El talón o como también se le conoce calcañar es la parte posterior del pie, ubicado en el borde inferior de la pierna debajo de la pantorrilla.
Anatomía del talón
El talón es el abultamiento que se encuentra en el borde posterior del pie. Se asienta en un hueso, el calcáneo o el hueso del talón, que se ubica en la parte de atrás de la articulación de los huesos de la parte inferior de la pierna.
Anatómicamente hablando, el talón se encuentra en la parte posterior del pie humano, por debajo del tobillo y detrás del arco. En los seres humanos, el talón está formado por el calcáneo, el cual es el hueso de mayor tamaño de los huesos del tarso, suavizado por la parte de abajo por un saco bursal, la cual es una almohadilla grasa y piel engrosada. El calcáneo es de apariencia casi rectangular, está articulado por la parte de arriba con el hueso astrágalo de la articulación del tobillo y por la parte de adelante, con el cuboides, otro hueso del tarso.
Después, una zona rugosa, denominada la tuber calcaneo, es la que soporta la mayor parte del peso al ponerse de pie. A un lado de dicha zona rugosa, existe una pequeña protuberancia, proceso lateral, que solo se encuentra en humanos, que se vincula con el equilibrio en la posición vertical.
En lo que se refiere a la repartición de las fuerzas de compresión que se ejercen sobre el talón mientras se lleva a cabo el andar y, específicamente, el punto de apoyo cuando el talón toca el suelo, la planta del pie está recubierta por una capa de tejido conectivo subcutáneo de hasta 2 cm de grosor por la zona que está debajo del talón.
Este tejido conectivo consta de un sistema de cámaras de presión que se desempeñan como amortiguadores y estabiliza la suela. Cada una de estas cámaras contiene una membrana fibro-rugoso cubierto, a su vez, por una capa de tejido conectivo resistente hecho de fibras de colágeno.
Función del talón
El esfuerzo y la presión ejercidas sobre el pie son repartidas a lo largo de cinco rayos, tres medial, que se encuentran al lado del dedo gordo y dos laterales, que se localizan al lado del dedo pequeño. Los rayos laterales se expanden sobre el hueso cuboide y va hasta el hueso del talón y los rayos mediales sobre los tres huesos cuneiformes y el hueso navicular hasta el hueso del tobillo. Dado que el hueso del tobillo está ubicado sobre el hueso del talón, estos rayos son cercanos a los dedos, pero los suprimen cerca del talón y juntos forman los arcos del pie, los cuales están mejorados para soportar las fuerzas de compresión repartidas en un terreno irregular. Es decir que el talón es el punto posterior de soporte que unido a las bolas de los dedos grandes y pequeños que son los que soportan la mayor parte de las cargas. (Ver artículo de Huesos del pie)
Dolor en el talón
El dolor de talón se puede deber a muchas y diferentes causas, cuando hablamos de un cuerpo con perfecta salud, un dolor puede ser una señal beneficiosa, pues indica, al producirse una herida, el inicio de una afección y el daño producido por dicha herida.
Después de una torcedura de tobillo, por ejemplo, el dolor puede ser un indicativo de que el ligamento y los tejidos blandos pueden haber sufrido roces y contusiones y que seguir la actividad puede hacer que el daño sea mayor. El dolor, que podemos llegar a sentir en nuestros talones, también es una señal de que se debe buscar al especialista debido a las muchas dolencias que contribuyen al dolor de talón. Éste dolor, por lo general, es la consecuencia de una es generalmente resultado de la realización de movimientos defectuosos, que dan pie a la formación de anormalidades en la forma de caminar, la cual genera mucha tensión en el hueso del mismo y los tejidos blandos unidos a él.
Ésta tensión puede ser la consecuencia de una rozadura o una magulladura sufrida al caminar, correr, o saltar sobre superficies duras, quizás con calzado mal construido o tener exceso de peso.
El hueso en esta parte del pie, es el mayor de los 26 huesos que posee el pie humano, el cual consta también, de 33 articulaciones y una red de más de 100 tendones, músculos y ligamentos. Así como todos los huesos, está sometido a factores externos que pueden alterar su integridad y su capacidad de mantenernos sobre nuestros pies. Cuando nos duele el pie, específicamente en esa parte, en algunas ocasiones tan intenso que nos incapacita para caminar, puede darse en la parte anterior, posterior o inferior del talón.
Enfermedades y dolor del talón
Existe una variedad de enfermedades que pueden ocasionar dolor de talón, como por ejemplo, la artritis reumatoide y otros tipos de artritis, inclusive la gota, que por lo general, se presenta en la articulación del dedo gordo, pueden ocasionar dolor en el talón en algunos casos.
El dolor de talón puede ser la consecuencia de la hinchazón de una bolsa o bursitis; de un neuroma, que consiste en el crecimiento de un nervio u otro crecimiento de tejido. El dolor de talón, puede estar relacionado a un espolón o producir un dolor similar al de un espolón del talón.
La deformidad de Haglund, que en algunos casos se le relaciona con los tacones altos, consiste en un abultamiento de hueso en la parte trasera del hueso del talón, en la zona donde el tendón de Aquiles se une al hueso. Esta deformidad, la cual no es dolorosa siempre, es por lo general, el resultado de una bursitis que es ocasionada por la presión ejercida contra el zapato, y puede empeorarse con la altura o la costura del contrafuerte de un zapato.
Cuando la parte posterior del talón duele, puede estar relacionado a la inflamación del tendón de Aquiles tras el tobillo y en la unión con la superficie posterior del hueso del talón. Tal inflamación se llama tendinitis del tendón de Aquiles. Es frecuente en personas que por lo general corren y caminan en exceso, por lo que presentan tendones tensos.
La tendinitis se presenta cuando el tendón sufre tensión excesiva a lo largo de un tiempo, lo que ocasiona rotura o estiramiento de fibras en todo lo largo o en la unión con el hueso del talón. La inflamación se empeora con la rozadura crónica, que en algunos casos, se relaciona a un estilo de vida activo y con ciertas actividades que presionan el tendón cuando ya está tenso.
Otra enfermedad que produce dolor en el talón son las contusiones óseas. Esto consiste en una inflamación de los tejidos que cubren el hueso del talón. Es una magulladura dolorosa que es ocasionada por el impacto directo de una superficie u objeto duro en el pie.
Las fracturas por fragilidad del hueso del talón pueden suceder también, pero no con tanta frecuencia.
Espolones
Los espolones son la consecuencia de un esfuerzo exagerado de los músculos y ligamentos del pie, que estira la banda de tejido que conecta el talón y la parte anterior del pie y separa constantemente la membrana que cubre el hueso del talón.
El espolón, por lo general, es una causa común de dolor de talón y consiste en un crecimiento óseo en la parte inferior del hueso del talón. El espolón, que sólo puede ser detectado con rayos X, se observa como una prolongación que puede alargarse hasta media pulgada. Sin embargo, en algunos casos no hay indicación de crecimiento del hueso, denominándose esta situación condición síndrome de espolón del talón, el cual puede ser producido por un desequilibrio biomecánico, de correr, de zapatos inapropiados o demasiado gastados, o de obesidad.
Fascitis plantar
Cuando se habla del dolor de talón producido por los espolones, se relacionan con una hinchazón de la banda de tejido conjuntivo fibroso, también conocida como fascia, que va por la planta del pie desde el talón hasta la parte anterior del pie. La hinchazón de esta banda se llama fascitis plantar y es una afección común en atletas que corren o saltan en exceso y puede ser muy dolorosa.
La fascitis plantar se hace presente cuando la banda de tejido se tensa más de lo normal a lo largo de un tiempo, lo que ocasiona que las fibras de tejido blando de la banda se rasguen o alarguen en diferentes puntos; esto conduce a una hinchazón, dolor, y probablemente, al crecimiento de un espolón donde la banda se une al hueso del talón.
La hinchazón puede empeorar por el uso de zapatos que no proveer un soporte adecuado, específicamente en la zona del puente y por la irritación crónica que a veces se asocia a un estilo de vida atlético.
Pronación excesiva
El dolor de talón en algunos casos, de una pronación exagerada. La pronación consiste en un movimiento de giro o rotación y aplanamiento del puente del pie que posibilita la adaptación a las variaciones del suelo y asimilar el choque al caminar normalmente. Cuando caminamos, el talón es la parte del pie, que primero toca el suelo; el peso se carga primero a la parte exterior del pie y después al dedo gordo. El puente se eleva, el pie, por lo general, se mueve hacia arriba y hacia fuera, volviéndose rígido y estable para levantar el cuerpo y moverlo hacia delante.
La pronación en exceso, en este caso hacia adentro, puede ocasionar una cantidad poco usual de estiramiento y tensión en los ligamentos y tendones unidos a la parte inferior del hueso del talón. La pronación en exceso puede también afectar la cadera, la rodilla, y la parte baja de la espalda. (Ver artículo de Los Huesos)
Tendón de Aquiles
El tendón de Aquiles o tendón calcáneo es un ligamento que se encuentra en la parte posterior de la pierna. Ejerce la función de pegar el gastrocnemio y el músculo sóleo al hueso calcáneo, es decir, al talón.
El tendón de Aquiles es la prolongación tendinosa de los tres músculos de la corva: gastrocnemio, sóleo y plantar delgado. Presenta una longitud de unos 15 cm y se inicia cerca de la mitad de la pierna, pero recibe filamentos musculares sobre su área anterior casi hasta su extremo.
Mientras desciende, se contrae parcialmente y se inserta en la parte central de la superficie posterior del calcáneo, estando intercalada una bursa entre el tendón y la parte superior de esta superficie. El tendón se divide un poco en su borde inferior, de tal manera que su parte más angosta queda unos 4 cm por encima de su inserción. El tendón de Aquiles está cubierto por la fascia y el integumento, y sobresale abultadamente por detrás del hueso.
El hueso está relleno de tejido areolar y adiposo. A lo largo de su cara lateral, pero en su cara superficial, está la vena safena menor. El reflejo aquíleo posibilita verificar la integridad de la raíz espinal S1.
La tendinitis aquílea consiste en una hinchazón del tendón, que por lo general, debida al excesivo esfuerzo del miembro afectado, es más exacto llamarla tendinosis aquílea, debido a que, en realidad es un proceso degeneratativo sin inflamación del tendón. Maffulli et al. propusieron que debe clasificarse como clínica de tendinopatía a la composición de dolor del tendón, tumefacción y movilidad reducida. La rotura del tendón de Aquiles es el desgarro parcial o completo del tendón y exige inmovilización o cirugía. Pueden presentar xantomas en el tendón de Aquiles en pacientes con hipercolesterolemia familiar.
Talón de Aquiles
El talón de Aquiles es una expresión popular que es utilizada para hacer referencia al punto débil de una persona o cosa. Este tendón se le denomina de tal manera, en honor de Aquiles, un personaje de la mitología griega y de su célebre vulnerabilidad en el talón.
Fue en 1963, cuando se registró por primera vez tal nombre, en el libro Corporis Humani Anatomia, del anatomista flamenco Philip Verheyen, en el cual el autor describía la ubicación del tendón y decía que era comúnmente llamado la cuerda de Aquiles (quae vulgo dicitur “chorda Achillis”). Es de allí, de donde surge la misma leyenda surge la expresión talón de Aquiles. (Ver artículo de Clasificación de los músculos)
Talón agrietado
Los talones agrietados son el resultado de la deshidratación de la piel del talón a tal punto que se agrietan y hasta llegan a rasgarse por la presión que se ejerce sobre los talones, al momento de caminar, produciendo dolor y en algunos casos, sangran e inclusive, se pueden producir infecciones si no se cuidan.
Este padecimiento puede ocurrir en cualquier momento, pero se ha comprobado que se hace más presente, durante la estación de verano, debido que es la época, durante la cual se exponen los pies, por más tiempo al sol y al aire libre.
Síntomas de los talones agrietados
Las fisuras en los talones pueden aparecer gradualmente durante varios días o incluso semanas. En efecto, hay unos síntomas particulares que se experimentarán al momento de la aparición de las grietas:
Sequedad y picor: cuando la piel del talón se reseca y se pela, es la señal que debe alertar sobre la aparición de grietas en los talones. La sequedad excesiva produce que la piel se torne blanca y en algunas personas se pone rojiza. Además de la sequedad, también se produce descamación, siendo algo más pronunciada en ciertas partes del talón. También puede sentir profunda comezón en toda la zona del talón.
Aparición de lesiones verticales: si la piel no es hidratada, pueden hacerse presente pequeñas estrías en forma vertical alrededor del borde del talón.
Dolor y Sensibilidad: los talones sensibles y doloridos, especialmente al andar, debido a que la presión que se ejerce sobre el talón puede producir que las fisuras se abran más, por lo se puede notar una picazón en los talones, aparte de tenerlos adoloridos.
Endurecimiento de la piel: la piel comienza a endurecerse y ponerse áspera, según como va perdiendo humedad, específicamente alrededor de los bordes de las grietas, lo impide que el proceso de curación, se lleve a cabo con prontitud, porque la piel no se regenera fácilmente.
Sangrado: el sangrado suele ocurrir, si este padecimiento no es tratado apropiadamente y hasta pueden infectarse.
Causas de los talones agrietados
Utilizar un calzado incorrecto: el calzado correcto se debe escoger de manera apropiada para el tipo de pie y que sean cómodos, para evitar los talones agrietados y otros problemas de los pies.
Sequedad y debilitamiento de la piel: como ya hemos mencionado, la sequedad hace que la piel de los talones se debilite, de manera que cuando se presionan demasiado, aparecen las fisuras.
Caminar descalzos: es bueno para que el pie se oxigene, pero caminar descalzo en exceso, la piel se puede resecar mucho más que si vas calzado, ya que le da más el aire y el sol.
Utilizar sandalias o zapatos abiertos por la zona del talón: el uso frecuente de sandalias hace que la grasa que se acumula debajo del talón se extienda hacia los lados dando lugar a la aparición de grietas en el talón.
Estar muchas horas de pie: particularmente si es mucho tiempo y sin moverse, debido a que sobre los talones se está recargando mucho peso.
Sin embargo, el hecho de que aparezcan grietas en los talones también se puede deber a alguna deficiencia nutricional, como falta de zinc, de alguna vitamina y deficiencia de ácido graso omega-3. (Ver artículo de Hueso Tarso)
Talón calcáneo
El espolón calcáneo es un abultamiento óseo que puede aparecer en la parte anterior del talón, específicamente en el calcáneo, como resultado de alargamientos excesivos y continuados de la fascia plantar. Con los estiramientos exagerados, puede terminar en la calcificación de la fascia, dando pie a la formación del espolón, el cual es muy doloroso y hace difícil el poder apoyar normal de talón, ocasionando a veces una inflamación en la zona que lo rodea.
“La forma que tiene el cuerpo humano de reparar la herida producida al desconectarse la fascia plantar del hueso es transportar calcio a través del torrente sanguíneo a la zona lesionada. Poco a poco se acumula el calcio y se produce un depósito del mismo formando el espolón calcáneo”, explica Ángel de la Rubia, presidente de la Asociación Española de Podología Deportiva (Aepode).
Causas de talón calcáneo
El espolón calcáneo es más común en las personas que tienen el arco del pie muy pronunciado o que padecen sobrepeso, aunque también lo pueden padecer, personan que realicen movimientos fuertes con el pie. De la misma manera, el pie plano y los calambres en el tendón de Aquiles son factores que incrementan la tensión en la fascia plantar, por lo que pueden dar pie a la formación de espolones calcáneos.
Síntomas
“El espolón no presenta ningún síntoma, sí lo tiene la fascitis plantar”, según Ángel de la Rubia. El primer síntoma que se presenta es un dolor que, por lo general, se siente en la parte interna del talón, pero que igual se puede sentir en cualquier punto de la planta del pie, del calcáneo a los cinco metatarsianos. Este dolor, que parecen puyazos en la zona plantar, desaparece cuando el pie está en reposo.
“Para prevenir el espolón es necesario prevenir antes la fascitis plantar. Para ello se lleva a cabo un estudio minucioso del pie y de la huella plantar; en caso de existir una desestructuración del mismo, se debe realizar un soporte plantar, más conocido como plantilla, la cual debe ser personalizada. Esta plantilla neutralizará cualquier desequilibrio de la pisada y optimizará los apoyos”, sostiene el especialista.
Tratamientos
A diferencia de la fascitis plantar, no existe un tratamiento específico, sin embargo, suele recomendarse el uso de plantillas ortopédicas que ayudan a aliviar la tensión sobre la zona, por lo que durante los movimientos, el dolor sea menos fuerte. Las férulas nocturnas y los ejercicios de estiramientos también son recomendados en estos casos, para eliminar o disminuir el dolor. En los caso en los que se hincha la zona, se puede tratar mediante infiltraciones de fármacos antiinflamatorios.
Otro procedimiento que ha tomado parte del tratamiento del espolón calcáneo, es la técnica quirúrgica, por medio del cual se logra corregir.
Tal intervención consiste en realizar una extirpación o eliminación del espolón con una incisión muy pequeña, de dos o tres milímetros en la piel hasta llegar a la prominencia ósea. (Ver artículo de Huesos sesamoideos)
Talón valgo
El talón vago consiste en una de las deformidades derivadas de la posición del feto en el útero más común. Estas deformidades posturales son más frecuentes en las madres primerizas, cuando no hay suficiente líquido amniótico (oligoamnios), cuando el feto es muy grande o cuando la presentación es anómala (nalgas, transversa).
La deformidad se observa enseguida que el bebé nace. La posición del talón es tan vertical, que da la impresión que la pierna sigue. Por lo general, el pie del bebé, no se puede mantener en una posición neutra.
Los recién nacidos que al nacer tienen esta deformidad deben ser evaluados, debido a que pueden aparecer otras deformidades posturales asociadas, como por ejemplo: la luxación congénita de cadera.
Por lo general. Esta deformidad tiene la tendencia de corregirse de manera natural, pero si se quiere, una recuperación más rápida, tendrá que ser tratada. El tratamiento consiste en la realización de estiramientos periódicos hasta que el pie tome la forma normal. En los casos más difíciles, el cirujano ortopédico pediátrico puede sugerir un tratamiento con férulas correctoras.
Talón amarillo
Los callos son conocidos también como hiperqueratosis y se forman como consecuencia del epitelio, (la cual es la capa más externa de la piel), a lesiones constantes o intermitentes. Por lo general, los traumatismos o microtraumatismos que las ocasionan, se deben a hiperpresiones, que ocurren cuando los callos aparecen en la planta del pie.
Estas pueden ser producidas por un cambio morfológico del pie (pie cavo, pie valgo), o bien por un cambio biomecánico. También es común su presencia, cuando hay un roce o fricción excesiva del pie con el calzado.
La hiperqueratosis o callo, se forma porque la piel responde al ser comprimida, originando una cantidad abundante de queratina. Por tal razón, las zonas que son expuestas a roces o fricciones, presentan capa de piel amarilla de mayor tamaño, la cual es insensible, dura, y en muchas ocasiones dolorosa. El dolor que causan tales callos, se debe al roce que se produce cuando se realiza un movimiento, dado que la roza con la capa más profunda de la piel (dermis).
Causas de las durezas o callos en los talones
Si las durezas son localizadas en la parte interna del talón, se relaciona a pies valgos o pronados, es decir planos. Mientras que, si es en la zona externa, se asocia a pies cavos o supinados.
Quitar las durezas en los talones
Para aplicar un tratamiento eficaz para la eliminación de las durezas en los talones podemos destacar lo siguiente:
Tratamiento hidratante a base de cremas o lociones de urea. Lo más indicado en los casos de durezas en los talones se recomienda, una profunda hidratación a base de crema o loción de urea al 20% y en casos más graves con crema o spray de urea al 30%.
La delaminación de la hiperqueratosis que consiste en la eliminación de la misma. De dificultarse la hidratación por medio de cremas o lociones, es recomendable buscar a un especialista podólogo, para que con la ayuda de un bisturí, pueda retirar todo el tejido amarillento y reseco.
Si el diagnóstico es de un cambio biomecánico que pueda producir la queratopatía, entonces la realización de un tratamiento ortésico por medio de plantillas si procede.
Si la dureza fue ocasionada por el excesivo uso de calzado no apropiado, lo recomendado en estos casos, es que se utilice de calzado con sujeción en el talón, es decir, que de presentar este tipo de problemas en los talones, no es recomendable el uso excesivo de las denominadas chanclas.
Pie plano adulto
Si la dureza o callo se extiende por todo el talón, quiere decir que está producida por el uso de un tipo de calzado que no se sujeta al talón, tales como zuecos, sandalias, etc. En estos casos el chancleteo que ocasiona el calzado que no se sujeta en la parte posterior, actúa como microtraumatismo continuo, produciendo la dureza. Sin embargo, en los casos en los que no hay cambios biomecánicos relacionados con esta lesión, puede deberse a la falta de hidratación en la zona. (Ver artículo de Huesos cortos)
Talón negro
El talón negro o petequias del calcáneo, consiste en una lesión asintomática, de etiología traumática, benigna y autolimitada, que por lo general, se presenta en adolescentes y adultos jóvenes deportistas.
Se le ubica comúnmente en la parte posterior o posterolateral de uno o ambos talones. Consiste en la expresión clínica de una hemorragia dérmica con eliminación transepidérmica (estrato córneo). Su desarrollo habitual es la total desaparición si cesa la actividad causal, en muchos casos el deporte. Por su naturaleza asintomática y benigna, no requiere tratamiento. Su relevancia reside en el trascendental diagnóstico diferencial que se establece con las lesiones pigmentadas, entre ellas con el melanoma maligno.
La localización de la lesión, su bilateralidad, la ausencia de síntomas y su aparición en un joven deportista son claves relevantes, diagnósticas, que posibilitan el establecimiento de un diagnóstico correcto y evitar una biopsia cutánea innecesaria.
El diagnóstico también es clínico y se puede apoyar llevando a cabo un raspado de la lesión. La finalidad más importante es verificar si se trata de una lesión de un melanoma maligno.
Las lesiones melanocíticas no pierden su pigmentación con el raspado, mientras que el talón negro si se elimina completamente cuando el estrato córneo se elimina.
No obstante, es recomendable hacer una biopsia si el diagnóstico es dudoso. Los descubrimientos histológicos se clasifican por la presencia de masas de material ubicadas en el estrato córneo formados por eritrocitos lisados; de vez en cuando, se encuentran eritrocitos extravasados en la dermis papilar. (Ver artículo de Tipos de Contracción muscular)
Rotura de talón
La rotura de talón no es otra cosa que la rotura del tendón de Aquiles, la cual consiste en una lesión que afecta la parte trasera de la pantorrilla. Se presenta particularmente en las personas que practican deportes recreativos, pero, en general, puede presentarse en cualquiera.
El tendón de Aquiles es una especie de cuerda fibrosa que conecta los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el hueso del talón. Si el tendón de Aquiles, es estirado en exceso, puede rasgarse o romperse total o parcialmente.
Un desgarro del tendón de Aquiles comienza por un crujido y enseguida, un dolor agudo en la parte trasera del tobillo y la pantorrilla, que por lo general, dificulta la capacidad de caminar correctamente. Frecuentemente, se lleva a cabo una cirugía para restaurar la rotura. No obstante, no siempre es necesaria la cirugía, pues el tratamiento no quirúrgico también funciona.
Síntomas de la Rotura de talón
Aunque no siempre se presentan signos o síntomas con la rotura del tendón de Aquiles, sin embargo, la mayoría de las personas tiene lo siguiente:
- Tener la impresión de haber recibido un golpe en la pantorrilla
- Dolor, por lo general, intenso e inflamación cerca del talón
- Incapacidad de doblar el pie hacia adentro o de impulsar la pierna lesionada hacia adelante al caminar
- Incapacidad de pararse en puntas de pie sobre la pierna lesionada
- Un chasquido de rotura o quiebre cuando ocurre la lesión
Es recomendable buscar la atención del especialista de inmediato, al oír el crujido en el talón, sobre todo, si cuesta caminar después de eso.
Dolor del talón en niños
Los niños, especialmente entre 8 y 13 años, también pueden sufrir dolor en los talones, específicamente, los que los que se activan en deportes en la escuela y fuera de ella. Las actividades físicas, especialmente los saltos, hacen que se inflamen los centros de crecimiento de los talones; cuanta más actividad deportiva presente el niño, más posibilidades tiene de sufrir dolor del talón.
A medida que los niños crecen, los huesos maduran y al mismo tiempo, los problemas desaparecen y no es probable que reaparezcan. El cuidado podiátrico es indispensable para proteger el hueso en crecimiento y proporcionar alivio del dolor. Por otro lado, se ha descubierto que los espolones de talón no se desarrollan frecuentemente en niños.
¿Qué es el talón ortopédico?
Las ortesis a lo que también se le conoce con el nombre de órtosis son piezas que se insertan en el calzado para modificar formas de caminar anómalas o irregulares. No se trata nada más de plantillas para elevar el puente o arco del pie, aunque hay quien usa el término arch support , que significa: soporte para el arco del pie, para describir las ortesis y quizá sea ese término el que mejor ayude a entender lo que son.
La finalidad de tales plantillas es hacer que sea más cómodo y eficiente caminar, correr y estar de pie, cambiando ligeramente los ángulos en los que el pie golpea la superficie por la que camina o corre.
Los especialistas en medicina podiátrica prescriben ortesis como tratamiento tradicional de muchos trastornos de los pies, o como método de control después de ciertos tipos de cirugía del pie; su empleo es una forma de tratamiento práctica y muy exitosa.
Existen ortesis de apariencia y elementos diversos. Todas ellas contribuyen en el mejoramiento de la función del pie y disminuir las tensiones que podrían ser la causa de deformidades y dolor en el pie.
Las ortesis de pie presenta una clasificación que se deriva de la función que va a desarrollar en el pie como por ejemplo: las que pretenden principalmente cambiar la función del pie, las que son principalmente de naturaleza protectora y las que combinan el control funcional y la protección.
Entre los diferentes tipos de ortesis tenemos:
- Ortesis rígidas que son diseñadas para ejercer control sobre la función del pie.
- Ortesis blandas contribuyen a asimilar el impacto que se produce al caminar, mejorar el equilibrio, y disminuir la presión de las zonas adoloridas o irritadas.
- Ortesis semirrígidas son diseñadas para proporcionar un equilibrio dinámico en el pie al caminar o participar en deportes.
- Ortesis para niños son los que se diseñan para desarrollar tratamientos de niños con deformidades de los pies. (Ver artículo de Espasmo muscular)
¿A qué debe el talón hinchado y rojo?
Al talón hinchado y rojo también se le denomina bursitis retrocalcánea, que consiste en la inflamación del saco lleno de líquido, que se denomina bursa, que se localiza en la parte posterior del hueso del talón.
La bursa ejerce la función de amortiguador y lubricante entre los tendones o los músculos que se encuentran sobre el hueso. Hay bursas alrededor de la mayoría de las articulaciones grandes del cuerpo, incluyendo el tobillo. La bursa retrocalcánea se ubica en la parte posterior del tobillo junto al talón. Es allí donde el gran tendón de Aquiles enlaza los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón.
Cuando se usa el tobillo en repetidas ocasiones y además de manera excesiva, puede hacer que esta bursa termine irritada e inflamada. Este uso excesivo puede ser ocasionado por caminar, correr o saltar en exceso.
Este padecimiento muy frecuentemente es relacionado con la tendinitis aquílea. De hecho, en algunos casos, la bursitis retrocalcánea se puede ser confundida con este tipo de tendinitis.
La bursitis retrocalcánea presenta algunos riesgos entre los cuales podemos incluir:
- Empezar un programa de ejercicios muy fuerte.
- Elevar repentinamente el nivel de actividad sin la preparación apropiada.
- Variación en el nivel de actividad.
- Historial de artritis ocasionado por inflamaciones. (Ver Metatarsos del pie)
Síntomas del talón hinchado y rojo
Entre los principales síntomas podemos destacar:
- Dolor en el talón, específicamente al caminar, correr o al tocar la zona.
- El dolor se incrementa al levantarse en los dedos de los pies es decir, pararse de puntillas.
- La piel se torna roja y caliente sobre la parte posterior del talón.
Para detectar este padecimiento existe una serie de pruebas y exámenes, que el especialista le indicará, para determinar si el padecimiento en cuestión es una bursitis retrocalcánea. Con un examen determinado, se localizará el dolor. El especialista también se enfocará, en la sensibilidad y enrojecimiento en la parte posterior del talón.
El dolor puede hacerse más intenso, cuando el tobillo se dobla hacia arriba, que es lo que se conoce con el nombre de dorsiflexión o, puede empeorar cuando usted se para en los dedos de los pies.
Por lo general, en algunos casos, los estudios que se llevan a cabo por medio de imágenes, como las radiografías y resonancia magnética (RM), no son necesarios. Mientras que estos estudios pueden ser necesarios más adelante, si se presentase el caso de que los primeros tratamientos NO conducen a mejoras. En una resonancia magnética se puede observar si hay alguna inflamación.
Tratamiento para el talón hinchado y rojo
Hay una serie de recomendaciones que hará el especialista para tratar el talón hinchado y rojo:
- No realizar las actividades que pudieran ocasionar dolor.
- Ponerse hielo en los talones varias veces al día.
- Recurrir a fármacos antiinflamatorios no esteroides como por ejemplo, ibuprofeno.
- Tratar de usar cuñas del talón hechas a la medida o sin receta en el calzado para contribuir a la disminución de la tensión sobre el talón.
- Ensayar con el uso de tratamiento de ultrasonido durante la fisioterapia para disminuir la inflamación.
- Realizar fisioterapia para regenerar la flexibilidad y tonificar la zona que bordea el tobillo. La fisioterapia se debe enfocar en lo que se refiere al estiramiento del tendón. Esto puede contribuir a la mejoría de la bursitis e impedir una recaída.
Si estos tratamientos NO funcionan, el especialista puede inyectar una pequeña dosis de esteroides en la bursa. Luego de aplicada la inyección, se debe tratar de no estirar de más el tendón, ya que puede ocasionarse una rotura de tendón, de la que ya hemos mencionado anteriormente.
Si el talón hinchado y rojo está asociado con la tendinitis de Aquiles, puede que sea imprescindible, utilizar un yeso en el tobillo durante varias semanas. Solo en contada y raras ocasiones, se hará necesario realizar una cirugía para extraer la bursa inflamada.
Pero por lo general, esta afección, presenta mejoría con solo unas semanas, siguiendo el tratamiento apropiado. Sin embargo, existen algunas medidas que pueden llevarse a cabo para prevenir el problema tales como:
- Mantener una postura apropiada al hacer ejercicio.
- Conservar una adecuada elasticidad y resistencia alrededor del tobillo, para ayudar a prevenir esta afección.
- Estirar de manera adecuada el tendón de Aquiles para contribuir con la prevención de lesiones.
- Calzar zapatos con suficiente soporte al arco para ayudar a disminuir la cantidad de tensión sobre el tendón y la inflamación de la bursa. (Ver Enfermedades de los huesos)
Talón y tobillo
Hay una gran variedad de trastornos que están vinculados con el talón que en su mayoría, son producidos debido a un mal apoyo del pie. Esto trae como consecuencias: dolores, deformidades en el calzado y dificultad para encontrar un zapato cómodo.
El especialista, hará un diagnóstico del problema, aportará sugerencias de prevención para el cuidado y los cambios de hábitos de los pacientes, estableciendo así un tratamiento efectivo para el padecimiento, logrando de esta manera, mínimo el recurso de la cirugía.
En lo que se refiere al tobillo, tenemos que las afecciones más frecuentes que se presentan en el tobillo son:
Esguince del tobillo. Consiste en una lesión de los ligamentos en la zona externa del tobillo, debido a que se estiran demasiado y pueden llegar a romperse. Tal estiramiento exagerado puede ocurrir al falsear el pie, moverlo de forma incorrecta o caer.
Los síntomas que un esguince puede presentar son desde un tobillo inflamado, con hematoma y con dolor cuando se realiza un movimiento o se apoya para caminar o ponerse de pie, hasta que haya una fractura de éste. La magnitud de los síntomas va a depender de la gravedad de la lesión. La rehabilitación es fundamental y debe de ser iniciada lo más pronto posible, para que el tobillo se recupere adecuadamente.
Inestabilidad lateral de tobillo. Hay algunos casos en el que los esguinces del tobillo, no fueron tratados apropiadamente, ocasionando el hecho, de que el paciente puede presentar esguinces de repetición en el tobillo. Esto causa un tobillo frágil que limita las actividades de la persona.
Tal padecimiento puede necesitar tratamientos basados en terapias de rehabilitación, uso de calzado apropiado, o en su defecto, estabilización quirúrgica de la articulación.
Lesiones de los tendones peroneos. Los tendones peroneos son los que van paralelos por detrás del hueso más exterior del tobillo. Este tipo de lesión puede llegar a ser aguda o crónica y por lo general, se presenta en deportistas.
Dolor en el talón. El dolor en el talón, también es conocido como Dolor de arco, tipo de padecimiento es debido a la tensión o inflamación del ligamento largo en la planta del pie. Es un dolor que se desarrolla debido al excesivo uso de zapatos sin soporte, aumento de peso o lesión aguda; si este dolor se acentúa y además dura más de una semana, es recomendable acudir con el especialista.
Espolón calcáneo. El espolón como ya hemos mencionado anteriormente, consiste en un crecimiento óseo en la parte inferior del calcáneo, el hueso que forma el talón. Este padecimiento es debido a la exagerada tensión que ejerce la planta del pie en su sitio de fijación al calcáneo. Sin embargo, se ha comprobado que, en la mayoría de los casos un tratamiento médico, apropiado, elimina el dolor por completo.
Dolor del tobillo. El dolor del tobillo es debido, por lo general, a una torcedura, pero también puede ser ocasionado por inestabilidad del tobillo, artritis, gota, tendinitis, fractura, compresión de un nervio, infección, tumor y mala alineación estructural de la pierna o pie.
El tratamiento para aliviar el dolor del tobillo, puede ser basado en reposo, aplicación de hielo, elevar e inmovilizar la pierna, tomar medicamentos anti-inflamatorios o fisioterapia y en casos muy agudos, recurrir a procedimientos quirúrgicos.
Enfermedad de Haglund. Este padecimiento se trata de la presencia de un recrecimiento excesivo del borde posterior del calcáneo, que produce una fricción con el zapato y con ello dolor e malestar. Puede tratarse peculiarmente y en los casos más crónicos, llevar a cabo una intervención quirúrgica.
Tendinitis o inflamación del tendón de Aquiles. Es una afección, de la que ya hemos hablado anteriormente, que se hace presente, después de un esfuerzo excesivo del tendón de Aquiles, bien sea al saltar o correr o en personas como maratonistas, que acostumbran a usar zapatos de tacón alto y que cambian bruscamente a zapatos planos.
Pie de Charcot. Es un agotamiento inesperado de los huesos del pie. Por lo general, se presentan en pacientes que padecen una lesión nerviosa o neuropatía preexistente como ocurre en el caso de los diabéticos. Los huesos se vuelven más frágiles, hasta el punto de fracturarse.
El pie de Charcot es un padecimiento severo, que de no tratarse de manera adecuada, puede desencadenar en la formación de deformidades graves, al punto de presentarse la necesidad de amputar la extremidad.
Pie reumático. El pie reumático consiste en la aparición de los síntomas de reumatismo en el pie, dando lugar a la aparición delas más severas deformidades muy especialmente en lo que conocemos como el antepie; como tratamiento principal, podemos destacar la cirugía de mínima invasión como una herramienta valiosa.
Biodescodificación
La biodescodificación es un planteamiento que ofrece la medicina alternativa en su afán de encontrar el origen metafísico de las enfermedades o lo que es lo mismo, su significado emocional, para tratarlo, debido a que, parte de la base de que nuestro cuerpo, mente y alma están íntimamente relacionados, por lo que impide, en algunos casos, curar cualquier problema físico sin ocuparse también de las emociones.
Según la biodescodificación, toda enfermedad presenta un origen emocional o metafísico, lo que significa, que tal enfermedad, está ocasionada por algún tipo de sentimiento que no se ha puesto de manifiesto como tal, y por eso se proyecta en el plano físico del cuerpo.
Cuando se presenta un dolor en el talón o presentas algún trastorno en la parte del talón, quiere decir que crees que estás necesitando el apoyo o el consentimiento de alguien específico para seguir hacia adelante, en lo que se refiere a los planes de tu futuro o en la concreción de una meta determinada.
Si el dolor se presenta en el talón del pie derecho, quiere decir que está asociado con asuntos de tipo material, como por ejemplo el trabajo, el dinero, o la parte física de tu vida. Pero si el dolor se refleja en el pie izquierdo, quiere decir que se relaciona con temas más emocionales, como por ejemplo el tema de la pareja, la familia o relaciones que presentan una fuerte carga emocional o en ocasiones con la vocación.
Dado que el talón es la parte donde se descarga la mayor parte del peso en el pie, sus problemas representan, la necesidad que tiene una persona de que la ayuden, la estimulen o le corroboren que puede seguir adelante por el camino que ha elegido.
Si el talón duele o molesta al caminar, es porque existen temores de seguir hacia adelante sin contar con la aprobación, debido a un miedo o creencia.
Si lo que te molesta es la piel, se refleja el temor que tienes a que te juzguen si al tomar alguna decisión te equivocaras.
Si el problema se presenta en el tendón de Aquiles, quiere decir, que aparte de necesitar la aprobación o el apoyo de alguien, sientes la necesidad de mostrar tu capacidad y tu poder porque te atemoriza una posible ruptura por la cual te sentirías culpable.
El cuerpo suele decir que hay que permitirse darse su propio apoyo y aceptación, que hay que cree en uno mismo y en las propias capacidades para así poder valerse por uno mismo y que cuando se avanza, hay que hacerlo con determinación, hacia el objetivo o la meta fijada para alcanzar en el futuro, sin que haya que esperar por el apoyo o la aprobación de otras personas.
En la vida, se presentan ocasiones en las que los seres queridos o las personas por las que sientes admiración y respeto, no estarán de acuerdo con lo que has decidido para tu futuro, pero si, presentas dolor en el talón, quiere decir que estas dejando que sus opiniones pongan un alto a tus deseos, cuando lo que realmente quieres es actuar y llevar a cabo lo que tienes en mente, sin importar lo que piensen los demás.
Existen unas creencias limitantes, que por lo general son inconscientes con las que más te identificas a continuación algunas de esas creencias para que veas con cual te identificas:
“No puedo tomar mis propias decisiones, debo consultar antes a _____ (alguien en quien confías, tu pareja, tus padres, etc.)”.
“Si no pido consejo antes de actuar, me puedo equivocar, y eso sería muy grave”.
“Necesito que alguien me diga que todo va a salir bien; si no, no puedo hacer nada”.
“Quiero que mi familia siempre esté de acuerdo con todo lo que hago antes de hacerlo”.
“Necesito la aprobación de mi pareja o de mis amigos antes de actuar, o perderé su afecto”.
Pero esa o esas creencias, según con las que te hayas identificado, pueden cambiarse usando las siguientes afirmaciones:
“Me permito darme a mí mismo el apoyo que necesito, y avanzo hacia mi futuro con fe y con alegría”.
“Acepto que a veces mis seres queridos puedan no estar de acuerdo con mis decisiones, los respeto y hago igualmente lo que siento en mi corazón”.
“Elijo confiar en mí y en mis capacidades para avanzar hacia mi futuro, soy una persona capaz y valiosa”.
“Puedo consultar lo que hago, pero elijo confiar sobre todo en mi propio criterio para tomar decisiones sobre mi vida”.
“Tengo derecho a equivocarme y a aprender de mis propias decisiones y experiencias, todo está bien”.
Para concluir, debes realizar una tarea para poder desprenderte de las creencias que te frenan y para ello te ofrecemos los siguientes mensajes que te envía tu cuerpo, los cuales debes repetir todos los días:
Toma alguna decisión importante sin preguntarle a nadie y después de ello, descubrirás que tienes todo lo necesario para salir adelante, por ti mismo.
Si lo consideras necesario, manifiesta a tus seres queridos tu decisión de no consultar tanto su opinión, porque tienes que aprender a creer en ti.