Todos los sentidos y sus órganos tienen gran importancia para el ser humano. Muchos se atreven asegurar que unos son más importantes que otros, y la verdad es que la falta de alguno de ellos repercute notablemente en la calidad de vida de cualquier ciudadano.
De lo que no estamos seguros es de saber cuál de los sentidos es el más complejo en estructura y funcionamiento. Si nos enfocamos en la vista nos damos cuenta que se trata de una súper estructura de alta complejidad, en pequeñas dimensiones. Desde este artículo te invitamos a conocer lo mágico y maravilloso del ojo humano que hace posible la visión.
Indice De Contenido
- 1 Qué es el ojo humano
- 2 Cómo funciona el ojo humano
- 3 Anatomía y fisiología del ojo
- 4 Partes del ojo
- 5 Órganos que lo protegen
- 6 Qué es el Iris
- 7 El ojo como sistema óptico
- 8 Enfermedades del ojo
- 9 Problemas de la vista
- 10 Dolor en el ojo
- 11 Enrojecimiento del ojo
- 12 Derrame ocular
- 13 Herpes Ocular
- 14 Qué es el ojo vago
Qué es el ojo humano
Es el órgano donde se reporta todo lo captado por el sentido de la vista, que permite la visión en personas y animales. En él se capta y transforma la luz y sus variantes en impulsos nerviosos, los cuales son descifrados por el cerebro.
De forma esférica achatada en los polos, el globo ocular posee diversas partes internas que se enlazan con el cráneo, como los músculos del ojo, que controlan sus movimientos y lo mantiene en posición. Es un órgano de los sentidos, se halla en número par a ambos lados de la parte superior de la cara, por debajo de la frente.
Está compuesto por varias estructuras, alguna de ellas totalmente cristalinas para admitir la entrada de luz, lo que es necesario para la visión.
Es un órgano fotorreceptor, cuya función consiste en tomar los rayos luminosos provenientes de los objetos del mundo exterior y convertirlos en impulsos eléctricos que son guiados al foco nervioso de la visión, que se ubica en la zona de atrás del cerebro. Es uno de los órganos sensoriales del cuerpo humano.
Cómo funciona el ojo humano
Como se señaló es un órgano fotorreceptor que requiere de cierto tiempo de adaptación para procesar desde la intensidad luminosa de la luz del día, hasta la luz de menor intensidad, y viceversa. Este espacio de adaptación se relaciona con una membrana muy sensible encargada de captar la luz: la Retina.
Los movimientos del globo ocular hacia arriba, abajo, a la derecha o la izquierda, se llevan a cabo a través de seis músculos oculares, los cuales son muy precisos. Se estima que los ojos se mueven para enfocar, en por lo menos cien mil puntos diferentes del campo visual.
Los músculos de ambos ojos funcionan simultáneamente, por lo que igualmente ejercen la importante función de convergir su enfoque en un punto para que coincidan las imágenes de ambos; si esa convergencia no existe o es irregular se genera la doble visión.
El movimiento de los ojos y la fusión de las imágenes, contribuyen también en la estimación visual del tamaño y la distancia de los objetos. Desde el enfoque óptico, el ojo tiene una semejanza con la cámara oscura de la cámara fotográfica. Ambas retinas son agitadas por los estímulos procedentes del medio ambiente, y las figuras ópticas que se construyen en ella, son invertidas. A través de un proceso que se lleva a cabo en el cerebro, se restablece el sentido correcto del objeto captado.
Para llegar a la Retina, un haz de luz tiene que cruzar los medios refringentes del ojo humano, los cuales son:
- Córnea
- Humor acuoso
- lente o cristalino
- Humor vítreo
Una alteración anatómica u opacidad en estas membranas refractarias, por pequeñas que sean, nos llevará a una visión borrosa.
La forma curva de la superficie de la retina tiene una gran importancia, por cuanto admite compensar el cambio de trayectoria que experimenta un haz luminoso, al cruzar medios con índices de difracción tan diferentes. Una vez estando en la parte interna del ojo, los índices de refracción del humor acuoso, cristalino, y humor vítreo, son tan similares que el haz de luz no recibe mucho cambio, sólo la inversión de la imagen señalada.
Funcionamiento del globo ocular
El globo ocular capta los estímulos luminosos provenientes del ambiente. La luz traspasa las membranas transparentes y la lente del ojo, y crea una imagen invertida en la retina, donde células especializadas cambian la imagen en impulsos nerviosos. Dichos impulsos alcanzan la región posterior del cerebro, mediante el nervio óptico.
El cerebro descifra las señales a través de un complejo mecanismo, en el cual millones de neuronas tienen participación.
Pupila e iris
El iris es un diafragma circular que controla la cantidad de luz que entra en el ojo. Contiene un orificio en el centro de aproximadamente 3 mm de diámetro llamado pupila, la que se adecúa a la intensidad de luz; si es muy intensa, la pupila se contrae (miosis), si por el contrario es escasa, se dilata (midriasis).
La contracción del iris es instintiva y la controla de forma automática el sistema nervioso parasimpático; la dilatación igualmente es inconsciente, pero la regula el sistema nervioso simpático.
Córnea y cristalino
El primer tejido ocular totalmente transparente, que se halla en la parte anterior de nuestros ojos es la córnea; entre sus numerosas funciones se encuentra la de proteger el iris y el cristalino. Además de brindar protección a otras estructuras del globo ocular, posee la función de enfocar conjuntamente con el cristalino, las imágenes en la retina.
La córnea se considera como el primero de los lentes que componen el sistema óptico de los ojos; en atención a esta condición, tiene una importancia vital en nuestra visión. La ausencia o disminución en la transparencia, o una deformidad en nuestra cornea, por pequeña que sea, producirá una imagen defectuosa en la retina.
Debido al éxito de la cirugía refractiva con láser en los últimos años, se han producido avances significativos en la investigación de la estructura de la córnea; de este tejido se tiene un mayor conocimiento cada día, y en consecuencia, la seguridad y eficiencia de las intervenciones quirúrgicas cada día es mayor.
Cristalino
El cristalino es un tejido en forma de lente biconvexo y transparente dentro del ojo, el cual tiene las funciones de mantener su transparencia, refractar la luz, y proporcionar acomodación; que es el enfoque sobre la retina.
No posee irrigación o inervación, elementos de los que dispone solo en el período fetal, por lo que depende totalmente del humor acuoso para sus requerimientos metabólicos, de nutrición y efectuar sus excreciones de residuos.
El cristalino se halla anterior al cuerpo vítreo, luego del iris y mantenido en su posición por las zónulas de Zinn, las cuales son fibras que lo mantienen pegado al cuerpo ciliar.
Acomodación
Es el proceso de enfocar sobre la retina la luz proveniente de un objeto, distante o cercano. Al penetrar el ojo los rayos de luz, deben orientarse exactamente hacia la retina a los fines de que la imagen lograda sea nítida.
Esto necesita un ajuste que sucede de forma bastante parecida en el ojo humano y en de los animales vertebrados. Este mecanismo exige la contracción del músculo ciliar que está enlazado al cristalino a través del ligamento suspensorio.
Al contraerse el músculo ciliar, el cristalino se vuelve más esférico y se incrementa su poder de refracción; lo que facilita enfocar la luz proveniente de objetos próximos. Si el músculo ciliar se relaja, el cristalino se torna menos esférico, reduce su poder de refracción, lo que hace ver con nitidez objetos distantes.
Retina
Acá se encuentran las células visuales, por ello se le compa con una película fotosensible. Dichas células tienen la capacidad de percibir la luz visible, la cual es una pequeña porción del espectro electromagnético, que es la ubicada entre 400 nanómetros de luz violeta y 750 nanómetros de luz roja.
Al incidir la luz en la retina provoca una serie de fenómenos químicos y eléctricos que al final se vuelven impulsos nerviosos, los cuales son conducidos hacia el cerebro a través del nervio óptico.
Conos y bastones
De forma diferente a la luz y los colores se manifiestan las células sensoriales de la retina. Los bastones se mueven en la oscuridad, y únicamente admiten identificar el blanco, el negro, y los diferentes grises. Los conos, por su parte, se activan de día y en ambientes iluminados, estos producen la visión de los colores.
En el globo ocular existen tres tipos de conos: los sensibles a luz de color azul, de color rojo y a la verde respectivamente. Estos absorben individualmente la emisión de una definida parte del espectro, de lo que se encargan unos pigmentos llamados opsinas; las cuales son moléculas que se encuentran compuestas por una proteína y un derivado de la vitamina A.
De estas moléculas, la eritropsina tiene una sensibilidad superior para las longitudes de onda larga alrededor de 560 nm (luz roja); en longitudes de onda media tenemos la cloropsina de unos 530 nm (luz verde), y la cianopsina que posee una sensibilidad superior para las longitudes de onda pequeñas, de unos 430 nm (luz azul).
A través de las diversas intensidades, de las señales ocasionadas por los 3 tipos de conos, identificamos todos los colores que componen el espectro de luz visible.
Los conos están aglutinados en el centro de la retina (mácula), en tanto que los bastones proliferan más en la periferia de ella. Cada cono se halla conectado individualmente al centro visual del cerebro, lo que en la práctica posibilita diferenciar a una distancia de 10 metros, dos puntos luminosos tan sólo con un milímetro de separación. Cada ojo humano cuenta con 7 millones de conos y 125 millones de bastones.
Todos estos complejos procesos es lo que nos permite contemplar y captar lo maravilloso del mundo en nuestro alrededor.
Anatomía y fisiología del ojo
El ojo se encuentra protegido de la suciedad y de materiales extraños por las cejas, pestañas y párpados. La conjuntiva es una fina membrana que recubre los párpados y buena parte de la superficie anterior del ojo, exceptuado la pupila. Asimismo, la glándula lacrimal destila lágrimas que humedecen y lubrican la córnea.
El ojo está compuesto por tres capas:
1.- Túnica externa: Superficie compuesta por dos segmentos conjuntivos de diferentes tamaños. Uno anterior, la córnea; y otro posterior, la esclera o esclerótica. Estos conforman una capa resistente y fibrosa que brinda protección a los componentes del globo ocular.
- Córnea. Es una estructura que admite la entrada de la luz del exterior al interior del ojo, y brinda protección al iris y al cristalino. Tiene características ópticas de refracción. Para asegurar su función debe permanecer transparente y mantener una curvatura adecuada. Está constituida por seis capas celulares: epitelio corneal, membrana de Bowman, estroma corneal, capa de DUA, membrana de Desemet y el epitelio posterior o endotelio corneal.
- La Esclerótica. Es la capa más externa, de color blanco aunque se torna transparente sobre la pupila y el iris, conformando la conocida córnea. Coroides es la capa media compuesta por vasos sanguíneos; en su parte anterior tiene formados los cuerpos ciliares que se enlazan al iris y al ligamento suspensorio.
2.- Túnica media: Capa vascular ubicada entre la única externa e interna, es de forma esférica y de color marrón con dos orificios: el canal óptico y la pupila. Está compuesta de adelante hacia atrás por el Iris, el Cuerpo Ciliar y la Coroides.
- El Iris. Se trata de una membrana coloreada, con forma de anillo, dotada de músculos que regulan el tamaño de la pupila u orificio central del iris. La pupila cambia de tamaño de acuerdo a la intensidad de la luz y al enfoque.
- Cuerpo ciliar. Es la capa vascular que se localiza entre la membrana coroides y el iris. Tiene los músculos de sostenimiento y produce el fluido acuoso. Permite que el cristalino cambie de forma, y que salga el humor acuoso a través del canal de Schlemm.
- Coroides. También llamada úvea, es una membrana delgada que es parte de la capa intermedia de la pared del globo ocular, entre la esclerótica (capa blanca exterior) y la retina (capa interna de tejido nervioso en la parte posterior del ojo). La coroides es irrigada profusamente de vasos sanguíneos, los cuales traen oxígeno y nutrientes al ojo.
3.- Túnica Interna: La Retina
- La Retina. En esta capa más interna es donde se hallan los fotorreceptores que se enlazan con diversas clases de neuronas, para conformar finalmente el nervio óptico. Los fotorreceptores son de dos tipos llamados conos y bastones. Los primeros son receptores que permiten la visión nocturna o con poca intensidad de luz, y los bastones, menos numerosos, son los receptores de luz diurna brillante y de la captación de los colores.
Las cámaras del ojo. El globo ocular posee dos cámaras. La anterior se encuentra llena de un líquido claro denominado humor acuoso, y la cámara posterior que contiene una sustancia gelatinosa denominada humor vítreo, el cual contribuye a conservar el cuerpo ocular.
El Cristalino. Es una membrana de forma y función de lente biconvexo y transparente, ubicada detrás del iris, la cual separa las cámaras anterior y posterior. Está conformada por células epiteliales y su elasticidad le facilita cambiar de forma, convirtiéndose en más o menos convexa. Si la convexidad es mayor, será mayor la refracción, lo cual es el paso de rayos luminosos cruzando la curvatura del ojo.
Desde los 50 años la agudeza visual se reduce precipitadamente. Ya desde los 70 años buena parte de las personas requieren ayudas para ver. A partir de esa edad o antes se llevan a cabo cambios estructurales: se mueren células en la retina, las pupilas se reducen, el cristalino pierde elasticidad y se vuelve más opaco; y la córnea se aplana.
Con la edad la visión periférica y las secreciones disminuyen, por lo que se produce menos lágrimas, las cuales, además, se evaporan de forma más rápida. No obstante, si hay obstrucción de los conductos lacrimales se generará un lagrimeo permanente y desagradable.
Vascularización del globo ocular
Las arterias del ojo son ramificaciones de la arteria oftálmica, que a su vez son extensión de la carótida interna. Por su parte, la Arteria central de la retina traspasa mediante el Nervio óptico y es una rama final. Alimenta las capas más adentro de la retina, a excepción del área de los fotorreceptores, la cual es alimentada por las coroides.
Arterias ciliares posteriores: Traspasan la esclerótica en torno de la lámina cribosa. Existen dos tipos: largas y cortas. La más importante de las cortas es la Coriocapilar, la cual alimenta la capa de fotorreceptores, y el EPA (epitelio pigmentario de la retina). Las largas a su vez conforman el círculo arterial superior del iris.
Arterias ciliares anteriores: Son ramales finales de las arterias de los músculos rectos. Músculos extraoculares recto superior: Elevador, aductor (hacia dentro) e inciclotorsor. Recto lateral: Abductor (hacia fuera). Recto medio: Aductor. Recto inferior: Depresor aductor y exciclotorsor. Oblicuo superior: Depresor, abductor e inciclotorsor. Oblicuo inferior: Elevador, abductor y exciclotorsor.
Inervación III PAR (MOC): Rectos superior, medio e inferior. Oblicuo inferior y elevador del párpado superior. IV PAR (PATÉTICO): Oblicuo superior. VI PAR (MOE): Recto lateral. VII PAR (FACIAL): Orbicular (cierre palpebral). Simpático: Músculo de Muller (ayuda al elevador).
Partes del ojo
La Córnea. Las imágenes entran al globo ocular cruzando una ventana exterior cristalina que se conoce como córnea, y que dentro del ojo humano se funciona como una lente de unas 43 dioptrías.
La cavidad del ojo, que le llaman “carcasa o chasis” de la cámara fotográfica, se compone de un tejido fibroso de color blanco conocido como esclerótica, el cual se protege a su vez del exterior por una capa fina transparente llamada conjuntiva.
La Pupila. Finge de ventana interior de los ojos, es redondeada y de color negro. Desarrolla el mecanismo de un diafragma, dosificando la intensidad de la luz que entra: con demasiada luz se reduce y con escasa luz incrementa su tamaño. Es el orificio natural del Iris, el cual es la capa interna que proporciona el color a los ojos.
El Cristalino. Es una especie de lente ubicado detrás de la pupila; sería como un lente de la cámara fotográfica. Posee una potencia de aproximadamente 22 dioptrías. No obstante, su consistencia elástica le facilita, de forma automática, modificar su poder para ver de lejos, y enfocar objetos cercanos como se hace en la lectura.
La retina y el nervio óptico. Después de atravesar la estructura gelatinosa y transparente llamada humor vítreo, las imágenes alcanzan finalmente el fondo del ojo, donde son capturadas por la retina, la cual tiene el mecanismo de un carrete fotográfico que se coloca en la parte de atrás de las cámaras, de tal manera que recibe y procesa imágenes. Dichas imágenes luego serán guiadas al cerebro mediante el nervio óptico.
La nutrición del ojo
El globo ocular se nutre mediante las arterias y venas contenidas en una capa conocida como coroides o úvea, la cual se encuentra entre la retina y la esclerótica. Igualmente, hallamos vasos de manera directa sobre la retina, lo que se puede observar y examinar al hacer una investigación al fondo del ojo.
Partes internas
Lente cristalino. Es una membrana transparente ubicada detrás del Iris, y de una forma suspendida. Su principal función es la de enfocar la luz que llega, hacia la retina, a la zona posterior. Se asemeja a la forma de un lente biconvexo y está formado por tejido transparente. Es el responsable conjuntamente con la córnea, de que los rayos de luz y la nitidez de la imagen, estén bien enfocados en la retina.
Mácula. Abarca una pequeña parte importante de la retina que tiene una pigmentación amarilla; en ella se registran la visión central, del movimiento, del detalle, y de los objetos pequeños; nos confiere distinguir además, movimientos y colores.
La mácula ocular está formada por dos o más capas de células sensibles a la luz llamadas conos, que convierten los impulsos lumínicos en señales nerviosas. El área donde hay una mayor congregación de conos es la fóvea, que es una pequeña hendidura en el centro de la mácula que aporta una agudeza visual superior.
Cámara anterior. Espacio entre el Iris y la córnea compuesto por el humor acuoso, el cual es un fluido claro y transparente que circula libremente y suministra los elementos requeridos para el metabolismo de las estructuras anteriores del ojo, que no reciben nutrientes de la sangre como la córnea y el cristalino.
Limita por detrás con la superficie anterior del iris y por delante con la córnea.
Cámara posterior. Es un lugar ubicado detrás del iris, bañado por un fluido que llamado humor acuoso, producido en los procesos ciliares de esta zona. No se debe confundir la cámara posterior ya que ésta se encuentra ocupada por humor vítreo. Se comunica por delante, mediante la pupila, con la cámara anterior del, y por detrás hace contacto con el cuerpo vítreo. El cristalino separa la cámara posterior y región posterior del globo ocular.
Cuerpo ciliar. Es la capa vascular que se localiza entre la membrana coroides y el iris. Tiene los músculos de sostenimiento y produce el fluido acuoso. Permite que el cristalino cambie de forma, y que salga el humor acuoso a través del canal de Schlemm.
Coroides. También llamada úvea, es una membrana delgada que es parte de la capa intermedia de la pared del globo ocular, entre la esclerótica (capa blanca exterior) y la retina (capa interna de tejido nervioso en la parte posterior del ojo). La coroides es irrigada profusamente de vasos sanguíneos, los cuales traen oxígeno y nutrientes al ojo.
Nervio óptico
Este nervio concentra a más de un millón de fibras nerviosas que trasmiten mensajes visuales de la retina al cerebro, el cual se encarga de interpretar estas señales provenientes de estímulos externos, para crear la imagen mental de lo que estamos observando. Está formado por un cable compuesto de numerosas fibras nerviosas.
El daño al nervio óptico puede originar pérdida de la visión.
Retina. Es una de las cubiertas del ojo más interna, la cual protege las células nerviosas que son extremadamente sensibles a los efectos de la luz; contiene las fibras que al unirse conforman el nervio óptico y conservan el recorrido hasta el cerebro. Esta zona del ojo es muy sensibilidad a la luz. Está compuesta por conos y bastones. Los primeros se encargan de transmitir información sobre el color y de nitidez, de estos el globo ocular tiene aproximadamente 6 millones.
Por su parte, los bastones son igualmente muy sensibles a la luz, y su cantidad es alrededor de 120 millones. Se estimulan de acuerdo a la cantidad de luz que perciben, para luego enviar así información al nervio óptico.
Humor vítreo. Es una masa de consistencia gelatinosa que tiene la función de recuperar el ojo hasta devolverlo a su estado normal, luego de sufrir una contusión. Ocupa las dos terceras partes del globo ocular. Es transparente, lo que posibilita una excelente imagen óptica. Se ubica entre la superficie interna de la retina y la superficie posterior del cristalino. Es más denso que el humor acuoso.
Partes externas
Córnea. Primera parte transparente, anterior y clara que se observa en el globo ocular. En ciertas ocasiones se le compara con un cristal. Proporciona resguardo al iris y al cristalino, al mismo tiempo posibilita el paso de luz. Se muestra como un tejido claro sin vasos sanguíneos. Es una ventana uniforme, transparente y curva que hace la forma del ojo. En su parte externa del ojo alcanza unos 0.8 mm, y presenta un diámetro aproximado de 11.5 mm.
Pestañas. Son pelos que se localizan en los párpados y sirven para proteger los ojos de partículas extrañas, de la luz, el viento y el polvo. Se hallan en ambos párpados; el superior presenta una cantidad mayor de pestañas gruesas y abundantes; en el inferior no tiene más de cien pestañas, finas y más pequeñas.
En ocasiones una pestaña cae sobre el ojo, lo que se convierte en una aventura angustiante tratar de sacarla sin maltratarlo. Inmediatamente se producen lágrimas reflejas que lo anegan, hacen flotar la pestaña que hacia el borde del párpado para ser extraída. Si luego de un par de minutos el lagrimeo es insuficiente, se puede tratar de sacarla con un hisopo de algodón, con gotas oftalmológicas o con lágrimas artificiales.
Cejas. Son una delgada línea de vellos, ubicadas a tan solo un par de centímetros por encima de los ojos, en la parte inferior de la frente. Es una particularidad que se puede encuentra en varias especies de animales, pero resalta especialmente sobre el rostro humano, ya que se localiza sobre la piel desnuda. También resguardan el globo ocular. Impiden que el sudor de la frente no alcance los ojos.
Glándula lagrimal. Segrega las lágrimas que produce el ojo diariamente. Se localiza en la zona externa y superior de las órbitas del ojo. Las lágrimas van fluyendo por un pequeño orificio ubicado en la parte angular y anterior de cada párpado, en orientación hacia la nariz, mediante el conducto lagrimal. El fluido lagrimal mantiene limpio al ojo permanentemente, al tiempo que destruye los microbios que pueda haber en éste gracias a la lisozima, que es una sustancia antiséptica usada en los laboratorios como antibiótico.
Esclerótica. Es una membrana blanca, gruesa, dura y fibrosa que sirve de recubrimiento externo y protector del ojo, al combinarse con la córnea. Se ocupa de dar la estabilidad al globo ocular. Está compuesta de fibras elásticas y colágeno. Se muestra como una capa de fibras de tejido conectivo, cuya función es darle forma y proteger a los componentes internos.
Párpados. Están situados en la parte externa del ojo, y aunque no forman parte de éste, son de gran importancia para el sentido de la visión. Es un pliegue par (superior e inferior), músculo-mucoso con movilidad que cubre los ojos. Está formado por la membrana conjuntiva, que entra en contacto con el globo ocular; el tarso (“esqueleto” del ojo); el músculo orbicular que le proporciona su movilidad, y la piel.
Protege al globo ocular de agentes externos. Al moverse éstos se mueven también el fluido de las lágrimas, consiguiendo mantener toda la córnea humedecida y limpia de cualquier impureza que pueda alterar la superficie del ojo. Mediante los párpados las personas pueden cerrar y abrir los ojos.
Iris. Es el tejido pigmentado situado delante del cristalino y detrás de la córnea. Se localiza alrededor de la pupila. Se rodea de un músculo llamado esfínter, que se ocupa de acoplar el diámetro de la pupila y así llega a dosificar la cantidad de luz que entra al ojo.
Mediante esta dosificación en el diámetro de la pupila, el iris consigue dar nitidez a los elementos que observa. Tiene un pigmento marrón, verde, o azul, que le proporciona el color a los ojos; de allí que su color varía en ciertas personas, presentando los colores marrón claro u oscuro, azules, celestes, gris, café, verdes, etc. El Iris regula de manera exacta la cantidad de luz que entra al ojo, a través de grados de apertura.
Pupila. Abertura que se localiza en el medio del iris, la cual se dilata o contrae de acuerdo a la cantidad de luz que exista en el ambiente. Dicha oquedad facilita el paso de la luz hacia el interior del ojo. El iris permite que la pupila se agrande o se reduzca, dosificando de esta manera la cantidad de luz que entra al ojo.
Órganos que lo protegen
El ojo igualmente dispone de órganos externos e internos de resguardo; entre estos encontramos las partes adyacentes al ojo como los párpados, pestañas y cejas, y entre los internos se tiene la conjuntiva y la película lagrimal.
El parpadeo lubrica los ojos
El parpadeo es la primera protección de los ojos. La acción de los párpados ayuda a distribuir el líquido lagrimal que lubrica y protege la conjuntiva ocular. La sequedad en los ojos puede ser un gran peligro, por cuanto el funcionamiento y alimentación de la conjuntiva solo puede garantizarse estando bien humectada. Los párpados se inclinan a cerrarse de forma automática, ante algún peligro para el globo ocular; aparte del pestañeo constante. Esto se evidencia cuando algún objeto se dirige de manera veloz hacia los ojos, o en presencia de luz intensa.
Pestañas, escudo del globo ocular
Tienen dos filas de pestañas que alcanzan a medir hasta 1 cm de longitud. Viven alrededor de 4 meses, después el folículo piloso hace una pausa de recuperación para regenerar una nueva pestaña. Por corresponder con el segmento de pelos duros del cuerpo, dichos sensores asimismo poseen una labor protectora.
Las pestañas impiden el ingreso de cuerpos extraños al ojo, como arena, polvo, partículas de cristal, y cualquier elemento externo que se genere de la contaminación ambiental, por lo que su función principal consiste en hacer de “escudo protector” de los ojos. Finalmente, las pestañas son un filtro solar. Sí no estuvieran presente el globo ocular se mantendría irritado permanentemente. Asimismo, sufriría una alteración de tonalidades, a consecuencia de una ausencia de regulación de la luz.
Las Cejas, cubierta protectora del ojo
Impide el exceso de luz enceguecedora y contribuye a desviar el sudor hacia los lados, de tal forma que el fluido no ingrese al interior de los ojos y los irrite.
La vida promedio de las cejas es más breve que las pestañas, por cuanto se desprenden cada dos meses y medio. Las cejas y las pestañas no se deben teñir, por cuanto la piel que les sirve de base es muy sensible. Inclusive, hay casos de ceguera por intentos reiterativos de teñirlas.
Sistemas protectores internos
Película lagrimal. Es una composición de tres capas sumamente delgadas que envuelven y protegen el ojo: Capa externa o lípida; proporciona una superficie oleosa que retrasa la evaporación de la lágrima. Si esta película no existiera podría evaporarse la lágrima, de 10 a 20 veces más rápido.
Capa intermedia o acuosa, contiene sales y proteínas en una base de 98% de agua.
La capa de mucina o más interna, cubre la superficie del ojo posibilitando que las otras capas creen una película. De no existir esta capa las lágrimas no permanecerían en la superficie del ojo, y desaparecerían rápidamente, desencadenando una enfermedad llamada ojo seco.
La Conjuntiva. Tejido delgado y transparente que cubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo (esclerótica). Se nutre de pequeños vasos sanguíneos casi invisibles a simple vista.
Su función es contribuir a lubricar el ojo a través de la elaboración de aceites y mucosas, así como la de prevenir que ingresen microbios al ojo.
Se divide en tres partes:
- Conjuntiva tarsal o palpebral: zona de las líneas de los párpados.
- Conjuntiva ocular: cubre el ojo sobre la esclerótica anterior. Esta estrechamente relacionada a la esclera inferior por la cápsula de Tenon, y se mueve gracias a los movimientos del ojo.
- Conjuntiva Fornix: Es la unión entre la palpebral y bulbar. Dotada de flexibilidad que le facilita libre circulación de los párpados y el globo ocular.
Enfermedades de la Conjuntiva
La conjuntiva puede hincharse a consecuencia de una infección vírica o bacteriana, o bien por una respuesta autoinmune. Es lo que se llama conjuntivitis.
Qué es el Iris
Es un componente del sistema óptico de los ojos. Su forma es la de una membrana circular y de color, en cuyo centro se localiza la pupila.
¿Qué función tiene el iris?
Tiene la función principal de regular, a través de la pupila, la cantidad de luz que ingresa al ojo, a fin de posibilitar el enfoque de los elementos en la retina.
Pero, ¿Cómo logra regular la cantidad de luz que permite cruzar al interior del ojo? Por su capacidad para expandirse y contraerse. El mecanismo es como sigue:
- La pupila y los músculos del iris (orbiculares) se contraen en presencia de mucha luminosidad, permitiendo que pase menos cantidad de esa luz a la retina.
- En contraste, cuando hay poca luz la pupila se ensancha y los músculos se relajan, permitiendo que pase más luz hacia la retina.
La función secundaria del iris es la de proveer a cada persona un color característico de ojos; tonalidad que depende de dos elementos:
- El espesor de las placas de pigmentación.
- La congregación de melanina.
La tonalidad será más oscura si el grosor de las láminas y la cantidad de melanina es mayor. Por el contrario: si dicho espesor y nivel de melanina es más reducido, los ojos serán más claros.
La importancia del iris
Un funcionamiento inadecuado del iris puede ocasionar un enfoque defectuoso de los objetos en la retina, al no poderse regular, de manera óptima, la cantidad de luz que entra al interior del ojo. Además, puede suceder que, debido a una afección del iris, se produzcan orificios en éste que ocasionen que ciertos rayos de luz secundarios choquen en la retina, generando imágenes dobles o fantasmas.
Principales patologías del Iris
Albinismo ocular. Es un trastorno de tipo genético que ocasiona irregularidades en la pigmentación. Cuando perturba los ojos se le llama albinismo ocular y se identifica porque el iris se ve transparente o blanco, debido a que la luz pasa directamente a la retina. Dicho trastorno puede generar estrabismo, sensibilidad a la luz, incluso, pérdida importante de la agudeza visual.
Uveítis. Inflamación de la úvea formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Sí la infección impacta el iris, éste puede inflamarse, generando varios síntomas como picor y dolor de ojos, enrojecimiento, sensibilidad a la luz o visión borrosa. La uveítis habitualmente se soluciona con cremas de cortisona, las cuales tienen una gran efectividad. Sin embargo, todo lo relacionado al diagnóstico, escogencia y prescripción del tratamiento de los ojos, más idóneos corresponde a un oftalmólogo.
El ojo como sistema óptico
Casi todo lo que se sabe de este mundo, y lo que se cree de otros, se debe a la luz. No es fácil imaginar el desarrollo del ser humano si no hubiera percibido con sus ojos la experiencia visual.
Por todos lados hay luz en sus dos formas: emitida y reflejada. La emisión de luz está sujeta al Sol y a sistemas artificiales luminosos o incandescentes; el resto es reflejada. La luz emitida o reflejada llega al ojo. El sistema óptico del globo ocular enfoca la luz en la retina; esta luz se transforma entonces en cambios químicos, y éstos a su vez en impulsos eléctricos que alcanzan el sistema nervioso central (SNC) para su evaluación.
Tres características de importancia tiene la luz: velocidad, longitud de onda y frecuencia. La velocidad y longitud de onda se trastornan cuando la luz atraviesa un sistema óptico. Los efectos que soportan los rayos luminosos en su paso por los diferentes sistemas ópticos se le llama refracción. Se conoce que el ojo es un sistema óptico, por lo tanto desvía rayos de luz para ser adecuadamente enfocados en la retina.
La frecuencia se quebranta cuando las sustancias opacas obstaculizan las ondas luminosas; las sustancias captan algunas frecuencias y reflejan otras, generando el color. Ejemplo de ello sería que las hojas absorben unas frecuencias y reflejan las del espectro verde; entonces las hojas son verdes o el ladrillo es de su color característico porque reflejó luz en ese espectro de la frecuencia luminosa.
Las sustancias blancas reflejan todas las frecuencias, mientras que el negro las absorbe con avidez. La ausencia de reflexión es, por tanto, negra.
Los sistemas ópticos no alteran la frecuencia; ésta es captada como tal por el ojo humano; los colores cruzan sin alteración, y así el rojo que se ve es el mismo reflejado por la sustancia roja. Que se perciba como tal y se procese así, depende de los conos y bastones, así como de la integridad neurológica de la vía visual. No sucede igual con la velocidad de la luz y la longitud de onda; éstas al lograr la superficie ocular experimentan cambios que las perturban. Dichos cambios están sujetos al índice de refracción del ojo, o sea, de su capacidad para quebrantar estas dos particularidades luminosas.
En el ojo humano, las variaciones en el índice de refracción ocurren en la interfase córnea-humor acuoso, y en la del cristalino-vítreo. La córnea interviene en la refracción por su curvatura, y el cristalino debido a sus curvaturas cambiantes. La composición de estos factores proporciona el enfoque idóneo de la luz en la retina.
Enfermedades del ojo
Algunos problemas oculares son menores y efímeros. Sin embargo, otros pueden generar pérdida de la visión de forma permanente. Las dificultades oculares frecuentes incluyen:
- Cataratas: opacamiento del cristalino
- Glaucoma: afección del nervio óptico por aumento de la presión del ojo
- Enfermedad de la retina: dificultades con la capa de tejido sensible a la luz que se localiza en la parte posterior del ojo
- Conjuntivitis: enfermedad de la conjuntiva
Su mejor protección es realizarse chequeos habituales, ya que las enfermedades del ojo no siempre se manifiestan. El diagnóstico y el tratamiento precoz previenen la ceguera. Si observa cambios súbitos en la vista, la tiene borrosa o ve destellos de luz, acuda de manera inmediata a un profesional especializado en oftalmología. Otros síntomas que también requieren atención a la brevedad posible son secreción líquida en el ojo, ver doble, dolor o inflamación.
Principales defectos y enfermedades del ojo
Ceguera. Es una pérdida total o muy grave de la capacidad visual. Una persona ciega no es capaz de captar la forma de los objetos, aunque logra preservar una mínima función que le facilita diferenciar entre luz y oscuridad. El concepto legal de ceguera es diferente a éste, ya que se utiliza para diferentes situaciones legales asociadas a prestaciones sociales, indemnizaciones o afiliación a organizaciones de ciegos.
La ceguera legal no posee una definición estándar, ya que depende de la jurisprudencia de cada país. En occidente, por lo general se considera legalmente ciego al individuo que presenta una agudeza visual menor de 0.1 (1 es la normal) o un campo visual muy reducido, por debajo de 10 grados. Por ello, contrario a lo que se piensa, una persona con ceguera legal puede preservar un residuo visual que le facilite realizar ciertas actividades de la vida diaria sin requerir ayuda.
De acuerdo a datos de la OMS, en el mundo hay 45 millones de personas ciegas, la mayoría de éstas habitan en países subdesarrollados. Las principales razones de esta alta incidencia a nivel mundial son: catarata (48%), glaucoma (12%), degeneración macular relacionada a la edad (9%), opacidades de la córnea (5%), retinopatía diabética (5%), diversos trastornos agregados como ceguera en la infancia (3.9%) y tracoma (3,6%).
Muchas de estas patologías ceden con los tratamientos adecuados, por lo que en países desarrollados las principales causas son: Degeneración macular asociada a la edad, Retinopatía diabética, glaucoma y accidentes.
Miopía. La miopía es una deficiencia del ojo donde el punto focal se forma delante de la retina, en vez de ser en la propia retina, que sería lo normal. Esta anormalidad produce problema para ver de lejos. La persona percibirá mal todo objeto ubicado a partir de cierta distancia.
La causa más habitual es un aumento en el diámetro anteroposterior del ojo. También se puede deber a un incremento del índice de refracción del cristalino, o al crecimiento en la curvatura de la córnea como sucede en el queratocono. Se corrige a través del uso de lentes correctores, con la colocación de lentes intraoculares o mediante intervención quirúrgica con láser (LASIK, PRK).
Hipermetropía. Deficiencia del globo ocular donde los rayos de luz que penetran en él procedentes del infinito, crean el foco en un punto ubicado detrás de la retina. Es por tanto un defecto refractivo reverso al de la miopía.
En contraste con la miopía no es progresiva ni produce grandes dificultades. Los infantes afectados habitualmente no presentan déficit de la agudeza visual, sino cefalea o agotamiento asociado con el esfuerzo permanente de acomodación que debe hacer el músculo ciliar para conseguir un enfoque adecuado.
En los adultos se manifiesta con el déficit de visión cercana, y con el paso de los años, puede perjudicar la lejana. Se corrige a través del uso de gafas adaptadas.
Astigmatismo. Es un desperfecto de refracción que se genera porque hay diferente índice de refracción en dos meridianos oculares, por lo que los objetos se perciben desenfocados. Por lo general se debe a una curvatura anormal en el sitio anterior de la córnea, de manera que la refracción del meridiano vertical es distinta a la del horizontal. Se corrige a través del uso de lentes correctores.
Presbicia. También denominada vista cansada, se inicia cerca de los 40 años y logra su máxima evolución luego de los 60 años. Se trata de la pérdida paulatina de la elasticidad del cristalino que se revela por la dificultad para distinguir con claridad objetos cercanos. Un ciudadano con presbicia requiere retirar un texto más de 33 cm de los ojos para lograr leerlo; a esa longitud muchos caracteres no se diferencian con claridad.
Para asegurar una buena visión de los objetos cercanos, el cristalino debe hacerse más redondo para incrementar su capacidad de refracción; cuando ya no puede lograrlo, la visión cercana se vuelve borrosa, no obstante, la visión de lejos continúa siendo buena.
Puede solucionarse con el uso de lentes oftálmicos, que efectúan el trabajo de convergencia de los objetos, a semejanza de como lo realizaban antes los ojos. Cuando hay otro problema de visión agregado como la miopía, pueden emplearse lentes bifocales o multifocales que facilitan percibir de manera exacta, a diversas longitudes. Por ejemplo, para observar bien un monitor y un texto que está más cerca.
Daltonismo. Es una deficiencia del globo ocular donde la persona que lo presenta tiene problema para diferenciar el rojo y el verde, no obstante, hay ocasiones donde igualmente es difícil distinguir otros colores. Si el defecto radica en la imposibilidad de diferenciar todos los colores, ya no sería daltonismo sino otra patología más peligrosa que se denomina acromatopsia.
El daltonismo es una afección hereditaria más frecuente en el hombre. No ocasiona otras afecciones, aunque es un problema para algunas profesiones que requieren de una correcta visión para los colores.
Catarata. Es la opacidad del cristalino (lente del ojo) por pérdida de su transparencia normal. Su consecuencia es que la luz ingresa con dificultad al ojo, lo que ocasiona una progresiva pérdida de la visión, la cual puede alcanzar a ser total si no se lleva a cabo el tratamiento adecuado. El mismo radica en una operación quirúrgica donde se elimina el cristalino, y se pone una lente intraocular en su lugar.
Por lo general es degenerativa y se presenta frecuentemente en personas mayores de 50 años, aunque hay casos más extraños que son congénitos (de nacimiento); lo que se debe en algunos casos a que la madre padeció de rubéola en el embarazo, en cuyo caso se llama catarata rubeólica.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la catarata es responsable del 48% de los casos de ceguera en el mundo, lo cual presume 18 millones de personas.
Conjuntivitis. Es la inflamación de la conjuntiva (membrana mucosa que recubre el interior de los párpados hasta la parte anterior del ojo).Se origina por numerosas causas; siendo la más frecuente la infecciosa; pueden estar implicados diversas bacterias y virus. Asimismo, hay conjuntivitis de tipo alérgico, tóxicas por elementos irritantes, y actínicas por exponerse a la luz o a la irradiación ultravioleta.
Los casos tienen manifestaciones comunes: enrojecimiento, fotofobia y lagrimeo. No obstante, otros síntomas obedecen a la causa: secreciones matinales en las bacterianas, ganglios recrecidos en las víricas, picazón estacional en las alérgicas, etc. La permanencia del cuadro es variable de acuerdo al origen.
Por lo general son procesos benignos, pero algunas formas tienden a crear complicaciones como la queratitis (inflamación de la córnea) que en ocasiones son graves.
Glaucoma. Enfermedad ocular originada por el incremento de la presión intraocular, la cual se define por la ponderación entre la producción y reabsorción del humor acuoso. Si se obstruye el canal por donde drena el humor acuoso, el líquido no se sale y aumenta la presión intraocular en exceso. El glaucoma puede ser grave. Si no se atiende oportunamente, puede ocasionar pérdida de la visión. Existen numerosos medicamentos contraindicados cuando se presenta glaucoma.
Problemas de la vista
Los más frecuentes son las fallas de refracción, conocidos comúnmente como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Ocurren si la forma del ojo impide que la luz se enfoque de manera directa sobre la retina. La longitud del globo ocular (más corto o largo), determinados cambios en la forma de la córnea, o la degeneración del cristalino pueden ocasionar errores de refracción. La mayor parte de las personas presenta una o más de estas patologías.
¿Qué es la refracción?
Sucede en momentos cuando la luz cambia de dirección al cruzar de un objeto a otro. La visión acontece al momento que los rayos de luz se cambian de dirección (son refractados) al atravesar la córnea y el cristalino. Dicha luz es enfocada después en la retina, la cual convierte la luz en impulsos eléctricos que se remiten al cerebro mediante el nervio óptico. El cerebro descifra estos mensajes, cambiándolos en las imágenes que vemos.
¿Cuáles son los tipos diferentes de errores de refracción?
Los más frecuentes son la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia.
La miopía es una deficiencia donde los objetos cercanos se observan con claridad, en tanto que los objetos alejados se presentan borrosos. Con la miopía la luz se enfoca por delante de la retina en vez de hacerlo sobre ella.
La hipermetropía (o hiperopía) es un error de refracción frecuente donde se ven los objetos alejados con más claridad que los próximos. Sin embargo, las personas manifiestan la hipermetropía de maneras diferentes. Puede que ciertas personas no adviertan ninguna dificultad en su visón, sobre todo si son jóvenes. En tanto que para personas con hipermetropía considerable, la visión puede tornarse borrosa sobre objetos a cualquier distancia, de cerca o de lejos.
El astigmatismo por su parte, es una deficiencia donde el ojo no enfoca la luz de forma pareja sobre la retina, la cual es el tejido sensible a la luz en la zona posterior del ojo. Esto puede ocasionar que los objetos se observen borrosos o alargados.
La presbicia es una situación asociada a la edad, donde la capacidad de enfocar de cerca se torna más difícil. Mientras el ojo va envejeciendo, el cristalino ya no cambia de forma con regularidad para facilitar que el ojo enfoque los objetos próximoss con claridad.
¿Quién corre el riesgo de tener errores de refracción?
La presbicia aqueja a la mayoría de los adultos mayores de 35 años de edad. Otras deficiencias de refracción afectan a niños como a adultos. Las personas con padres que presentan algunos errores de refracción poseen más probabilidad de también tener uno o más errores de refracción.
¿Cuáles son los signos y síntomas de los errores de refracción?
Visión borrosa es el síntoma más frecuente en los errores de refracción. Otros síntomas incluyen:
- Visión doble
- Fatiga visual
- Dolores de cabeza
- Visión nublada
- Luz deslumbrante o halos alrededor de luces brillantes
- Entrecerrar los ojos para ver
¿Cómo se diagnostican los errores de refracción?
Un oculista u oftalmólogo puede diagnosticar errores de refracción en un examen completo de los ojos con la dilatación de pupilas. Las personas con errores de refracción muchas veces acuden al oculista aquejadas de incomodidad visual o visión borrosa. Pero, algunas personas desconocen que no ven tan nítidamente como podrían.
¿Cómo se corrigen los errores de refracción
Con anteojos, lentes de contacto o cirugía.
Dolor en el ojo
Se le denomina oftalmalgia. De acuerdo al sitio donde se tenga la molestia, se divide en dos categorías: dolor ocular (superficie del ojo) y dolor orbital (dentro del ojo). Este dolor es frecuente, pero raramente es síntoma de trastorno grave. Habitualmente el dolor se disipa sin tratamiento alguno.
El dolor que se presenta en la superficie podría producir una sensación de aspereza, escozor o ardor. El dolor en la superficie con regularidad es producto de la irritación ocasionada por un cuerpo extraño, traumatismo o infección. Frecuentemente este tipo de dolor cede con facilidad usando colirios o descanso.
El dolor más profundo suele sentirse arenoso, punzante o pulsante. Podría requerir un tratamiento más complejo, sin embargo, muy rara vez es indicativo de una afección más grave.
No obstante, el dolor de ojos asociado con pérdida de la visión puede ser señal de una emergencia médica. De inmediato se debe acudir o llamar al oftalmólogo si empieza a perder la vista al manifestar dolor de ojos.
Causas del dolor en los ojos
Dolor Ocular
Lo siguiente podría ocasionar dolor de ojos originado en la superficie (dolor ocular):
Cuerpo extraño. La razón más frecuente de dolor de ojos es sencillamente tener algo en el ojo. Bien sea una pestaña, tierra, polvo o maquillaje; tener un cuerpo extraño en un ojo ocasiona irritación, enrojecimiento, dolor y ojos llorosos.
Conjuntivitis. La conjuntiva es un tejido que cubre el área anterior del ojo y la zona interna de los párpados. Puede infectarse e hincharse. Habitualmente esto es debido a una alergia o infección. Aunque el dolor suele ser de menor intensidad, la hinchazón produce picazón, enrojecimiento y supuración en el globo ocular.
Irritación por lentes de contacto. Si los lentes de contacto no se retiran por la noche o no los desinfectan debidamente, las personas que los usan son más proclives a tener dolor de ojos producido por la irritación o una infección.
Abrasión de córnea. La córnea es la superficie clara que recubre el ojo, la cual es vulnerable a sufrir lesiones. Cuando se tiene una fricción en la córnea, se percibe como si se tuviera algo dentro del ojo. No obstante, los tratamientos que habitualmente eliminan los elementos irritantes del ojo (como enjuagarse con agua) no calman el dolor y las molestias si se tiene una rozadura en la córnea.
Lesión. Las quemaduras con productos químicos u otros agentes pueden producir un dolor considerable. Dichas quemaduras a menudo son consecuencia de la exponerse a irritantes como blanqueadores o fuentes de luz intensa como el sol, las camas solares o materiales usados en soldadura con arco eléctrico.
Blefaritis. Se produce cuando las glándulas sebáceas en los extremos de los párpados se infectan o inflaman. Esto puede causar dolor.
Orzuelo. Cuando la infección por blefaritis forma un nódulo o bulto protuberante en el párpado, se le denomina orzuelo. Puede ser muy doloroso al igual que la zona que lo rodea, la cual se convierte muy sensible al tacto.
Causas del dolor orbital
El dolor de ojos dentro del ojo mismo (dolor orbital) podría deberse a los siguientes trastornos.
Glaucoma. Se origina cuando se incrementa la presión intraocular (presión dentro de los ojos). Otros síntomas de esta lesión son: náuseas, dolor de cabeza y pérdida de la visión. Un aumento repentino de la presión, llamado glaucoma de ángulo cerrado agudo, constituye una emergencia y es urgente tratarlo de inmediato para impedir la pérdida permanente de la visión.
Neuritis óptica. Si el nervio óptico (nervio que enlaza la zona posterior del ojo al cerebro) se hincha, podría generarse un dolor de ojos junto a una pérdida de la visión. La inflamación podría ser producto de una enfermedad autoinmune o una infección bacteriana o viral.
Sinusitis. Es una infección de los senos paranasales, la cual puede producir que se aglutine la presión detrás de los ojos. Cuando eso ocurre, se siente dolor en uno o en ambos ojos.
Migrañas. El dolor de ojos es un síntoma secundario habitual de las migrañas.
Lesión. Las lesiones penetrantes en los ojos, que se originan cuando una persona recibe una contusión por un objeto o es víctima de un accidente, pueden generar un dolor de ojos considerable.
Iritis. Aunque es poco frecuente, la hinchazón del iris puede causar dolor dentro del ojo.
Casos de emergencia
Si además de presentar dolor, comienza a perder la visión, podría ser señal de una situación de emergencia. Otros síntomas que requieren atención médica inmediata son:
- Dolor ocular intenso
- Dolor de ojos ocasionado por contusiones o exposición a productos químicos o luz
- Dolor abdominal y vómitos junto a dolor de ojos
- Dolor muy intenso que no es posible tocarse el ojo
- Cambios súbitos y drásticos en la visión
Tratamiento para dolor de ojos
Depende la causa del dolor. Entre los tratamientos más frecuentes tenemos:
Atención en el hogar. La mejor forma de abordar muchos de los trastornos que producen dolor de ojos es permitir que los ojos reposen. Usare la computadora o mirar televisión puede ocasionar fatiga ocular, por lo que el médico podría prescribirle descansar con los ojos tapados por algunos días.
Anteojos. Si con frecuencia utiliza lentes de contacto, use los anteojos para permitir que las córneas descansen.
Compresas tibias. El médico podría recomendar a pacientes con blefaritis u orzuelo, que se coloquen toallas tibias y humedecidas en los ojos. Eso contribuye a despejar la glándula sebácea o el folículo piloso.
Enjuague. Si se le introdujo un cuerpo extraño o producto químico en el ojo, enjuáguese inmediatamente con agua o con una solución salina para suprimir el irritante.
Antibióticos. Las gotas antibacterianas o antibióticos orales pueden utilizarse para el tratamiento de infecciones del ojo que producen dolor, como la conjuntivitis o las abrasiones de córnea.
Antihistamínicos. Colirios o medicamentos orales pueden calmar el dolor relacionado con alergias en los ojos.
Colirios (gotas para los ojos). Personas que presentan glaucoma pueden emplear colirios medicados para disminuir la presión que se aglomera en los ojos.
Corticoesteroides. De ser muy graves las infecciones como en una neuritis óptica o en la iritis, el galeno puede recetar corticoesteroides.
Analgésicos. Ante un dolor intenso y que altere las actividades diarias, el doctor podría recetar un analgésico para calmar el dolor hasta que se aborde la afección subyacente.
Cirugía. En ocasiones es necesario apelar a la cirugía para remediar el daño ocasionado por un cuerpo extraño o una quemadura. No obstante, esto es poco frecuente. Las personas con glaucoma podrían requerir un tratamiento con láser para optimizar el drenaje de los ojos.
Consecuencias del dolor de ojos
Por lo general, los dolores de ojos desaparecen con un tratamiento simple. La alteración subyacente que los originó pocas veces provoca daños permanentes en el ojo. Pero no siempre es así. Algunas afecciones que ocasionan dolor de ojos igualmente podrían producir dificultades que se vuelven más graves si no se medican.
Por ejemplo, el dolor y las señales del glaucoma son signos de un problema inminente. Si no se prescribe y se trata, el glaucoma puede ocasionar dificultades de visión y eventualmente la ceguera total. La visión es muy delicada, se debe tratar con responsabilidad. Si empieza a presentar dolor de ojos (no debido a una pestaña, etc.), tome una cita con el oftalmólogo a la mayor brevedad.
Prevención del dolor de ojos
La prevención comienza con la protección de los ojos. Las siguientes son maneras de prevenir el dolor de ojos:
- Usar anteojos de seguridad cuando se hagan deportes, ejercicios, se corta el césped o se labora con herramientas de mano. Los obreros de la construcción, soldadores y personas que laboran en sitios donde pueden salir objetos expedidos, haber productos químicos o se hagan hacerse soldaduras, siempre deben utilizarse la protección indicada para los ojos.
- Cuando utilice productos químicos u otras sustancias fuertes como productos de limpieza del hogar, detergentes y aerosoles para control de plagas, trate de conservarlos retirados del cuerpo.
- No ofrezca a su hijo juguetes que puedan dañarle sus ojos. Los juguetes con partes accionadas con resortes, o que disparan objetos; las espadas y armas de juguete, y las pelotas que rebotan lograrían lesionar los ojos de los niños.
- Asee los lentes de contacto periódicamente y con el debido cuidado. Cada cierto tiempo use los anteojos para que los ojos puedan descansar. No exceda el tiempo indicado de uso de los lentes de contacto.
Enrojecimiento del ojo
Enrojecimiento, ojos inyectados en sangre, ojos rojos (hiperemia conjuntival), inyección esclerótica o inyección conjuntival.
Es producto de la presencia de vasos sanguíneos hinchados y dilatados, que ocasiona el enrojecimiento de la superficie ocular con apariencia de inyectados en sangre.
Existen diversas causas del enrojecimiento del globo ocular, y algunas de ellas pueden ser motivos de alarma o incluso de emergencias médicas, en tanto que otras no presentan consecuencia alguna o no son motivo de preocupación en absoluto. Generalmente, el grado de enrojecimiento o apariencia de sangre no se asocia con la gravedad de la situación. Es más preocupante que una persona tenga dolor ocular o disminución en la visión.
Causas comunes
Los ojos con apariencia de inyectados con sangre se muestran rojos ya que los vasos sanguíneos en la superficie blanca del ojo (esclerótica) se dilatan e irritan, lo cual se puede presentar a raíz del aire excesivamente seco, el polvo, un cuerpo extraño, la exposición al sol, una reacción alérgica, una infección, una contusión u otras afecciones.
Una causa frecuente del enrojecimiento ocular es el esfuerzo físico o la tos. Esto puede conllevar a que se muestre un área sanguinolenta rojo brillante, y densa en la esclerótica, llamada hemorragia subconjuntival. Aunque esa área con presencia de sangre puede alarmar es bastante común y de poco significación. Si se observa una mancha de sangre en un ojo indoloro, pero que sencillamente se ve mal, no se alarme ya que por lo general desaparece sola, en el transcurso de una o dos semanas.
Las infecciones o inflamaciones en el ojo pueden presentarse en diferentes lugares, y ocasionan enrojecimiento al igual que posiblemente comezón, dolor, secreción, u otros problemas en la visión.
- Blefaritis: hinchazón de los folículos de las pestañas a lo largo del párpado, producida por bacterias de la piel. Es frecuente que se produzca comezón y los párpados pueden tornarse grasosos o con costra.
- Conjuntivitis: inflamación y/o infección de la membrana que cubre los párpados y la superficie del ojo (la conjuntiva). A esta afección con frecuencia se le llama “conjuntivitis aguda” y puede ser ocasionada por virus, alergia, bacterias, o irritación. Si es originada por un microorganismo es sumamente contagiosa.
- Úlceras corneales: Surgen en la cubierta externa del ojo, a consecuencia de una infección bacteriana o viral.
- Uveítis: inflamación de la úvea, que comprende el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Esta afección se asocia comúnmente con un trastorno autoinmunitario, una infección o exposición a toxinas. Casi siempre sólo el iris se encuentra inflamado; en tal caso se le llama iritis.
Otras causas potenciales son:
- Frío o alergias
- Objetos extraños en el ojo que lo lesionan
- Glaucoma agudo: incremento repentino en la presión ocular, extremadamente doloroso y que produce trastornos visuales importantes. Esto se asume como una emergencia médica. En la mayor parte de los casos el glaucoma es crónico y gradual.
- Abrasiones corneales originadas por arena, polvo o uso excesivo de lentes de contacto.
- Problemas de sangrado (Por excesivo uso de medicamentos anticoagulantes)
Cuidados en el hogar para el enrojecimiento del ojo
En caso de tensión ocular o fatiga, deje descansar los ojos. No requiere tratamiento alguno.
Si tiene conjuntivitis:
- Trate de no tocar el ojo infectado, y mucho menos frotarse uno y tocar el otro ojo, pues la infección se puede esparcir de un ojo a otro.
- Aplique compresas frías o calientes a lo largo del día.
- No use maquillaje ni lentes de contacto hasta que la infección haya desaparecido. Deshágase de elementos como éstos que haya usado en el ojo infectado.
- Lávese las manos frecuentemente.
Si tiene blefaritis:
- Ponga compresas calientes sobre los ojos en períodos de 5 minutos, por lo menos dos veces al día.
- Con un hisopo o aplicador de algodón, y una solución de agua caliente y champú para bebé que produzca lágrimas, frote levemente donde la pestaña se une con el párpado. Realice esto en la mañana y antes de dormir.
Derrame ocular
También conocido como hemorragia subconjuntival o hiposfagma, se identifica por el surgimiento de una mancha roja de sangre debajo de la conjuntiva ocular. Lo que puede ocurrir por la rotura de algunos vasos sanguíneos o capilares que se encuentran en esa zona importante del ojo.
La sangre se ubica en la parte anterior del ojo, y no cruza la parte del limbo corneal. O sea, permanece entre la conjuntiva esclerótica y la bulbar.
Para comprender exactamente qué es el derrame ocular, se requiere saber a su vez lo que es la conjuntiva, y cuál es su función. Básicamente, hablamos de una membrana fina que recubre el ojo; es como una especie de tela transparente, elástica y muy fina que cubre la esclerótica, o sea, la parte blanca del ojo. La conjuntiva tiene varias funciones, entre ellas, la de brindar protección a los ojos y humedecer la zona corneal.
Cuando se origina una hemorragia en esa parte es porque alguno de los vasos sanguíneos que compone esta fina capa se ha deteriorado y ocasiona el surgimiento de manchas rojas en el ojo.
Causas de la hemorragia subconjuntival
No existen síntomas que nos motiven a prevenir o aguardar una hemorragia en la conjuntiva. Las razones por las que puede surgir un derrame de ese tipo son muy variadas, pero por lo general se le asocia a aumentos violentos de la presión sanguínea, que habitualmente provocan estornudos o toses fuertes. Una contusión en el ojo o, incluso, restregarse los ojos de manera enérgica, igualmente pueden desencadenar estos traumatismos.
Otras causas menos frecuentes, advierten que este tipo de hemorragia puede estar relacionada con la hipertensión arterial o la diabetes mellitus, e incluso con enfermedades hematológicas, o la ingesta de medicación que trastorne la coagulación.
Si el sangrado es repetido o muy exagerado, será preciso asistir al oftalmólogo inmediatamente, quien sabrá evaluar apropiadamente los elementos de riesgo y, con los datos que le proporcione la historia clínica respectiva, podrá definir un diagnóstico confiable, y las prescripciones que tengan lugar para abordar el problema.
¿Cuál es el tratamiento para el derrame ocular?
En vista del carácter no peligroso que envuelve esta patología, y a la zona en la que se presenta el derrame ocular, o sea, la mancha de sangre, no hay tratamientos generalizados para sanar la formación de esos parches rojos en la conjuntiva esclerótica. Aunque sí está indicado revisar de manera periódica la presión arterial, siempre que se sufra un derrame ocular de esas peculiaridades.
Corrientemente el derrame se reabsorbe en un período de 8 a 10 días, aunque puede durar hasta un mes completo en desaparecer. Es primordial considerar que la conjuntiva esclerótica no tiene ningún tipo de anclaje, por ello es muy probable que durante algunas horas luego del surgimiento del sangrado, la hemorragia pueda continuar acrecentando de tamaño. Si esto ocurre no debe ser objeto de alarma, por cuanto se acabará reabsorbiendo en los plazos previstos.
Herpes Ocular
Si bien no es muy conocido, el herpes en el ojo ataca a muchas personas en un momento de su vida, y lo causa el virus del herpes (virus herpes simplex -VHS-) el cual tenemos dormido en nuestro cuerpo buena parte de la población, o sea que la mayoría somos portadores.
Hay dos tipos de virus de herpes simple (virus herpes simplex):
- Virus tipo 1. Ocasiona el herpes labial y la infección del herpes simple en el ojo.
- Virus tipo 2. Produce el herpes genital y, en ocasiones, también el labial o de infecciones oculares.
La forma de conducirse del herpes ocular es bastante parecida al herpes labial, y la transmisión siempre se da por contacto. Si una persona hace contacto con una lesión de herpes, y luego se lleva la mano al ojo, provoca que el virus ingrese a la zona ocular (por lo general en la córnea).
Mayormente no se presentan síntomas de inmediato, pero puede provocar la presencia de sucesivos brotes, luego. Por tanto, esta es una de las formas de contagio del herpes ocular.
Síntomas del Herpes Ocular
Se manifiesta a través de uno o varios de los síntomas siguientes:
- Heridas herpéticas pequeñas en el ojo sin causa aparente, o sea, sin haber tenido una contusión
- Enrojecimiento del ojo
- Sensaciones de tener un cuerpo extraño
- Lagrimeo ocular
- Dolor (normalmente no muy intenso)
- Molestias por la luz (fotofobia)
- Visión borrosa
- Queratitis: inflamación de la córnea producida por múltiples causas. Posibles consecuencias: surgimiento de cicatrices o lesiones en la córnea que pueden afectar la visión.
- Uveítis: inflamación de la úvea, la cual es la capa intermedia del ojo ubicada entre la retina y la esclerótica. Es una patología grave y desconocida.
¿Es peligroso tener un herpes en el ojo?
Casi nunca lo es. Los casos de herpes en el ojo habitualmente ceden a los pocos días sin ocasionar consecuencias. Sin embargo, tal como ocurre con el herpes labial, se suele convertir en un problema cíclico, o sea, las personas que lo padecen una vez, por lo general tienen otros episodios recurrentes durante su vida.
Aun cuando no se han registrado secuelas en la mayoría de casos, en un mínimo número de ello, el herpes oftálmico degenera en infecciones que, de no ser atendidas a tiempo, pueden causar cicatrices que dañen la córnea, lo cual, en casos extremos, pueden conducir a una deterioro de la visión parcial o completa.
Qué es el ojo vago
La ambliopía se presenta cuando, sin haber alteración alguna en las estructuras del ojo, se evidencia una reducción de la agudeza visual por diferentes causas. O sea que la agudeza visual del ojo ambliope o vago no alcanza al 100%, aun usando la mejor corrección óptica y sin que se revele alguna enfermedad que pueda causar ese problema.
Por lo general, la ambliopía se presenta en un solo ojo, aunque puede afectar los dos, y con frecuencia es provocada por falta de estimulación visual apropiada, durante el periodo crítico del desarrollo visual. Es una patología que se acostumbra diagnosticar y atender en la infancia, aunque si no se descubre a tiempo, o si el tratamiento no es el apropiado se puede alargar por toda la edad adulta sin probabilidad de curación.
El ojo vago o ambliopía es la causa más frecuente de pérdida de visión entre niños y jóvenes en países desarrollados, y afecta aproximadamente al 3% de la población.
Se produce cuando uno de los ojos se usa menos que el otro, como resultado de que el paciente sufre estrabismo (los ojos miran en dirección diferente) o cuando el paciente posee una pronunciada diferencia de graduación entre un ojo y otro, lo que se llama anisometropía (un ojo domina y otro se deja de usar).
Finalmente, también se puede generar ambliopía cuando hay opacidades de medios, o sea, cuando una de las estructuras por las que atraviesa la luz hasta alcanzar la retina, no es absolutamente transparente. Esto sucede por ejemplo, en niños con cataratas congénitas. Es determinante corregir este defecto visual en la infancia (antes de 8 años), por cuanto si se deja pasar, el paciente puede perder completamente la visión del ojo que no usa.