Anemia y leucemia presentan síntomas que se pueden confundir entre sí y con otras enfermedades, debido a que los glóbulos blancos no están cumpliendo su función de protección apropiadamente.
La anemia no es una enfermedad en sí, sino que el cuerpo no está produciendo suficientes glóbulos rojos mientras que la leucemia es un tipo de cáncer que afecta a los glóbulos blancos.
Anemia y leucemia. Causas de la anemia y leucemia
La anemia es un padecimiento que tiene la peculiaridad de la carencia de suficientes glóbulos rojos sanos para hacer circular la cantidad apropiada de oxígeno a los tejidos del cuerpo. Si se padece de anemia, es muy factible que haya presencia de cansancio y fatiga.
Existen diferentes tipos de anemia y cada uno de esos tipos, presenta causas distintas. La anemia puede presentarse por un tiempo corto o prolongado y puede variar entre leve y grave. Sin embargo, es muy recomendable consultar al especialista si existe la probabilidad de padecer anemia, pues, esta puede ser el inicio de una enfermedad grave.

No obstante, entre las causas principales, cuando la sangre no tiene suficientes glóbulos rojos, ya establecidas podemos destacar que:
- El cuerpo no está produciendo la cantidad necesaria de glóbulos rojos.
- Un sangrado ocasiona la pérdida de glóbulos rojos de manera más rápida de lo que se pueden reemplazar.
- El cuerpo elimina glóbulos rojos
Anemia y leucemia. Causas de la leucemia
La leucemia se origina cuando ciertas células se convierten en cancerosas y se infiltran en la médula ósea.
Aunque la causa de los diferentes tipos de leucemia no es aún conocidas con exactitud, es bien sabido que existen diferentes factores que pueden ocasionar la aparición de esta enfermedad, entre los que se destacan:
- Genéticos.
- Inmunodeficiencias.
- Factores ambientales.
En lo que se refiere a la relación de los factores genéticos con la aparición de la leucemia, se sabe que la enfermedad es más común en gemelos que en el resto de la población y aquellos individuos que presentan trastornos genéticos como el síndrome de Down y el síndrome de Fanconi, se supone que presentan un factor de riesgo relacionado con la aparición de leucemia.

Las personas con el sistema inmunitario debilitado por lo general, son aquellas a quienes se les ha aplicado la quimioterapia o medicamentos inmunosupresores, que son los que se les prescribe a pacientes, quienes han sido sometidos a un trasplante de órganos, también son más propensos de desarrollar leucemia.
Otro de los factores más investigados son los factores ambientales, específicamente, la exposición a radiaciones ionizantes, sustancias químicas como el benceno y ciertos fármacos y los virus.
Sin embargo, existe una variedad de productos químicos que se les relaciona la aparición de la enfermedad, en especial algún tipo de pesticida y otras sustancias como los gases mostaza, los cuales fueron empleados en la I Guerra Mundial.
Hay algunos virus que se relacionan con la aparición de la leucemia, como por ejemplo, el virus de Epstein-Barr, el cual se relaciona con el linfoma de Burkitt africano o los linfomas en pacientes inmunodeprimidos. (Ver Tipos de leucemia )
Síntomas de la anemia y leucemia
Los signos y síntomas de la anemia suelen ser diferentes, dependiendo de la causa de la afección. Algunos de ellos pueden ser:
- Cansancio
Síntomas de la anemia - Debilidad
- Piel pálida o amarillenta
- Latidos del corazón irregulares
- Dificultad para respirar
- Mareos o aturdimiento
- Dolor en el pecho
- Manos y pies fríos
- Dolor de cabeza
Cuando la anemia se origina, los síntomas pueden pasar inadvertidos, pues puede presentarse de manera suave, pero, a medida que la anemia avanza, los síntomas se hacen más severos.
Por otro lado, la aparición e inicio de la leucemia es, por lo general, agudo, de forma brusca, (a excepción de los tipos de leucemia crónicos) y el tiempo que transcurre entre el inicio de los síntomas y el momento del diagnóstico, frecuentemente, no logra pasar más allá de los tres meses.
En la mayoría de los casos, es común que los pacientes tengan síntomas para el momento del diagnóstico, pero hay casos en los que los pacientes, permanecen asintomáticos, es decir sin síntomas y la leucemia solo puede ser detectada, cuando se lleva acabo una analítica de sangre.

Con frecuencia refieren astenia, es decir cansancio, anorexia, que se caracteriza por la falta de apetito y pérdida de peso. Una parte de los casos presenta pacientes con fiebre y sudoración, en especial en las noches. En el 50% de los enfermos se observa diátesis hemorrágica cutánea o mucosa es decir, hemorragias en la piel o las mucosas.
También puede haber presencia de dolores articulares y óseos, en especial, en los niños. Por lo general, las células leucémicas invaden el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos, lo que ocasiona una hepatoesplenomegalia, que significa el incremento del tamaño del hígado y el bazo, además de presentar adenopatías.
En algunos casos puede alterarse el sistema nervioso, con parálisis de nervios o aumento de la presión intracraneal es decir dentro del cráneo. No es común que afecte otros órganos, aunque en las recaídas pueden afectarse las mamas, los testículos y la piel o las mucosas.
Anemia y leucemia. Diferencia entre anemia y leucemia
Anemia y leucemia, son dos enfermedades de la sangre, las cuales atacan el organismo de forma muy negativa. La leucemia también es conocida como cáncer en la sangre; se acentúa más en los niños, y según las estadísticas un 25% de los casos de leucemia es en esa edad.
De forma similar, la anemia sea de cualquier tipo, ocasiona daños en el organismo de quien la padece. Por ello, se hace necesario y recomendable realizar periódicamente estudios hematológicos que permiten descartar o detectar el padecimiento de alguna de estas enfermedades. A continuación trataremos la diferencia entre anemia y leucemia partiendo de sus características más resaltantes:
Leucemia |
Anemia |
-Trastorno que afecta los leucocitos (Presentar un alto número de linfocitos en la sangre) -Afecta las células de la médula ósea -Aumenta los glóbulos blancos anormales -Produce infecciones constantes. -Es más frecuente en niños. -Entre sus causantes están el consumo de tabaco, virus y trastornos genéticos, etc. |
-Disminuye anormalmente el tamaño o numero de los globulos rojos en la sangre.
-Reduce la capacidad de transportar oxígeno a la sangre. -Deficiencia de hierro. -Puede ser consecuente. -Su origen puede ser hereditario, por sangrado menstrual, problemas intestinales o estomacales, etc. |
Tipos de anemia y leucemia
Existen diferentes tipos de anemia y leucemia, para distinguirlos, los especialistas hacen la clasificación, basados en la magnitud de la eliminación de glóbulos rojos.

Debido a que anemia y leucemia son afecciones diferentes, comencemos por los tipos de anemia, los cuales pueden ser:
Anemia ferropénica, Anemia megaloblástica, Anemia perniciosa, Anemia por deficiencia de ácido fólico o megaloblástica,
Anemia hemolítica, Anemia falciforme, Anemia drepanocítica, Anemia aplásica idiopática, Anemia de Fanconi y Talasemia.
Anemia ferropénica
Es el tipo de anemia más común que se produce, además es el resultado de la falta de hierro en el organismo, lo cual ocurre por el bajo consumo de alimentos con hierro como carnes rojas, huevos o espinacas.
Sin embargo, este tipo de anemia también puede producirse después de haber sufrido una abundante pérdida de sangre, bien sea en aquellas mujeres que padecen de menstruación abundante, debido a la pérdida de hierro a través de la sangre.
Por lo general este tipo de anemia es tratada por medio de una dieta a base de alimentos con hierro y suplementos de hierro. Existen casos muy graves en los cuales es necesario recurrir a la realización de una transfusión sanguínea. (Ver Leucemia)
Anemia megaloblástica

Es la anemia que se produce por déficit de vitamina B12. Esta vitamina desarrolla un rol primordial, en lo que se refiere a la producción de glóbulos rojos. Es un tipo de anemia que tiene la característica de presentar un tamaño anormal de los glóbulos rojos y la disminución de los glóbulos blancos y las plaquetas, lo cual es ocasionado por el bajo consumo de vitamina B12, más común en los vegetarianos.
Aparte de los síntomas que son comunes en la anemia, los pacientes pueden presentar dolor en la barriga, caída del cabello, cansancio y heridas en la boca, por ejemplo.
El tratamiento para este tipo de anemia es aumentar la ingesta de alimentos con vitamina B12 como ostras, salmón y filete de hígado o el uso de complementos vitamínicos B12, que se consiguen en la farmacia.
Anemia perniciosa
Este es un tipo de anemia megaloblástica que ocurre cuando la persona ingiere vitamina B12 pero el cuerpo no puede absorberla, debido a que el estómago, no produce la proteína necesaria para la absorción de la vitamina B12, lo que puede ocasionar graves daños neurológicos, si no se realiza el tratamiento adecuado.
Dado que la dificultad consiste en la de absorción de la vitamina B12, el tratamiento se debe llevar a cabo, por medio de la colocación de inyecciones de vitamina b12 directamente en la vena durante al menos un año.

Anemia por deficiencia de ácido fólico o megaloblástica
Si por medio de la alimentación, el organismo no recibe la cantidad adecuada de ácido fólico, los glóbulos rojos acrecerán, incrementando su tamaño de forma anormal.
Para tratar este tipo de anemia, se recomienda tomar un suplemento de ácido fólico inyectado o por vía oral por un tiempo de por lo menos dos o tres meses, también se recomienda incluir en la dieta diaria alimentos con alto contenido en ácido fólico y disminuir y si es posible eliminar el consumo de alcohol. Si el trastorno es ocasionado por un problema de absorción en el tracto digestivo, puede que el especialista se enfoque en tratar este problema primero.
Anemias causadas por enfermedades crónicas
La anemia causada por enfermedad crónica es un tipo de anemia que presentan personas con ciertas enfermedades prolongadas o crónicas que incluyen inflamación, trastornos del sistema inmunitario, infecciones crónicas, cirrosis, o cáncer, debido a que estas pueden interferir en la producción de glóbulos rojos.
Anemia hemolítica

Este tipo de anemia es la que crea anticuerpos que eliminan las células sanguíneas. Por lo general se da más en las mujeres que en los hombres y presenta síntomas como palidez, mareos, marcas rojas en la piel, resequedad en los ojos y en la piel.
Sin embargo, esta anemia tiene cura y puede lograrse con el empleo de corticoides o fármacos inmunosupresores. En algunos casos, puede ser necesario llevar a cabo una cirugía para extirpar una parte del bazo.
Anemia falciforme

Es un tipo de anemia genética ocasionada por la eliminación de las células rojas de la sangre lo que produce síntomas como ictericia, hinchazón en las manos y en los pies, y dolor en todo el cuerpo.
El tratamiento más adecuado es por medio de medicamentos que sirven para mitigar los síntomas presentes, debido a que no hay un tratamiento efectivo que sirva para curar este tipo de anemia.
Anemia drepanocítica
Este tipo de anemia resulta ser hereditaria y tiene la peculiaridad de presentar una alteración de la hemoglobina al cambiar la forma de los glóbulos rojos, lo que disminuye la cantidad de oxígeno que estos son capaces de transportar hasta los tejidos.
Anemia aplásica idiopática
Aún no se sabe cuál es la causa de este tipo de anemia, pero sí se tiene la certeza del daño que le ocasionan a las células madres que se encargan de la producción de las células sanguíneas en la médula ósea. Se trata de una enfermedad autoinmune donde la médula ósea reduce la producción de células sanguíneas, ocasionando síntomas como manchas moradas en la piel, hematomas usuales y sangrados que tardan mucho en detenerse.
Para tratar este tipo de anemia se debe realizar un trasplante de médula ósea y transfusión de sangre. Si no se aplica el tratamiento adecuado, puede causar la muerte en menos de 1 año.
Anemia de Fanconi
También es un tipo de anemia genética que se caracteriza por el tamaño anormal de los glóbulos rojos y la reducción de los glóbulos blancos y las plaquetas, ocasionado por la deficiencia de vitamina B12. Los síntomas implican dolor de barriga, caída del cabello, cansancio y heridas en la boca.
Para tratarla, por lo general, se comienza con el empleo de corticoides, pero puede ser necesario hacer transfusiones de sangre e incluso un trasplante de médula, en los casos más graves.
Talasemia
Es un tipo de anemia que puede ser hereditaria. Es producida como consecuencia de un problema en los genes que controlan la producción de los dos componentes de la hemoglobina, las globinas alfa y beta. (Ver Leucemia en niños)
Anemia y leucemia. Tipos de leucemia
Los tipos de leucemia pueden ser clasificados de la siguiente manera:

De novo: cuando se producen sin que haya un proceso anterior que haga que se desarrolle la enfermedad.
Secundarias: cuando hay un proceso anterior que resulta en leucemia, como por ejemplo una enfermedad sanguínea.
Los tipos de leucemia también pueden ser clasificados, basándose en el tipo de célula sanguínea en la que empieza el cambio de la célula a maligna y en la velocidad en la que se desarrolla la enfermedad. Cuando las leucemias son agudas, su desarrollo es muy rápido, mientras que en las leucemias crónicas el proceso es más lento.
Además, las leucemias pueden ser:
Linfoblásticas: cuando perjudican a los linfocitos.
Mieloblásticas o mielocíticas: dañan a la célula precursora de la serie mieloide o serie roja, es decir de los glóbulos rojos y plaquetas.
Leucemia linfática aguda

En la leucemia linfática aguda las células que por lo general se transforman en linfocitos se vuelven cancerosas y reemplazan a las células normales de la médula ósea y se diseminan hacia otros órganos, tales como el hígado, bazo, riñones, cerebro, ganglios linfáticos, etc., donde siguen proliferando, y ocasionando enfermedades como meningitis, anemia, insuficiencia renal y hepática, etc. es el tipo de cáncer que ataca más a los niños.
Los síntomas de este tipo de leucemia son:
- Debilidad o fatiga
- Fiebre
- Aparición de moretones o sangrado
- Sangrado debajo de la piel
- Problemas para respirar
- Pérdida de peso o pérdida del apetito
- Dolor en los huesos o en el estómago
- Dolor o sensación de llenura debajo de las costillas
- Protuberancias indoloras en el cuello, las axilas, el estómago o la ingle
La leucemia linfocítica aguda puede ser detectada con pruebas de sangre y de médula ósea. Los tratamientos pueden basarse en quimioterapia, radioterapia, trasplantes de células madre y terapia dirigida. La terapia dirigida emplea sustancias que destruyen células cancerosas específicas sin dañar las células normales. Una vez que la leucemia está detenida, se necesita tratamiento adicional para prevenir una recaída.
Leucemia linfática crónica
La leucemia linfática crónica aparece por lo general, en las personas mayores de 60 años y más en hombres que en mujeres. Los linfocitos cancerosos se incrementan en los ganglios linfáticos, para expandirse después al hígado y al bazo, para luego penetrar la médula ósea.
Esta enfermedad avanza con lentitud y el pronóstico va a depender de ciertos factores tales como la cantidad de linfocitos en la sangre y la médula ósea, la gravedad de la anemia, y la capacidad del sistema inmune del paciente para combatir las infecciones que pueda contraer.

La leucemia linfocítica crónica es el segundo tipo de leucemia más común de leucemia en adultos. Por lo general, se presenta durante o después de la adultez y en muy raras circunstancias en niños.
Por lo general este tipo de leucemia no presenta ningún tipo de síntoma. Pero si se presentan estos pueden ser:
- Inflamación sin dolor de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, el estómago o la ingle
- Mucho cansancio
- Dolor o sensación de llenura debajo de las costillas
- Fiebre e infección
- Pérdida de peso
La leucemia linfocítica crónica se detecta por medio de pruebas de sangre, de la médula ósea y de los ganglios linfáticos. Sin embargo, el especialista podría decidir sólo observar a la persona hasta que los síntomas se presenten o cambien. Los tratamientos serían a base de radioterapia, quimioterapia, cirugía para extirpar el bazo y terapia dirigida. La terapia dirigida emplea sustancias que destruyen las células cancerosas o detienen su crecimiento o diseminación.
Leucemia mieloide aguda
La leucemia mieloide aguda tiene la particularidad de que los mielocitos, que son las células que deberían convertirse en granulocitos, los que se transforman en cancerosos y reemplazan a las células normales de la médula ósea.
Como en el caso anterior, las células leucémicas se trasladan por el torrente sanguíneo y se alojan en otros órganos, donde continúan creciendo y dividiéndose, ocasionando distintas afecciones tales como tumores, anemia, meningitis etc., y dañando otros órganos.
Este tipo de leucemia se observa particularmente en personas de cualquier edad, pero muy especialmente en los adultos y está estrechamente relacionada con la exposición a grandes dosis de radiación y con el uso de quimioterapia para tratar otras afecciones.

Este tipo de cáncer por lo general, si no es tratado, se agrava. Algunos factores de riesgo son el tabaquismo, tratamiento anterior con quimioterapia y exposición a radiación.
Algunos de los síntomas de la leucemia mielógena aguda son:
- Fiebre
- Problemas para respirar
- Fácil aparición de moretones o sangrado
- Sangrado debajo de la piel
- Debilidad o fatiga
- Pérdida de peso o pérdida del apetito
La leucemia mielógena aguda se detecta con exámenes de sangre y de médula ósea. Entre los tratamientos a aplicar en estos casos está: quimioterapia, otros medicamentos, radioterapia, trasplantes de células madre y terapia dirigida. La terapia dirigida emplea sustancias que destruyen células cancerosas específicas sin dañar las células normales. Una vez que la leucemia está detenida, se debe aplicar un tratamiento adicional para prevenir una recaída.
Leucemia mieloide crónica
La leucemia mieloide crónica, es el tipo de leucemia que ataca a personas de todas las edades y sexos, aunque no es muy común en niños pequeños, cursa con anemia y trombocitopenia, es decir deficiencia de plaquetas en sangre. Se piensa que se encuentra entre el 15 y el 20% de los casos de leucemias en adultos.
Las células leucémicas tienen su origen sobre todo en la médula ósea, pero también en el bazo y el hígado. Cuando la enfermedad se encuentra en estado avanzado, los pacientes por lo general, presentan fiebre, fatiga, debilidad, pérdida de apetito y peso, incremento del tamaño de los ganglios linfáticos y hemorragia.

La leucemia como ya se ha dicho, es un cáncer de los glóbulos blancos, que son las células que contribuyen para que el cuerpo tenga una mejor defensa para combatir infecciones. Las células sanguíneas se originan en la médula ósea.
No obstante, en personas con leucemia, la médula ósea produce glóbulos blancos anormales.
Estas células sustituyen a las células sanguíneas sanas y hacen que sea difícil que la sangre cumpla su función. En la leucemia mielógena crónica, hay una gran cantidad de granulocitos, que son un tipo específico de glóbulos blancos.
La mayoría de las personas con este tipo de leucemia sufren una mutación en un gen. Este gen se llama el cromosoma de Filadelfia, que no se trasmite de padres a hijos.
A veces, la leucemia mieloide crónica, no produce ningún síntoma pero de presentarse, estos síntomas pueden ser:
- Fatiga
- Pérdida de peso
- Sudores nocturnos
- Fiebre
- Dolor o sensación de llenura debajo de las costillas en el lado izquierdo
Para poder realizar un diagnóstico de la leucemia mielógena crónica, se llevan a cabo pruebas que examinan la sangre y la médula ósea. Los tratamientos son a base de quimioterapia, trasplantes de células madre, infusión de linfocitos de un donante después de trasplantes de células madre, cirugía para extirpar el bazo y terapias biológicas y dirigidas.
La terapia biológica incentiva la capacidad de su propio cuerpo para poder combatir el cáncer. La terapia dirigida es un tipo de tratamiento en el que se emplean sustancias para determinar y destruir células cancerosas específicas sin que eso perjudique las células normales.
En el siguiente vídeo se presenta un detallado resumen sobre lo que es la leucemia y los diferentes tipos, además de las características específicas de cada uno de los tipos de leucemia, así como también los síntomas y tratamientos a aplicar después de las pruebas realizadas para su diagnóstico.
Anemia y leucemia: ¿La anemia causa leucemia?
Sobre la anemia y leucemia, Damaris Martínez Cruz, quien es una especialista en hematología del Hospital General Regional (HGR) Uno del IMSS en Ciudad Obregón, señaló que al ser enviados a ese servicio, los pacientes con anemia, se hace necesario hacerles la aclaratoria de que resulta un mito establecido desde hace mucho tiempo entre la población, la relación entre anemia y leucemia.
“Son enfermedades completamente independientes, sin embargo, la leucemia sí puede causar anemia por ser un proceso maligno”, dijo.
Acotó que entre los pacientes predomina el temor ante la anemia y leucemia, no obstante, dijo, que la anemia es una defectuosa absorción del hierro, mientras que la leucemia es una enfermedad que afecta directamente a los órganos que producen la sangre.
Afirmó, por medio de un comunicado, que en quienes sufren de leucemia ocurre que se desarrollen en forma excesiva los glóbulos blancos.
“La leucemia, debido a que es más grave, puede llegar a generar muchas más deficiencias en el organismo que la anemia, porque el tratamiento para ésta última es más sencillo, ya que se soluciona al proporcionar al organismo las dosis necesarias de hierro”, concluyó.
Después de leer sobre el mito entre la anemia y leucemia, un vídeo en el que se explica como se producen la anemia y leucemia, separadamente y sin ser consecuencia una de la otra.