El hueso tarso consiste en la parte posterior del pie ubicada entre los huesos de la pierna y los metatarsianos; está compuesto por siete huesos, conocidos como los huesos tarsianos, los cuales están colocados en dos filas, teniendo que el astrágalo y el calcáneo están en la primera fila y el escafoides, al que en la actualidad se le conoce como navicular, y cuboides y las tres cuñas, en la segunda.
¿Cuáles son los 7 huesos del tarso?
El hueso tarso es el conjunto de siete huesos que conforman el pie, el cual, a su vez, está formado por el tobillo, el empeine y cinco dedos. Los huesos que componen el hueso tarso, están dispuestos de tal manera, que uno de ellos, el talud, o mejor conocido como cabeza del astrágalo, se puede mover libremente, donde se une a la tibia y al peroné, que son huesos de la pierna baja.
El otro grupo de los huesos que componen el hueso tarso, están estrechamente unidos y constituyen una masa sobre la que descansa el astrágalo. Los otros huesos que forman el tarso son el calcáneo, que constituye el hueso de mayor tamaño de los huesos del tobillo, el astrágalo, el escafoides, el cuboides, la cuña lateral, la cuña intermedia y la cuña medial.
El calcáneo o hueso del talón, se localiza por debajo del astrágalo donde se echa hacia atrás para configurar la base del talón, que es la que contribuye a soportar el peso del cuerpo y facilita una inserción para los músculos que permiten el movimiento a los pies.
Los siete huesos que forman el hueso tarso, son los más resistentes, debido a que, son los encargados de soportar la mayor parte del peso corporal.
El largo del pie es determinado por la distancia entre el extremo del talón y la punta del pie, mientras que el ancho va a depender de los 5 huesos metatarsianos. Por lo tanto, de todos ellos, el del primer dedo es el más fuerte, el segundo dedo es el más largo y el quinto de dedo es el más corto.
El calcáneo: es uno de los que forman el hueso tarso. Es un hueso de forma cuadrangular que compone la parte del tobillo y se extiende hacia abajo para formar el talón. Cumple la función de resistir la mayor parte de la tensión que se pone en el pie al momento de caminar.
El astrágalo: de los huesos que forman el hueso tarso, es el más alto de los huesos del tarso y del tobillo. Compone la mayor parte de la estructura interna y superior del tobillo.
El escafoides: es uno de los tres huesos proximales del tarso o tobillo, que conforma el hueso tarso.
Cuneiformes: en el hueso tarso se encuentran tres huesos cuneiformes, a los cuales se les denomina así por su forma de cuña; el interno, el intermedio y el externo. Tales huesos componen, junto con el cuboides, la fila distáis de los marcianos.
Cuboides: se encuentra ubicado en la parte externa del hueso tarso, entre el calcáneo y el cuarto y el quinto metatarsiano.
Se le denomina cuboides, por presentar forma cúbica. (Ver artículo de Tipos de Huesos)
Los huesos del pie
El pie es la parte terminal de una extremidad que soporta el peso del cuerpo y facilita la movilidad. Entre el pie humano y el tobillo se encuentran 26 huesos, 33 articulaciones, y más de 100 músculos, ligamentos y tendones. El pie se divide en tres partes: retropié, parte media y antepié.
La parte ósea del pie se divide en tres partes:
- Hueso tarso, compuesto con siete hueso, como ya lo hemos mencionado, calcáneo, astrágalo, escafoides, cuboides y tres cuñas (primera o medial, segunda o intermedia y tercera o lateral)
- Hueso metatarso, compuesto por cinco huesos largos, que se colocan de dentro hacia afuera y se les denomina: primero, segundo, tercero, cuarto y quinto.
- Falanges, están compuestas por catorce huesos. Son denominadas como: primera o proximal, segunda o media y tercera o distal o ungueal.
Estudiando las partes del pie, tenemos el retropié, el cual está formado por astrágalo y el calcáneo o talón. La tibia y el peroné, son huesos largos del esqueleto humano, que conforman la pierna y que se articulan con la parte superior del astrágalo para constituir el tobillo. Ejerce función estabilizadora.
La parte media del pie está compuesta por cinco huesos irregulares tales como: cuboides, navicular, y tres huesos cuneiformes, los cuales forman los arcos del pie, que además actúa como un amortiguador. La parte media del pie está enlazada al antepié y el retropié por medio de músculos y la fascia plantar. Esta parte tiene actúa de manera rítmica, debido a que los huesos que la componen actúan de forma sincrónica.
El antepié está formado por los cinco metatarsianos que constituyen el metatarso y las falanges del pie. De la misma manera que los dedos de la mano, el dedo gordo presenta dos falanges, denominadas proximal y distal, mientras que los otros dedos presentan tres falanges.
Existen unas articulaciones ubicadas entre las falanges, a las que se les conoce como interfalángicas y las que están entre el metatarso y las falanges se denominan metatarsofalángicas. Éstas presentan una función dinámica. (Ver artículo de Huesos cortos)
Hueso del tarso: Astrágalo
El hueso astrágalo también conocido como talus, y denominado también como taba y chita, es uno de los huesos que forman el hueso tarso y que se localiza en el tobillo. Se caracteriza por pertenecer al gupo de los huesos cortos que forma parte de los 7 tarsos del pie humano.
Es el hueso que sirve para unir la pierna con el pie a través de las articulaciones con el maléolo peroneo o lateral, el maleolo tibial o medial y la carilla articular inferior. En el pie, se articula con 2 huesos tarsos, el calcáneo y el navicular o escafoides. La función del hueso tarso astrágalo es trasladar toda la carga del cuerpo humano al pie.
El hueso tarso astrágalo es un hueso singular. Se distingue de la mayoría de los huesos, porque posee una irrigación sanguínea en sentido retrógrado, de distal a proximal. También tiene la peculiaridad que no presenta origen e inserción muscular, por lo cual, su posición va a depender de otras estructuras óseas.
El hueso tarso astrágalo está compuesto por tres partes, el cuerpo, la cabeza y el cuello, siendo el cuerpo es la parte de mayor tamaño, presenta una apariencia cuboidal y se encuentra posterior. La cabeza es anterior y el cuello se ubica entre la cabeza y el cuerpo.
Caras del hueso tarso Astrágalo
El hueso tarso astrágalo presenta seis caras:
Cara superior: representa el cuerpo del astrágalo. Su forma es convexa y lisa y es la que forma la tróclea astragalina que le posibilita articular con la tibia.
Cara inferior: consiste en el cuerpo y cuello del astrágalo. La cara inferior está dividida en tres partes que son la superficie articular anterior, la superficie articular medial y la superficie articular posterior. A estas superficies las divide o separa el ya mencionado surco o hendidura del astrágalo y posibilitan articularse con el calcáneo
Cara lateral: es la que representa el cuerpo del astrágalo. Cara articular con apariencia triangular en vista dorsal denominada cara maleolar lateral.
Cara medial: representa el cuerpo del astrágalo. Consiste en una cara articular con apariencia de coma, a la que se le denomina: cara maleolar medial que se beneficia con el maleolo tibial.
Cara anterior: se ubica en la cabeza del astrágalo. Presenta una superficie convexa a la que se le denomina la cara articular y es donde se beneficia con el navicular.
Cara posterior: es el cuerpo del astrágalo que se localiza en el apófisis posterior del astrágalo que presenta una apariencia de bifurca. En el medio de esta bifurca, pasa el tendón del músculo flexor largo del dedo gordo. (Ver artículo de Huesos del Hombro)
Hueso tarso: Calcáneo
El calcáneo presenta una apariencia irregularmente paralelepípeda o podría decirse, forma cúbica irregular. En la superficie superior del calcáneo, se distinguen dos carillas articulares para el astrágalo.
Entre las dos carillas hay una hendidura profunda, a la que se le conoce como sulcus calcanei, que junto con sulcus tali forma un conducto o cueva ósea: el seno del tarso (sinus tarsi).
La superficie inferior del calcáneo, es de apariencia rugosa y tiene dos saliente, que son las tuberosidades interna y externa del calcáneo.
La superficie externa tiene un pequeño tubérculo al cual se le denomina tubérculo peroneo. En la superficie interna se puede detectar, el canal calcáneo interno, que se encuentra en la parte de abajo del sustentaculum tali. La cara anterior es de apariencia lisa y se enlaza con el cuboides. La cara posterior es la que compone la parte abultada del talón.
Hueso tarso: Escafoides, Cuñas o huesos cuneiformes y Cuboides
El hueso tarso escafoides tiene apariencia navicular. Su cara posterior o proximal aporta una excavación articular para el astrágalo. Su cara anterior o distal tiene tres facetas triangulares para articularse con las cuñas.
En la parte interior del hueso se observa un abultamiento conocido con el nombre de tubérculo del escafoides y en la parte externa una carilla plana para el cuboides.
Cuñas o huesos cuneiformes.
Las cuñas o huesos cuneiformes las cuales son: primera o medial, segunda o intermedia y tercera o lateral. Todas tienen una cara proximal se apariencia triangular que se articula con el escafoides y una cara distal, la cual también es de apariencia triangular articulada con los cuatro primeros metatarsianos.
Hueso tarso: Cuboides.
Presenta una apariencia irregularmente cuboidea. Su cara proximal es de apariencia lisa y se articula con el calcáneo. Su cara distal tiene dos vertientes articulares para el cuarto y quinto metatarsiano. En la cara medial tiene dos carillas, una anterior para la tercera cuña y otra posterior para el escafoides. Las otras caras dorsal, plantar y lateral presentan una apariencia rugosa y no articular.
En la cara plantar se distingue una especie de pico denominado la cresta del cuboides, que divide en dos partes su cara plantar lo cual constituye en la parte anterior, un canal denominado surco del peroneo lateral largo.
Hueso tarso y metatarso
Como ya hemos desarrollado suficiente tema sobre el hueso tarso, estudiaremos a continuación el metatarso. El metatarso se forma con cinco huesos metatarsianos (Ossa metatarsalia), que se encuentran desde la cara medial del pie.
Los cinco huesos metatarsianos son unos huesos largos que se componen por un cuerpo prismático de forma triangular con tres partes, superior y laterales y dos extremos, anterior y posterior, cabe destacar, que el extremo posterior, presenta cinco partes, de las cuales tres son articulares con excepción del 1 y el 5, que sólo posee dos.
El primer metatarsiano es el de menor tamaño y más resistente que los demás. El segundo es el de mayor longitud. Cada metatarsiano presenta una base proximal, un cuerpo y una cabeza distal. El origen de cada metatarsiano es el extremo proximal más grande. Sus bases se articulan con la cuña y el cuboides, y las cabezas, con las falanges del pie proximales.
Se ajustan por el extremo posterior unos con otros y con los huesos de la segunda fila del tarso: el 1 con la 1ª cuña; el 2 con la 2ª cuña; el 3 con la 3ª cuña, y el 4 y 5 con el cuboides. Por el extremo anterior se enlazan con las falanges de los dedos.
Huesos del metatarso o metatarsianos
Los huesos del metatarso son cinco y se les denomina: primer, segundo, tercer, cuarto y quinto metatarsiano.
Primer metatarsiano
Es abultado y de menor tamaño, comparado con los otros. Su base tiene una superficie articular semilunar, de forma cóncava y de eje mayor vertical, así como dos salientes o eminencias, una medial y otra lateral. La eminencia medial es conocida como tubérculo medial, se localiza en el borde posterior medial de este hueso. La eminencia lateral es conocida como tuberosidad del primer metatarsiano, es más salida que el anterior. El primer metatarsiano tiene huesos sesamoideos.
Segundo metatarsiano
Tiene una carilla articular adherida a la superficie articular. Se alarga por atrás entre los cuneiformes interno y externo.
Tercer metatarsiano
El tercer metatarsiano se articula con la cuña número 3
Cuarto metatarsiano
Es el que va después del tercer metatarsiano. Se articula con el cuboides
Quinto metatarsiano
Es el que va después del cuarto metatarsiano. Éste presenta una pequeña prominencia a la que se le conoce como apófisis estiloide. (Ver artículo de Huesos sesamoideos)
Hueso tarso donde se forma el talón
El calcáneo (del latín Calcaneus o Calcaneum) es un hueso tarso del pie corto, que presenta las siguientes características: asimétrico, de forma cúbica irregular, con seis caras: superior e inferior, laterales y anterior y posterior, de las cuales dos son más o menos articulares. Este hueso es el que constituye el talón del pie.
El hueso tarso calcáneo se localiza en la parte inferior de la primera hilera del tarso. Se articula con el astrágalo por la parte de arriba y con el cuboides por la parte de adelante. Es el que constituye el primer punto de apoyo del pie, cuando se realiza la acción de caminar, ubicándose en una de las zonas que tiene la peor irrigación del cuerpo y se encuentra resguardado plantarmente por la almohadilla plantar de tejido adiposo, la cual ejerce la función de amortiguador.
En su cara posterior se inserta el tendón más plantar, relacionada en distintas afecciones como la fascitis o el espolón calcáneo.
La posición del calcáneo en relación al astrágalo o bien, la articulación subastragalina y al suelo definen la posición de retropié en varo, en valgo o neutra.
Los retropiés varos y sobre todo, los retropiés valgos, son los culpables de diferentes afecciones del aparato locomotor y son los que contribuyen a la aparición de trastornos, en lo que se refiere a la marcha normal fisiológica, con efectos clínicos de consideración tales como: dolor, sobrecargas, aplanamiento, fatiga muscular, juanetes, etc., así a nivel de pie como a nivel del miembro inferior.
De todo lo anteriormente dicho se concluye, que su posición espacial es relevante para ayudar a que se realice una marcha correcta y a la salud del resto del conjunto articular del pie.
El hueso tarso calcáneo es un hueso que al ser cúbico presenta 6 caras:
- Cara interna: posee el Canal del Calcáneo y la tuberosidad menor del calcáneo ó sustentácullum tali.
- Cara externa: presenta la tróclea peroneal.
- Cara anterior: es la tuberosidad mayor del calcáneo para articularse con el cuboides por medio de una articulación del género diartrosis en encaje recíproco.
- Cara posterior: consiste en una tuberosidad para la inserción del tendón de Aquiles.
- Cara superior: presenta caras articulares para el astrágalo. Articulación del género diartrosis trocoide.
- Cara inferior: posee las tres tuberosidades (dos posteriores y uno anterior) que componen el trígono del calcáneo. (Ver artículo de Huesos del Tórax)
Hueso del tarso articulado con la tibia y el peroné
La tibia es un hueso largo que tiene la apariencia de prisma triangular, par, que se ubica en la parte anterior e interna de la pierna; tiene dos curvaturas de dirección contraria: la superior, cóncava hacia fuera; otra inferior, cóncava hacia dentro, que asemeja una S itálica. Como todo hueso largo, consta de dos epífisis, dos metáfisis y una diáfisis. La epífisis proximal interviene en la articulación de la rodilla, relacionándose con el fémur, mientras que la epífisis distal divide la articulación del tobillo con la epífisis distal del peroné.
La tibia se localiza medial al peroné con el que se articula en sus extremos proximal y distal. De igual manera, entre los dos huesos existe una mucosa fibrosa a la que se le conoce como membrana interósea que aporta estabilidad a ambas articulaciones al formar una sindesmosis.
La tibia, es el hueso de mayor tamaño y más resistente de los dos huesos de la pierna, que están debajo de la rodilla en los vertebrados y que además sirve de conexión entre la rodilla con los huesos del tobillo. Es por lo general, considerado como el hueso más resistente para soportar la carga del cuerpo.
El peroné, al que también se le conoce como fíbula, es un hueso que compone la parte inferior de la pierna, largo, par, asimétrico, que está formado por un cuerpo prismático circular, con tres caras una externa, otra interna y una posterior, tres bordes un anterior y dos laterales y dos extremos: superior o cabeza, donde se puede distinguir la apófisis estiloides y el maléolo lateral.
El peroné se localiza en la parte exterior de la pierna. Se articula por la parte interna con la tibia por medio de una articulación diartrosis del tipo artrodias, unido junto con la tibia, la pinza tibioperonea y por abajo con el astrágalo, formando la articulación tibioperoneoastragalina.
El astrágalo consta con 3 superficies articulares para los huesos de la pierna: las dos caras maleolares, de las cuales corresponden, medial para la tibia, lateral para el peroné y la tróclea del astrágalo, que se articula también con la tibia. Esa es la articulación de la pierna con el astrágalo, luego el astrágalo se articula con el calcáneo, con el navicular, etc. y estos con los demás huesos que forman el hueso tarso.
Falanges del pie
Los huesos que se encuentra en los dedos del pie o como se les conoce también falanges del pie, consisten en una serie de huesos largos, en número de tres para cada dedo, con la excepción del dedo gordo, que sólo presenta dos, denominados 1, 2 y 3 o falange proximal, falange media y falange distal respectivamente; presentan un cuerpo y dos extremos, anterior y posterior, articulares ambos en 1 y 2, y sólo el posterior en el 3. Se articulan el 1 con los metatarsianos correspondiente; el 2 con los 1 y 3 y estos, con el 2.
Las falanges del pie corresponden, en cantidad y colocación general, con los de la mano; existen dos falanges en el dedo gordo del pie y tres en cada uno de los otros dedos de los pies. Se diferencian de las falanges de los dedos de la mano, no obstante, en su medida, los cuerpos se acortan mucho de largo, y, específicamente en la primera hilera, se comprimen lateralmente.
Las falanges de la segunda hilera son tan pequeñas y cortas que se notan a simple vista, aunque son más amplias que las de la primera hilera.
Las falanges ungueales, en lo que se refiere a la apariencia, se parecen a las de los dedos, pero son más cortas y están aplanadas de arriba hacia abajo, cada uno tiene una base amplia para la articulación con el hueso que le corresponde, de la segunda hilera, y una extremidad distal más amplia, para el apoyo de la uñas y al final del dedo del pie.
Articulaciones de los dedos del pie
En el segundo de los dedos del pie, tercero, cuarto, quinto y las falanges de la primera hilera, que están en la parte de atrás, articulan con los huesos metatarsianos y frente a las segundas falanges, que a su vez se articulan con la primera y la tercera: las falanges ungueales articulan con la segunda.
Osificación de los huesos del pie
Los huesos que componen el hueso tarso presentan osificación de un solo centro, excepto el hueso tarso calcáneo, que presenta una epífisis de su extremo posterior. Los centros comienzan a hacerse presente en el siguiente orden: calcáneo en el sexto mes de vida fetal, astrágalo, aparece en el séptimo mes; paralelepípedo, en el noveno mes, el tercer cuneiforme, se aparece durante el primer año, el primer cuneiforme, sale en el tercer año, en segundo lugar cuneiformes y navicular, los cuales aparecen en el cuarto año. La epífisis de la extremidad posterior del calcáneo se hace presente en el décimo año y se une con el resto del hueso poco tiempo después de la pubertad.
El proceso posterior del astrágalo resulta en algunos casos, osificada de un centro independiente y puede seguir siendo distinto de la masa principal del hueso, cuando se nombró el hueso trígono. Los huesos metatarsianos son también osificados a partir de dos centros: uno para el cuerpo y uno para la cabeza, de los metatarsianos segundo, tercero, cuarto, y quinto, una para el cuerpo y uno para la base, del primer metatarsiano.
La osificación se origina en el centro del cuerpo de la novena semana y se extiende hacia cualquiera de extremidad. El centro de la base del primer metatarsiano comienza a aparecer sobre el tercer año, los centros de las cabezas de los otros huesos entre el quinto y el octavo año se unen los cuerpos entre los años 18 y 20.
Para concluir podemos decir que durante el crecimiento del niño, se va desarrollando el crecimiento de los núcleos y los mismos van desarrollando la osificando, hasta que completan con la fusión de todas las epífisis con las diáfisis dentro de los 22 años de edad.
Para finalizar el tema, te presento un vídeo que es un resumen muy completo a pesar de lo breve, de todo lo que hemos visto en los puntos anteriores, pues ofrece desde los detalles de los huesos que forman el el pie, hasta llegar a las falanges y su importancia en lo que se refiere a la destreza y precisión en los movimientos.