El cáncer en los ganglios linfáticos comienza en el tejido linfático hasta extenderse a los ganglios. Recibe el nombre de linfoma. Los ganglios linfáticos componen el sistema linfático, que está compuesto por un grupo de órganos, ganglios, conductos y vasos que sirven de apoyo al sistema inmunitario del cuerpo. El cáncer se puede originar en los ganglios o diseminarse a través de ellos a todo el cuerpo.
Antes de profundizar el tema sobre el Cáncer en los ganglios linfáticos, un vídeo en donde, de una manera breve, da una explicación de lo que son los ganglios linfáticos y por supuesto, como el vídeo lo dice, nos habla de cómo llega el cáncer a los ganglios linfáticos.
https://www.youtube.com/watch?v=jvBsM4qK7n0
¿Qué es Cáncer en los ganglios linfático?

Como ya se ha mencionado al principio, el cáncer en los ganglios linfáticos, se origina en el tejido linfático. Durante el aumento de esta patología, se origina una disminución en lo que se refiere a las funciones del sistema inmunitario que pueden resultar más fuerte, a medida que la enfermedad se empeore.
Del mismo modo, si la médula ósea ha sido afectada, podría generarse anemia u otros trastornos en las células de la sangre.
Hay 2 tipos de cáncer que comienzan en el sistema linfático, el primero es el linfoma de Hodgkin y la segunda el linfoma no Hodgkin. (Ver artículo de Síntomas del linfoma)
Cáncer en los ganglios linfáticos. Linfoma de Hodgkin
Un linfoma es un bulto que resulta maligno y que se origina en el sistema linfático. El sistema linfático es uno de los que compone el sistema inmunológico; entre los denominados órganos linfoides podemos destacar por ejemplo, los ganglios linfáticos, el bazo y las amígdalas.
Aunque los linfomas se pueden formar en cualquier órgano que tenga tejido linfático; el linfoma de Hodgkin, se inicia siempre en los ganglios linfáticos. El linfoma de Hodgkin, al que también se le conoce con el nombre de enfermedad de Hodgkin, es un tipo de cáncer que está incorporado en el grupo de los linfomas malignos al igual que el linfoma no Hodgkin.
Las células del tejido linfático, de las que se forman todos los linfomas de Hodgkin, reciben el nombre de linfocitos. Los linfocitos son una clase de glóbulos blancos que participan en las defensas inmunitarias.
Cáncer en los ganglios linfáticos. Linfoma no Hodgking
Un linfoma es un bulto que resulta maligno y que se origina en el sistema linfático. El sistema linfático es uno de los que compone el sistema inmunológico; entre los denominados órganos linfoides podemos destacar por ejemplo, los ganglios linfáticos, el bazo y las amígdalas.
Aunque los linfomas se pueden formar en cualquier órgano que tenga tejido linfático; el linfoma de Hodgkin, se inicia siempre en los ganglios linfáticos. El linfoma de Hodgkin, al que también se le conoce con el nombre de enfermedad de Hodgkin, es un tipo de cáncer que está incorporado en el grupo de los linfomas malignos al igual que el linfoma no Hodgkin.
Las células del tejido linfático, de las que se forman todos los linfomas de Hodgkin, reciben el nombre de linfocitos. Los linfocitos son una clase de glóbulos blancos que participan en las defensas inmunitarias.
En el siguiente vídeo se presenta un resumen de lo que significa un linfoma o cáncer lifántico, sus síntomas, qué debe hacer el especialista para diagnosticarlo, los posibles factores de riesgo, los cuales no están muy claros para la ciencia. (Ver artículo de Síntomas del linfoma de Hodgkin)
Síntomas del cáncer en los ganglios linfáticos
Como ya se ha mencionado anteriormente, el cáncer en los ganglios linfáticos o linfoma, puede originarse en los ganglios y además se ha dicho que hay varios tipos de linfoma como por ejemplo, el linfoma no hodgkin.

Sin embargo, el cáncer puede originarse en cualquier parte del cuerpo y las células cancerosas diseminarse a los ganglios linfáticos, dando lugar a lo que se conoce como cáncer metastático. Esto ocurre debido a que las células cancerosas se separan de un tumor en el cuerpo y viajar hacia una zona de ganglios linfáticos, que por lo general, es a los ganglios cercanos al tumor.
El linfoma no Hodgkin no siempre produce síntomas hasta que se ha desarrollado lo suficiente, sin embargo, cuando comienzan a aparecer los síntomas, pueden ser muchos y variados, lo que va a depender del tipo de linfoma y la parte del cuerpo donde se desarrolla.
Los síntomas y señales más frecuentes son:
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Fiebre
- Sudoración y escalofríos
- Pérdida de peso
- Cansancio (agotamiento extremo)
- Hinchazón del abdomen
- Sensación de llenura después de comer sólo una pequeña cantidad de comida
- Dolor o presión en el pecho
- Tos o dificultad para respirar
- Ganglios linfáticos hinchados
El linfoma no Hodgkin puede ocasionar que los ganglios linfáticos se inflamen, cuando esto sucede en los ganglios linfáticos que se encuentran más próximos a la superficie del cuerpo, como por ejemplo los ganglios linfáticos a los lados del cuello, en la ingle o en las axilas o encima de la clavícula, éstos pueden ser palpados y sentidos como bultos bajo la piel. Por lo general, estos bultos no ocasionan ningún dolor.

A pesar de que los ganglios linfáticos inflamados son un síntoma común de linfoma, por lo general, también son la consecuencia de padecer infecciones. Los ganglios linfáticos que se recrecen como respuesta a una infección son conocidos con el nombre de nódulos reactivos o nódulos hiperplásicos y son por lo general, dolorosos al tacto.
Las señales y los síntomas del cáncer de origen primario desconocido va a depender de los órganos a los que se haya diseminado. Los síntomas que se mencionan a continuación, pueden ser originados por distintas razones a las de padecer cáncer, aunque son propios de la enfermedad.
- Ganglios linfáticos hinchados, firmes no dolorosos
- Una masa en el abdomen que se puede palpar o sensación de llenura
- Dolor en el pecho o el abdomen
- Dolor en los huesos
- Tumores en la piel
- Recuentos bajos de glóbulos rojos (anemia)
- Debilidad, cansancio, falta de apetito y pérdida de peso
Los linfomas que se desarrollan en el abdomen a nivel del vientre pueden ocasionar inflamación o dolor en el abdomen. Esto puede ser generado por los ganglios linfáticos u órganos, tales como el bazo o el hígado, que se hayan agrandado, aunque también puede ser debido a de grandes cantidades de líquido acumuladas.
Un bazo inflamado puede producir presión en el estómago, lo que puede generar pérdida del apetito y sensación de llenura después de sólo ingerir poca cantidad de comida.
Los linfomas en el estómago o los intestinos pueden producir dolor abdominal, náuseas o vómitos.
Los ganglios linfáticos hinchados pueden encontrarse en diversos lugares del cuerpo, en el siguiente vídeo se habla de los sitios en donde se más común la aparición de ganglios inflamados y también se explica, brevemente, las causas que pueden producir tal inflamación, que no siempre resulta ser un cáncer. (Ver artículo de Linfoma cutáneo)
Cáncer en los ganglios linfáticos del cuello
Cáncer de ganglios linfáticos del cuello consiste en la presencia de células cancerosas que se han extendido a los ganglios linfáticos que se encuentran en el cuello, debido a un tumor cuya ubicación debe ser las áreas del cuello. Cuando esas células cancerosas se propagan es lo que conocemos como metástasis.
Las células cancerosas se separan de un tumor en el cuerpo, en este caso en el cuello, para movilizarse a una zona de ganglios linfáticos, que estén cercanos al tumor.
Por lo general, el síntoma más frecuente de un cáncer en el cuello es la inflamación de los ganglios linfáticos que usualmente, es indolora, sin embargo, puede ser doloroso para ciertas personas e inclusive, este dolor puede elevarse, si la persona que presenta la inflamación, ingiere alcohol.

Cualquier abultamiento, relieve o inflamación que se pueda observar y palpar en el cuello, podría resultar un cáncer de ganglios linfáticos del cuello.
Los síntomas del cáncer de los ganglios linfáticos del cuello pueden ser: la presencia de un bulto o una llaga que no sana, irritación de garganta persistente, dificultad para tragar y cambio o ronquera en la voz. Estos síntomas pueden ser ocasionados también por otras afecciones no tan graves. Por lo que es recomendable consultar con el especialista sobre cualquiera de estos síntomas.
Los síntomas que pueden afectar zonas específicas del cuello son las siguientes:
Faringe. Se presentan trastornos para respirar y hablar; dolor al tragar; dolor en el cuello o en la garganta constante; dolores de cabeza repetidos, dolor o zumbido en los oídos; problemas con la audición.
Laringe. Dolor al tragar o dolor de oído.
Glándulas salivales. Inflamación en la zona de abajo del mentón o en torno a la mandíbula, entumecimiento o parálisis de los músculos en la cara, o dolor en la cara, en el mentón o en el cuello persistente.
El tratamiento del cáncer en los ganglios linfáticos del cuello, debe adecuarse según la necesidad de cada paciente. Para ello hay una serie de factores, tales como la ubicación del tumor, el estadio del cáncer, la edad y la salud general de la persona, que deben ser tomados en cuenta por el especialista, antes de decidir el tratamiento.

El tratamiento para el cáncer en los ganglios linfático del cuello puede requerir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o una combinación de tratamientos.
Las personas que son diagnosticadas con cáncer de orofaringe causado por el virus del papiloma humano, necesita un tratamiento distinto al de los pacientes con cáncer de orofaringe que no es causado por el virus del papiloma humano.
La última investigación concluyó que pacientes con tumores de orofaringe ocasionados por el virus del papiloma humano, tienen un pronóstico mejor y pueden ponerse bien con un tratamiento menos intenso. Sin embargo se está llevando a cabo un estudio clínico en curso está investigando este estudio. (Ver artículo de Linfoma de cuello)
Cáncer en los ganglios linfáticos axilares
El cáncer en los ganglios linfáticos axilares se caracteriza por bultos que aparecen en la axila, debido a diversas causas.
Los ganglios linfáticos tienen la función de filtrar mediante la cual, logran retener microrganismos o células tumorales cancerosas. Cuando esto ocurre, los ganglios linfáticos se inflaman, aumentado su tamaño y se pueden palpar con facilidad.
Las principales causas que producen inflamación en los ganglios linfáticos en la zona de la axila son:

- Infección en el brazo o la mama
- Algunas infecciones, como mononucleosis, SIDA o herpes
- Cáncer, como el linfoma o el cáncer de mama
Los tumores subcutáneos también pueden ocasionar bultos grandes y dolorosos en la axila. Estos pueden ser ocasionados por la afeitada o el uso de antitranspirantes (no desodorantes). Esto se ve con mayor frecuencia en adolescentes, en la etapa cuando empiezan a afeitarse.
Otras causas de bultos o tumores en las axilas pueden incluir:
- Enfermedad por arañazo de gato
- Lipomas (tumores grasos inofensivos)
- Uso de ciertos medicamentos o vacunas
Un vídeo que habla del cáncer en los ganglios linfáticos en la cabeza y el cuello, es decir el cáncer que puede aparecer en la boca, laringe, faringe, glándulas salivales, etc., en todos los órganos que se encuentran comprendidos entre la cabeza y el cuello. (Ver artículo de Linfoma benigno)
Cáncer en los ganglios linfáticos en el tórax

Cuando el cáncer en los ganglios linfáticos del pecho, se origina en el timo o en los ganglios linfáticos en el tórax (pecho), puede tener como consecuencia, que se produzca una presión en la tráquea, la cual consiste en un conducto respiratorio que está compuesto por anillos cartilaginosos, que comienzan en la laringe y baja por delante del esófago hasta la mitad del pecho, donde se divide para formar los bronquios, lo que puede causar tos, dificultad respiratoria, o una sensación de dolor o presión en el pecho.
La vena cava superior (VCS) consiste en una vena grande y gruesa que transporta sangre desde la cabeza y los brazos de regreso al corazón. Esta vena pasa próximo al timo y de los ganglios linfáticos dentro del tórax.
Los ganglios que se encuentran en esta zona, pueden presionar la vena cava superior, lo que puede ocasionar que la sangre sea retenida en las venas.
Esto puede producir inflamación, en algunos casos con una coloración roja azulada, en la cabeza, los brazos y la parte superior del tórax. Además puede ocasionar dificultad para respirar y, si afecta el cerebro, un cambio en el estado de conciencia. A esto se le conoce con el nombre de síndrome de la vena cava superior, el cual puede resultar potencialmente mortal y exige tratamiento inmediato
Cáncer en los ganglios linfáticos del abdomen

Los ganglios linfáticos del abdomen se localizan justo en la zona del peritoneo. Así como todo el sistema linfático, los ganglios abdominales ejercen la función de defender al organismo de las en defensa de enfermedades infecciosas o bacterias, que lo atacan.
Se diferencian de otros ganglios que se encuentran en otras zonas del cuerpo como el cuello o la ingle, en que cuando se inflaman, no pueden sentirse cuando son palpados, porque no son perceptibles, su aumento de tamaño puede ser observado sólo mediante un estudio de imagen, como una tomografía abdominal.
La enfermedad de los ganglios abdominales que se encuentran detrás del peritoneo, es también conocida como adenopatía retroperitoneal, la cual es una enfermedad que solo puede ser determinada por medio de la realización de biopsias.
Por lo general la inflamación de los ganglios en el abdomen, se cree que se debe sólo a infecciones comunes, pero lo cierto es que está relacionada con enfermedades autoinmunes e inclusive algunos tipos de cáncer. Como por ejemplo el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin, presentan síntomas muy parecidos e incluyen dolor, fiebre, hinchazón en los ganglios, entre otros.
Cáncer en los ganglios linfáticos inguinales

El cáncer en los ganglios linfáticos inguinales presenta inflamación, aun cuando la infección no es evidente. La inflamación de los ganglios linfáticos se produce, por lo general, por infección tanto regular como localizada, formación de tumores o cáncer.
Los ganglios linfáticos son una parte relevante en lo que se refiere a la detección y la protección del organismo contra cualquier infección. Éstos se pueden inflamar incluso cuando la infección no se ha hecho evidente. La inflamación de los ganglios linfáticos, por lo general, es ocasionada por infección tanto sistémica como localizada y por la formación de abscesos o cáncer.
Las partes más comunes donde se pueden palpar ganglios linfáticos son el área inguinal, las axilas, el cuello, debajo de la mandíbula y del mentón, detrás de las orejas y debajo del occipucio, que es el abultamiento en la parte de atrás de la cabeza. Frecuentemente, cuando aparece un abultamiento de manera repentina y dolorosa, normalmente es producida por una lesión o infección. El bulto que va creciendo lentamente y sin dolor puede ser la consecuencia de un tumor o de un cáncer. (Ver Función de los ganglios linfáticos)
Un vídeo que enseña, los sitios y las razones de porqué se abultan los ganglios que se encuentran en la ingle.
Cáncer en los ganglios linfáticos Grado 3
El grado de un tumor es el análisis detallado de un tumor que se basa en la apariencia como se observan las células y el tejido de un tumor al microscopio. El grado de un tumor es una forma de saber con qué rapidez crece y se extiende el tumor. Si con la observación al microscopio se pueden distinguir las células del tumor y la estructuración del tejido del tumor se parecen a las células y a los tejidos normales, el tumor se llama “bien diferenciado”.

Hacer referencia al grado del tumor es diferente a cuando se habla sobre el estadio de un cáncer. El estadio del cáncer se hace referencia al tamaño o a la extensión, es decir, a la etapa en la que se encuentra el tumor original o primario y a si las células cancerosas se han esparcido en el cuerpo.
Los sistemas para asignar los grados a los tumores van a depender del tipo de cáncer. Por lo general, se asigna un grado de 1, 2, 3 o 4 a los tumores, tomando en cuenta qué tan anormal sean. En los tumores de grado 1, las células tumorales y la configuración del tejido del tumor tienen una forma cercana a la normal. Estos tumores por lo general crecen y se extienden con lentitud.
Sin embargo, en las células y el tejido de los tumores de grado 3 y 4 no tienen la apariencia como las células y el tejido normales. Los tumores de grado 3 y 4, por lo general, las células cancerosas crecen y se propagan con más celeridad que los tumores de un grado inferior.
Cuando el especialista no tiene un sistema de gradación específico para un tipo de tumor, por lo general emplea este:
- GX: No es posible asignar un grado (grado indeterminado)
- G1: Bien diferenciado (grado bajo)
- G2: Moderadamente diferenciado (grado intermedio)
- G3: Escasamente diferenciado (grado alto)
- G4: Indiferenciado (grado alto)
¿El cáncer en los ganglios linfáticos tiene cura?
En lo que se refiere a la generalidad, el 60 por ciento de los linfomas tiene cura, aunque tal pronóstico es debido a una serie de factores tales como la edad y el estado de salud en general del paciente, el grado en el que se encuentre el cáncer en el momento del diagnóstico y, especialmente, el tipo de linfoma del que se trate.
Los cálculos sobre el pronóstico para un cualquier tipo de cáncer, por lo general, se presentan como índices de supervivencia. Por ejemplo, el índice de supervivencia a 5 años es el porcentaje de personas que sobreviven al menos 5 años más tarde, de haber sido diagnosticadas con cáncer.
El índice de supervivencia a 5 años de 80% quiere decir, que se calcula que 80 de cada 100 personas que han padecido ese tipo de cáncer aún viven 5 años más tarde, de que se les diagnosticara el cáncer. Sin embargo, hay que estar claros, que muchas no sobreviven, después de esos cinco años.
En términos generales, cuando el linfoma es sometido a tratamiento, cuando se encuentra en los estadios I y II, el tratamiento resulta muy efectivo, debido a que el índice de supervivencia a largo plazo es de más de 90%. (Ver artículo de Tratamiento del linfoma)
Pronóstico para cáncer en los ganglios linfáticos
Los cálculos sobre el pronóstico para un tipo de cáncer, específico, por lo general, se muestran como tasas de supervivencia a 5 años. La tasa de supervivencia a 5 años es el cálculo hecho en porcentaje de personas que viven por lo menos 5 años después del diagnóstico de cáncer.
Un ejemplo de una tasa de supervivencia a 5 años del 70% quiere decir que se calcula que 70 de cada 100 personas que han padecido ese cáncer determinado, están todavía vivas 5 años más tarde de haberles diagnosticado el cáncer. No obstante, ese porcentaje no indica, cuánto tiempo más, después de los cinco años, siguen con vida esas personas, algunas personas viven mucho más de 5 años después del diagnóstico, pero otras ni siquiera llegan a los seis años.
El índice internacional de pronóstico (IPI) fue creado principalmente, para ayudar a los médicos a definir el pronóstico para personas con linfomas de rápido crecimiento, es decir, agresivos.
No obstante, también ha probado ser de gran utilidad para el resto de los otros tipos de linfomas. El índice internacional de pronóstico del linfoma obedece a cinco factores que podemos destacar:
- La edad del paciente
- La etapa del linfoma
- Si el linfoma está o no en órganos que no pertenecen al sistema linfático
- Estado general de la persona, en lo que se refiere a qué tan bien una persona puede realizar sus labores diarias
- El nivel de lactato deshidrogenasa (LDH) (séricos) en la sangre, el cual se incrementa con la cantidad de linfoma en el cuerpo
A cada factor pronóstico desfavorable se le agrega un punto. Las personas que no presentan pronóstico desfavorable tendrían una puntuación de 0, mientras que las que si tienen factor pronóstico desfavorable tendrían una puntuación de 5.
El índice permite una clasificación de los pacientes que presentan linfomas en cuatro grupos de riesgo:
- Bajo riesgo (0 o 1 factor pronóstico adverso)
- Riesgo intermedio bajo (2 factores pronósticos adversos)
- Riesgo intermedio alto (3 factores pronósticos adversos)
- Alto riesgo (4 o 5 factores pronósticos adversos)
En los estudios que se emplearon para establecer el índice, casi el 75% de los pacientes en el grupo del más bajo riesgo, tuvieron una supervivencia de por lo menos 5 años, mientras que sólo casi un 30% de las personas en el grupo del más alto riesgo vivió por lo menos 5 años. Estos números arrojan una diferencia que se puede obtener, aplicando las puntuaciones del índice preestablecidas.
No obstante, el índice internacional de pronóstico, fue creado a principio de los años ’90. Dado la cantidad de estudios e investigaciones, que han dado paso a nuevas pruebas para detectar la enfermedad, nuevos tratamientos que se han elaborado, con tecnología avanzada, que es seguro que la tasa de supervivencia en la actualidad sea mucho más elevada.
A continuación un vídeo en el que una persona que padece cáncer linfático, ofrece su testimonio de cómo afrontó la enfermedad y además, reflexiones interesantes sobre como pudo superarlo, encontrando el equilibrio mental y espiritual, para comenzar a sanar interiormente, de lo cual escribió un libro, que tiene por nombre “LAS 9 ESTACIONES”. Su nombre es Héctor Forero, escritor colombiano, que te ofrece la posibilidad de acceder a su libro por YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=Akd4or_Gm-8
Muy informativo. gracias.
Gracias muy interesante stoy viendo un exceso que tengo en la clavicula con dolor tolerante.. pero muy molestoso .. ojala Dios quiera no sea nada tan grave pero leer todo esto me ha servido de mucho .. asi que gracias.