diabetes.
  • Conserve un nivel de presión arterial normal.
  • Siga una dieta baja en sal y grasas.
  • Haga ejercicio al menos 30 minutos diarios.
  • Mantenga un peso adecuado.
  • No fumar o utilizar tabaco.
  • Disminuir el consumo de alcohol.
    Consultar con su médico sobre las medicinas que te pueden contribuir a resguardar a sus riñones.

Si la enfermedad renal se descubre temprano, puedes evitar la falla renal.  Si sus riñones fallan, tendrá que realizarse terapia de diálisis o trasplante de riñón para continuar la vida. No existe cura para la falla renal, sin embargo, muchas personas llevan una larga vida en tanto reciben la terapia de diálisis o luego de aplicarse un trasplante renal. (ver: huesos irregulares)

Existen muchas opciones para abordar la deficiencia renal, contando con el trasplante y algunos tipos de diálisis. Su médico puede orientarle para tomar la decisión sobre cuál terapia es la más adecuada para tu condición.

Es importante tener en cuenta que la terapia de diálisis no puede realizar todas las funciones que efectúan los riñones sanos.

Por ello, inclusive al estar recibiendo la terapia de diálisis, puede ser que se presenten ciertas dificultades de la deficiencia renal.

Es probable que decidas no comenzar ningún tratamiento para su falla renal. En dicho caso, puedes valorar un tratamiento médico, el cual puede ayudarte a vivir de manera cómoda hasta que el cuerpo ya no pueda funcionar.

  • Hemodiálisis
  • Diálisis peritoneal
  • Trasplante de riñón
  • Tratamiento médico

Hemodiálisis. Es una terapia para la falla renal. Utiliza una máquina para limpiar la sangre, y puede ser realizado en un centro para diálisis o en el hogar.

Diálisis peritoneal. Tratamiento que usa el revestimiento del abdomen (área del vientre) llamado peritoneo y una solución conocida como dializado de limpieza para limpiar la sangre. Puede ser realizada en el hogar o en el trabajo si dispones de acceso a un lugar apropiado.

Trasplante de riñón. Es una cirugía que te puede proporcionar un riñón sano del organismo de otra persona.

Un trasplante de riñón puede provenir de un donante vivo (por lo general conocido) o fallecido.  El riñón sano puede realizar las funciones que los riñones ejecutaban cuando estaban saludables.

Tratamiento médico. Puede tomar la decisión de no comenzar la terapia de diálisis o ni aplicarse el trasplante de riñón.

El tratamiento médico es una forma de abordar los síntomas de la deficiencia renal y ayudarle a vivir con comodidad hasta que su organismo deje de funcionar. Es muy significativo entender que el tratamiento médico no es una forma de tratar la deficiencia renal.

Remedios caseros. Es probable que la jaqueca o el agotamiento que se manifiesta por la intoxicación renal se profundicen a lo largo de la desintoxicación, lo que es normal.

Sin embargo, hay que mantener debidamente informado al médico. Realmente no hay una forma de conocer si los riñones están requiriendo una limpieza, pero los pacientes que se han sometido a una terapia para limpiar la sangre afirman que se sienten mejor al culminar la terapia.

Cuando se ha efectuado un tratamiento de limpieza o desintoxicación de riñones habitualmente terminan las molestias que se venían presentando, bien sea dolores de cabeza fuertes, agotamiento, dolores abdominales y algunos inconvenientes en la piel.

Hay que tener presente que ciertas personas presentan debilidad y dolores de cabeza más fuertes a lo largo del proceso de desintoxicación, pero no por ello se deben desalentar, y mucho menos parar o postergar el tratamiento, ya que estos síntomas son muy frecuentes y normales cuando se efectúa este tipo de tratamientos de desintoxicación.

¿Cómo saber si requiero limpieza de riñones?

Es lógico que necesites saber si estas requiriendo una terapia para limpiar los riñones, por cuanto no existe una forma por medio de la cual se pueda asegurar, que los riñones están requiriendo una limpieza; podemos atender ciertos signos que nos puedan avisar si estamos sufriendo cierto tipo de dificultad que necesite de un tratamiento de ese tipo: Si tiene cálculos renales, si sufre de retención de líquidos, infecciones renales frecuentes o diabetes tipo ll, estas son varias de las razones por las que se debe aplicar una limpieza de riñones.

Esta limpieza se debe realizar bajo recomendación y supervisión del facultativo, el cual por lo general recomienda tomar muchos líquidos, sobre todo agua, por cuanto contribuirá a desechar todos los desechos tóxicos que se encuentren en nuestros riñones; así se garantiza el adecuado funcionamiento del organismo.

La cantidad correcta que debemos tomar son ocho vasos o dos litros al día.

Para que la limpieza sea total y lograr satisfactorios resultados debemos mantener una dieta pobre en proteínas, evitar consumir productos lácteos, además de pescado, mariscos y pollo.

También es significativo no consumir cafeína, chocolate y todos esos alimentos que incrementen el oxalato de calcio o ácido úrico en los riñones, lo cual estimula la creación de cálculos renales.

Hay que tener presente que ciertas personas presentan debilidad y dolores de cabeza más fuertes a lo largo del proceso de desintoxicación, pero no por ello se deben desalentar, y mucho menos parar o postergar el tratamiento, ya que estos síntomas son muy frecuentes y normales cuando se efectúa este tipo de tratamientos de desintoxicación.

¿Cómo se pueden desintoxicar los riñones?

Es muy favorable tomar en cuenta que hay numerosas hierbas que brindan notables beneficios cuando se trata de nuestra salud, y si hablamos de la limpieza de nuestros riñones hallaremos una extensa variedad de plantas muy efectivas para abordar estas afecciones, entre ellas:

La cola de caballo: se bebe en forma de infusión para incitar la función renal y las vías urinarias.

Hierbas como enebro, diente de león, jengibre, ortiga, perejil, trébol rojo, solidago, raíz de malvavisco; pueden aportar excelentes resultados para abordar las molestias renales, y todas se pueden beber en forma de infusión; también se pueden mezclar varias de estas hierbas, de esta forma será todavía más rápida su efectividad.

De igual forma, disponemos de varios alimentos que nos pueden ayudar a mantener los riñones saludables: Apio, Berro, Calabaza, Pepinos, Patatas, Papaya, Plátanos, Perejil, Sandía, legumbres y semillas. Cada uno de estos alimentos desarrollan una función muy significativa en nuestro organismo, contribuyendo a conservar sanos buena parte de nuestros órganos, especialmente los riñones.

No obstante de ser significativo efectuar terapias de limpieza en los riñones, no debemos aplicarlas con mucha frecuencia, ya que pueden resultar nocivos: en lugar de beneficiarle pueden ocasionar mayores problemas.

Antes de empezar una terapia de este tipo debemos consultar al médico, y que sea él quien determine qué tipo de desintoxicación debemos elegir, y con qué periodicidad la debemos aplicar, de esta forma podemos estar seguros de proceder en forma correcta.

No se debe olvidar que los riñones son los responsables de filtrar toxinas y minerales que se hallan en la sangre, por ese razón debemos cuidar su adecuado funcionamiento. (ver: glandulas suprarreranales).

¿Cómo podemos evitar las enfermedades de los riñones?

Sí se trata de impedir las enfermedades de los riñones, indudablemente que la mejor alternativa es el agua, ya que es muy significativo que nuestro organismo se conserve hidratado; de esa forma tendremos menos posibilidades de ser contagiados de infecciones en los riñones.

Como ya se había señalado, la patilla es uno de los alimentos que nos pueden contribuir a conservar los riñones sanos, básicamente porque esa exquisita fruta es diurética y se prescribe como remedio natural para prevenir enfermedades de los riñones.

Para prever enfermedades de los riñones, y especialmente la conformación de cálculos, se debe impedir el consumo de alcohol, las remolachas, acelgas, espinacas, soja, el germen de trigo, maní y como ya lo mencionamos antes, los dulces de chocolate son muy nocivos para la salud de los riñones.

Remedios naturales para acabar con cálculos renales

Sí aún cuando se hayan tomado medidas preventivas para impedir los cálculos y estos de todas formas se presentan, podemos recurrir a los siguientes remedios naturales o caseros: Mezclar algo de aceite de oliva con zumo de limón, y un chorrito de vinagre de manzana; se ingiere una cucharada generosa, y de inmediato el dolor se disipa. Si el dolor retorna se puedes repetir el proceso cada hora.

El jugo de granadilla igualmente es muy útil a la hora de desechar los cálculos renales. Otro remedio muy eficiente es la infusión de la raíz de diente de león, la que se debe beber de dos o tres veces diariamente.

El magnesio es otra sustancia que puede contribuir a impedir la formación de cálculos renales, impidiendo los dolorosos síntomas que estos producen; un volumen de trecientos miligramos diarios será suficiente.

Es significativo conocer qué alimentos nos pueden suministrar esos beneficios, y de esta manera poder incorporarlos en la alimentación, de esta forma tan básica podremos conservar los cálculos apartados de nuestro cuerpo. Recuerde que es más significativo asumir medidas preventivas que investigar cómo curar las dolencias. Al hablar de un órgano tan significativo como los riñones, es indispensable aplicar todas las medidas de previsión que sean necesarias.

Cuidados

Los riñones tienen un rol fundamental en nuestra vida: se ocupan de sacar los desechos del cuerpo, controla el ácido, el rango de electrolitos, controla la presión sanguínea y regula la generación de células rojas en la sangre.

No deseamos que tomes parte en las estadísticas, por lo que se comparten ciertos tips para el cuidado de su riñón:

  • Bebe mucha agua. Para que el cuerpo funcione adecuadamente se deben tomar dos litros y medio diariamente.
  • Coma sandía. Es asumida como la fruta del riñón, por cuanto su jugo contribuye a limpiar los tejidos y la sangre, no obstante se debe ingerir lo más fresca posible; al abrirse se deteriora con rapidez y genera toxinas.

Otras frutas que son igualmente diuréticas y brindan casi los mismos beneficios que la sandía son las alcachofas, uvas y manzanas.

  • Bajar de peso. Lo conveniente es que se lleve una dieta saludable y conservar el peso adecuado. Si es hombre, tu cintura debe ser menor a 90 centímetros, y si es mujer, menor a 80.
  • Controla el consumo de proteínas. Los alimentos que fuerzan el trabajo de los riñones para la eliminación son las proteínas que se hallan, más que todo en la carne, pescado y los huevos.
  • Apartar grasas y azúcares. Las personas que presentan colesterol alto son más proclives a padecer daño renal. En caso de deficiencia renal, una disminución en el consumo de grasas favorecerá un lento progreso de la misma. Algo parecido sucede con las personas diabéticas, en las que es esencial un consumo moderado de azúcares.
  • Hacer ejercicio. Por lo menos 30 minutos 5 veces a la semana. No es tan dificultoso; puede invitar a un amigo y aprovechar el recorrido para conversar. Como alternativa puede llevar a pasear a su mascota.
  • Disminuye el consumo de sodio. ¿En realidad requieres añadirle más sal a tu comida sin haberla saboreado? Prueba apartar el salero de la mesa a la hora de comer. (ver: enfermedades del sistema endocrino).

Piedra en los Riñones: Causas, síntomas y cómo eliminarlas

También llamadas cálculos renales; es una conformación parecida a las piedras que se puede crear en cualquier sitio del sistema urinario. Por lo general, las piedras en los riñones son desechadas mediante la orina, sin producir síntomas, pero en ciertos casos puede permanecer atorada causando dolor agudo y sangre en la orina.

El tratamiento se realiza con la ingestión de copiosas cantidades de líquidos y de medicamentos, pudiendo, en los casos más complicados, ser requerida una cirugía para sacar la piedra atascada.

Síntomas de piedras en los riñones

  • Dolor agudo en la parte baja de la espalda, que puede restringir los movimientos
  • Dolor que se proyecta de la espalda a la ingle
  • Dolor al orinar
  • Orina color rosa, roja o marrón
  • Incremento de la frecuencia urinaria
  • Mareos o vómitos
  • Fiebre superior a 38º C

En ciertos casos, los individuos pueden, también presentar falta de orina, si la piedra cierra su canal de paso.

Tratamiento para las piedras en los riñones

Se lleva a cabo por lo general en casa, e incluye reposo, alta ingestión de líquidos y el empleo de medicamentos prescritos por el médico como analgésicos o antiespasmódicos como el Paracetamol o Buscapina.

Adicionalmente, quien presenta piedra en los riñones debe además, tener sumo cuidado con la alimentación, evadiendo la sal e ingiriendo un vaso de jugo de naranja diariamente.

En ciertos casos, los pacientes pueden escoger la cirugía láser, que logra eliminar las piedras de hasta 5 mm, previendo que queden atascadas y causen dolor.

Sin embargo, en los casos más delicados, puede ser ordenada la hospitalización del paciente para suministrarle, por vía intravenosa, medicamentos analgésicos como Tramadol, o realizar cirugía para sacar las piedras de los riñones.

Tratamiento natural para las piedras en los riñones 

Como tratamiento natural se utiliza el té de rompe piedra o chancapiedra, que es una planta medicinal que tiene como nombre científico Phyllanthus niruri, la cual tiene acción diurética, posibilitando de esta manera la eliminación de las piedras.

En gran parte de los casos las piedras renales son desechadas de forma natural mediante la orina; esto regularmente sucede sin que la persona se dé cuenta, no obstante, en ciertos casos las piedras pueden taponar las vías urinarias originando mucho dolor y malestar, surgiendo la necesidad de acudir al hospital lo más pronto posible.

Causas de las piedras en los riñones

Las causas pueden estar asociadas con poco consumo de líquidos, alimentación, factores genéticos y por ciertas enfermedades. Algunas tipos son:

  • Cálculo renal de calcio: de procedencia hereditaria, el cual debe ser abordado con alimentación baja tenor en sodio y proteínas, aconsejándose el suministro de diuréticos. La terapia puede ser realizada mediante reducción de la ingesta de alimentos ricos en oxalatos y grasas, y el suministro de un complemento de calcio para posibilitar la adherencia del oxalato en el intestino.
  • Cálculo renal de ácido úrico: puede ser originado por un elevado consumo de alimentos ricos en proteínas que producen el incremento de ácido úrico en la sangre. En este caso la terapia puede ser realizada con la ingesta de Alopurinol y una dieta baja en purina.
  • Cálculo renal de cistina: tiene origen hereditario, puede ser abordado con un elevado consumo de líquidos, álcalis y D-penicilamina, cuando sea requerido.
  • Cálculo renal de estruvita: es posible que sea ocasionado a la complicación de una infección en el aparato urinario. Su terapia puede ser realizada mediante el suministro de antibióticos y cirugía para sacar los cálculos, ya que propenden a ser grandes.

Al efectuar los estudios que diagnostican cálculo renal el galeno podrá definir qué tipo de cálculo presenta el paciente, realizando un estudio de su composición, y prescribiendo finalmente, el tratamiento más adecuado.

Para los diversos tipos de piedras renales, el tratamiento principal es consumir aproximadamente 3 litros de agua diariamente, y mucho reposo; por cuanto no siempre es requerida la hospitalización, en vista de que las piedras pueden ser expelidas de forma natural por el organismo.

Adicionalmente, las piedras en los riñones igualmente pueden ser causadas por patologías raras, como la Hiperoxaluria primaria o secundaria, por ejemplo.

Estas enfermedades suscitan un cúmulo de oxalato en el organismo, en vista de las deficiencias en algunas enzimas que digieren este compuesto, finalizando de esta manera de sobresaturar los riñones, lo que conlleva al surgimiento de esas piedras.

Estas patologías pueden ser abordadas con complementos probióticos que contienen la bacteria viva Oxalobacter formigenes, la cual genera energía mediante el consumo de Oxalato, por lo que es muy eficiente en su descarte. (ver: huesos de la muñeca)

Infecciones en los riñones

La infección renal (pielonefritis) sucede en las vías urinarias que, por lo general, empieza en la uretra o la vejiga, y sube hasta uno o los dos riñones.

Una infección en los riñones necesita atención médica prontamente.

Si no se ataca en forma adecuada, es probable que ocasione un daño irreversible en los riñones o que las bacterias se esparzan en la sangre y ocasionen una infección mayor que pueda representar un riesgo para la vida.

La terapia de la infección renal, que habitualmente comprende antibióticos, podría necesitar hospitalización.

Síntomas

Los signos y síntomas de una infección renal pueden englobar:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Dolencia en la espalda, el costado (flanco) o la ingle
  • Dolor en el área del abdomen
  • Necesidad imperiosa y constante de orinar
  • Sensación de ardor o dolor al orinar
  • Náuseas y vómitos
  • Pus o sangre en la orina (hematuria)
  • Orina turbia o con olor desagradable

Cuándo consultar al médico

Solicita una consulta médica si presentas algún signo o síntoma que ocasione alarma. Asimismo, solicita una consulta si tienes tratamiento para una infección de vías urinarias, pero los signos y síntomas no evolucionan.

Una infección renal grave puede generar complicaciones potencialmente mortales. Busca asistencia médica inmediatamente si tienes los síntomas de una infección renal, conjuntamente con sangre en la orina o náuseas y vómitos.

Causas

Las bacterias que llegan a las vías urinarias mediante el tubo que traslada la orina del organismo (uretra) pueden reproducirse y trasladarse a los riñones. Esta es la razón más habitual de infecciones renales.

Las bacterias de infecciones en otra parte del cuerpo igualmente pueden propagarse a los riñones mediante la sangre.

Si bien las infecciones renales no son muy habituales, pueden suceder, por ejemplo, si presentas una articulación artificial interna o una válvula cardíaca que se pueda infectar.

En extrañas ocasiones, la infección renal se genera luego de una cirugía de riñón.

Factores de riesgo

Ciertos elementos que acrecientan el riesgo de una infección renal son:

  • Ser de sexo femenino.La uretra en las mujeres es menos larga que la de los hombres, por ello más fácil que las bacterias se transporten desde afuera del organismo hasta la vejiga. La cercanía entre la uretra, la vagina y el ano igualmente ocasiona más posibilidades para que las bacterias alcancen la vejiga. Una vez en la vejiga la infección puede propagarse a los riñones. Las mujeres embarazadas corren un riesgo mayor de tener una infección renal.
  • Tener una obstrucción de las vías urinarias.Puede ser cualquier elemento que haga más lenta la circulación de la orina o disminuya la capacidad de vaciar por completo la vejiga al orinar, por ejemplo, un cálculo renal, una deformidad en la estructura de las vías urinarias o, en el caso de los hombres, un aumento de la glándula prostática.
  • Tener el sistema inmunitario debilitado.Puede ser consecuencia de alguna enfermedad que quebrante el sistema inmunitario, como la diabetes o VIH. Determinados fármacos, como los que se suministran para evitar el rechazo de órganos trasplantados, tienen un efecto parecido.
  • Tener lesiones en nervios que rodean la vejiga.Lesiones en nervios o en la médula espinal pueden trastornar la sensibilidad ante una infección de vejiga, por lo que no percibirá cuando ésta se transforme en una infección renal.
  • Usar un catéter urinario durante un tiempo.Un catéter urinario son tubos que se utilizan para vaciar la orina de la vejiga. Es probable que te instalen un catéter a lo largo de ciertos procesos quirúrgicos, y pruebas de diagnóstico, o luego de ellos. Podrías utilizar uno de forma permanente si debes guardar cama.
  • Presentar una enfermedad que cause que la orina haga un trayecto incorrecto. En el caso del reflujo vesicoureteral, pequeñas cantidades de orina retornan desde la vejiga a los uréteres y riñones. Las personas que padecen esa patología corren un mayor riesgo de sufrir una infección renal a lo largo de la niñez o adultez. (ver: huesos del pie)

Complicaciones

Si no se le atiende, una infección renal puede conllevar a complicaciones particularmente graves, entre las que destacan:

  • Formación de cicatrices en el riñón.Lo que puede generar enfermedad renal crónica, presión arterial elevada e insuficiencia renal.
  • Intoxicación de la sangre (septicemia).Como se señaló, los riñones filtran los residuos de la sangre y retornan la sangre filtrada al resto del organismo. Una infección renal puede lograr que las bacterias se dispersen por la sangre.
  • Complicaciones en el embarazo. Mujeres que sufren infección renal a lo largo del embarazo pueden presentar un riesgo mayor de dar a luz a neonatos de peso y talla bajos.

Prevención

Reduzca los riesgos de infección renal asumiendo medidas para evitar infecciones en las vías urinarias. Las mujeres, particularmente, pueden disminuir el riesgo de infecciones en vías urinarias si toman las siguientes medidas:

  • Beber mucho líquidos, especialmente agua.Los líquidos pueden contribuir a desechar bacterias del cuerpo al orinar.
  • Orinar apenas sientan la necesidad.Evita retardar la orina cuando sientes deseo de orinar.
  • Vaciar la vejiga luego de las relaciones sexuales.Orinar lo más pronto posible posteriormente a una relación sexual, contribuye a descartar bacterias de la uretra, lo que disminuye el riesgo de infección.
  • Limpiarse cuidadosamente.Limpiarse de adelante hacia atrás después de orinar y de evacuar los intestinos contribuye a impedir que las bacterias se esparzan a la uretra.
  • Evite utilizar productos femeninos en la región genital.Utilizar productos como desodorantes en aerosol en la zona genital o efectuar lavados vaginales puede enrojecer la región.

Quistes renales

Son bolsas de líquidos que se conforman en los riñones. Por lo general se les caracteriza como los quistes “simples”, lo que quiere decir que poseen una pared fina, y como todo fluido contienen agua. Son bastante frecuentes en personas de edades más avanzadas y por lo general no ocasionan síntomas ni daños.

En vista de que pocas veces ocasionan síntomas, los quistes renales mayormente son revelados por exámenes que se realizan por otras razones. Ciertos quistes renales podrían mostrarse complejos y poseer una pared gruesa, o almacenar material sólido en vez de líquido.

Su doctor posiblemente aplicará pruebas adicionales por imágenes para hacer seguimiento a los quistes renales complejos y diferenciar entre quistes benignos y cáncer.

Estos estudios podrían comprender ultrasonido abdominal o pélvico, la TC abdominal y pélvica, o la RMN del organismo. Los quistes renales por lo general no se tocan, y no necesitan tratamiento, a menos que estén ocasionando síntomas o deterioro en la función del riñón. Si se necesita tratamiento, su galeno podría usar escleroterapia o cirugía para drenar el quiste y definir los pasos requeridos para evitar su recurrencia.

En qué consisten los quistes renales

Son bolsas contentivas de fluidos que se conforman en los riñones  Habitualmente son quistes renales simples, lo que quiere decir que poseen una pared fina y en el interior almacenan un líquido acuoso. Son muy frecuentes en personas de edad avanzada, y por lo general no ocasionan síntoma o daño alguno.

En contados casos los quistes renales podrían necesitar tratamiento por una infección, sangrado, o por el aumento de su volumen. Cuando surgen esas complicaciones en un quiste renal; los síntomas podrían contmplar:

  • Fiebre
  • Dolencia o molestar entre las costillas y la pelvis
  • Dolor en el abdomen superior
  • Cambios en los hábitos urinarios
  • Sangre en la orina (Hematuria)

No se sabe qué ocasiona los quistes renales, si bien la edad es un elemento de riesgo importante. Se considera que un tercio de las personas que pasan los 70 años presentan al menos un quiste renal simple. Podría considerarse normal presentar más de un quiste simple en cada riñón, principalmente a edades prolongadas.Riñones

Poseer unos cuantos quistes renales simples, no es igual a tener muchos quistes en los riñones producidos por la existencia de la enfermedad poliquística renal (PKD, por sus siglas en inglés). La PKD es una patología genética caracterizada por conjunto de quistes que pueden disminuir la función de los riñones.

Por cuanto pocas veces ocasionan síntomas, los quistes renales por lo general son revelados al aplicar pruebas por imágenes llevadas a cabo por otras razones.

En los casos donde no existen síntomas, los quistes renales simples no se tocan, y no requieren prueba adicional. No obstante, ciertos quistes renales se muestran más complejos que el quiste renal simple habitual.

Los quistes renales complejos pueden presentar una pared más gruesa, o sustancia sólida dentro, en vez de sencillamente fluido. Al ser descubiertos los quistes renales complejos, se podrían aplicar pruebas por imágenes agregadas, para estudiarlos y diferenciar los quistes benignos de los que representan un cáncer.

Algunos tipos de pruebas por imágenes que su médico podría prescribir comprenden:

Ultrasonido abdominal y Ultrasonido pélvico: Dichos estudios se efectúan para conseguir fotografías de los riñones y ratificar la existencia de líquido al interior de los quistes renales. Su doctor podría emplear imágenes logradas por ultrasonido para hacerle seguimiento a cualquier alteración en los quistes renales con el transcurso del tiempo.

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