Amigdalitis viral consiste en una infección producida por un virus en las amígdalas que ocasiona dolor de garganta e inflamación de garganta y en algunos casos fiebre y dolor de cabeza. Las amígdalas, son dos masas de tejido de apariencia oval que se encuentran a ambos lados de la parte posterior de la garganta.
Causa y síntomas de la amigdalitis viral
La causa de la mayoría de los casos de amigdalitis es la infección con un virus frecuente.
Usualmente, el tratamiento que va a resultar más apropiado para la amigdalitis va a depender de la causa, por lo que se hace conveniente acudir al especialista para obtener un rápido diagnóstico además de preciso. Anteriormente, se tenía como tratamiento principal una cirugía para extirpar las amígdalas, para tratar la amigdalitis, en la actualidad se emplea dicho procedimiento, solo cuando la amigdalitis viral presenta una frecuencia constante y esta no responde a otros tratamientos o produce complicaciones graves.
Síntomas de la amigdalitis viral
Por lo general la amigdalitis viral se hace presente en niños, cuyas edades varían entre la edad preescolar y la edad media de la adolescencia. Los signos y síntomas más comunes de la amigdalitis son los siguientes:
- Amígdalas rojas e hinchadas
- Presencia de llagas o recubrimientos blancos o amarillos en las amígdalas
- Dolor de garganta
- Problemas o dolor al tragar
- Fiebre
- Glándulas sensibles y dilatadas, es decir, los ganglios linfáticos abultados en el cuello
- Una voz rasposa, apagada o ronca
- Mal aliento
- Dolor estomacal, muy especialmente en los niños pequeños
- Rigidez en el cuello
- Dolor de cabeza (Ver artículo de Amígdalas inflamadas)
Los síntomas antes expuestos estarán detallados e ilustrados en el próximo vídeo, además de lo que es la amigdalitis y como hace de los niños, los pacientes con mayor porcentaje de padecimiento de tal afección.
Tratamiento de la amigdalitis viral
Si se diagnostica amigdalitis viral, el especialista no recurrirá al uso de antibióticos, pues es muy probable que los síntomas desaparezcan en aproximadamente 10 días.
Sin embargo, el especialista recomendará una serie de cuidados en el hogar que deberán llevarse a cabo durante el tiempo de recuperación, detallando algunas de ellas tenemos:
- Reposo abundante. El niño debe dormir todo el tiempo que sea posible.
- Proporcionar líquidos adecuados. Hacer que el niño beba mucha agua para con la finalidad de que la garganta esté siempre húmeda, además de prevenir la deshidratación.
- Proporcionar alimentos y bebidas reconfortantes. Las bebidas calientes, tales como consomé, té sin cafeína o agua tibia con miel, además de los bocadillos fríos, como palitos helados, también pueden aliviar el dolor de garganta.
- Preparar gárgaras con agua salada. Si el niño está en edad de hacer gárgaras, una mezcla de 1 cucharadita, más o menos, 5 mililitros de sal de mesa en 8 onzas, es decir 235 mililitros de agua tibia puede ayudarlo a aliviar el dolor de garganta.
- Humedecer el aire. Con la ayuda de un humidificador de aire frío para eliminar el aire seco que puede irritar aún más una garganta dolorida o sentarse con el niño durante varios minutos en un cuarto de baño con vapor.
- Ofrecerle pastillas medicadas. Los niños mayores de 4 años pueden chupar pastillas medicadas para ayudar a que disminuya el dolor de garganta.
- Evitar los agentes irritantes. Mantener el hogar libre de humo de cigarrillo y de productos de limpieza que puedan irritar la garganta.
- Tratar el dolor y la fiebre. Hablar con el especialista acerca del uso de ibuprofeno, tales como Advil, Motrin para niños y otros o paracetamol, como Tylenol y otros, para disminuir el dolor de garganta y controlar la fiebre. La fiebre cuando es baja sin dolor no exige tratamiento.
A excepción de ciertas afecciones, los niños y adolescentes no deben ingerir aspirina para tratar síntomas de afecciones como resfriados u otras parecidas a la influenza, ya que su consumo se ha relacionado con el síndrome de Reye, un trastorno no muy común, pero que puede poner en riesgo la vida. (Ver artículo de Amígdalas con placas)
En este vídeo, un especialista nos habla de lo qué es la amigdalitis viral, los agentes externos que la producen y la mejor manera de tratarla.
Duración de la amigdalitis viral
El desarrollo de una amigdalitis suele ser bueno si no se complica. Una amigdalitis viral tiene, generalmente, un buen pronóstico. Una amigdalitis viral puede tener una duración de una o dos semanas si el tratamiento es el apropiado.
En el caso de la amigdalitis viral el tiempo de duración es autolimitado y no se emplea tratamientos con antibióticos, solo se debe llevar a cabo un tratamiento sintomático.
El tratamiento sintomático consiste en recomendaciones que se basan en prestar mayor atención a los alimentos que se deben ingerir, mientras esté presente la inflamación, para mitigar el dolor faríngeo.
Estas recomendaciones se enfocan en la ingesta de alimentos de consistencia blanda y el incremento del consumo de líquidos, con la excepción de zumos cítricos, pues son muy ácidos y pueden irritar la mucosa inflamada; también hay que dejar el cigarrillos el tabaco, en caso de los niños, no deben exponerse al humo del cigarrillo, la ingesta de alcohol y las comidas que contengan elementos que causen picor o ardor, que sean consumidas en exageradas cantidades o muy calientes; evitando el aire muy cargado, ventilar adecuadamente las habitaciones y evitar los cambios bruscos de temperatura ambiental.
El tratamiento sintomático debe ser tomado como una opción tomando en cuenta que no haya presencia de fiebre, que los ganglios del cuello no presenten inflamación, que el enrojecimiento y el dolor sean suaves, que los síntomas de la afección faríngea hayan tenido pocos días de desarrollo, que haya erupciones y que no haya complicaciones tales como inflamación del oído o sinusitis, y que no se presenten llagas blanquecinas.
Como medidas higiénicas y para que no haya contagio, se debe usar pañuelos desechables, taparse la boca y la nariz con pañuelos al toser o estornudar y lavarse bien las manos si se manipulan alimentos.
Sin embargo, una amigdalitis viral, se puede complicar. Se debe prestar mayor atención en los niños porque durante la infancia las amígdalas son más anchas de por sí, que es lo que se conoce como hiperplasia tonsilar y esto puede hacer que la respiración sea más difícil y, en casos extremos, hasta provocar asfixia. (Ver artículo de Amigdalitis bacteriana)
Duración de la amigdalitis viral en niños
Es importante tomar en cuenta el tiempo que estará enfermo el niño, pues con ello se puede evitar el contagio a otros niños de la casa o incluso adultos.
El periodo de incubación consiste en el tiempo que pasa desde que el germen penetra en el organismo hasta que surgen los primeros síntomas de la afección. En esta primera etapa de la afección, el niño se ve aparentemente sano.
El periodo de contagio consiste en el tiempo mientras el cual el niño que padece una afección que además es infecciosa y que puede contagiar a otra persona.
El período de contagio comienza específicamente, cuando empiezan las manifestaciones de los primeros síntomas hasta el inicio del tratamiento o hasta la curación, aunque en algunos casos haya excepciones. Si la infección es transmitida por contacto directo, es la etapa de la enfermedad en la que el niño no debe ir al colegio para no contagiar a sus compañeros.
Es por ello que se convierte en realidad el hecho de cuando dicen que el niño se agarrará para sí todas las enfermedades cuando llegue a la guardería.
A continuación un vídeo que enseña la mejor manera de aliviar la amigdalitis viral, con diferentes tratamientos adecuados para tal fin. Cabe destacar que antes de cualquier aplicación de los tratamientos presentados en este vídeo, deberán ser consultados con el especialista, para una mejor aplicación de los mismos.
https://www.youtube.com/watch?v=BJOvOO8QoV8&t=3s
Faringoamigdalitis viral
Faringoamigdalitis viral o mejor conocido como dolor de garganta, consiste en la inflamación, trastorno, dolor o picor en la garganta y que se encuentra debajo de las amígdalas.
La faringoamigdalitis viral es uno de los diagnósticos más comunes en la consulta de los especialistas pediatras que prestan atención primaria y se trata de una afección infecciosa, por lo que es, adquirida por contagio, bien sea por medio de partículas infecciosas que se encuentran en el a aire, como por ejemplo al toser o estornudar una persona enferma, o bien por contacto directo.
Causas de la faringoamigdalitis viral
La faringoamigdalitis viral puede producirse como parte de una infección ocasionada por un virus que también puede afectar otros órganos, como los pulmones o el intestino.
Por lo general, la mayor cantidad de los dolores de garganta son causados por virus.
Casi un 80% de las Faringoamigdalitis son virales, el resto son de origen bacteriano. La faringoamigdalitis bacteriana es producida por la Bacteria estreptococo beta hemolíticos que pertenecen al grupo A (EBHGA) o streptococcus pyogenes que es una de las más comunes.
Esta afección viral se presenta en mayor medida en niños menores de 3 años cuando es viral y tiene mayor incidencia en niños de entre 5 y 15 años cuando se presenta en forma bacteriana, no obstante, también puede presentarse entre los 15 y 35 años.
Síntomas de la faringoamigdalitis viral
Cuando la amigdalitis es producida por un virus, los síntomas suelen aparecer gradualmente, comenzando con fiebre moderada, síntomas de catarro de intensidad variable y escasa afectación del estado general.
Cuando el especialista realiza el examen físico es decir que explora la faringe observará hiperemia variable, la cual consiste en el enrojecimiento de la faringe y en algunos casos inflamación y en otros casos, observará, ampollas, heridas o bultos blanquecinos.
Entre los síntomas de la faringitis viral se pueden señalar:
- Dolor al tragar
- Fiebre
- Dolor en los huesos o dolores musculares
- Dolor de garganta
- Ganglios linfáticos abultados y sensibles en el cuello
Por lo general el especialista hace un reconocimiento de la garganta, para diagnosticar faringoamigdalitis viral. Con un examen de laboratorio del líquido que se extrae de la garganta se puede comprobar que la bacteria tal como el estreptococo del grupo A no es la causa del dolor de garganta.
Para diagnosticar la faringoamigdalitis se hace por los síntomas y la exploración de la garganta. En muchas ocasioens no es fácil distinguir una faringoamigdalitis vírica de una bacteriana.
Dado que el desarrollo, el tratamiento y las complicaciones son distintas, en algunos casos es necesario realizar un análisis microbiológico que verifique si la faringitis es bacteriana o no. Esto se puede llevar a cabo por medio de un cultivo faríngeo o con un test rápido de detección antigénica de streptococcus pyogenes.
Se pueden hacer cultivos de las secreciones faríngeas para llegar un diagnóstico definitivo, aunque en algunos casos no son de verdadera utilidad o incluso imposible, debido a que la cantidad de líquido segregado obtenido en el examen, no es suficiente para obtener un óptimo resultado.
Tratamiento para la faringoamigdalitis viral
No existe un tratamiento determinado para la faringoamigdalitis viral. Se pueden disminuir los síntomas haciendo gárgaras con agua tibia con sal, como por ejemplo, usando media cucharadita o 3 gramos de sal en un vaso de agua tibia, dos a tres veces al día.
Tomar medicinas antiinflamatorias, como el paracetamol, para controlar la fiebre. Sin embargo, el empleo exagerado de pastillas o aerosoles antiinflamatorios puede resultar perjudicial para el dolor de garganta.
Es de suma importancia NO tomar antibióticos cuando el dolor de garganta es ocasionado por una infección viral, debido a que estos no serán de utilidad. Cuando se utilizan para tratar infecciones virales , lo que se logra es que las bacterias se vuelvan resistentes a los antibióticos.
Existen algunos dolores de garganta, como por ejemplo los que son producidos por mononucleosis infecciosa, que pueden ocasionar que los ganglios linfáticos en el cuello se abulten en gran medida. En estos casos, el especialista puede prescribir antiinflamatorios, como la prednisona, para tratarlos.
Por lo general, la duración de la faringoamigdalitis viral oscila entre una semana y 10 días. (Ver artículo de Faringoamigdalitis viral)
Tipos de faringoamigdalitis
Hay una gran variedad de los tipos de faringoamigdalitis, entre los cuales podemos destacar:
- Faringoamigdalitis por EBHGA,
- Faringoamigdalitis por el virus de la gripe,
- Faringoamigdalitis asociada a mononucleosis infecciosa,
- Faringoamigdalitis como forma de presentación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y en pacientes con inmunodepresión,
- Faringoamigdalitis por mycoplasma pneumoniae, Faringoamigdalitis por gonococo,
- Faringoamigdalitis por chlamydia pneumoniae, Faringoamigdalitis por difteria, entre otros.
Faringoamigdalitis por EBHGA: consiste en la aparición de una molestia en la garganta de manera súbita, acompañado de fiebre, presencia de segregación y un incremento del tamaño de las amígdalas con dolor al palpar los ganglios del cuello.
Por lo general, los pacientes no presentan tos y moqueo. En los niños puede aparecer una especie de escarlatina, además de una erupción cutánea puntiforme, con una textura de la piel de sarpullido que empieza en el tórax y desciende hacia el abdomen y las extremidades.
Faringoamigdalitis por el virus de la gripe: consiste en el dolor de garganta con síntomas de temperatura alta además de dolores musculares.
Faringoamigdalitis asociada a mononucleosis infecciosa: es la que ataca con mayor frecuencia a adolescentes y adultos jóvenes; por lo general, es en ellos precisamente, en quienes la faringitis dura más de una semana, con fiebre elevada y ganglios abultados en el cuello en la parte anterior y posterior de gran tamaño y dolorosos.
Esta afección puede provocar el incremento del tamaño del bazo, cansancio constante, pérdida de peso y hepatitis. Normalmente es producida por una infección por el virus de Epstein-Barr, aunque en algunos casos, el responsable es el citomegalovirus.
Faringoamigdalitis como forma de presentación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y en pacientes con inmunodepresión: El síndrome agudo se hace presente como una mononucleosis infecciosa, con síntomas de fiebre, pérdida de peso, ganglios e incremento del tamaño del bazo.
Para estos casos específicamente, de infección por VIH hay pruebas de laboratorio determinadas para detectarlo.
Faringoamigdalitis por gonococo: no presenta síntomas.
Faringoamigdalitis por mycoplasma pneumoniae: por lo general, quienes la padecen, presentan un cuadro de bronquitis aguda y normalmente se trata de pacientes jóvenes y sanos. El diagnóstico se lleva a cabo por medio de una analítica específica, ya que no crece en los cultivos habituales.
Faringoamigdalitis por chlamydia pneumoniae: Como se expresa en la anterior, la faringitis por mycoplasma pneumoniae, esta se hace presente en adultos jóvenes sanos con un cuadro de bronquitis aguda.
Faringoamigdalitis por difteria: Se va desarrollando poco a poco, con molestia en la garganta, mal estado general y síntomas de fiebre no muy alta. En el examen físico de la faringe se observará, en un tercio de los pacientes, la presencia de tejidos que sangran al desprenderse. (Ver artículo de Amigdalitis en los niños)
Diferencia entre dolor de garganta, faringitis y amigdalitis viral
Por lo general se habla de dolor de garganta, faringitis y amigdalitis sin hacer diferencias entre ellas, pero cada una de ellas es una afección diferente de las amígdalas.
Amigdalitis se trata de que las amígdalas presenta inflamación.
Faringitis consiste en una infección que es causada por un tipo específico de bacteria, estreptococo. Cuando una persona padece de faringitis, presenta las amígdalas muy inflamadas y tal inflamación puede afectar los alrededores de la garganta.
Otras causas de dolor de garganta son los que son producidos por los virus y estos solo producen inflamación de la garganta, en el área que se encuentra cerca de las amígdalas pero no de las amígdalas en sí.
Dolor de garganta
Por lo general, en los niños desde que son bebés hasta niños que se encuentran en edad preescolar, lo que produce con más frecuencia el dolor de garganta es una infección viral. No se requiere de algún medicamento específico cuando el dolor es producido por un virus, dándose el caso de que el niño debería superar la afección en un período de siete a diez días.
Es común que los niños que presentan dolor de garganta ocasionado por virus también presentan síntomas de resfriado. Por lo que también pueden presentar un cuadro febril leve, pero por lo general, la afección no es muy fuerte.
Un virus específico, al que se le denomina virus de Coxsackie, el cual surge más regularmente, en el verano y otoño, puede producir fiebre un poco más elevada, más problemas para tragar y más trastornos en general. Si el niño presenta una infección por el virus de Coxsackie, es probable que también presente una o más llagas en la garganta y en sus manos y pies, esta es la razón por lo que suele denominarse enfermedad de mano-pie-boca.
La mononucleosis infecciosa puede causar dolor de garganta, que por lo general estará acompañada de una amigdalitis marcada; no obstante, la mayoría de los niños que presentan una infección del virus de mononucleosis no tienen muchos síntomas y en algunos casos hasta ninguno.
El próximo vídeo a continuación explica qué es un dolor de garganta y los riesgos que se corren de que se convierta en una afec, cuando no se aplica el tratamiento correspondiente y de la manera adecuada.
Faringitis
La faringitis es ocasionada por una bacteria que recibe el nombre de Streptococcus pyogenes. Los síntomas de la faringitis van a depender de la edad del niño.
En los Bebés, los síntomas pueden ser nada más que una fiebre muy leve y una secreción nasal densa o con sangre.
En los Niños pequeños es probable que se presente la secreción nasal densa o con sangre y fiebre. Por lo general, los niños que padecen faringitis, están irritables, algo desganados y en la mayoría de los casos, presentan bultos en los ganglios del cuello. Se dan casos en los que los niños pequeños se quejan más de dolor de estómago, que del dolor de garganta.
En los Niños de más de tres años, se presentan síntomas más severos; el dolor de garganta puede ser mucho más doloroso, la fiebre se eleva hasta a 102 grados Fahrenheit o lo que es lo mismo decir 38,9 grados Celsius, se presentan ganglios inflamados en el cuello y pus en las amígdalas.
Es de suma importancia que se puedan establecer las diferencias entre una faringitis, producida por una infección estreptocócica, de una infección viral, porque las infecciones estreptocócicas se tratan a base de antibióticos.
Para que el especialista realice el Diagnóstico, éste recurrirá a una serie de pruebas que deberán ser llevadas a cabo con prontitud, especialmente si el niño, presenta dificultad para respirar o mucha dificultad para tragar, lo que hace que babee, luego de algunas pruebas, el especialista prescribirá el tratamiento.
Examen rápido de faringitis
En la mayoría de los centros asistenciales de niños se realizan pruebas rápidas de estreptococo que ofrecen resultados en minutos. Si la prueba rápida sale negativa, es probable que el especialista desee verificar el resultado con un cultivo. Si la prueba resulta negativa, el especialista asume que la infección es ocasionada por un virus. Si este fuera el caso, los antibióticos, que son antibacterianos, no resultarán útiles y por lo tanto no se prescribirán.
Cultivo de garganta
Cuando este examen es necesario, puede ser una señal de que la infección es más grave de lo que se cree. El especialista examinará al niño y para determinar la infección a la cual se enfrentan, frotará la parte posterior de la garganta y las amígdalas con un hisopo con punta de algodón y luego frotará en una placa de cultivo especial en la que la bacteria de estreptococo crezca si está presente. La placa de cultivo se debe examinar veinticuatro horas después para determinar la presencia de la bacteria.
Antibióticos
Si la prueba realizada se observa como resultado la presencia de la faringitis, el especialista prescribirá un antibiótico oral o inyectado. Cuando el antibiótico es oral, se debe tomar la dosis la dosis completa, aún si los síntomas mejoran o desaparecen.
Si la afección que presenta el niño resulta ser faringitis y ésta no es tratada con antibióticos, o si no se termina con la dosis prescrita por el especialista, la infección puede agravarse o expandirse a otras partes del cuerpo, dando origen a afecciones como abscesos de las amígdalas o problemas de los riñones.
Prevención
La mayoría de los diferentes tipos de infecciones en la garganta, resultan ser contagiosos, las cuales se transmiten por el aire, por contacto de las manos de los enfermos, etc. Es por ello que es importante, no dejar acercar a los niños a personas con gripe u otras afecciones, para evitar cualquier tipo de contagio. No obstante, cabe destacar que hay personas que son focos de contagio, antes de que los primeros síntomas aparezcan.
Antiguamente, cuando un niño presentaba varias y consecutivas infecciones de garganta, el tratamiento más indicado era la práctica de la cirugía para extirpar las amígdalas en un intento por evitar más infecciones.
Pero en la actualidad, esta operación, a la que se le conoce como amigdalotomía, ahora solo es recomendada para los niños que se ven muy afectados, aún en los casos en los que la infección es recurrente, el tratamiento con antibiótico suele ser la mejor solución. (Ver artículo de Amigdalitis aguda)
En el siguiente vídeo, un especialista explica detalladamente en qué consiste la faringitis y la amigdalitis viral y las diferencias que existen entre estas dos afecciones, tan parecidas pero que presentan grandes y notorias diferencias.