Este es un tema muy controversial por cuanto muchas personas que padecen lesiones musculares, tienden a darse su propio diagnóstico. La verdad es que es más complejo de lo que parece, y su simplicidad tan solo se limita al empleo de dos elementos muy accesibles y económicos, pero de gran utilidad para superar muchas lesiones; se trata del frío y el calor, que al saberlos aplicar debidamente evitan muchos contratiempos a cantidades de personas, y sobre todo a deportistas. Desde este artículo te presentamos cómo manejarte ante unas contusiones, y los cuidados que debes tener.
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Qué son las lesiones musculares
Comprenden un extenso abanico de probables lesiones y van desde una contractura primaria pequeña del músculo hasta una ruptura muscular total. Este último tipo de lesiones, lo sufren multitud de deportistas y muchas personas, de las cuales unas se curan rápidamente y otras tardan un tiempo significativo.
Tipos de lesiones musculares
Hay diversos tipos de lesiones musculares, clasificadas en lesiones sin ruptura anatómica (calambres, rampas, contracturas, etc.) y con lesión anatómica (elongación, ruptura de fibras).
Las lesiones musculares también se pueden dividirse de acuerdo a su origen:
- La contusión o “bocadillo” se origina cuando un músculo es apresado u oprimido contra el hueso por un agente agresor. La lesión se localiza en las fibras profundas del vientre muscular, acompañada de una copiosa hemorragia.
La gravedad está sujeta a la fuerza del impacto y de si el músculo tenía una contracción previamente. Para establecer su gravedad es significativo diferenciar si el hematoma es intra o intermuscular (menos grave). Para el tratamiento casero en lesiones de 1 a 3 días se prescribe la metodología de RICE (Reposo + Hielo + Compresión + Elevación). A las 72 horas se indica contracción al músculo hasta cuanto se soporte el dolor. Posteriormente se aumentará progresivamente la intensidad y el tipo de constricción.
- Indirectas: agujetas, calambres y distensiones.
Las agujetas es el nombre corriente de un dolor muscular denominado dolor muscular de aparición tardía (DMAT) asociado a una hinchazón muscular.
Surge como un dolor focalizado luego de un período de ejercicio de gran intensidad, después de un ciclo sin ejercicios. Origina dolor muscular, pesadez y pinchazos, lo que presume una reducción de la movilidad y la flexibilidad por unos días.
Para impedir su aparición debemos efectuar un calentamiento previo apropiado y estiramientos, tanto antes como al haber culminado el ejercicio. Es de suma importancia evadir esfuerzos por arriba de nuestras capacidades físicas. Se aplicará hielo y ejecutaremos una actividad física muy leve para mitigar los síntomas.
Los Calambres son contracciones musculares reflejas o instintivas, intensas y dolorosas, que impacten varios grupos de fibras musculares. Puede ser ocasionada por una insuficiente oxigenación de los músculos o por la merma de líquidos y sales minerales, como resultado de un esfuerzo extendido, movimientos bruscos o frío.
Esta molestia surge al inicio de la actividad por calentamiento inapropiado o incorrecto, o al final por efecto del agotamiento y la deshidratación.
Para evadir que se presente nos hidrataremos convenientemente, consumiremos bebidas isotónicas y cumpliremos una dieta con un sustancioso aporte vitamínico.
Las Distensiones son el resultado de un estiramiento cuando el músculo se encuentra en tensión (contracción excéntrica). Problema de incoordinación.
Las distensiones se clasifican en 3 grados:
- Grado I: Rotura fibrilar. Es la más habitual. Se origina una rotura microscópica a ras de las fibrillas musculares.
- Grado II: Rotura parcial. Desgarro visible del músculo, pero que no llega a impactarlo en toda su extensión. Representa el 20% de la roturas fibrilares.
- Grado III: Rotura total. Es cuando se rompe todo el músculo, separándose dos extremos que se contraen. En este caso se requiere la intervención quirúrgica para unir mediante sutura los extremos del músculo afectado.
Causas de lesiones musculares
Surgen por esfuerzo físico
Un esfuerzo superior al necesario, un movimiento mal calculado o un ejercicio extremo pueden ocasionar una lesión muscular, que debe ser asistida inmediatamente.
El peligro de sufrir una lesión muscular en el hogar al realizar las tareas domésticas, cuando efectuamos cierta actividad deportiva, o inclusive en la oficina al permanecer largos períodos sentados frente al computador o el teléfono, es una práctica muy común en actualmente.
Especialistas en este campo señalan que deben tratarse las molestias que pueden complicarse, y angustiarnos a lo largo de varios días o semanas. Aseguran que dichas lesiones suelen ser el resultado de los esfuerzos físicos que efectuamos a diario, independientemente de la actividad a que nos dediquemos y de nuestra condición física.
Tormentoso error
Los dolores musculares son manifestaciones de los músculos que se producen después de un esfuerzo y se determinan por la sensación de agarrotamiento y un padecimiento agudo al maniobrar la parte afectada.
La causa básica de este problema es el esforzamiento físico que produce ácido láctico, el cual se almacena en el músculo.
Una alimentación inconveniente con poca aportación de minerales puede generar calambres; constricciones involuntarias y paralizantes, o las conocidas “agujetas” de las pantorrillas.
Cuando existe niveles bajos de calcio es frecuente el surgimiento de calambres en las piernas o lesiones de las fibras musculares que causan estas incomodidades.
Ciertas contusiones físicas pueden generarse en el hogar, al realizar movimientos de repetición como barrer, trapear, lavar, o aspirar, que sumados a un enfriamiento pueden provocar dolores e inclusive lesiones musculares.
Riesgo al alza
De un calentamiento erróneo puede resultar crónicas, contusiones, tirones, lesiones o esguinces. El dolor muscular puede ser derivado también de muchas actividades, y originado con mayor reiteración por movimientos que resisten a la gravedad, como carreras cuesta abajo, levantamiento de pesas o barras, o los ejercicios de mucha presión como las sentadillas.
En el trabajo, durar un prolongado período en una misma postura puede conducir a lesiones como afecciones de espalda y contracturas.
Una forma de detener el dolor y calmar las lesiones es utilizar productos como ICY HOT, concebido para aplacar y tratar este tipo de lesiones, inclusive prevenirlas.
Uno de sus usos es preventivo para prevenir dolores, gracias a su fórmula a base de mentol y salicilato de metilo; contribuye a acondicionar y conservar caliente los músculos que se someterán a una acción física o deportiva de extenuante.
Es de utilidad en el hogar para que amas de casa y personas con una vida rutinaria pero no menos activa, puedan evitar lesión en la espalda, lo cual contribuye a mejorar el rendimiento.
Sus componentes activos ocasionan una instantánea sensación de frío que calma al untarse a la piel, y al frotar produce una sensación de calor que relaja los músculos.
Es un medicamento no solamente para deportistas, sino también para cualquier persona proclive a sufrir alguna afección muscular en el trabajo o el hogar, además es eficiente para dolores producidos por artritis.
Por acortamiento
El acortamiento muscular y sus consecuencias
Tener una musculatura más larga o más corta no es una condición que se puede elegir, son particularidades propias de cada persona; nacemos con ellas y permaneceremos con ellas toda la vida.
Hay individuos más elásticos, más flexibles, personas que se arquean o se agachan con mucha naturalidad, hasta extremos articulares que serían el envidiar de algún contorsionista de circo, y existen otros que para conseguir tocarse la punta de los pies sin flexionar las rodillas, es toda una odisea; ello está supeditado a la laxitud de los ligamentos y la capacidad que tienen los músculos para alargarse.
Las personas muy rígidas no suelen ser grandes deportistas, o les cuestan mucho realizarlos debido a la carencia de flexibilidad, o en su defecto son idóneos para deportes bruscos o duros como el rugby, en contraste los primeros son aspirantes a ser grandes gimnastas, generalmente poseen arcos plantares vencidos a consecuencia de los ligamentos tan flojos que casi ni soportan el propio peso del cuerpo; pero a su vez producen lesiones artrósicas más tardíamente que los estos últimos, por cuanto no comprimen sus articulaciones con ligamentos o músculos cortos.
Entre los grupos musculares que producen más lesiones en el cuerpo cuando congénitamente son cortos, se encuentran los dllamados isquiosurales; los cuales son músculos que transitan la parte posterior del muslo, se extienden del glúteo a la rodilla, y que restringe o quita o la flexibilidad, surgiendo desde la infancia, y que por lo general impacta sobre la columna y la pelvis.
Estos músculos se incrustan y se mantienen en la pelvis desde unos huesos nombrados isquiones; son los que utilizamos a diario para sentarnos, si estos músculos son pequeños hacen tracción en toda la pelvis convirtiéndola en bascular, como si la cola se arrastrase hacia delante, suprimiendo el penetrado natural de la columna sobre la cintura.
A consecuencia de esto dicha columna vertebral no posee una base apropiada, se desequilibra y predispone al padecimiento de los discos lumbares, por la mayor sobrecarga que deben aguantar debido a la mala postura.
La solución es bastante dificultosa y consiste en alongar, en forma pausada y gradual, la musculatura implicada; esto se deberá realizar bajo control profesional, médicos o kinesiólogos. Hay tratamientos para rehabilitar de forma global la postura, que asisten al individuo en su conjunto y que logra excelentes resultados para esta afección.
Por elongación
La elongación es un tipo de lesión muscular que se presenta por un estiramiento irregular del músculo. En algunos casos puede haber desgarro de pequeñas fibras. Si se impactan un grupo mayor de fibras musculares, ya no estamos en presencia de una elongación sino de una distensión de ligamento o de un desgarro.
Causas
La elongación surge cuando el músculo se estira más allá de sus límites. Se origina durante un esfuerzo físico: al comienzo, al final o a lo largo del ejercicio.
Pueden producir una elongación los movimientos bruscos, un esfuerzo prolongado, el desequilibrio, el cansancio, la ausencia de calentamiento, la deshidratación o un equipo de entrenamiento inaproppiado.
Deportistas de alta competencia o los aficionados al deporte son las personas más proclives a sufrir elongaciones musculares.
Síntomas
La elongación muscular se presenta especialmente por el surgimiento de un dolor durante el esfuerzo o seguidamente a éste. El dolor se siente al palpar el músculo o cuando se contrae. El dolor viene asociado a una rigidez y a una incapacidad funcional transitoria. El músculo no se inflama y no surge equimosis.
Comúnmente, cuanto mayor es la herida más intenso es el dolor y la imposibilidad de movilizar el músculo.
Todos los músculos del organismo pueden padecer una elongación: el glúteo, los isquiotibiales la ingle, la pantorrilla, los brazos, el dorso, los abdominales, etc.
Tratamiento
Se aconseja parar la actividad física y aplicar hielo en la región afectada por un período de 30 minutos. Asimismo, se sugiere ingerir analgésicos para calmar el dolor.
Es útil consultar con un médico a objeto de que pueda establecer el tipo de lesión y el tratamiento apropiado. En el caso de una elongación, la terapia se basa en enfriar y comprimir el músculo a lo largo de algunos días. Un lapso de descanso sin actividad física se tiene que cxumplir a lo largo de una o dos semanas. El médico igualmente puede prescribir antiinflamatorios.
La elongación por lo general no ocasiona ninguna dificultad y se cura a los pocos días.
Prevención
Para evadir la elongación u otra lesión muscular, se sugiere efectuar el precalentamiento de manera apropiada antes de efectuar una actividad física intensa. En cambio, es preferible no estirarse estando frío.
A lo largo del esfuerzo, es importante hidratarse con regularidad. Innovaciones del entrenamiento, movimientos técnicos efectuados y cambios en el equipo igualmente pueden ser requeridos. En caso de agotamiento es aconsejable inhibirse de efectuar una actividad deportiva intensa.
Lesiones musculares por golpes
Los síntomas son dolor violento cuando la persona hace la acción del músculo. El paciente lo refiere como una “pedrada”. Se acompaña de impotencia funcional transitoria.
Tratamiento: RICE (Reposo + Hielo + Compresión + Elevación) para la reducción primaria del hematoma y la hemorragia.
Luego se guardará reposo y constricción de acuerdo al grado. Se inicia una terapia física y manual a base de termoterapia profunda, electroestimulación, isométricos, estiramientos graduales, ultrasonido, láser, drenaje y cyriax.
Y finalmente se presentan las contracturas que son formas más leves de lesiones musculares, la cual no entra dentro de los dos grupos descritos previamente.
Las contracturas son contracciones sostenidas de grupos musculares
Surge cuando se requiere al músculo un trabajo mayor al que puede efectuar, bien sea intenso o puntual (esfuerzo excesivo) o mantenido y de menor intensidad (sostener por algunas horas una postura inconveniente); en ciertos casos por malformaciones de la columna vertebral o inestabilidades musculares.
Lo mismo sucede cuando existe flacidez muscular y se demanda efectuar esfuerzos que sobrepasan su capacidad.
El músculo contracturado puede prensar la arteria reduciendo su riego sanguíneo. Al haber menos riego los músculos tienden a contracturarse con mayor facilidad, activando de esta manera los nervios del dolor.
Para impedir su surgimiento las mismas sugerencias que en los casos anteriores (Dieta e hidratación apropiada, ejercicios…) Se coloca calor seco, ultrasonidos, masoterapia, miorelajantes y antiinflamatorios.
Causas de rupturas musculares
Las causas de las rupturas musculares son muy diferentes:
- Balance muscular inadecuado: Todos los grupos musculares comprenden músculos de funciones contrarias (agonistas y antagonistas, bíceps y tríceps, cuádriceps e isquiotibiales, etc.). Cuándo hay un inestabilidad entre ambos, se incrementa el peligro de lesión.
- Déficit de elasticidad: El ser más rígido incrementa el peligro de ruptura.
- Alteración higiénico-dietética: La deshidratación antes, durante y después de hacer deporte. El músculo deshidratado se encuentra más expuesto a lesiones. Abuso de alcohol, drogas, corticoesteroides (dopaje).
- Desórdenes histo-químicos: Alteraciones de los oligoelementos (calcio, potasio…) requeridos para el metabolismo muscular. Por esto es vital respetar las etapas de recuperación y aportar éste tipo de nutrientes.
- Mal apoyo, tipo de zapatillas, gestos deportivos incorrectos: Determinan un sobreesfuerzo muscular con la consiguiente sobrecarga.
- Descanso insuficiente, dormir pocas horas, calentamiento insuficiente: Perturban la reparación muscular y la tensión muscular.
- Condiciones atmosféricas, clima: Frío y húmedo.
- Condiciones individuales de cada deportista: Raza, sexo, condiciones genéticas (cada vez ésta más demostrada la predisposición genética a sufrir este tipo de lesiones). Cada deportista tiene una capacidad diferente de reparación, regeneración o curación.
- https://www.youtube.com/watch?v=vsO4EtbOJ4g
Enfermedades musculares
La mayoría de las personas relacionan al músculo con fuerza con potencia, pero éstos hacen más que cooperar en levantar objetos pesados.
Poseemos aproximadamente 640 músculos en el cuerpo; los cuales no solamente ayudan a aguantar el movimiento – regular como caminas, hablas, te sientas, comes, te paras, y otras funciones que las personas hacen con normalidad; asimismo cooperan con la circulación de la sangre y otras sustancias, contribuyen a conservar la postura y otras tareas.
El ser humano posee tres tipos de músculo, los cuales presentan condiciones y funciones claramente definidas y diferenciadas: músculo liso, músculo cardiaco y músculo estriado.
Músculo liso
Forma parte del aparato digestivo; sus movimientos no dependen de nuestra voluntad y presenta una inervación propia diferente.
Músculo cardiaco o miocardio
Es el musculo que hace posible que nuestro el corazón cumpla la función de bombear sangre a los pulmones para ser oxigenada, y a la vez, propague sangre oxigenada a todo el organismo.
Músculo estriado
Conforma nuestro sistema locomotor conjuntamente con otros tejidos. Este tipo de músculo efectúa varias funciones: postural, locomotriz, y mantenimiento de la temperatura son las más significativas. Es un sistema complejo, donde la inervación cumple un papel fundamental, pero también la vascularización y la estructura (tejido conectivo).
Como veremos a continuación al ver las enfermedades musculares, el problema se puede producir en cualquiera de estos niveles. Veremos las más frecuentes (algunas no lo son tanto) pero dejando claro que existen muchas más que las que vamos a desarrollar.
He aquí una lista de enfermedades del sistema muscular:
Desgarro
Son lesiones que se originan en el músculo por un uso excesivo (sobre-esfuerzo) o igualmente por movimientos incorrectos. Cuando se origina un desgarro se retiran las fibras musculares. De acuerdo al tamaño de la lesión pueden ser leves, moderados o graves. En todos los casos, si se rompen las fibras se genera hemorragia.
Obvio, que un desgarro ligero es muy pequeño, no obstante, para un desgarro peligroso el hematoma puede alcanzar a ser significativo.
Cuando se rompen solo unas pocas fibras se va a generar dolor, pero el movimiento todavía es posible. Sin embargo, para el otro extremo, donde se rompen muchas fibras, el dolor es muy intenso, la persona suele referir que ha oído el ruido que generó la rotura, y es imposible movilizar el músculo.
Estas lesiones son previsibles con una, adecuada preparación, como es un apropiado calentamiento y estiramiento previo antes del esfuerzo. No obstante, cuando se exige de más, pueden suceder desgarros de todas formas.
Debemos conocer que existe otro probable desgarro: el desgarro del tendón. El tendón es la parte del musculo, compuesto por un fuerte tejido conectivo, que acopla el músculo con el hueso. En un esfuerzo desproporcionado o un movimiento incorrecto, el tendón puede rasgarse.
Esto puede ser leve, moderado o grave, al igual que el desgarro del músculo. Esencialmente la recuperación consume tiempo, y en los casos más graves es de resolución quirúrgica.
Distrofias musculares
Son un conjunto de enfermedades, por lo general congénitas, que van generando un gradual deterioro de la fibra muscular. La atrofia de los músculos progresa con velocidad variable, pero habitualmente puede ser muy incapacitante al cabo de pocos años. Son tipologías que se presentan en la infancia temprana, por lo general, e impactan, no solo la calidad de vida, sino también su extensión.
No hay tratamientos determinados para parar el avance de la enfermedad, pero si muchos atenuantes que mejoran la calidad de vida. Es significativo recordar que si bien el pronóstico es oscuro, cada paciente es diferente y las variaciones individuales, muy extensas.
Miotonia
Es una enfermedad hereditaria donde el músculo percibe impulsos eléctricos aun luego que el estímulo ha parado. Esto obstaculiza y torna más lento el movimiento.
Miositis osificante
Patología poco frecuente, hereditaria, que conlleva a que el músculo sea suplantado progresivamente por tejido óseo. Se entenderá que el músculo va mermando en su operatividad, en la medida que es reemplazado por hueso, con las obvias consecuencias que esto conlleva.
Miastenia gravis: Padecimiento degenerativo que empieza generalmente en la vida adulta, a través de la cual los músculos se van degenerando de manera gradual e incapacitante.
La dificultad no se encuentra justamente en la fibra muscular, sino en la transferencia del impulso nervioso, por a una fuerte reducción de un neurotransmisor llamado acetil colina.
Es una enfermedad autoinmune, por lo que el individuo produce anticuerpos que atacan a su propio organismo. Es muy incapacitante.
Esclerosis lateral amiotrofica: Afección neurodegenerativa que afecta las neuronas motoras. El movimiento se va mermando de manera lenta y gradual. El pronóstico suele ser reservado.
Parálisis cerebral: Condición generada cuando se lesionan las neuronas motoras a ras central (cerebro) en el periodo perinatal. Puede ser leve o más grave, y se determina por un aumento marcado del tono muscular, lo que frena los movimientos normales.
Puede impactar igualmente la capacidad de hablar o de alimentarse correctamente, debido a ese aumento de tono.
Tendinitis y tendosinovitis: Como ya se ha indicado, el tendón es la porción del músculo que se incrusta en el hueso. Es muy fibroso y potente, sin embargo, si se genera un movimiento inapropiado, especialmente en forma repetitivita, se hincha el tendón. A eso se le llama tendinitis. Si en ese procedimiento inflamatorio, especialmente debido a movimientos inadecuados de repetición se implica la articulación (sinovial), surge entonces una tendosinovitis.
Poliomielitis: Enfermedad viral que acomete contra la medula espinal, y como consecuencia genera atrofia, parálisis o malformación del músculo.
Lo significativo de tomar en cuenta es el hecho de ser una condición completamente evitable con vacunación. Por ese motivo ha sido totalmente suprimida en buena parte del planeta. Lo que se espera es que suceda lo mismo en todos los países, obviamente, porque presenta consecuencias para toda la vida, siendo evitable completamente.
Polimositis: Patología inflamatoria del tejido conectivo, que puede generar una significativa debilidad y atrofia muscular.
https://www.youtube.com/watch?v=2bIJXKi7FW0
Clasificación de las lesiones musculares
Cuál es la clasificación de las lesiones, tanto traumáticas como no traumáticas. Que puedan entenderlas un poco e impedir que el músculo se lastime más aún.
Lesiones NO traumáticas
Calambres: Calambres son contracciones involuntarias, pasajeras y dolorosas de uno o más músculos, espontáneamente reversible. Uno de los errores que cometemos frecuentemente es el estirar el músculo y esto muchas veces provoca que algunas de las fibras musculares se rompan porque estas forzando al músculo a relajarse, es por eso que queda adolorida la zona.
Lo que se podría hacer es apretar el músculo que está sufriendo el calambre hasta que este pase (volver la contracción voluntaria) o realizar una inhibición reciproca (hacer una contracción del músculo antagonista para que el agonista se relaje).
Contusión: Golpe directo sobre el cuerpo muscular. En el deportista suele estar en contracción por lo que es más fácil que se desgarre o se rompa el músculo.
El resultado de la lesión será la producción de un hematoma intramuscular o intermuscular. La localización más común suele ser en la cara externa del muslo (la clásica dormilona). Provoca un dolor vivo. Impotencia funcional inmediata o posterior (no puedes estirar la pierna o si intentas correr te tropiezas).
Si se ha producido rotura de fibras, puede aparecer una deformidad con depresión. Esto, por lo general, se ve en el fútbol americano cuando pegan con el casco en algún músculo y este se rompe.
Elongación o estiramiento: Ciertas fibras musculares se distienden pero conservan su integridad, no existe ninguna ruptura. El deportista percibe un dolor muy intenso a nivel muscular que se despierta al efectuar el movimiento de forma activa y desvanece al volver el músculo al reposo.
Al palparlo se percibe muy duro y al meter algo de presión se siente como si explotaran algunas “burbujitas” debajo de la piel. No es fácil localizar el punto exacto, por cuanto el dolor recorre todo el músculo.
Sobrecarga: Este tipo de lesión es la más común porque habitualmente termina en una lesión más grave, en vista de que no se le da la importancia requerida. Surgen leves molestias en el músculo que no imposibilitan la ejecución del ejercicio. Regularmente el deportista refiere dolor o molestia al terminar un entrenamiento o actividad deportiva.
Cuando se palpa el músculo esta más tenso, pero no hay dolor para la contracción. Puede surgir un punto doloroso focalizado en el músculo, pero es muy pequeña la molestia.
Contractura: Es una contracción involuntaria, prolongada o permanente de uno o varios grupos musculares. Regularmente se habla de contractura cuando nos hallamos con una molestia muscular desagradable, una disfunción motora y dolor cuando se toca. Habitualmente es una molestia más que un dolor. El músculo es sensible al tocarlo o presionarlo. La constricción puede producir dolor que se incrementa si ponemos resistencia.
Habitualmente se limita la flexibilidad si la comparamos con el miembro sano. Si no se atiende adecuadamente una contractura lo que sigue es una ruptura muscular por la poca elasticidad del músculo.
Desgarro o ruptura de fibras musculares: Corresponde al llamado tirón. El músculo padece estrés y una elongación forzosa y se desgarran las fibras, ocasionando una hemorragia local de cierta importancia, es por ello que surgen los conocidos moretones.
La impotencia muscular es instantánea pero admite el apoyo y la marcha. Duele aunque se tenga el músculo en reposo, pero aumenta el dolor con la presión o el movimiento. Podemos delimitar la zona de la ruptura con precisión si efectuamos una contracción del músculo contra resistencia; es muy frecuente que como medida de defensa del organismo surja una contractura muscular cercando la zona de la lesión.
Ruptura muscular: Esta es la lesión más grave, puede ser parcial o total. Es una lesión superior a la ruptura de fibras. Aparece un dolor brutal e intenso, las fibras rotas son demasiadas y aparece un hematoma (moretón) importante. Por lo general esta lesión termina en cirugía ya que hay que reconstruir el músculo. Es por eso tan importante prevenir llegar a esta situación.
Tratamientos de las lesiones musculares
Las lesiones musculares habitualmente se tratan aplicando tratamientos de frío o calor. En la mayor parte de los casos puede presumir un alivio temporal del paciente. Si se trata de la espalda estas terapias se emplean cuando el dolor surge inducido por una contractura muscular o una inflamación.
Los tratamientos de calor se emplean desde la teoría que admite dilatar los vasos sanguíneos y posibilitar la circulación de la sangre. Así se mejora el paso mediante el músculo y se aligera la recuperación.
De otra parte, la terapia del frío se basa en la teoría de que bajas temperaturas constriñen los vasos sanguíneos, de forma que disminuyen la inflamación que presenta el músculo.
Tratamientos con calor
Radiación infrarroja. Es una irradiación electromagnética que permite emitir y transmitir una forma de calor sin necesidad de contacto con la piel. Genera un calor seco y superficial que penetra de 2 a 10 mm. de profundidad.
Ultrasonido. La energía mecánica termina degradándose a consecuencia del permanente rozamiento y la viscosidad del medio, y convirtiéndose en calor. Habitualmente se recomienda para tratamiento de músculos y articulaciones.
Almohadilla eléctrica. Tiene la ventaja de conservar una temperatura invariable a lo largo del tiempo de aplicación, el calor se origina mediante el calentamiento de una resistencia en su interior.
Regularmente el peso del cuerpo genera una disminución del flujo sanguíneo de la piel en contacto con la almohadilla, que se enfatiza con la relajación muscular ocasionada cuando el paciente se duerme. Se debe aplicar con gran precaución por cuanto el riesgo de quemaduras es elevado.
Hot packs. Consiste en una bolsa llena de cierta sustancia repelente al agua (hidrofílica) como la bentonita o sustancias volcánicas minerales, estos elementos sorben y conservan el calor.
Hot/Cold-packs o bolsas de hidrocoloide. Se hallan llenas de un compuesto gelatinoso. Hay bolsas que pueden calentarse en agua caliente y en horno microondas. En este último caso, el calor absorbido se traslada por conducción en forma de calor seco, el cual sube la temperatura superficial en mayor grado que la alcanzada por el calor húmedo.
Electroterapias de alta frecuencia
Ondas cortas (hipertermia o diatermia). Se ubica en el rango de los 27.12 Mhz. Alcanza sus efectos gracias a la intensidad del campo magnético que produce un incremento de temperatura, en profundidad. Posee dos maneras básicas de aplicación: el campo de condensador e inducción.
Microondas. Corresponden a la gama de 2,450 MHz. La cantidad de aplicación varía depende de cada caso; el fisioterapeuta debe considerar la sensación térmica del paciente de forma que el calor se conserve siempre en la zona percibida con buena tolerancia.
Estas terapias son de uso muy frecuente en fisioterapia y rehabilitación. Si bien la recuperación de las lesiones se lleva tiempo, estos procedimientos unidos a los medicamentos adecuados cooperan a una recuperación total.
¿Tratamiento con calor o frío?
La gran confusión: frío o calor
A continuación se explicará en qué momento emplear frío o calor en las lesiones, cuándo no y por qué.
Existe una mayoritaria confusión sobre el tema. Es una lástima porque el uso de frío y calor (crioterapia y termoterapia) como terapia es algo racional, barato, sencillo y con cantidades de opciones de auto tratamiento seguro, para una extensa variedad de problemas dolorosos. En esta sección se ofrecerá una visión general de cuando aplicar frío y cuando usar calor.
Cuándo aplicar frío o calor, cuándo no y por qué
Regla de oro: el hielo se utiliza para lesiones recientes (agudas), en contraste, el calor para molestias musculares que ya llevan un cierto tiempo y se han vuelto crónicas. Sin embargo, lo importante son los detalles, sobre los que hay mucho de qué hablar.
El hielo es para lesiones
El frío alivia los tejidos superficiales hinchados. El proceso inflamatorio es natural y normal, que además puede ser tremendamente doloroso y más activo biológicamente de lo requerido. El frio es principalmente una manera de regular el dolor de la hinchazón, sin necesidad de medicamentos.
La inflamación reducirá con la aplicación de frío. Ciertos ejemplos sobre cuando aplicar frío serían: un músculo distendido últimamente; un reciente caso de síndrome de banda iliotibial, el cual es más factible de mejorar con frío que otras lesiones del atleta, como el dolor patelofemoral, por cuanto las lesiones de la banda iliotibial habitualmente son más superficiales y las patelofemorales de tejidos más internos.
El calor es para músculos, dolor crónico y estrés
Sintomatologías como molestias musculares y rigidez, que pueden ser ocasionadas por causas desconocidas, se pueden favorecer con la aplicación de calor.
El dolor crónico, principalmente el dolor lumbar, con frecuencia involucra mucha tensión, ansiedad, hipervigilancia y sensibilización. La aplicación de un calor reconfortable puede tranquilizar el sistema nervioso. El estrés es una de los factores más significativos en muchas dificultades que transcurren con dolor.
Alternar la aplicación de frío y calor se llama terapia de contraste. Es considerablemente estimulante y se utiliza principalmente para facilitar la reparación de lesiones.
Cuándo no aplicar frío y calor
Tanto el frío como el calor pueden ocasionar una afectación temporal, aunque menor, cuando no se emplean convenientemente. El calor puede lograr que la inflamación aumente.
El hielo puede empeorar los síntomas de rigidez y contracturas, igualmente puede hacer que el dolor aumente cuando no se necesita.
El frío y el calor son inútiles o nocivos cuando son indeseados: el frío en una lesión crónica o el calor cuando se está generando una hinchazón aguda.
El cerebro puede entender el exceso de uno u otro como una amenaza, no obstante, el frío presume una amenaza mayor, y cuando el cerebro lo revela puede reaccionar aumentando el dolor.
Procura especial atención al enfriar cuando presentas dolor muscular, y puede no ser tan obvio. Puedes razonar que un dolor de espalda es una lesión, sin embargo, puede ser tan solo dolor muscular. Los puntos de dolor logran ser muy intensos y se pueden equivocar con una lesión susceptible de emplear hielo para reducir la inflamación. Si enfrías esos puntos el dolor se puede volver más agudo. Dicho error se realiza continuamente con el dolor lumbar y cervical.
El calor y la inflamación es otra asociación especialmente negativa. Si empleas calor a una contusión reciente, en etapa aguda, ten sumo cuidado por cuanto va a agravar, se inflamará demás y será asimismo mucho más dolorosa.
¿Qué hay sobre los músculos lesionados y los esguinces?
Si se presume que se debe aplicar frío en las lesiones, pero no en el dolor muscular, ¿Qué hacer con las lesiones musculares (desgarro muscular o esguince)? Podría ser una incógnita compleja, pero el frío es mejor en gran parte de los casos, aunque solamente durante los días iniciales, y solo si verdaderamente es una lesión muscular.
Una auténtica lesión muscular regularmente pasa con un trauma obvio a lo largo de un esfuerzo intenso, originando un dolor súbito y fuerte. Si el músculo está efectivamente desgarrado, aplica frío donde se haya generado la hinchazón. Una vez que haya cesado lo peor de esta etapa aguda, pasados unos días, cambia a calor.
¿Es mejor el frío que el calor? ¿Es mejor el calor que el frío?
Los usos idóneos del frío y calor son indistintamente beneficiosos. No obstante, no es una terapia muy fuerte. Su beneficio no responde a un factor de potencia o efectividad extrema ante las lesiones-como pudieran ser ciertos medicamentos-, su recomendación es básicamente por lo barato, sencillo y seguro, cotejado con otras terapias más invasivas.
Resumiendo
Utiliza lo que sientas que es más beneficioso para ti. Tus propias predilecciones son lo que ponderarán una u otra aplicación, y posiblemente la decisión más significativa. Por ejemplo, el calor puede ser que no te beneficie si no te sientes agradable con su aplicación. Y el hielo no será positivo si detestas la idea de aplicarte frío.
Si comienzas con cualquier de las dos terapias y no manifiestas buenas sensaciones, sencillamente cambia al contrario, pero siempre tomando en cuenta lo que se aconseja par aplicar una u otra terapia.
Prevención de las lesiones musculares
De acuerdo a ciertos estudios, cuando se presume la existencia de una lesión, buena parte de las personas asiste al traumatólogo, y otras tantas se aplican un chequeo general. Asimismo, un buen porcentaje va donde un profesional a la mínima molestia, pero todavía no existe un consenso mayoritario sobre prevención, por cuanto solo un porcentaje que no llega al 50% ha solicitado la opinión de un especialista si un determinado deporte o actividad física se adecúa a sus necesidades y no presume algún riesgo para la salud.
El bienestar físico y la prevención de las lesiones se consiguen gracias a una combinación de condiciones: un calentamiento correcto, una dieta sana, actividad física periódica, y equilibrada, y la adición de cierto soporte, como un protector articular o un complemento dietético cuando nos hallamos en una situación de déficit y no logramos el rendimiento que deseado. En muchas circunstancias de agotamiento o estrés físico, cuando se generan afecciones musculares y articulares, se ha logrado detectar que tan solo un reducido porcentaje ingiere cierto suplemento para las articulaciones.
Lesiones Musculares Deportivas
La lesión muscular es la enfermedad más habitual del deportista. La acción física genera con mucha frecuencia lesiones musculares, que en ciertas ocasiones, para el campo médico, son asumidas como lesiones menores, para el deportista alcanzan gran consecuencia ya que motivan su distanciamiento de la actividad deportiva.
Clasificación de los tipos de lesiones en deportes:
- Contusión.Traumatismo directo en deportes de contacto, especialmente a la altura de cuádriceps y gemelos.
- Contractura. Molestia muscular sin impacto directo, dolor al tocado y disfunción a la constricción posterior.
- Distensión o elongación. Músculos empleados al límite de sus capacidades de estiramiento o elongación.
- Rupturas de Fibras. Se genera con hemorragia de cierta copiosidad. Hay dolor tanto a la contracción como a la elongación o alargamiento muscular con signos de hinchazón y pequeña hematoma enseguida.
Rotura Fibrilar
Es una rotura, en mayor o menor grado, de las fibras musculares que comprenden un músculo. La causa primordial habitualmente es un esfuerzo extenuante y explosivo en un músculo poco dispuesto; no soporta la tensión aplicada y termina rompiéndose, aunque igualmente una buena contusión puede producirla.
Se revela con un dolor punzante y fuerte, el conocido signo de pedrada. Surgirá dolor a la constricción y a la palpación, hinchazón y hematoma (no siempre se ve en la piel) e incapacidad para permanecer en el ejercicio. Las pruebas de imagen, como la ecografía, o más dinámica como la resonancia magnética, la cual admite observar el edema muscular originado por la lesión, contribuye en mucho para determinar el pronóstico.
Tratamiento:
- Reposo únicamente en las primeras 48 a 72 horas. Durante dicho lapso se coloca frío y vendaje compresivo de la región afectada.
- Terapia fisioterápica para posibilitar el drenaje y la cicatrización
- Fortalecimiento gradual posterior y anterior al retorno a la actividad deportiva acostumbrada.
Pubalgia u osteopatía de pubis
Es una inflamación de los músculos del pubis (abductores y abdominales) debido a su uso extenuante y prolongado. Se revela por un penetrante dolor en la zona del abdomen y la zona pública.
Los factores de riesgo que contribuyen al surgimiento de la pulbagia son el fatiga deportiva, la práctica de movimientos difíciles o el sobreentrenamiento.
Tratamiento:
- Fisioterapia
- Tratamiento osteopático de los órganos viscerales.
- Cirugía (Sí la terapia conservadora no surte resultado)
Síndrome Compartimental
Se trata de una afección que incide en las zonas del cuerpo con reducido espacio para la dilatación (la zona tibial de la pierna o el antebrazo) provocando una compresión en el complejo nervioso, vascular y muscular. A lo largo del esfuerzo, los tejidos blandos se propagan para proveer o usar los nutrientes y el oxígeno requerido para continuar operando.
La dificultad se hace presente cuando esta ensanchamiento está limitado por la fascia (tejido conjuntivo que recubre las señaladas estructuras nerviosa, vascular y muscular).
El desempeño de distensión de la fascia es limitado, por ello, si cualquiera de los tejidos contenidos en ella se dilata, genera irremediablemente un incremento de presión intracompartimental. Con el reposo la presión se regulariza y el dolor desvanece.
Los síntomas son: dolor intensivo y prolongado, merma de la sensibilidad, cambios en la pigmentación de la piel y merma de la fuerza. Es un fenómeno más recurrente de lo que aparenta.
Muchos deportistas asisten a la consulta, y la exploración es insignificante por cuanto se realiza en reposo; se le aplican pruebas complementarias (ecografía, resonancia, gammagrafia, radiografias), las cuales igualmente son negativas. La clínica y el conocer la patología lleva al diagnóstico y posterior tratamiento.
Tratamiento:
Conservador. En fase inicial, antes de que se vuelva crónico
Fisioterapia: Masajes y estiramientos, reposo parcial del grupo muscular, y frío.
Cirugía
- Se necesita cuando la contusión se vuelve crónica. Se basa en dejar la fasciaabierta mediante pequeños cortes para que deje de comprimir al músculo afectado (Fasciotomía).
Lesiones musculares en el fútbol
Tipos de lesiones musculares
A groso modo, el futbolista puede padecer las siguientes afecciones musculares, cada una de diferente gravedad.
Calambre: Constricción involuntaria de un músculo o de algunos grupos de fibras musculares como consecuencia de haberlo sometido a un esfuerzo extenuante.
Contractura: Aumento de la tensión del músculo en estado de relajación después de un esfuerzo pronunciado.
Elongación: Sobreestiramiento de todo un músculo sin alcanzar un daño anatómico.
Rotura fibrilar: Paralización en la continuidad de un grupo de fibras musculares que causa sangrado muscular y la típica respuesta restauradora.
Rotura parcial y total: Igual al cuadro anterior pero impactando a un número significativo de fibras o a todo el músculo.
Contusión muscular: Producida por el ataque de un agente externo, que impacta contra el músculo y lo aprisiona contra la estructura ósea. Aparte de la xcontusión muscular el golpe origina un edema inflamatorio.
Tratamiento de las lesiones musculares
Las lesiones triviales en las que no se genera una afección anatómica habitualmente evolucionan de forma natural hacia la sanación, en un corto tiempo. En las contusiones y roturas, donde se ocasiona un hematoma y es requerida la cicatrización, la evolución es más insegura.
Las lesiones musculares son usuales pero no se diagnostican ni se tratan apropiadamente. Si el paciente no se acuerda del movimiento que produjo la lesión, y puede proseguir con su actividad, se trata de una lesión banal que sanará en un lapso máximo de unos cuantos días.
Si por el contrario, se acuerda del movimiento puntual que indujo la lesión y el dolor, se reproduce al pretender proseguir; la lesión puede ser más peligrosa y si no se atiende convenientemente puede evolucionar hacia tipos crónicos.
Contacturas y elongaciones
El tratamiento recomendado incluye: Reposo relativo para esas actividades que reproduzcan las molestias.
Aplicación de calor (seco) a lo largo del lapso de dos a cinco días.
Se sugiere la aplicación de un masaje leve.
Puede administrarse fármacos (relajantes musculares).
Contusiones y roturas musculares
El tratamiento se divide en tres etapas:
1ª Fase: Se ha conformado el hematoma y la meta es reducirlo. Si se ubica entre los fascículos musculares, la lesión posee mejor pronóstico que si se ubica a lo interno de un fascículo (hematoma intramuscular), donde tiene peor pronóstico; precisa un periodo mayor de curación y evoluciona con habitualmente hacia volverse crónico.
Dura de 48 a 72 horas. Se aconseja reposo total del miembro o la región afectada. Se debe aplicar frío (crioterapia) a lo largo de las primeras 48 horas, en tres a cinco sesiones diarias de 15 a 20 minutos de extensión. Es recomendable intercalar un paño húmedo entre la piel, y una bolsa de agua con hielo para impedir lesiones por el frío.
Efectuar un vendaje compresivo y subir el miembro lesionado cuando la zona anatómica lo admita. Conviene administrar un antiinflamatorio no esteroideos (AINE) general y tópico, así como un relajante muscular.
Debe evadirse la práctica desproporcionada de masajes, ya que puede favorecer las hemorragias y la cronificación de la afección.
2ª Fase: Es la etapa de la cicatrización. El tratamiento está orientado a alcanzar que la cicatriz sea menor y lo más funcional posible. En esta fase se debe conservar el vendaje compresivo, aplicar calor (termoterapia) a través de paños, bolsa de agua o manta eléctrica; igualmente de tres a cinco sesiones diarias, de 15 a 20 minutos de permanencia.
Desde el 3º o 5º día es beneficioso comenzar a efectuar contracciones musculares desde el reposo, siempre que no causen dolor. Se deben repetir algunas veces al día a objeto de dirigir convenientemente el tejido que se está cicatrizando.
La fisioterapia admite reducir el tiempo de restauración. Son profusas las técnicas utilizadas actualmente: termoterapia, ultrasonidos, electroterapia, laserterapia, cinesiterapia. Se deben ir introduciendo las contracciones con movimientos y los estiramientos de acuerdo a como vayan siendo soportados, con malestar pero sin dolor.
3ª Fase: Restablecer progresivamente de la actividad deportiva. Deben preverse nuevas lesiones efectuando estiramientos de la musculatura impactada antes y después de la ejercitación.
Síntomas de distensión muscular
Distensión muscular grado 1 o leve
Hay desgarro o rotura de ciertas fibras musculares, si bien la porción tendinosa se conserva ilesa. No surgen hematomas intramusculares, aunque de producirse, este habitualmente presenta un tamaño no mayor de un centímetro. En algunos casos el deportista no advierte la lesión luego de terminada la actividad. Su restauración se ubica de siete a ocho días.
Distensión muscular grado 2 o moderada
Acá se genera una rotura moderada de fibras del músculo, y en ciertos casos igualmente, de la región tendinosa. La palpación en la zona impactada es dolorosa. La rotura fibrilar circunda el tercio de la superficie muscular, y el hematoma asociado oscila en torno a tres centímetros. El deportista regularmente abandona la actividad deportiva al momento de la lesión. La musculatura muestra tumefacción y es deficiente la movilidad. La gravedad de esta lesión posterga la restauración para dentro de dos semanas .ver artículo: (Sinapsis Neuronal).
Distensión muscular de grado 3 o grave
Para este grado se surge la rotura total del vientre muscular, así como de la incrustación músculo tendinoso. Al palparla se percibe un defecto evidente y dilatado en la fibra muscular. Igualmente, se surge un edema importante. El deportista es consciente de la lesión por la intensidad del dolor, asociado a este grado de distensión. Se genera un efecto discapacitante en la musculatura impactada. En vista de la trascendencia de este grado de lesión, la rehabilitación puede demorar en el tiempo de tres a cinco semanas.
pues he leido todo y no he encontrado lo que buscaba,dolor e hinchazon de un gemelo tal vez por mala postura cntinuada