Linfoma benigno: síntomas, tratamiento, axilar y más

Linfoma benigno es un tipo de cáncer que no presenta la malignidad de los tumores cancerosos. Por descripción, este tipo de tumor no crece de manera exagerada, ni agresiva; no invade tejidos más próximos y no hace metástasis, es decir no se extiende, a tejidos u órganos distantes.

Linfoma benigno

Los linfomas benignos solo se producen en una parte del cuerpo. No pueden reproducirse, ni invadir otras zonas del cuerpo. Pero si presentan un grado de peligrosidad, debido a que si por el lugar en el que aparecen, presionan órganos relevantes, tales como el cerebro, pueden ocasionar daños irreversibles. (Ver artículo de Causas del Linfoma)

Causas de un Linfoma benigno

Un linfoma benigno o como le podríamos nombrar tumor benigno,  está formado por células extras. Por lo general, las células tienen un proceso de crecimiento, división y muerte. Este proceso se lleva a cabo, cada vez que el cuerpo lo necesite.

Las células después de crecer, envejecen y mueren dando paso a células nuevas.

Linfoma

Pero hay ocasiones que este proceso no se da como debería, resultando que las células viejas no mueren, dando como resultado la formación de masas que forman el tumor.

Para tratar este tipo de tumor, por lo general, el tratamiento al que se recurre es la cirugía. Los linfomas benignos no suelen crecer nuevamente.

En la actualidad, aún se desconocen las causas que ocasionan la aparición de un linfoma, con la excepción de aquellos casos que se relacionan con una infección originada por bacterias como helicobacter pylori y borrelia o por virus como el Epstein-Barr (EBV).

Hay especialistas que relacionan los linfomas a factores externos como tintes del cabello, insecticidas y radiaciones ionizantes, pero esto no se ha podido comprobar.

Por lo general, en muchos de los casos de cáncer, los científicos aún están tratando de entender que los causa, que los origina. Esta circunstancia es aplicada también para los linfomas y aunque los especialistas no saben cuál es su causa, piensan que hay personas con más tendencia a padecerlos que otras. (Ver artículo de Enfermedades del Sistema Linfático)

Signos y síntomas de un linfoma benigno

Los linfomas benignos, pueden generar una gran variedad de síntomas, muchos de los cuales pueden ser ocasionados por otras enfermedades.

Los síntomas y signos del linfoma benigno se parecen mucho a aquellos que se presentan cuando se padece un resfriado común, por lo que puede ocasionar un retraso en el diagnóstico. Sin embargo hay algo que los diferencia y es que, cuando se trata de un linfoma, tales síntomas no desaparecen si no que por el contrario, permanecen durante un tiempo superior al curso normal de una infección vírica.

Hinchazón en piernas y tobillos

Algunos de los síntomas que se presentan en las personas que padecen de Linfoma benigno son:

  • Hinchazón en piernas y tobillos
  • Sudoración excesiva, por lo general por la noche, al extremo de dejar las sabanas mojadas de sudor
  • Alta temperatura corporal es decir, Fiebres recurrentes
  • Pérdida repentina de peso sin explicación obvia
  • Comezón, la cual puede empeorar después del consumo de alcohol
  • Tos o dificultad para respirar
  • Dolor abdominal o vómitos después del consumo de alcohol
  • Falta de apetito o desgano
  • Fatiga.
  • Dolor y alteración en la sensibilidad
  • Cansancio inexplicable y pérdida de energía
  • Tos persistente
  • Dificultad para respirar
  • Aumento de las amígdalas
  • Dolor de cabeza.

El dolor no es un síntoma que sea común en estadios tempranos del linfoma benigno. De hecho, la existencia de nódulos linfáticos dolorosos además de otros signos de infección, por lo general, son un signo de infección activa.

En el linfoma benigno es más común la existencia de nódulos linfáticos indoloros e inflamados. El dolor, debilidad, parálisis y otros síntomas sensitivos característicos, se observan cuando el incremento en tamaño de los nódulos linfáticos presiona sobre los nervios espinales o la médula espinal. (Ver artículo de Anatomía del Sistema Linfático)

Tratamiento y prevención de un linfoma benigno

Debido al hecho de que las causas que hacen posible la aparición de un linfoma benigno y los factores de riesgo que se han determinado, exceptuando al factor de riesgos que corren las personas que padecen la infección por VIH o el virus de Epstein, son en gran parte inevitables.

Tratamiento y prevención de un linfoma benigno

Hay una gran variedad de alternativas, en lo que se refiere a tratamientos contra los linfomas, muchos de los cuales, además, se emplean para batallar contra diferentes tipos de cáncer.

A pesar de que se lleva un registro sobre los tratamientos aplicados contra los linfomas, las estadísticas no pueden pronosticar el éxito del tratamiento de una persona en particular, debido a que esto dependería de muchos factores, empezando quizás por la etapa del cáncer, al momento de iniciar el tratamiento.

Más de dos tercios de las personas a las que se les ha diagnosticado con linfoma no Hodgkin sobrevivirán durante cinco años. Ese cálculo de supervivencia de cinco años es aún más elevado para el linfoma de Hodgkin, en un poco más de 85%. (Ver artículo de Tipos de Linfoma)

Linfomas No-Hodgkin

Los científicos han determinado que el linfoma no Hodgkin está vinculado con diversos factores de riesgo, pero aún no pueden determinar la verdadera causa del porqué se produce un linfoma no Hodgkin, ni de los linfomas en general. Sin embargo, los cirentíficos han conseguido, en gran medida, entender mejor cómo ciertas variaciones en el ADN pueden ocasionar que los linfocitos normales, pasen a ser células de linfoma.

Linfomas No-Hodgkin

El linfoma de Hodgkin consiste en un tipo de cáncer del tejido linfático. El tejido linfático se localiza en los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, la médula ósea y otros. Un Linfoma no-Hodgkin indolente por lo general, no presenta síntoma hasta que la enfermedad está muy avanzada, cuando ya se ha propagado.

El tratamiento por lo general, consiste en una expectativa atenta y preocupada, que termina en intervención médica, con la finalidad de reducir el tumor. Este tratamiento suele ser beneficioso y de gran eficacia, pues lleva al paciente a pasar periodos libre de enfermedad.

Un linfoma indolente puede recidivar, es decir, que puede repetirse, siendo necesaria, la realización del tratamiento una vez más.

Un linfoma indolente puede cambiar a ser agresivo, por lo que sería necesario un tratamiento más agresivo. Las personas con linfomas indolentes por lo general, logran vivir muchos años y con buena calidad de vida. De hecho, puede darse el caso de que algún paciente, no necesite ningún tipo de tratamiento.

Por otro lado, los pacientes a quienes se les ha diagnosticado, con linfomas de alto grado, van a necesitar tratamiento inmediato e intensivo que contribuya a que el crecimiento tumoral sea más lento, fasta que al final, pueda reducir el tumor.

En cuanto a los casos, en los cuales, un linfoma indolente se convierte en un linfoma agresivo, pueden llegar a ser casos que presenten mayor dificultad para tratarlos, debido a que el tumor puede estar ya muy esparcido, mientras que los linfomas agresivos suelen ser diagnosticados antes, cuando aún están localizados. Ver artículo de Linfedelma en las piernas)

Linfoma Hodgkin

El linfoma de Hodgkin consiste en un tipo de cáncer del tejido linfático. El tejido linfático se localiza en los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, la médula ósea y otros.

El tratamiento del linfoma Hodgkin también depende del grado del cáncer.

Por lo general, este tipo de cáncer es frecuente entre personas de 15 a 35 y de 50 a 70 años de edad. Se cree que una causa podría ser una infección pasada con el virus de Epstein-Barr (VEB), por lo menos en algunos de los caso. Es por ello que las personas que padecen VIH están en mayor riesgo que la población general.

Linfoma Hodgkin

Por lo general, la primera señal del linfoma de Hodgkin es un abultamiento de los ganglios linfáticos que aparece sin una causa conocida. Tal patología puede extenderse a los ganglios linfáticos cercanos y más avanzada la enfermedad, puede llegar al bazo, hígado, médula ósea u otros órganos.

A diferencia de los linfomas no Hodgkin, el tratamiento de estadios tempranos del linfoma de Hodgkin, por lo general requiere un curso corto de quimioterapia, para luego aplicar radioterapia localizada para tratar los ganglios linfáticos afectados. Esto significa, tratamiento metódico y localizado del cáncer, contribuyendo a reducir el daño sobre los tejidos sanos. El tratamiento que se aplica,  va a obedecer al tipo del linfoma de Hodgkin, debido a que existen distintas formas de linfoma de Hodgkin.

Otro factor a tomar en cuenta es el estadio, es el que señala hasta dónde se ha esparcido la enfermedad. La edad del paciente y otros asuntos médicos también se toma en cuenta la pérdida de peso y la sudoración.

Como parte del tratamiento encontramos la quimioterapia, radioterapia o ambas. Será el especialista quien informe lo más indicado, según los resultados de los exámenes y las pruebas realizadas previamente. La quimioterapia en dosis altas es recomendada cuando el linfoma de Hodgkin reaparece después de aplicado el tratamiento o simplemente, no responde al primer tratamiento.

Luego de este procedimiento, por lo general, se lleva a cabo un trasplante de células madre que usa sus propias células madre. El tratamiento de estadios avanzados del Linfoma de Hodgkin normalmente requiere combinaciones de quimioterapia para reducir la extensión del tumor.

Además de la espera expectante, la quimioterapia y la radioterapia, existen otras alternativas, en lo que se refiere a tratamiento para los pacientes con linfoma son:

  • Terapia biológica
  • Terapia inmunológica con anticuerpos monoclonales
  • Esplenectomía
  • Tratamiento con corticoesteroides
  • Trasplante de células madre
  • Cirugía en un número limitado de casos.

Así como para linfomas tipo Hodgkin, como no Hodgkin, hay una extensa lista de fármacos disponibles para su uso en la quimioterapia, estos pueden administrarse por vía oral o a través de inyecciones, generalmente, en ciclos de tratamiento ambulatorio que permiten períodos de descanso. (Ver artículo de  Linfoma de Hodgkin)

Linfoma benigno cutáneo

Linfoma benigno cutáneo

El linfoma es un cáncer que se localiza en los glóbulos blancos conocidos como linfocitos. Los linfomas se pueden producir casi en cualquier parte del cuerpo. Cuando un linfoma se hace presente en la piel, se le le conoce con el nombre de linfoma de piel o linfoma cutáneo.

Los linfocitos pertenecen a los glóbulos blancos (leucocitos). Ellos son las células de defensa reales del cuerpo humano que forman parte del sistema inmunitario del cuerpo. Los linfocitos son los glóbulos blancos más pequeños. Representan del 25 al 40 por ciento de los leucocitos. Los linfocitos por lo general, contribuyen a combatir las infecciones.

Hay 2 tipos principales linfocitos:

  • Linfocitos B (células B)
  • Linfocitos T (células T)

La mayor parte de los linfomas de piel comienzan en las células T, aunque hay muchos tipos de linfomas de piel. Muchos de ellos son muy poco frecuentes.

Los tipos de linfoma de piel más frecuentes en los Estados Unidos son: Micosis fungoide y Síndrome de Sézary

Los linfomas de piel están a la vista, por lo que se pueden ver y sentir. A menudo, empiezan como un sarpullido cutáneo de color rojo o morado que da mucha picazón y puede tener la apariencia de:

Micosis fungoide
  • Espinillas pequeñas
  • Áreas planas ya sea elevadas o sumidas
  • Masas o protuberancias debajo de la piel

El linfoma podría afectar solo una parte pequeña de piel o grandes partes del cuerpo. Algunas veces las personas con linfoma de piel tienen otros síntomas, como fiebre, pérdida de peso y sudoración.

En algunos casos, los linfomas de piel se pueden extender a los ganglios linfáticos produciendo que estos se inflamen o que se endurezcan. En otros casos, puede resultar difícil que los especialistas pueden distinguir un linfoma de piel de otras causas de erupciones cutáneas, por lo que en algunos casos, requieren tiempo para estar seguros.

Cuando el especialista sospeche que su padecimiento se trata de un linfoma de piel, ordenará pruebas y exámenes médicos en los que podemos destacar:

Biopsia

Consiste en tomar una muestra de tejido o de células para estudiarla a través del microscopio.  A menudo, esto se hace con anestesia local, lo que quiere decir, que el paciente estará despierto, pero tendrá adormecida el área donde se hace la biopsia.

Una biopsia es el procedimiento más preciso para determinar con certeza si el paciente presenta linfoma de piel. Hay muchos tipos de biopsias, las cuales pueden resultar ventajosas algunas y otras no. En algunos casos, también se podrían hacer biopsias en otras partes del cuerpo, tales como en los ganglios linfáticos próximos o en la médula ósea, que es la parte blanda interna de algunos huesos. Esto se hace para determinar si el cáncer se ha propagado ahí.

Análisis de sangre

Algunos análisis de sangre pueden brindar más información al especialista sobre los diferentes tipos de células y sustancias químicas presentes en su sangre.

Radiografía de tórax

Radiografía de tórax

Se pueden llevar acabo radiografías para ver si hay ganglios linfáticos abultados en el tórax.

Tomografía computarizada (CT):

La tomografía computarizada consiste en un tipo especial de radiografía que produce imágenes muy detalladas. Se puede emplear para ver si hay ganglios linfáticos u otros órganos abultados.

Imágenes por resonancia magnética (MRI)

Las Imágenes por resonancia magnética consiste en la utilización de ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para generar imágenes detalladas. Esta prueba no se emplea generalmente para los linfomas de piel, se utiliza específicamente, cuando por alguna razón no se puede hacer una Tomografía computarizada.

Ecografía

Este examen consiste en desplazar un dispositivo en forma de varilla sobre la piel, el cual emite ondas de sonido y recoge el eco que rebota de los tejidos. Los ecos pasan a ser una imagen en la pantalla de una computadora. La ecografía se puede usar para ver si hay ganglios linfáticos inflamados en lugares como el vientre. (Ver artículo de Función del Sistema Linfático)

Tratamiento de linfoma de piel

El tratamiento para los linfomas de piel presenta una gran variedad de alternativas, de los cuales los principales tipos de tratamientos se dividen en 2 grupos:

  • Tratamientos dirigidos únicamente a la piel
    Tratamientos dirigidos únicamente a la piel
  • Tratamientos que afectan todo el cuerpo

Los especialistas pueden emplear en un solo caso de linfoma benigno de piel, uno o los dos tipos de tratamientos, todo dependerá del tipo de afección que presente el paciente y la etapa del linfoma en el que se encuentre.

Los especialistas pueden emplear en un solo caso de linfoma benigno de piel, uno o los dos tipos de tratamientos, todo dependerá:

  • El tipo de afección que presente el paciente,
  • La etapa del linfoma
  • Las probabilidades de que un tipo de tratamiento cure el linfoma o ayude de alguna manera
  • Su edad
  • Otros problemas de salud que presente el paciente
  • Lo que piense el paciente en relación con el tratamiento y los efectos secundarios que causa
  • Tratamientos dirigidos específicamente a la piel

Cuando se trata de un linfoma de piel y en particular, los que son pequeños y no se han extendido aún, el primer tratamiento se aplica solo al linfoma de piel para con ello impedir o por lo menos intentarlo, los efectos secundarios en el resto del cuerpo.

Cirugía

La cirugía es el tratamiento para el linfoma de piel, que se usa con menos regularidad, pero se emplea, por o general, para tratar algunos tipos de linfomas que se pueden eliminar totalmente.

Radiación

Este tratamiento incluye rayos de alta energía así como rayos X o partes de átomos, que sirven para eliminar las células cancerosas. Se puede utilizar como tratamiento principal para algunos linfomas de piel. El tratamiento es muy parecido a cuando se hace una radiografía. La radiación es más alta, pero tampoco duele.

Radiación en la piel

Los efectos secundarios más frecuentes son alteraciones en la apariencia de la piel, que por lo general, son parecidos a los que se originan cuando se sufren quemaduras de los rayos del sol, en el área que se está tratando. Si este tratamiento es aplicado, también puede ocasionar la pérdida de todo el pelo del cuerpo y hasta de las uñas de los dedos de las manos y de los pies.

Se puede emplear la luz Ultravioleta para tratar algunos linfomas de piel. El tratamiento se aplica unas veces a la semana con una lámpara especial parecida a las que se usan en los salones de bronceado. En algunos casos, se debe tomar una pastilla antes de la aplicación cada tratamiento para ayudar a que este funcione mejor. A este tipo de tratamiento se le conoce como PUVA.

Medicinas tópicas

Este tipo de medicina se aplica específicamente sobre o dentro de la piel, para tratar el linfoma y al mismo tiempo reducen los efectos secundarios en otras zonas del cuerpo.

Esteroides tópicos

Este tipo de fármaco perjudica la célula inmunitaria, como las células de linfoma y pueden ser muy útiles para tratar algunos linfomas de piel. Se pueden administrar en la piel como ungüentos, geles, espumas y cremas, o se pueden inyectar en la piel.

Quimioterapia tópica

Los medicamentos quimioterapéuticos, también conocidos como quimio, son fármacos fuertes para tratar el cáncer. Algunos de estos fármacos quimioterapéuticos se pueden aplicar directamente en la piel, ya que frecuentemente, viene en forma de crema, ungüento o gel, para tratar los linfomas de piel que no se han extendido. Por supuesto presentan efectos secundarios entre los que destacamos el enrojecimiento e inflamación de las partes en las que se aplica el medicamento.

Retinoides tópicos

Aplicación de Retinoides tópicos

Los retinoides son medicinas que se relacionan con la vitamina A. Pueden dañar ciertos genes de las células de linfoma que son los que intervienen en su crecimiento o maduración. Algunos retinoides vienen en forma de gel que pueden ser aplicados directamente en la piel. Los efectos secundarios que se pueden presentar son enrojecimiento, picazón, inflamación y sensibilidad a la luz del sol en las zoanas en las que se aplica el medicamento.

Tratamiento inmunitario tópico

El imiquimod, la cual consiste en una amina imidazoquinolina sintética inmunomoduladora, que aporta excelentes resultados para el tratamiento tópico de los condilomas acuminados y otros padecimientos dermatológicos, a pesar de causar una reacción inmunitaria cuando se aplica en los linfomas de piel, podría ayudar a destruirlos.

Esta es una medicina que se emplea especialmente para tratar otros tipos de cánceres de piel, pero algunos especialistas también lo utilizan para tratar las formas primerizas de linfoma de piel. Sus efectos secundarios pueden ser: enrojecimiento, inflamación y picazón en la zona en la que se aplica.

Linfoma benigno en el cuello

Los ganglios linfáticos que se localizan en el cuello pueden hincharse cuando tenemos un resfriado o una gripe. Por lo general, el síntoma más frecuente de un linfoma es la inflamación de los ganglios linfáticos que generalmente, es indolora, no obstante, puede ser doloroso para algunas personas e incluso, este dolor puede elevarse después de haber ingerido alcohol.

Linfoma benigno en el cuello

Por lo general, esta inflamación se siente en el cuello y la axila, que es donde se encuentra el mayor número de los ganglios se encuentran concentrados. También pueden sentirse en la ingle y en el abdomen, pese a que en algunas personas no habrá ningún tipo de  inflamación ganglionar que sea detectable.

Causas de Linfoma benigno en el cuello

Los nódulos que se producen en el cuello por un ganglio linfático inflamado pueden ser causados por:

  • Infección bacteriana o viral
  • Cáncer
  • Enfermedad tiroidea
  • Reacción alérgica

Los nódulos en el cuello causados por una glándula salival inflamada pueden ser producidos por:

  • Infección
  • Paperas
  • Tumor en la glándula salival
  • Piedra en el conducto salival

Todos los linfomas del cuello en niños y adultos deben ser examinados por un especialista, lo más pronto posible. Generalmente, en los niños, la mayoría de ellos son ocasionados por infecciones que se pueden tratar y mientras más pronto, se podría evitar la propagación de la infección o cualquier complicación.

Sin embargo, en lo que se refiere a los adultos, cuando estos envejecen, la posibilidad de que el tumor sea un cáncer es cada vez mayor y más aún, si la persona que presenta el tumor fuma o bebe alcohol en exceso. La mayoría de los tumores en los adultos no son cánceres. (Ver artículo de La Linfa)

Linfoma benigno axilar

Consiste en un abultamiento de uno o más ganglios linfáticos bajo el brazo.

Los abultamientos en la axila se deben a distintas causas. Se pueden presentar quistes e infecciones superficiales en la piel de las axilas debido a la afeitada o al uso de antitranspirantes.

Los abscesos subcutáneos también pueden producir abultamientos grandes y dolorosos en la axila. Los abultamientos de pueden producir también,  por una inflamación de los ganglios linfáticos producidas por infecciones bacterianas o virales, vacunas y cáncer.

Los ganglios linfáticos actúan como filtros que pueden detener organismos infecciosos o células de tumores cancerosos. Cuando lo hacen, los ganglios linfáticos crecen y se palpan con facilidad. Un abultamiento en la axila de una mujer debe ser examinada por un especialista lo más pronto posible, debido a que puede presentar un signo de cáncer de mama.

Causas de linfoma axilar

Infección bacteriana

  • Infección en el brazo o la mama
  • Enfermedad del arañazo de gato
  • Linfangitis ascendente
  • Linfadenitis

Cáncer

  • Linfoma de Hodgkin
  • Leucemia
  • Linfoma no Hodgkin

Micótica

Esporotricosis

Otras

  • Quistes benignos (inofensivos)
  • Lipomas (masas grasas inofensivas)
  • Tejido mamario normal (tejido mamario que se extiende hasta el área de la axila)

Vacunas

  • Reacción alérgica posiblemente causada por , yodo o
  • Vacuna contra el sarampión, las paperas, la rubéola (poco común)
  • Vacuna contra la viruela
  • Vacuna contra la fiebre tifoidea

Infección viral

  • SIDA
  • Varicela
  • Mononucleosis infecciosa
  • Zóster o culebrilla (herpes zóster)

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