Las expresiones faciales del ser humano constituyen una de las formas más directas de comunicación con otros, razón por la cual existen en la región que va desde la frente hasta el cuello, gran cantidad de músculos que contrayéndose o expandiéndose, revelan sentimientos, estados de ánimo, etc.
Uno de los músculos más grandes (aunque muy delgado) que realiza parte de esta importantísima función (además de otras no menos importantes) es el Músculo Platisma. En este trabajo se describirá dicho músculo, su relación con otros, los nervios que lo controlan, en cuáles expresiones faciales interviene y otros datos muy interesantes sobre dicho músculo.
¿Qué es el Músculo Platisma?
El músculo platisma (palabra procedente del vocablo griego πλάτυσμα que significa: lámina plana) es un músculo que ocupa principalmente la cara, desde la mandíbula hacia abajo, todos los laterales del cuello y la parte frontal del hombro, cubriendo las clavículas, hasta la parte superior del tórax.
También se le conoce como músculo subcutáneo del cuello. Es muy delgado y se encuentra directamente debajo de la piel, cubriendo entre otros, a un músculo muy visible: el esternocleidomastoideo.
Músculo Platisma del cuello
Este gran músculo se crea en el embrión a partir del tejido mesenquimal (tejido procedente del mesodermo que a su vez es una de las tres capas (la intermedia) de la que se forman gran parte de los tejidos orgánicos del embrión).
En este caso, el tejido que lo origina se encuentra en el segundo arco faríngeo del embrión y se crea a la par con los demás músculos faciales (ver: Músculos de la cara)
Inserciones del Músculo Platisma
Por la parte inferior, el platisma se inserta en el tórax por medio de estructuras llamadas fascículas que forman fibras más o menos separadas entre sí, a nivel de la segunda costilla, incrustandose en los pectorales (las fibras de ambos músculos se entrelazan).
Cubre la zona de las clavículas (huesos Largos con forma de “S” que se ubican en la parte anterosuperior del tórax. Van Desde la parte superior del esternón hasta el acromíón de la escápula), insertándose en el músculo deltoides (músculo con forma de semi cono.
Que rodea la articulación del hombro) desde donde se estrecha, subiendo en forma oblicua por los laterales del cuello, para llegar hasta la parte inferior de la mandíbula, donde se fija en un tipo de inserción llamado proximal (indica que la inserción es directa en la mandíbula, colocando el músculo al lado de esta).
¿Qué son estas estructuras relacionadas con el platisma?
A fin de entender mejor la relación del platisma con otras estructuras a las que cubre y donde se inserta, analicemos estas últimas con más detalle:
Pectorales mayores: Son dos músculos ubicados en la parte anterior y superior del tórax, a cada lado del esternón.
Se insertan en tres puntos: Por su parte superior, en alrededor de dos tercios de la parte baja de ambas clavículas; Por su parte externo costal, se inserta en ambos lados de la cara anterior del esternón, en los seis primeros cartílagos costales y en la aponeurosis del músculo oblicuo externo.
Finalmente todo el músculo se reduce y termina como un gran tendón en la parte interna del húmero (hueso del brazo, que va desde el hombre hasta el codo).
Su función es la abducción de ambos brazos (si se levanta el brazo, volverlo a su posición natural a ambos lados del tórax). También permite la rotación de ambos brazos sobre si mismos, un movimiento llamado retroimpulsión que consiste en bajar los brazos cuando estos están extendidos al frente y por último, cuando los brazos cuelgan en su posición natural, bajan las clavículas y elevan las costillas, ayudando a la respiración profunda.
Clavículas: Son dos huesos que actúan junto con la escápula (omóplato, hueso par que se encuentra sobre las costillas a ambos lados de la columna, en la región superior de la espalda.) a la que se une por el acromion (sección plana que sobresale la parte superior del omóplato, con una cavidad cóncava llamada cápsula articular, donde se inserta la clavícula) para formar la cintura escapular.
Esta unión es muy sólida. Intervienen en ella una capa de fibrocartílago, dos ligamentos acromioclaviculares (superior e inferior) y dos ligamentos coracoclaviculares (el trapezoide y el conoide). Su unión al esternón es en la parte más gruesa de ella, y consta de un disco articular y ligamentos. Sirve como único medio para unir el brazo al tórax.
Deltoides: Músculo que, con su forma de bola, define la articulación del hombro. Cubre las tres caras (anterior, posterior y lateral) de este.
De acuerdo a sus zonas de inserción, se divide en tres partes: Clavicular o anterior (Se inserta en la clavícula y eleva el brazo hacia adelante, realizando la rotación interna y flexión del hombro), espinal o posterior (se inserta en una parte del omóplato llamada espina y eleva el brazo hacia atrás realizando la rotación externa y extensión del hombro y por último, acromial (se inserta en el acromion del omóplato e interviene con mayor fuerza en la separación (abducción) del hombro. ) (ver: musculos largos)
¿Qué son las fascículas?
Son hebras musculares esqueléticas que se unen formando un racimo, que es lo que llamamos músculo. Se encuentran cubiertas por un tejido conjuntivo llamado epimisio. Cuando este epimisio es muy duro y presta inserción a las fascículas musculares, la estructura qué forma se llama aponeurosis.
En la mandíbula, el platisma se inserta de varias maneras: al nivel de la barba, las fibras de un lado se entrecruzan con las del otro y suben a insertarse en la cara más interna de la piel y en el mentón.
Otras fibras se insertan a los lados de la mandíbula, hasta la comisura labial y finalmente, las fibras más laterales se insertan en la parte inferior de las mejillas. Hay personas cuyo músculo platisma llega hasta los pómulos y la región baja del músculo que mueve los párpados.
Este músculo se inserta tanto hacia los huesos (principalmente de la mandíbula), como hacia la piel que tiene encima.
Con qué estructuras se relaciona el Platisma:
Hemos descrito en qué parte del cuerpo se inserta este músculo, lo cual nos da una idea de con cuales estructuras se relaciona. A continuación describiremos estas estructuras:
Por su cara externa se encuentra muy unido a la piel que lo cubre. A veces se inserta entre ambas estructuras unan fina capa de grasa.
Por su cara interna se une a la cara superficial de la membrana que contiene y evita el desplazamiento indebido de las estructuras (músculos y otros órganos) que conforman la parte antero lateral del cuello. Además se relaciona con las siguientes estructuras (de arriba abajo):
Músculo masetero: Este músculo cuadrilátero, a pesar de ser corto, es uno de los más poderosos del cuerpo humano, capaz de contraerse, ejerciendo una fuerza de aproximadamente 90 Kg. Pertenece al grupo de los músculos de la masticación.
Se divide en dos porciones: la porción muscular superficial o anteoexterna y la porción muscular profunda o posterointerna. La porción superficial se inserta por arriba en los dos tercios anteriores del arco cigomático (hueso con forma de arco que une el temporal del cráneo con la apófisis malar, que se encuentra a un lado de las órbitas, en la cara) y por abajo, en la cara lateral de la rama mandibular y en el gonión, en unas rugosidades que están allí.
La porción profunda se inserta por arriba en el otro tercio de la cara interna y posterior del arco cigomático y terminan por abajo en la cara lateral de la apófisis coronoide, bajo donde se inserta el tendón del músculo temporal.
Plexo cervical superficial: conjunto de nervios que controlan las funciones sensitivas del cuello. Constituye, junto al plexo cervical profundo, el plexo nervioso más superior del sistema nervioso periférico. Lo forman los cuatro ramales anteriores que se derivan de los nervios que surgen de las cuatro primeras vértebras cervicales (de C1 a C4). Solo las ramas anteriores de este plexo cervical son las que se relacionan con el platisma (aunque no le dan sensibilidad a este.).
La vena yugular externa: es una vena que va desde el ángulo de la mandíbula, en la sustancia de la glándula parótida, cruzándose de manera oblicua, con el músculo esternocleidomastoideo, hasta el centro de la clavícula y termina uniéndose a la vena subclavia.
La sangre que circula por ella proviene del cuero cabelludo y en mayor medida, de la cara. Surge de la unión de la vena auricular posterior con la vena retromandibular. La parte anterior de esta vena es la que se une al platisma.
Músculo milohideo: Es un músculo aplanado y cuadrilátero, dividido en dos laterales, que, partiendo de ambos lados de la cara interna de la mandíbula, se une en el centro, en una estructura llamada rafe aponeurótico, para luego insertarse por su parte trasera, en el hueso hioides.
Se le conoce como “el suelo de la boca”. Interviene en la masticación, la deglución y en el habla, al mover por un lado a la mandíbula y por el otro, al hueso hioides. Solo parte de su cara externa se une al platisma.
Músculo digástrico: es un músculo par (es decir, que hay dos digástricos) dividido en dos partes, una que baja desde el cráneo, hasta el hueso hioides y otra que va de este al maxilar.
Más específicamente, este músculo aparece en dos porciones o vientres: uno posterior o mastoideo, que surge del lado medial de la apófisis mastoide (parte del hueso temporal del cráneo), baja por la parte interna de la cabeza y tres o cuatro centímetros más abajo, se transforma en una hoja tendinosa que termina siendo un tendón llamado intermedio.
Este llega al hueso hioides, atravesando el músculo estilohioideo, para llegar finalmente al hueso hioides.
La segunda porción o vientre, va desde el hueso hioides, hasta la parte interna frontal de la mandíbula (cada músculo se inserta a ambos lados del centro de la cara interna de esta). Es este segundo vientre de ambos músculos el que se relaciona con el platisma. Este músculo mueve el hioides hacia arriba y abajo ya atrás la mandíbula. (ver: huesos de la cabeza)
Músculo omohioideo: Es un músculo par que va desde el borde superior de ambos omóplatos, ascendiendo después de manera oblicua por el cuello (en este punto el músculo se transforma en tendón, para luego volver a transformarse en músculo) por la parte externa del cuello, hasta insertarse en el hueso hioides.
Sirve para bajar dicho hueso y tensa la aponeurosis cervical media, a fin de favorecer la circulación venosa de esa zona, durante la inspiración. En la curva donde estos músculos van por la parte externa del cuello es donde se unen al platisma.
Músculo esternocleidomastiodeo: Es un gran músculo par que va desde el manubrio esternal (parte superior del esternón) y el tercio medio de la clavícula, subiendo a ambos lados del cuello, para terminar en la apófisis mastoide y en la línea nucal superior del hueso occipital (hueso ubicado en la aprte posterior e inferior del cráneo).
Divide ambos lados del cuello en región delantera y región lateral. Cuando actúan ambos músculos, flexionan la columna cervical. Cuando actúan por separado, inclinan la cabeza hacia el lado del músculo que se activa. Este músculo se une al platisma en toda su extensión.
Bajando desde el cuello, el platisma cubre las siguientes estructuras: al músculo deltoides, el cual estructura el hombro, la clavícula y el pectoral mayor (músculo superficial plano, que se encuentra en la región anterosuperior del tórax).
Esta estructura muscular no es uniforme en los individuos. En algunas personas, en vez de una lámina muscular, solo se aprecian bandas musculares aisladas. Es un músculo en vías de atrofiarse. En animales como el caballo, este músculo está muy desarrollado.
El platisma recibe sangre de unas ramificaciones de la arteria submentoniana (arteria que surge de la arteria facial y se dirige a la zona del mentón y cervical) y de la arteria escapular superior (arteria que puede tener su origen tanto del tronco tirocervical o directamente del origen de este: la arteria subclavia).
El nervio que controla este músculo es el nervio facial (séptimo nervio que surge del cráneo por el agujero estilomastoideo y está integrado por fibras sensitivas y motoras) en su ramificación cervico facial. El plexo cervical, otro nervio que presenta ramificaciones que atraviesan el platisma, no actúa sobre este, sino que extiende sus ramas sensitivas hacia la piel.
Función del Músculo Platisma
Este músculo en el ser humano es una versión muy atrofiada del panículo carnoso que tienen algunos animales (en el caballo este músculo llega hasta la nuca y se extiende hasta cubrir casi todo el tronco).
En el ser humano, este músculo puede bajar en algo la mandíbula, contribuyendo a abrir la boca pero su función más visible es actuar sobre la comisura de la boca, tirando de esta hacia los lados y hacia abajo, produciendo expresiones de estrés o de terror. Al hacer una mueca, las comisuras de la boca se mueven por acción de este músculo y al soplar por la boca, también interviene el mismo.
Al funcionar este músculo, se pueden apreciar una serie de arrugas que descienden en forma oblicua por el cuello, hacia la parte delantera del pecho.
Si se presentan espasmos de este músculo, la persona podrá hacer una mueca de forma involuntaria, lo que puede suceder como parte del síndrome de Meige (patología en la que se producen movimientos involuntarios de la mandíbula, llamados distonias).
Se puede visualizar la totalidad del platisma surgiendo del cuello en momentos de gran esfuerzo muscular, como cuando se levantan pesas o en el caso de los corredores. De hecho, este accionar del platisma, aumenta el diámetro del cuello, lo cual da origen a dos teorías:
- Contribuye a levantar la caja torácica, aumentando el nivel respiratorio.
- Al ampliar el diámetro del cuello, impide que las venas y arterias que pasan por este se compriman por la acción de los músculos en tensión, asegurando la irrigación sanguínea del cerebro.
Lesiones del Músculo Platisma
Además de los traumatismos del cuello, los cuales, además de afectar el platisma, comprometen estructuras más vitales que pasan por esa zona, el platisma puede sufrir de parálisis.
La parálisis del platisma ocurre por lesión del nervio facial en su ramo cervical. Al paralizarse este músculo, la piel sobre él cae en forma de pliegues laxos. Una parálisis facial puede incluir este músculo. Es muy importante que al realizar cirugías en la zona del cuello, se preserven este y todos los nervios faciales, a fin de evitar este tipo de parálisis.
Cuando se suturan heridas en la zona del cuello, se debe tener especial cuidado en suturar bien tanto la piel, como los bordes del platisma. Si no se hace como se debe, la herida se deformará por la acción de las fibras del platisma, produciendo una cicatriz amplia y estéticamente desagradable.
En el caso de la parálisis facial (prosoparesia parcial o total), puede haber posterior contractura del músculo platisma. En este caso, el músculo se endurece, produciendo un gran pliegue al lado de la laringe. Puede presentar una condición conocida como tixiotropía, mediante la cual el músculo con una consistencia dura, se ablanda al moverlo. (ver: tren inferior)
El Músculo Platisma y la edad
En la mayoría de los jóvenes, la piel del cuello se ve lisa y tersa porque el músculo platisma está tenso y apretado. A medida que la persona envejece, La piel se va haciendo menos elástica. Alrededor de los 40 años los cambios propios de la edad determinan la flacidez de ciertos músculos y la aparición de arrugas en la piel, debida a esa falta de elasticidad.
Estos cambios se ven también reflejados en el músculo platisma, el cual cede, produciendo dos grandes pliegues de piel que cuelgan a ambos lados de la laringe. Estos pliegues suelen agrandarse si la persona pierde mucho peso.
La solución para esta condición, que incomoda a algunas personas viene por dos vías:
- La aplicación de toxina botulínica en la zona afectada (Toxina elaborada por una bacteria, la clostrilium botulicum, que produce una enfermedad llamada botulismo, la cual origina entre otros síntomas, parálisis muscular progresiva. Esta cualidad se utiliza en medicina para tratar ciertas afecciones neurológicas y en estética, para tensar temporalmente ciertos músculos y tejidos que se hacen flácidos con la edad, revirtiendo así, por un lapso de unos 4 meses, los efectos visibles del envejecimiento).
Existen casos documentados de muchos pacientes que se sometieron a tratamientos con este tipo de toxina, logrando la retracción de las bandas del platisma, sin efectos adversos (un efecto adverso sería la disfragia u obstrucción de las vías aéreas). Aún así hubo molestias tales como la equimosis o moretones en la piel. Tal y como se mencionó antes, todos los resultados fueron temporales limitados por la cantidad de piel presente en esa zona.
- Sometiéndose a una cirugía estética, que a diferencia del lifting facial (técnica que consiste en retirar piel sobrante y tensar músculos faciales para atenuar los signos de la edad), no requiere eliminar pliegues de piel; sino intervenir directamente el músculo platisma.
En esta técnica se suele realizar una mínima incisión bajo el mentón para acceder al músculo. Hoy en día, estas intervenciones se realizan mediante endoscopia, para que la cicatriz resultante sea mínima.
Existen varias técnicas a aplicar y la que se utilice dependerá del tipo de afectación que tenga el paciente, su edad, el grado de flaccidez que tenga el tejido y la ubicación de las arrugas. Las técnicas a seguir son:
Recorte: se elimina la parte sobrante del músculo platisma.
Sutura: se unen las dos secciones laterales del musculo hacia el centro del mentón y del cuello, mediante sutura.
Corsé: se realizan en diversas secciones centrales y laterales del músculo varias suturas, a fin de darle forma como de corsé.
Tracción del músculo: se tira de ambos laterales del músculo a los lados y hacia atrás del cuello.
También se puede adicionar otra técnica conocida como suspensión, que consiste en levantar la piel del cuello mediante un hilo especial que se suele colocar detrás del pabellón de la oreja.
Estas técnicas se suelen acompañar de otras como liposucción (retiro de grasas acumuladas bajo el mentón, en caso de papada). Por lo general se hace este tipo de cirugía en conjunto con un lifting facial, para que el efecto de rejuvenecimiento sea general.
La operación se extiende por un lapso entre 40 minutos y dos horas. Quedan en las zonas afectadas hematomas que suelen desaparecer entre una y dos semanas después de la cirugía. Después de unos 8 días se puede retornar al trabajo y luego de tres semanas, se puede retornar al gimnasio. Es una intervención de tipo ambulatorio que se realiza en un quirófano y en algunos casos, con anestesia local.
Ejercicios para el platisma
Al igual que con el resto del cuerpo, el ejercicio practicado regularmente mantiene los músculos tonificados y retrasa los efectos que la edad genera en ellos.
El hecho de que el músculo platisma no sostiene la cabeza contribuye a que se vuelva flácido, siendo el cuello la primera estructura que presenta señales de envejecimiento. Afortunadamente existen ejercicios que permiten tonificar no solo este músculo, sino en general todas las estructuras del cuello. A continuación presentamos algunos de ellos.
El siguiente ejercicio permite fortalecer este músculo y reducir su flacidez. El ejercicio consiste en inclinar la cabeza hacia un lado, lo más que se pueda. Se pude sentir el estiramiento de la piel del cuello al realizar este ejercicio.
En caso de tener papada, deberán agregarse ejercicios para reducir esta. Si se realizan estos ejercicios varias veces, a intervalos regulares, se podrán ver los resultados en un lapso breve; sin embargo, se debe tener en cuenta que es muy difícil reducir la papada por esta vía. Deben complementarse con una dieta adecuada y un estilo de vida adecuado.
Otro ejercicio consiste en inclinar la cabeza hacia atrás hasta que quede mirando el techo. Una vez en esa posición, fruncir los labios como si se quisiera besar el techo y contar hasta 5 en esa posición y volver a la posición inicial. Se debe repetir varias veces. Sirve para tonificar y ejercitar todos los músculos del cuello.
Este otro ejercicio, además de tonificar los músculos de cuello, ayuda a aliviar el dolor del cuello y liberar tensión en el cuello y hombros. Consiste en que estando de pie o sentado con la espalda recta, se inhala aire mientras se gira la cabeza hasta tocar el hombro con el mentón.
Luego se exhala, bajando la cabeza hasta tocar el pecho con el mentón. Se repite el ejercicio hacia el otro hombro. Se repite el ejercicio hacia ambos lados de 5 a 10 veces.
Este ejercicio mantiene la garganta firme y tonifica el músculo platisma: con la espalda recta, se aprietan los labios contra los dientes y se trata de mover la comisura de estos hacia abajo, hasta que se tense el músculo platisma y se puedan ver en el cuello. En esa posición se abre un poco y cierra la boca unas 5 veces.
Una variante de los primeros ejercicios consiste en acostarse en la cama boca arriba, dejando que la cabeza cuelgue por un lado. Sin utilizar las manos, inspire, levante su cabeza lentamente, exhale y mantenga la cabeza levantada con el mentón en el pecho. Cuente hasta cinco y baje la cabeza hasta que vuelva a quedar colgando a un lado de la cama. Repetir esto una 5 veces, aumentando las repeticiones cuando se sienta más fuerte.
Otro ejercicio: Se abre la boca, se estira el labio inferior sobre los dientes y se mueve la mandíbula de arriba abajo. Se repite de diez a quince veces.
En la medida en que se vayan fortaleciendo tanto el platisma, como los demás músculos, deberán añadirse repeticiones.