Aspirado de médula ósea consiste en la extracción de una pequeña cantidad de este tejido en forma líquida para analizarla. Como es bien sabido, la médula ósea es el tejido blando que se encuentra en la parte interna de los huesos que ayuda a formar las células sanguíneas.
El aspirado de médula ósea se diferencia de una biopsia de médula ósea, en que en una biopsia, se extrae el núcleo de un tejido óseo para su análisis.
Definición de Aspirado de médula ósea

Aspirado de médula ósea consiste en la extracción de una pequeña muestra de médula ósea, por lo general, del hueso de la cadera, el esternón o el hueso del muslo.
Se procede a adormecer una pequeña zona de la piel y la superficie del hueso debajo de ella con un anestésico. Después, se introduce en el hueso una aguja ancha especial, se saca una muestra del líquido de la médula ósea con una jeringa unida a la aguja y se envía el líquido de la médula ósea a un laboratorio, para que sea observada al microscopio. Este procedimiento, en algunos casos, se lleva a cabo, al mismo tiempo que una biopsia de médula ósea.
¿Cómo se realiza un aspirado de médula ósea?
Un aspirado de médula ósea se puede llevar a cabo en el el consultorio del especialista que lo esté atendiendo o directamente en un centro hospitalario. Por lo general, la médula ósea se extraerá del hueso pélvico o del esternón, en muy raras ocasiones se escoge otro hueso.
Los pasos para el aspirado de médula ósea son:
- Si el paciente se muestra ansioso, se le suministrará un medicamento para que se pueda relajar. El especialista asea la piel e inyecta una medicina que contiene propiedades anestésicas en el área y superficie del hueso.
- Con una aguja especial, denominada Aguja Jamshidi, se penetra el hueso. Esta aguja especial lleva adherido un tubo, el cual crea succión. Una pequeña cantidad del líquido de la médula ósea circula dentro del tubo.
- Luego del procedimiento, se retira la aguja. Se aplica presión y se pone un vendaje en la piel.
- El líquido de la médula ósea es enviado al laboratorio, para ser examinado bajo un microscopio.

Antes de la realización de dicho examen, hay que tener una preparación, para la cual es importante destacar:
- Es conveniente comentarle al especialista si se tiene alergia a alguna medicina.
- Si hay embarazo para el momento de la prueba.
- Si presenta problemas de sangrado
- Si se están administrando algún medicamento, señalando cual y para qué.
Durante la realización del aspirado de médula ósea:
Se sentirá un pinchazo y un picor suave al momento de aplicar el anestésico. Es posible sentir cierta presión a medida que la aguja penetra en el hueso, al mismo tiempo que una sensación de succión fuerte y por lo general, dolorosa al momento que se extrae la médula. Todo eso se sentirá por solo unos pocos segundos. (Ver artículo de Médula ósea)
Razones por las que se realiza el examen
El especialista puede recomendar la realización del aspirado de médula ósea, si usted presenta tipos o conteos anormales de glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas en un hemograma completo.
Por ejemplo, este tipo de examen es realizado principalmente para diagnosticar:
- Anemia (algunos tipos)
- Infecciones
- Leucemia
- Otros cánceres y problemas sanguíneos
De igual manera, puede servir para determinar si los cánceres se han extendido o han respondido al tratamiento.
Valores normales en el aspirado de médula ósea
Blastos
0 – 3,2 | 0 – 3,0 | 1,4
Promielocitos
3,6 – 13,2 | 3,2 – 12,4 | 7,8
Mielocitos neutrófilos
4 – 21,4 | 3,7 -10,0 | 7,6
Mielocitos eosinófilos
0 – 5,0 | 0 – 2,8 | 1,3
Metamiolocitos
1 – 7,0 | 2,3 – 5,9 | 4,1
Neutrófilos
Varones: 21,0 – 45,6 | 21,9 – 42,3 | 32,1
Mujeres: 29,6 – 46,6 | 28,8 – 45,9 | 37,4
Eosinófilos
0,4 – 4,2 | 0,3 – 4,2 | 2,2
Eosinófilos y además mielocitos eosinófilos
0,9 – 7,4 | 0,7 – 6,3 | 3,5
Basófilos
0- 0,8 | 0 – 0,4 | 0,1
Eritroblastos
Varón: 18,0 – 39,4 | 16,2 – 40,1 | 28,1
Mujer: 14,0 – 31,8 | 13,0 – 32,0 | 22,5
Linfocitos
4,6 – 22,6 | 6,0 – 20,0 | 13,1
Plasmocitos
0 – 1,4 | 0 – 1,2 | 0,6
Monocitos
0 – 3,2 | 0 – 2,6 | 1,3
Macrófagos
0 – 1,8 | 0 – 1,3 | 0,4
Razón M:E (a)
Varones: 1,1 – 4,0 | 1,1 – 4,1 | 2,1
Mujeres: 1,6 – 5,4 | 1,6 – 5,2 | 2,8
Aclaraciones y abreviaturas
Cifras obtenidas de material de médula ósea aspirado de 50 voluntarios sanos (30 varones y 20 mujeres).
1era columna de valores = Límites observados (%)
2da columna de valores = Intervalo de 95% de confianza (%)
3era columna de valores = Media (%) (Ver artículo de Donación de médula ósea)
Biopsia y aspirado de médula ósea
La biopsia y el aspirado de médula ósea son técnicas se utilizan para extraer y analizar muestras de la médula ósea, el cual consiste en el tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los huesos más largos.
La biopsia y aspirado de médula ósea pueden determinar si la médula ósea está sana y si elabora las cantidades en los niveles que se consideran normales de glóbulos sanguíneos. Los especialistas utilizan estas técnicas para diagnosticar y verificar las enfermedades de la sangre y de la médula, así como también, tipos de cáncer y fiebre de origen desconocido.

La médula ósea está compuesta por una parte líquida y una parte más sólida. En una biopsia de médula ósea, el especialista emplea una aguja para obtener una muestra de la parte sólida. En un aspirado de médula ósea, se emplea una aguja para obtener una muestra de la parte líquida.
Por lo general, la biopsia y el aspirado de médula ósea se realizan al mismo tiempo y es lo que se denomina estudio de médula ósea.
El estudio de médula ósea, aplicando los dos procedimientos antes mencionados, pueden determinar cualquier tipo de trastorno en la sangre tales como:
- Anemia
Consiste en alteraciones de los glóbulos sanguíneos en los cuales existe un exceso o una cantidad muy baja de tipos específicos de células sanguíneas, como leucopenia, leucocitosis, trombocitopenia, trombocitosis, pancitopenia y policitemia.
- Cáncer de la sangre
Cáncer de la médula ósea, como también se le conoce, como leucemias, linfomas y mieloma múltiple. Así como el cáncer que se ha diseminado desde otras áreas, como de las mamas hacia la médula ósea
- Hemocromatosis

La hemocromatosis es una patología que consiste en la absorción excesiva de hierro que se acumula en el cuerpo, resultando tóxico para el organismo.
- Fiebres de origen desconocido
La biopsia y el aspirado de médula ósea obtienen información distinta pero que se complementa entre sí, sobre las células de la médula ósea. Generalmente, los dos procedimientos se llevan a cabo al mismo tiempo.
Riesgos y complicaciones
Los estudios de médula ósea por lo general son métodos seguros, no es muy común que surjan complicaciones, pero en caso de presentarse alguna, podemos señalar:
- Sangrado excesivo, presente especialmente en personas con un bajo conteo de determinado tipo de célula sanguínea, específicamente plaquetas.
- Infección, específicamente en personas con el sistema inmunitario debilitado.
- Molestia de duración prolongada en el sitio de la biopsia
- Problemas cardíacos o pulmonares, al momento de la penetración del esternón mientras se lleva a cabo el aspirado en el esternón. (Ver artículo de Función de la médula ósea
Biopsia y aspirado de médula ósea en niños
El examen de la médula ósea constituye una de las herramientas diagnósticas más antiguas y útiles en lo que se refiere a la investigación de las enfermedades hematológicas.
Su finalidad principal es el diagnóstico, la verificación y el grado de extensión de la patología, así como indicar sobre el estado del tejido en función del número de sus células constituyentes, morfología y maduración de las células hematopoyéticas.
También ha sido muy útil en lo que se refiere a enfermedades no hematológicas como la fiebre de origen desconocido, algunas enfermedades de depósito y otros procesos con capacidad de infiltración de la médula ósea.

El examen de la médula ósea resulta ser un examen accesible, simple y con escasas complicaciones técnicas para el personal experimentado. Con este examen se puede llevar a cabo la valoración inmunocitológica e histológica de la Médula ósea y hacer un análisis de citometría, citogenética y molecular, cada vez más complicados, que aportan una importante información adicional con implicaciones diagnósticas y pronósticas.
Día del procedimiento
Para el día en el que el niño será sometido al examen de biopsia y aspirado de médula ósea, se deberá seguir estos pasos:
- Entregar formulario tramitado en evaluación económica.
- Peso y talla del niño.
- comprobar los valores sanguíneos de plaquetas
- Canalizar vena o colocar aguja en el catéter.
- Poner al niño en posición cómoda.
- Llevar control de los signos vitales del niño.
- Vigilar cualquier cambio que pueda ocurrir.
Después del procedimiento
- Permanente vigilancia por cualquier cambio que ocurra en casa como sangrados en el sitio de punción y dolor de cabeza.
- Suministrar solo líquidos en las siguientes dos horas y luego algo ligero.
- Retirar los apósitos al día siguiente durante el baño.
Aspirado de Médula Ósea en niños
Es un método por medio del cual se obtiene una pequeña cantidad de la médula ósea, para verificar la causa de la anemia, presencia de leucemia y otro cáncer. También es útil para verificar si las medicinas que se le suministran al niño, están siendo efectivas.
Las áreas que normalmente se seleccionan para llevar a cabo el aspirado de médula ósea son:
- Cresta iliaca (cadera)
- Esternón (tórax)
- Tibia (pierna) (Ver artículo de Tejido óseo)
Biopsia de médula ósea en niños
La biopsia de hueso es una técnica que consiste en obtener un pequeño fragmento de hueso, por medio de una pequeña punción en la piel con la aguja para biopsia.
Por lo general, este examen se realiza para determinar si hay tumores que estén atacando la médula ósea.

Cuidados que deben aplicarse antes de realizar una biopsia
- Informar al paciente de lo que se va a hacer y el procedimiento del mismo.
- El paciente debe desayunar de manera ligera.
- Antes del examen el paciente deberá haber tomado un baño.
- Escuchar las dudas y temores que pueda tener el niño.
Indicaciones para realizar una biopsia y aspirado de médula ósea a un niño
Antes de tomar la decisión de llevar a cabo un aspirado o biopsia de médula deben realizarse una serie de exámenes que ofrezca una valoración completa de la historia clínica, exploración física y pruebas adicionales que incluyan un hemograma completo con extensión de sangre periférica.
El aspirado de médula ósea y la biopsia son procedimientos que se complementan. El estudio citológico de las extensiones es más adecuado para el recuento diferencial y la morfología celular, mientras que la biopsia es el método de elección para valorar el estado de un tejido en función del número de sus células constituyentes, arquitectura, fibrosis, depósitos de hierro y lesiones focales.
En las patologías hematológicas malignos tales como leucemias, linfomas, síndromes mieloproliferativos o mielodisplásicos, es indispensable tener el estudio citológico de la médula ósea para verificar la sospecha, así como el estudio con técnicas de inmunohistoquímica, inmunofenotipo, citogenética y biología molecular para una correcta clasificación.
En lo que se refiere a los linfomas se exige además una biopsia de médula bilateral. En la púrpura trombocitopénica idiopática infantil, por lo general es suficiente el aspirado de médula para verificar que hay megacariocitos y ausencia de blastos. Aún se discute si es necesario realizar ese examen en casos evidentes.
En cuanto al análisis de la anemia, por lo general en formas hiporregenerativas, es probable que se necesite la valoración citológica de la médula ósea, tratando de buscar rasgos diseritropoyéticos o megaloblásticos, grado de maduración, la tinción de Perls para evaluar la acumulación de hierro o presencia de sideroblastos, estudios citogenéticos (anemia de Fanconi, otras aplasias) y evaluación de la celularidad con la biopsia.
En lo que se refiere a la leucocitopenia/neutropenia moderada-severa persistente o no aclarada, puede ser útil el aspirado y en algunos casos la biopsia de médula ósea para evaluar el gradiente madurativo, la celularidad y descartar causas malignas.

En las pancitopenias debe incluirse una biopsia y estudio citogenético. En tumores sólidos que puedan introducirse en la médula ósea, debe realizarse un estudio de extensión con aspirado y biopsia de médula bilateral.
Si existe la sospecha de síndrome hemofagocítico, hay que obtener imágenes de hemofagocitosis y podrían recomendarse la realización de varios aspirados en días sucesivos. En algunas patologías de depósito o en la enfermedad granulomatosa, puede ser diagnóstico el aspirado y biopsia de médula ósea.
El diagnóstico de leishmaniasis visceral se puede realizar normalmente en médula, para revelar amastigotes en el aspirado, pero también se recomienda realizar un cultivo y reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para leishmanias.
Contraindicaciones para realizar una biopsia de médula ósea
Para realizar una biopsia de médula ósea existen algunas contraindicaciones tales como en los casos de hemofilia, la coagulación intravascular, diseminada severa y otros trastornos de sangrado severos que se relacionen.
La trombocitopenia aguda no está considerada como una contraindicación. Solo que puede presentarse el caso de que sea necesario realizar una transfusión de plaquetas previa, para alcanzar valores > 20.000/µl9.
Selección del material
Se recomienda la utilización de agujas desechables para que se asegure el afilamiento y la esterilización. Todas las agujas que se encuentran en el mercado son aptas para las crestas ilíacas.

Cuando se va a realizar el examen en el esternón, debe emplearse una aguja con tope de seguridad. En los casos de pacientes que presentan obesidad severa, puede ser necesario realizar el aspirado con aguja de biopsia.
Las agujas para los exámenes a niños, el calibre medio de la aguja de aspirado es de 16-17 G y de 11 G para la biopsia, y hay agujas pequeñas para bebés y neonatos o de mayor grosor para los niños más grandes. En la actualidad se han producido agujas de biopsia, más afiladas y con sistemas de atrapamiento o de seguridad, que hacen más fácil la extracción del cilindro óseo ocasionando menos daño local y mejor calidad de la muestra.
Técnica para biopsia y aspirado de médula ósea
Indistintamente de la secuencia, es recomendable que se empleen agujas diferentes para realizar aspirado y biopsia y distanciar los pinchazos 1-2 cm en la misma cresta para no interferir con la muestra. Por lo que es conveniente tener un ayudante para hacer las extensiones y manipular el material mientras se completa la prueba.
El primer paso a seguir para la realización del aspirado de médula ósea será colocar al paciente en la posición apropiada, la cual es decúbito supino en los aspirados en cresta anterior o tibia; decúbito lateral o prono en cresta posterior.
Debe realizarse con método estéril. Limpiar la zona con una solución antiséptica. Destapar las agujas sobre el campo estéril, verificar el buen funcionamiento de ellas y preparar jeringas de 10-20 ml de plástico para el aspirado. En lo que se refiere a la profundidad de la anestesia, puede ser beneficioso infiltrar la piel y el periostio con lidocaína al 1-2% para aumentar la analgesia local.

Cuando la anestesia hace efecto, se hace una pequeña incisión aproximadamente de 3 mm, con una hoja de bisturí en la piel, si las agujas son de gran calibre. Se palpa con la mano, con el fin de ubicar el área o con la propia aguja. Se introduce la aguja de forma perpendicular al hueso por medio de una presión permanente y movimientos rotatorios pequeños en ambos sentidos del reloj.
Cuando se fija y se comprueba que la aguja está fija, retirar el fiador, ajustar la jeringa y aspirar entre 0,2 y 0,5 ml de MO3. Según la cantidad que se necesita para el examen, puede que sea necesario aspirar con varias jeringas para evitar la coagulación de la muestra. Extraer la aguja y presionar sobre el área hasta que deje de sangrar.
Tapar con un apósito estéril. El ayudante hará un examen a la muestra para verificar si hay de grumo medular, hará las extensiones y dividirá la muestra en los distintos tubos.
Cuando el aspirado de médula ósea sea seco, es decir, cuando no se logra extraer médula al realizar el aspirado, quizás debido a que la punta de la aguja está fuera de la cavidad medular, en cuyo caso habrá que profundizar más o redirigir la aguja. También puede ser por trastornos internos de la médula ósea tales como fibrosis, hipocelularidad-aplasia, infiltración masiva por metástasis o leucemia, necrosis. En estos casos es recomendable hacerse una biopsia.
En lo que se refiere a la realización de la biopsia el método inicial es el mismo que el descrito para el aspirado. Una vez que se obtiene el fiador, se introduce la aguja unos 2 cm más para obtener el cilindro óseo. Luego hay que separar el cilindro por medio de movimientos giratorios completos y de vaivén hasta que se sienta que queda suelto y avanzar 2-3 mm más, para empujar el cilindro hacia dentro.
Al momento de retirarla se procede de igual manera como se introdujo, con movimientos giratorios pequeños sosteniendo la piel. Una vez afuera, se pone el protector y se empuja el cilindro con el extractor desde la punta hasta el mango.
Se hace presión sobre el área de punción de la misma manera que se hace en el aspirado. Antes de meter el cilindro en el líquido de fijación, hacer 2 o 3 marcas, rodando el cilindro sobre un portaobjetos. Esto sirve en el aspirado seco o la infiltración metastásica por tumor sólido.

Para una apropiada lectura histológica, el cilindro debe contener por lo menos 5 mm de cavidad medular. No son apropiadas las muestras que poseen hueso cortical, músculo o cartílago con poca o nula médula ósea, o los excesivamente artefactados.
En dos estudios determinan que con un cilindro de 20 mm se podría dejar de realizar la biopsia contralateral para la evaluación de pacientes con metástasis en médula ósea y en el linfoma difuso de célula grande, pero en la mayoría de los casos es más recomendada la biopsia bilateral.
Complicaciones de la biopsia y aspirado de médula ósea
Estos procedimientos por lo general, no presentan serias complicaciones, en caso de haberlas, resultan ser muy leves, especialmente si es realizado por especialistas con experiencia.
Sin embargo podemos señalar como las complicaciones más comunes: el dolor local, que puede ser aliviado con analgesia menor; el sangrado por la incisión, que suele parar con presión manual sobre el área y la infección de la herida, que por lo general se evita con medidas de asepsia adecuadas.
La asepsia consiste en el procedimiento que se emplea para impedir que gérmenes infecten la herida.
En un caso excepcional, puede hacerse necesaria la transfusión de plaquetas en pacientes con trombocitopenia/trombopatía severa. Han habido casos extremos de hemorragia retroperitoneal. La afección de órganos cercanos es posible en todos los procedimientos aspirativos, pero la gravedad a nivel esternal, es la más particular. El esternón mide aproximadamente 1 cm de ancho en el adulto, por lo que puede suceder que en la penetración se llegue a la cavidad torácica, ocasionando graves complicaciones cardiopulmonares.
Los factores de riesgo que se pueden presentar son los síndromes mieloproliferativos, el tratamiento con aspirina y/o anticoagulantes orales, la obesidad y la coagulación intravascular diseminada.
Cuidados después de una biopsia o aspirado de médula ósea
Cuando se termina el estudio de la médula ósea, el niño regresará al área de atención al paciente. Si se presentó un sangrado, deberá llevar puesto un vendaje. Podría sentir algo de dolor.
Los enfermeros a cargo, deberán observar al niño por si persiste o se presenta algún sangrado, molestias o trastornos que tengan relación con la anestesia o el sedante.
Si se le colocó un vendaje en el área en donde se llevó a cabo la biopsia o el aspirado, debe ser retirado antes de que hayan transcurrido 24 horas. Si se observa que hay manchas de sangre fresca en el vendaje, se debe presionar con firmeza y por espacio de 5 minutos, la zona con un paño limpio y seco. Si el sangrado continúa, se debe llamar al especialista enseguida.
Ya en casa debe mantener el vendaje seco e intacto por 24 horas después de la realización de la prueba. Está permitido un baño de esponja durante ese tiempo para el aseo personal.
Pasadas las 24 horas de la biopsia o aspirado, puede darse un baño de regadera. Antes de darse el baño, debe retirar el vendaje.
Se debe poner una venda fresca sobre el lugar de la biopsia o el aspirado durante 3 días. Pasado los 3 días, el área debe dejarse al aire libre. Si al tercer, el lugar se irrita con el roce de la ropa o no ha sanado, se puede hacer uso de una curita que debe ser cambiada cada 24 horas.
No es recomendable sumergirse en agua, es decir, en la tina de baño, piscinas, bañeras de agua caliente o de hidromasaje, el mar, etc., hasta por lo menos por una semana.
Hasta que la herida cicatrice, se debe revisar todos los días y verificar si el punto donde se llevó a cabo la biopsia o el aspirado está enrojecido o inflamado, o si ha sangrado nuevamente.
El niño podrá retomar el curso de sus actividades diarias según cómo se sienta. Si en dado caso, alguna de sus actividades cotidianas le ocasiona dolor, deberá evitarla hasta que las pueda volver a realizar con normalidad.
Suministre la medicina que le fue prescrita por el especialista, para el dolor, según las indicaciones que él le haya dado; el dolor debe ser más bien leve hasta desaparecer, en ningún caso, el dolor debe agudizarse con el tiempo.
Las situaciones o circunstancias que pudieran presentarse y causarle preocupación como para llamar al especialista son:
- Se presenta un sangrado y a pesar de aplicar la recomendación de presionar con un paño seco durante 5 minutos, el sangrado no se detiene.
- Se hace presente una inflamación que además muestra un enrojecimiento de la piel, acompañadas de secreciones justo en el punto en el cual se llevó acabo la biopsia o el aspirado de médula ósea.
- El niño presenta un cuadro febril de más de 101° F (38.4° C).