Aquí aprenderemos todo lo relacionado de la Leucemia fulminante: ¿qué es? Causas, síntomas, en adultos y más.
¿Qué es?
Las leucemias vienen a ser un tipo de cáncer, las cual tienen su formación, por medio de células que se convertirían en glóbulos blancos y se esparcirán por todo el organismo.
A la Leucemia fulminante; también se le denomina; leucemia mieloide aguda, leucemia mielo citica aguda, leucemia mielógena aguda, leucemia granulo citica aguda y leucemia no linfocítica aguda.
El significado de “aguda” quiere decir que la leucemia, avanza rápidamente y mieloide es el tipo de célula, en el cual se origina, pero aquí la denominaremos como, Leucemia fulminante.
La Leucemia fulminante, tiene su origen en la medula ósea, que es la parte interna de los huesos, donde se originan nuevas células sanguíneas, que atacan rápidamente la sangre y pueden esparcirse por los órganos del cuerpo; ganglios linfáticos, hígado, bazo, el sistema nervioso central y los testículos.
Debido a que la Leucemia fulminante, tiene su origen en la médula ósea, daremos una breve descripción de ella, dando a conocer, de que es una parte blanda, que se localiza internamente en algunos huesos como el cráneo, los omóplatos, las costillas, huesos de la pelvis y la columna vertebral.
La médula ósea es un pequeño número de células madre sanguíneas, que producen otras células maduras, células adiposas y tejidos que colaboran en el crecimiento celular.
En la parte interna de la médula ósea, las células madre sanguíneas se transforman en otras células, y estas a su vez en linfocitos, que vienen a ser glóbulos blancos, las cuales son tipos de células mieloides, productoras de sangre y viene a desarrollar, glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Las células sanguíneas contienen los glóbulos rojos, que son los encargados de transportar oxígeno, comenzando con los pulmones y luego a todo el restante tejido del cuerpo, y también transportan dióxido de carbono hasta los pulmones para eliminarlos.
La falta de glóbulos rojos en la sangre, produce anemia, la cual causa; cansancio, debilidad y dificultad para respirar ya que los tejidos del organismo no reciben bastante oxígeno.
Las plaquetas son fragmentos celulares, originados por un tipo de célula de la médula ósea, llamado megacariocito, una de sus funciones es la de detener el sangrado, ya que ayudan a cubrir los orificios de los vasos sanguíneos ocasionados por cortaduras o hematomas. (ver: causas de la leucemia)
Cuando el organismo está bajo en plaquetas, se produce lo que se conoce como trombocitopenia, lo que trae como consecuencia, sangrado y morados con suma facilidad.
Los glóbulos blancos, tienen como función la de ayudar al cuerpo a combatir las infecciones, cuando el organismo está bajo en glóbulos blancos, se debilita su sistema inmunológico, lo que trae como consecuencia la de contraer con mayor facilidad las infecciones.
Las células que forman sangre linfoides o mieloides en la médula ósea, se pueden convertir en unas células leucémicas. Cuando ocurren estos cambios, las células leucémicas ya no maduran normalmente.
La Leucemia fulminante, se origina de células que se reproducen velozmente, no muriendo cuando deben hacerlo y se van alojando en la médula ósea, luego pasan al torrente sanguíneo, propagándose a otros órganos, propagándose a otros órganos, lo que trae como consecuencia el cáncer.
En la Leucemia fulminante, las células leucémicas son células sanguíneas inmaduras, son de evolución rápida debido a que las células normales se dividen rápidamente. Cuando el paciente no recibe el tratamiento adecuado, este viviría sólo unos meses.
Causas
Se cree que algunas de las causas, que produce la Leucemia fulminante, vienen a ser; fumar, la edad de la persona, antecedentes familiares, exposición a químicos, aplicación de medicamentos, aplicación de radiación, trastornos sanguíneos, síndromes genéticos, edad avanzada, entre otros.
Como la mayoría sabemos, que el fumar afecta órganos como; los pulmones, la boca, la garganta y la laringe, sin darnos que también, afectan a las células del organismo, ya que el humo del tabaco, posee ciertas sustancias, que vienen a ser absorbidas por los pulmones, que son propagadas por el torrente sanguíneo a diferentes partes del cuerpo.
Cuando un trabajador, se encuentra en contacto, con el solvente benceno; corre el riesgo de contraer, Leucemia fulminante, ya que este químico, contiene partículas provenientes de la gasolina y es usado en muchas industrias de hule, refinerías, plantas químicas, fabricantes de zapatos e industrias relacionadas con la gasolina.
Igualmente se encuentra en el humo del cigarrillo, vapores de gasolina y emisiones de vehículos de motor, y en algunos pegamentos, productos de limpieza, detergentes, materiales de arte y pinturas, debido a esto se cree, que el contacto frecuente, con este químico, puede provocar leucemia.
Existen medicamentos, que dentro de sus compuestos, contienen elementos químicos como el platino, lo que viene a aumentar el riesgos de tener, la Leucemia fulminante, también hay medicamentos de quimioterapia, conocidos como inhibidores de topoisomerasa II, que afectan al organismo, tales como; etopósido, tenipósido, mitoxantrona, epirrubicina y doxorrubicina.
La Leucemia fulminante, se ve aumentada en organismos, que han sido expuestos a grandes cantidades de radiación, como por ejemplo; la explosión de una bomba atómica, accidentes nucleares, el tratamiento con radiación para el cáncer.
Algunos de los trastornos sanguíneos, que afectan al organismo, corriendo el riesgo de padecer leucemia son; mieloproliferativas crónicos, tales como, policitemia vera, trombocitemia esencial, y mielofibrosis idiopática, aumentando el riesgo con la, aplicación de radiación y quimioterapia.
Existen cambios anormales, al nacer que provocan que, el individuo desarrolle la Leucemia fulminante, Algunos de ellos son; síndromes que son causados por mutaciones genéticas (cambios anormales) presentes al nacer parecen aumentar el riesgo de AML.
Entre estos se incluye: anemia de fanconi, síndrome de Bloom, ataxia-telangiectasia, anemia de diamond – blackfan, síndrome schwachman –diamond, síndrome de li-fraumeni, neurofibromatosis tipo 1, eutropenia congénita grave o síndrome Kostman, síndrome de down, trisomía 8.
Si en el núcleo familiar, hay alguno que padezca o haya padecido de leucemia, el riesgo aumenta, de poder tener este cáncer, por ejemplo; en gemelos idénticos.
Los científicos han estudiado cómo ciertos cambios en el ADN causan que las células normales de la médula ósea se transformen en células de leucemia. Las células humanas normales crecen y actúan basándose en la información que se encuentra contenida en los cromosomas de cada célula.
Cuando una célula se divide en dos células nuevas, esta hace una copia de ADN en sus cromosomas, no es un proceso perfecto, ocurren errores, que afectan a los genes, trayendo como consecuencia mutaciones en el ADN, que activan los oncogenes o desactivan los genes supresores de tumores.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes, que se presentan en la Leucemia fulminante son; palidez, debilidad, cansancio, pérdida de peso, sudoración nocturna, ganglios aumentados de tamaño, o dolor óseo en niños, anemia por la falta de glóbulos rojos, infecciones por falta de glóbulos blancos, hemorragias por la disminución de plaquetas.
La aparición de la leucemia obedece, por una parte, a la insuficiencia medular, estimulada por el desarrollo de las células cancerosas, que imposibilitan el aumento del resto de las células, y por otra parte, de la infiltración de estas células anómalas en órganos y tejidos. (ver enlace:Anemia y leucemia).
Los síntomas para detectar, la leucemia, se llevan un tiempo, no mayor a tres meses.
Lo usual es que los pacientes con leucemia, presenten síntomas al momento del diagnóstico, sin embargo algunas veces permanecen asintomáticos, por lo que se realiza una analítica de sangre, se pueden presentar dolores articulares y óseos, sobre todo en los niños.
Lo más usual es que las células leucémicas ataquen el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos, causando aumento del tamaño de hígado, bazo y adenopatías, algunas veces afecta el sistema nervioso, con parálisis de nervios o aumento de la presión intracraneal, también afecta otros órganos en forma esporádica, no obstante en las recaídas consiguen atacar las mamas, los testículos y la piel o las mucosa.
En adultos
La Leucemia fulminante, es un cáncer un tipo de cáncer que se inicia, en la parte interna de la médula ósea, que es el tejido blando en el interior de los huesos, que ayudan en la formación de las células sanguíneas, a medida que las células se van convirtiendo en glóbulos blancos, el cáncer comienza a crecer al mismo ritmo.
Este tipo de leucemia, es más habitual en los hombres, que en las mujeres.
La médula ósea ayuda al organismo a luchar contra las infecciones y origina otros componentes de la sangre. Los pacientes con leucemia, tienen diversas células inmaduras anormales adentro de su médula ósea.
Las células se multiplican muy apresurada mente y substituyen a las células sanguíneas sanas. Así que dando como resultado, que las personas con leucemia se vuelven más vulnerables a infecciones.
Asimismo presentan un incremento en el sangrado, a medida que las cantidades de células sanguíneas sanas disminuyen.
En niños
En términos generales, el cáncer en los niños es poco común, de manera que resulta difícil para los médicos planear un tratamiento adecuado, a salvo de que se sepan cuáles fueron más eficaces en otros niños, debido a esto, el tratamiento que se aplica, es por medio de estudios clínicos, que son estudios de investigación que comparan tratamientos estándares, con enfoques de tratamiento más recientes que podrían ser más efectivos.
Como por ejemplo, aparición de un fármaco nuevo, una combinación nueva de tratamientos estándares o dosis nuevas de terapias actuales. El estudio de nuevos tratamientos implica la supervisión minuciosa mediante el uso de métodos científicos y el seguimiento cuidadoso de todos los participantes para evaluar su salud y la evolución.
A los niños con Leucemia fulminante, debe aplicarse el tratamiento en un centro oncológico especializado. Los médicos de estos centros, que son conocidos como oncólogos pediátricos, poseen una extensa experiencia en el tratamiento de niños con leucemia y tienen acceso a las actuales investigaciones.
Los centros oncológicos pediátricos siempre, cuentan con servicios anexos que apoyan a los niños y sus familias, así como también con especialistas en apoyo al niño enfermo, dietistas, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y consejeros.
El tratamiento a aplicar, en los niños con Leucemia fulminante, está basado en la quimioterapia y el trasplante de células madre/médula ósea, la radioterapia se puede usar solo cuando el caso lo amerite esporádicamente en determinadas situaciones, muchas veces se aplican otros tratamientos, buscando la mejoría del paciente que padece esta enfermedad.
Quimioterapia
La quimioterapia es el tratamiento más habitual para tratar de erradicar la Leucemia fulminante, consiste en la aplicación de fármacos para destruir las células cancerosas, lo aplica un hematólogo oncólogo pediátrico, que es un médico que se ha especializado en el tratamiento del cáncer en niños con estos medicamentos.
La quimioterapia, ataca al organismo por el torrente sanguíneo, con el fin de que, elimine las células cancerosas de todo el cuerpo, este tratamiento se puede administrar por medio de un tubo intravenoso, el cual es colocado por medio de una aguja en una vena, también se puede suministra, por medio de pastillas.
El tratamiento de quimioterapia, se suministra por ciclos, en un tiempo o periodo determinado, si es a base de fármacos, se le suministra uno por vez o combinaciones de diferentes fármacos al mismo tiempo.
El tipo de fármaco a suministrar, viene a depender, de que el niño haya sido tratado anteriormente por Leucemia fulminante, así como de otros factores.
El tratamiento de quimioterapia, para contrarrestar la Leucemia fulminante, consiste en; quimioterapia de inducción, por medio de este procesos se buscaría la destrucción de las células cancerígenas y lograr que la leucemia entre en remisión, y la quimioterapia de intensificación, si quedan células cancerígenas ocultas después de aplicar la inducción, se aplica esta quimioterapia para su destrucción total, esto significa que son muy pocas para ser detectadas por las pruebas modernas, también se puede usar un trasplante de células madre como terapia de intensificación.
La reacción a la aplicación de la quimioterapia, dependen del paciente y la dosis administrada, que pueden producir efectos como; fatiga, recuentos bajos de glóbulos sanguíneos, riesgo de infección, caída de cabello, náuseas y vómitos, pérdida del apetito o diarrea. (ver: tipos de leucemia)
Estos efectos secundarios normalmente desaparecen, cuando ha culminado el tratamiento. La intensidad de los efectos secundarios igualmente puede estar influenciada por otros factores, entre ellos, las desigualdades genéticas, en la forma en que el organismo utiliza los medicamentos, así como el estado general de salud y bienestar del niño.
Los médicos tienen el conocimiento de que cada organismo es diferente, en términos generales, la mayoría de los niños recibe un tratamiento inicial similar al de otros niños con el mismo tipo de leucemia, no obstante, en función de los efectos secundarios, es posible que se modifiquen las dosis o los programas de aplicación.
Se trata de un equilibrio constante entre el esfuerzo por destruir todas las células cancerosas y la necesidad de evitar efectos secundarios graves. El médico de su hijo hablará con usted sobre los cambios en el plan de tratamiento a medida que sean necesarios, y no todos los niños necesitarán que se les cambie la quimioterapia que se les administra.
Hay dos tipos de Leucemia fulminante, cuyo tratamiento no es igual al que se le suministra a otros niños, estos vienen a ser; la que los niños con el síndrome de down que tienden a desarrollar leucemia, antes de cumplir los cuatros años, la leucemia desarrollada en estos casos son más sensibles al tratamiento de quimioterapia y la leucemia promielocítica aguda, que viene a ser, el resultado de dos genes, (PML y RARA), que se aproximan entre sí debido a anomalías de los cromosomas.
En el mercado hay dos fármacos, el ácido transretinoico total, y el trióxido de arsénico, que son agentes únicos y desiguales de la quimioterapia tradicional, logrando excelentes resultados, en cuanto a la recuperación de esta enfermedad.
Los niños con Leucemia fulminante, poseen diferentes riesgos de recurrencia según el subtipo de leucemia, la recurrencia viene a ser cuando la leucemia vuelve posteriormente de haber aplicado el tratamiento. Existen casos en que los niños con un mayor riesgo de recurrencia, lo más probable es que el médico recomiende un trasplante de células madre, y así ayudar a prevenir una recurrencia.
El trasplante de células madre es un procedimiento médico, que consiste en el reemplazo de la médula ósea que contiene la leucemia por células altamente especializadas, llamadas células madre hematopoyéticas, las cuales se desarrollan en la médula ósea sana.
Las células madre hematopoyéticas son células creadoras de sangre y se hallan tanto en el torrente sanguíneo como en la médula ósea.
En los actuales momentos, a este procedimiento se lo designa con mayor continuidad, trasplante de células madre en lugar de trasplante de médula ósea, esto es debido a que habitualmente lo que se trasplanta son las células madre en la sangre y no el tejido de médula ósea en sí.
Antes de recomendar un trasplante de células madre, los médicos hablarán con el paciente sobre los riesgos de este tratamiento. Los médicos también considerarán otros factores diversos, como el tipo de leucemia, los resultados de los tratamientos previos, la edad y el estado de salud general del paciente.
No todos los niños con Leucemia fulminante, necesitan un trasplante de células madre. Por ejemplo, los niños con síndrome de down, los niños con subtipos de leucemia, que tienen riesgos más bajos de recurrencia y, por lo tanto, más probabilidades de cura, generalmente pueden recibir quimioterapia sola.
En ocasiones, los médicos analizarán cómo funcionó la quimioterapia de inducción antes de decidir si se usará un trasplante de células madre. También es posible que los niños que no tienen factores de riesgo altos de recurrencia, como FLT3-ITD, monosomía 7, monosomía 5 o eliminación del brazo q del cromosoma 5 (eliminación de 5q), que no tienen enfermedad residual mínima (mini mal residual disease, MRD), en la médula ósea después de la inducción, sean tratados sin usar un trasplante de células madre en la primera remisión.
Hay dos tipos de trasplante de células madre, dependiendo del origen de las células madre sanguíneas de reemplazo que son; alogénico o también conocido como alotransplante, que proviene de células madre de un donante con o sin parentesco, y el otro viene a ser, el auto logo o autotransplante, en este proceso se utilizan las propias células madre del paciente.
Radioterapia
La radioterapia es el uso de radiografías u otras partículas con alta potencia para eliminar las células que causan la leucemia. El médico que estudia, para administrar radioterapia, que trata la leucemia se nombra radioncólogo.
El tipo más usual de tratamiento con radiación se designa radioterapia con haz externo, que es un tipo de radiación administrada, a partir una máquina externa al cuerpo. Un programa de radioterapia, frecuentemente, radica en una cantidad específica de tratamientos que se administran en una etapa determinada.
La aplicación de radioterapia, cuando el niño tiene Leucemia fulminante, es solo si se ha diseminado al cerebro y no responde a la quimioterapia sistemática y/o a la quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo. La radioterapia además se puede utilizar para tratar un cloroma, que suele suceder cuando la quimioterapia no ha actuado por completo. Así que se, como se explicó anteriormente, la radioterapia igualmente se puede usar durante un trasplante de células madre/médula ósea.
La radioterapia tiene ciertos efectos secundarios, tales como; fatiga, reacciones leves en la piel, malestar estomacal o deposiciones líquidas, los cuales van desapareciendo, una vez culminado el tratamiento, algunas veces, la radioterapia interfiere, con el crecimiento y el desarrollo normal del cerebro y del cuerpo en un niño.
Por lo tanto, cuando es posible, se utiliza la quimioterapia en primer lugar para evitar la radioterapia.
Al niño con Leucemia fulminante, hay que buscar la forma de mejorar su calidad de vida y brindarle apoyo, junto con sus familiares, por medio de cuidados paliativos, estos actúan mejor cuando comienzan lo más pronto posible en el proceso del tratamiento de la leucemia.
Los tratamientos paliativos, amplia mente son variados y muchas veces incluyen con frecuencia; medicamentos, cambios nutricionales, técnicas de relajación, apoyo emocional y otras terapias, el niño también puede recibir, este tipo de tratamiento paliativos que son similares a los utilizados para eliminar la leucemia, como quimioterapia o radioterapia. (ver: leucemia en adultos).
Descripción de la Leucemia fulminante en niños
Usaremos diferentes términos para describir la leucemia en los niños, como los siguientes:
Leucemia no tratada
Al niño no le han suministrado ningún tipo de tratamiento, a excepción de alguno para aliviar los síntomas de la enfermedad. La sangre y/o la médula ósea contiene cantidades medibles de células de leucemia, y el niño puede tener o no síntomas y signos de la enfermedad.
Remisión completa de la leucemia
Hay escases de blastocitos, que producen la leucemia en la médula ósea como para diferenciarlos de los blastocitos sanos con el microscopio, de manera tradicional, esto quiere decir que hay menos del cinco por ciento de blastocitos en la médula ósea.
Los métodos nuevos de control, también denominados métodos para enfermedad residual mínima, son más eficaces para detectar cantidades menores de blastocitos cancerosos, así como para distinguir mejor los blastocitos cancerosos de los sanos, estos métodos se utilizan con mayor frecuencia, para determinar la remisión, se han hecho investigaciones han demostrado que estos métodos son mejores para predecir las probabilidades de curar la enfermedad.
Cuando hay una remisión completa, el niño generalmente no presenta signos ni síntomas de la enfermedad.
Remisión parcial de la Leucemia fulminante
El total de blastocitos cancerosos en la médula ósea es reducido, pero aún, siguen siendo visibles al microscopio o a través de métodos para MRD si corresponde.
En términos generales, el niño no muestra signos, ni síntomas de la enfermedad, lo que solo importa durante la terapia inicial llamada inducción.
Leucemia fulminante recurrente
Sucede cuando la enfermedad, ha vuelto a surgir luego de que el niño ha tenido un período de remisión, ósea, la ausencia absoluta de síntomas.
Leucemia fulminante refractaria
Es cuando la leucemia no entra en remisión completa, al finalizar el tratamiento.
Remisión y la probabilidad de recurrencia
Como se detalló arriba, una remisión completa es cuando la leucemia no se puede detectar en el cuerpo o si se detecta, seria en niveles muy bajos, y el paciente por lo general, no experimenta ningún síntoma. Esto también puede denominarse “sin evidencia de enfermedad”.
Una remisión podría ser temporal o permanente, esta inseguridad hace que a muchos pacientes les inquiete que la leucemia regrese. Si bien diversas remisiones son permanentes, es importante conversar con el médico de su hijo, en lo que se refiere a la probabilidad de la reaparición de la enfermedad.
Entender el riesgo de recurrencia y las opciones de tratamiento, logra ayudar a los pacientes y a sus familias a sentirse más preparados si la leucemia reaparece.
Si la leucemia, vuelve después del tratamiento original, recibe el nombre de leucemia recurrente o recidivante. La mayoría de las veces reaparece en la médula ósea, pero en ocasiones puede retornar en el cerebro u otras partes del cuerpo.
Si esto llega a suceder, el médico tratante, realizara, un ciclo de pruebas para obtener toda la información posible sobre la recurrencia, al finalizar las pruebas, los padres y el médico del niño, hablaran sobre las opciones de tratamiento, generalmente, el tratamiento incluye quimioterapia, seguida de trasplante de células madre.
Sin embargo, el tratamiento de cada niño se planifica en función de sus circunstancias específicas. El médico de su hijo también puede sugerir estudios clínicos que estén evaluando métodos nuevos para tratar este tipo de cáncer recurrente, cualquiera sea el plan de tratamiento que usted elija, los cuidados paliativos serán importantes para aliviar los síntomas y los efectos secundarios.
A menudo cuando la leucemia reaparece, los pacientes y sus familias experimentan emociones como incredulidad o temor. Es recomendable que las familias conversen con su equipo de cuidados médicos respecto de estos sentimientos y soliciten servicios de apoyo que los ayuden a sobrellevar la situación.