Las ampollas son una especie de burbujas llenas de agua que se forman, por diferentes causas, en la parte más superficial de la piel. Las ampollas también son conocidas como flictenas, vesículas, bolsas, vejigas, bula, entre otras. ¡Quédate con nosotros, y entérate de más de este interesante tema!
Las ampollas pueden ser la respuesta o reacción del organismo, a quemaduras o roces, que además contribuye a la regeneración de la piel afectada.
¿Qué son?
Las ampollas son bolsas que se forman en la piel, por lo general, en la parte más superficial, que están llenas de agua o de un líquido traslúcido que se le parece. Son la reacción del organismo, a ciertos factores, que pueden variar de persona a persona.
Existen diferentes tipos de ampollas que además pueden salir en cualquier parte del cuerpo. Los sitios más comunes son: dedos y palmas de las manos, talones, parte superior de los dedos de los pies, talón, boca, entre otros. Los síntomas generales son similares en casi todos los tipos: picazón, irritación, dolor, molestia, etc. También pueden ser de diferente coloración dependiendo del tipo.
Las ampollas se clasifican según la ubicación en:
- Subcorneales: son las que se encuentran bajo el estrato córneo.
- Intraepidérmicas: son las que se localizan en la epidermis.
- Subcutáneas: son las que están ubicadas bajo la dermis.
Las lesiones que producen ampollas, por lo general, resultan por el contacto de la piel con elementos químicos o físicos como quemaduras, congelación de segundo grado o la irritación mecánica, es decir, calzado que irrita, medias de fibras de algodón, tocar algún instrumento de cuerdas. También, algunas infecciones, como por ejemplo, la varicela y la erisipela bullosa.
Por lo general las ampollas no son peligrosas, solo se complican si se presenta algún tipo de infección. Serán tratadas aquellas ampollas que no sanen por sí solas o que como dije anteriormente, se agrave por la aparición de una infección.
Causas de las ampollas
Las ampollas, o flictenas como las llaman los especialistas, son unas heridas de la piel que tienen el aspecto de burbuja de agua. Esta burbuja está llena de líquido que por lo general, es transparente, pero que en algunos casos, el líquido puede ser sanguinolento.
A pesar de resultar incómodas, las ampollas, como se mencionó al principio son la respuesta del organismo a una lesión cutánea. La piel afectada queda en la superficie, la sangre transporta los líquidos con los nutrientes que se necesitan para formar una nueva capa y, si la lesión se sana correctamente, la ampolla desaparece dando paso a la piel regenerada.
Las causas que producen las ampollas son muy variadas, pero las principales son:
- Roce: por lo general, es la más frecuente.
- Quemaduras solares. La exagerada exposición al sol, puede producir quemaduras en la piel, en la cual pueden surgir ampollas.
- Quemaduras químicas. Son las que son producidas por el uso de productos químicos, como por ejemplo ácidos. Consisten en quemaduras que se producen porque la piel ha sido expuesta a algún líquido muy caliente.
- Enfermedades de la piel, como la dermatitis de contacto, que en algunos casos, también provocan la aparición de ampollas.
- Ciertas infecciones de la piel, como la varicela pueden causar la aparición de ampollas.
- Reacciones alérgicas que se ponen de manifiesto en la piel.
Ampollas por roce
Tratamiento
Las ampollas frecuentemente, no necesitan tratamiento porque se curan por sí solas. La piel que recubre la ampolla contribuye a impedir las infecciones. Es importante cubrir la ampolla con una venda para protegerla y evitar los gérmenes. Es importante evitar algún tipo de roce.
Las ampollas deben ser revisadas por un especialista, cuando se presenten los siguientes síntomas:
- Se observan indicios de infección en la ampolla, por la presencia de pus, enrojecimiento, inflamación, dolor y el área se siente caliente al tacto.
- Se presenta un cuadro febril.
- Son muchas ampollas, con causas desconocidas.
- Presenta problemas de salud como trastornos en la circulación o diabetes.
Para calmar el dolor de una ampolla, se puede drenar el líquido sin dañar la piel que la cubre, siguiendo estos pasos:
- Lavarse las manos y la ampolla con jabón y agua tibia.
- Asear la ampolla con un algodón empapado en yodo.
- Esteriliza una aguja limpia y puntiaguda con alcohol para fricciones.
- Utilizar la aguja esterilizada para pinchar la ampolla en diferentes puntos cerca del borde. Dejar drenar el líquido, sin tocar la piel que recubre la ampolla.
- Aplicar alguna crema como vaselina, en la ampolla y protegerla con una venda de gasa antiadherente. Si se forma un sarpullido, se debe parar el uso de la crema.
- Prestar especial atención al área donde se encuentra la ampolla, para controlar la aparición de infección. Cortar la piel escamosa con tijeras y pinzas previamente esterilizadas con alcohol para fricciones. Aplicarse más crema y una venda nueva.
Por lo general, no se recomienda drenar las ampollas porque hay peligro de infección. Pero si la ampolla además de ser de tamaño considerable, duele o da la impresión de que se va a reventar, se puede drenar para aliviar el dolor.
Tipos de ampollas
Como se ha mencionado, las ampollas son producidas, principalmente por roce o fricción en alguna área del cuerpo. Por ejemplo, si los zapatos no se ajustan al pie bien y presionan parte de su pie, puede producir una ampolla. También, cuando se rastrillan las hojas sin la protección de guantes, puede producir ampollas en las manos.
Existe un gran variedad de ampollas, como por ejemplo las de sangre, blancas, las que salen en los pies, en los genitales, en la boca, entre otras. A continuación hablaremos de cada uno de los tipos de ampollas que aparecen en el organismo.
Negras
Las ampollas negras son el resultado de extraños hematomas, que presentan forma de vesículas o ampollas hemorrágicas, las cuales son dolorosas a pesar de no presentar prurito. Por lo general, se localizan en el área del abdomen. En algunos casos tiene que ver con las inyecciones de heparina, que por lo general se inyectan en el abdomen.
Rojas
La aparición de manchas o puntos rojos en la piel, puede ser el resultado de una infección por medio de un virus o una bacteria. También puede ser la respuesta del organismo a un elemento alérgeno. Cuando se trata de una alergia, los puntos rojos producen picazón además de sarpullido.
Por lo general, este tipo de ampollas, no son peligrosas, pero pueden desencadenar otro tipo de enfermedades cutáneas severas, por lo que se recomienda acudir al especialista.
Blancas
Las ampollas blancas son pequeñas bolsas que se llenan de líquido y que se encuentran en la capa más superficial de la piel. Son producidas, principalmente por la fricción, ardor o enfermedades cutáneas. Por lo general se forman en las manos o pies, pero también pueden salir en la boca, la lengua, etc.
A las ampollas en general se les denomina vesícula, cuando se trata de ampollas pequeñas, a las ampollas que son más grandes, se les denomina bula.
En las piernas
Las ampollas en las piernas pueden ser ocasionadas por picadas de mosquitos, las cuales se conocen como pápulas eritematosas pruriginosas y lesiones vesiculosas o ampollosas. Las ampollas son lisas y estiradas, su tamaño oscila entre 1 y 2 cm de diámetro y se producen cuando la reacción es muy fuerte, produciendo un edema secundario.
Este tipo de ampollas es más común en niños y las lesiones suelen afectar principalmente las áreas desnudas. Por lo general, vuelven a aparecer una vez al año, durante 3 o 4 años, aunque cuando el niño llega a la edad de diez años van reduciendo de intensidad por el incremento de tolerancia.
En algunos casos, las picadas de mosquitos pueden ocasionar una eccematización e impetiginización secundaria. Para tratar el sarpullido, en caso de que aparezca, se recomienda el uso de los corticoides tópicos de potencia media y alta y los antihistamínicos orales.
No son recomendables los antihistamínicos tópicos, porque pueden ocasionar reacciones de fotosensibilidad. Sin embargo si se recomienda, tratamiento a base de corticoides orales. Si la lesión presenta señales de sobreinfección bacteriana, se deben aplicar antibióticos tópicos o sistémicos, según la severidad. Las lociones o cremas repelentes, tipo dietiltoluamida o etilhexaneodiol, se recomiendan para prevenir nuevas picadas.
Ampollas en los pies
Las ampollas se caracterizan por ser la acumulación de agua, en pequeñas bolsas o vesículas, debido a un roce que se repite en alguna zona determinada de los pies. Antes de formarse la ampolla, la piel se irrita y debido al roce o fricción, la vesícula se forma en la piel.
Una ampolla en los pies puede ser causada por:
- Roce o fricción continua. Como se menciona anteriormente, el roce o fricción continua consiste en la presión que se realiza al caminar o correr, ocasionando un lesión en determinada zona del pie, que por lo general es en la planta del pie, el dedo gordo y el pequeño y en la parte superior del talón.
- Quemaduras. Las quemaduras pueden ser producidas por el sol, productos químicos y líquidos a altas temperaturas, como por ejemplo agua hirviendo, etc.
- Pie de atleta u hongos en los pies. La aparición de hongos puede producir ampollas en los pies.
- Espolón calcáneo. Se trata del crecimiento del hueso del talón, el cual produce una fuerte presión entre el talón y el zapato, lo que genera la formación de ampollas.
- Otros. Alergias, afecciones en la piel como la dermatitis, sarpullidos, etc. también pueden ser causa de la aparición de ampollas.
De agua
Las ampollas de agua están relacionadas con una afección cutánea que por lo general, se produce en los dedos de los pies, de las manos y en las planta del pie y palmas de las manos.
Esta afección de la piel es conocida como dishidrosis. Las ampollas de esta afección son pequeñas y de apariencia harinosa. Cuando la dishidrosis es severa, las ampollas pueden ser más grandes y causar dolor y picazón.(Ver artículo: Ampollas de agua en los pies)
¿Cómo curarlas?
Para curar una ampolla en la piel del pie, te presentamos a continuación cuatro pasos:
- Se lava el área la zona con jabón y se enjuaga con bastante agua tibia.
- Con la ayuda de gasas, se seca la ampolla con cuidado y se aplica clorhexidina o povidona yodada.
- Se protege el área con una gasa antiadherente para que no se pegue y se cubre con tira adhesiva de papel para mejor transpiración.
- Si la ampolla produce mucho dolor, se debe drenar el líquido sin retirar la piel de la ampolla. Si la piel se cae, se debe proteger, después de limpiarla, con un apósito al que se les denomina segunda piel.
A continuación un vídeo que te enseñará la mejor manera de curar una ampolla que sea el resultado de un calzado demasiado ajustado o de material muy rudo, que ocasionó la aparición de una ampolla por roce.
En la planta de los pies
Las ampollas son burbujas llenas de agua que aparecen, por diferentes causas, en la parte más externa de la piel. Por lo general, estas burbujas causan muchas molestias, por lo que las que aparecen en la planta de los pies, son muy dolorosas y no son fáciles de curar. Cuando la causa principal de la aparición de la burbuja es el uso de sandalias, curarla es algo complicado, debido a que el pie está más expuesto a gérmenes y humedad.
Para curar una ampolla en la planta del pie, se recomienda seguir los cuatro pasos mencionados anteriormente. El paso número cuatro puede obviarse, y dejar que la ampolla sane por sí misma.
Ampollas en las manos
Las ampollas que aparecen en las manos son conocidas como dishidrosis y también como eczema dishidrótico o pomfólix. Se trata de una infección que se caracteriza por pequeñas bolsas de agua que se forman entre los dedos y las palmas de las manos. Como se mencionó anteriormente, la dishidrosis es una afección de manos y pies. Por lo general, este tipo de ampollas ocasionan picazón y tienen una duración de veinte días, aproximadamente. Transcurrido este tiempo, se secan y comienzan a aparecer escamas.
La aparición de las ampollas en las manos se debe a:
- Estrés. Las situaciones de estrés, de carácter físico o psicológico, puede ser un factor importante en la aparición de este tipo de ampollas.
- Exposición a determinados metales. Metales como el cobalto y el níquel, son algunos de los que pueden producir ampollas en las manos.
- Piel sensible. Las alergias o sarpullidos o cualquier afección cutánea pueden hacer que en una piel sensible se produzcan ampollas en las manos.
- Eczema atópico. Se ha determinado que, en pacientes que tienen esta afección puede aparecer un eczema dishidrótico, es decir ampollas en las manos.
Por lo general las ampollas en las manos se curan por sí mismas. Sin embargo se recomienda usar una venda para protegerlas de gérmenes y bacterias, además de lesiones por roce. También hay cremas que pueden ser aplicadas sobre la ampolla y si el especialista lo considera necesario, tomar corticoesteroides. (Ver artículo: Ampollas en las manos)
En los dedos
Las ampollas en los dedos se producen principalmente en los pies, aunque eso no significa que no salen en los dedos de las manos. Es común que al estrenar zapatos o usar calzado no adecuado para largas caminatas, se produzcan roces, que produzcan ampollas.
Las ampollas que se producen entre los dedos de las manos son las que se conocen como dishidrosis, y también como eczema dishidrótico o pomfólix, como ya hemos mencionado anteriormente.
La mejor forma de tratar este tipo de ampollas en los dedos es:
- Lavar la ampolla con agua tibia y jabón, aplicando yodo sobre l ampolla.
- Esterilizar una aguja con alcohol.
- Perforar la ampolla para drenar el líquido y aliviar el dolor.
- Aplicar vaselina y cubrir con una curita, la cual debe cambiarse todos los días.
- No retirar la piel de la ampolla.
Por quemaduras
Las ampollas por quemaduras son burbujas de agua que aparecen en la piel de las manos y pies, particularmente, debido a rozaduras, accidentes por manipulación de aceite u otro líquido caliente, exposición al sol exagerada, entre otros. Por lo general, este tipo de ampollas después de ser tratadas, no suelen complicarse.
Como ya mencionamos, las ampollas pueden ser por:
- Quemaduras con aceite caliente. Son las que ocurren, generalmente en la casa, cuando cocinamos. El aceite brinca y puede ocasionar una quemadura en el brazo, las manos e incluso en la cara. Sin embargo, este tipo de accidente se puede tratar con primeros auxilios en el hogar.
- Quemaduras por el sol. Como es bien sabido, el exceso de exposición al sol produce enrojecimiento en la piel expuesta y puede ocasionar la aparición de ampollas en la piel.
- Quemaduras con agua hirviendo. Son accidentes que por lo general ocurren dentro del hogar. El agua hirviendo llega a una temperatura de 90° o más, por lo que al entrar en contacto con la piel, produce enrojecimiento y la aparición de una o varias ampollas. (Ver artículo:Ampollas por quemaduras)
En las axilas
La axila, también conocida como sobaco, es la parte del cuerpo humano que se localiza en el pliegue que une el brazo con el hombro. Es un área en donde crece vello, independientemente, si es hombre o mujer. Las ampollas en las axilas pueden ser ocasionadas por alergias a diferentes tipos de elementos. Tejidos sintéticos como la lycra, poliéster, nylon, lana, etc. También a los productos de higiene personal como el desodorante, el jabón entre otros.
Los síntomas que ocurren antes de la aparición de las ampollas son:
- Picazón en las axilas.
- Fuerte sensibilidad.
- Irritación y puntos rojos y la aparición de pequeñas burbujas de agua.
Para prevenir este tipo de alergias en las axilas, ocasionado por el desodorante, se recomienda:
- Lavar la zona de las axilas con mucha agua y jabón. Debe ser un jabón con pH neutro.
- Aplicar en la piel productos hipoalergénicos o calmantes. Cremas o lociones que contengan hidratantes como sábila, manzanilla, lavanda, etc.
- Aplicar compresas de agua fría. Para aliviar el ardor y la picazón, con compresas fría.
Ampollas en la cara
Por lo general las ampollas que se forman en la cara en forma de lesión, son conocidas con el nombre de impétigo, la cual consiste en una infección originada por bacterias, cerca de la nariz y de la boca.
Este tipo de lesión produce pequeñas ampollas rojas, llenas de líquido en la piel, que al romperse, resultan muy contagiosas. Cuando las ampollas causadas por impétigo se rompen, botan un líquido que al secarse se convierten en placas con costras de color amarillo o marrón.
El impétigo puede ser causado por dos tipos de bacterias: el Streptococcus del grupo A y el Staphylococcus aureus. Ambas pueden ser tratadas con los mismos fármacos. Para tratar las infecciones causadas por estas bacterias, el especialista recomendará antibióticos en crema, y si la infección es fuerte, antibióticos orales, en forma de pastilla o jarabe, si se trata de un niño.
Por otro lado, la persona que padece esta infección debe evitar rascarse o tocar las ampollas, para evitar contagiar a otros. Es recomendable, lavarse las manos con frecuencia. Si se trata de una costra muy grande, se recomienda sumergirla en agua para suavizarla y desprenderla con cuidado.
Para prevenir el impétigo es importante adoptar las siguientes medidas:
- Bañarse con jabón con frecuencia.
- Lavarse las manos a menudo.
- Mantener las uñas cortas y limpias, entre otras.
En la boca
Las flictenas en la boca son heridas o lesiones que tienen aspecto de burbuja que aparecen en la piel. Esta burbuja llena, que por lo general es de agua, también puede estar llena de pus o de sangre.
Hay una gran variedad de afecciones que ocasionan la aparición de llagas en la boca, entre las que podemos resaltar: el herpes labial, la leucoplasia y la candidiasis. Las llagas, irritaciones y cualquier tipo de lesión en la boca, por lo general, duelen y son antiestéticas, además que pueden causar problemas para comer e incluso hablar.
Las ampollas en la boca, por lo general, son muy molestas. Aparecen como respuesta a cualquier agente externo que ataque la piel. Es la reacción que actúa como defensa del organismo, mediante esas ampollas que no miden más de 5 mm.
Sangrantes
Las llagas que sangran en la boca, por lo general, es debido a afecciones de las encías o porque las plaquetas bajan de manera considerable. Las plaquetas suelen bajar cuando la persona está recibiendo tratamiento de quimioterapia o radiación.
Sin embargo, hay actividades que se realizan todos los días, que pueden causar que una ampolla sangre, para determinar las causas del sangrado debemos observar:
- Sangre o heridas en la boca: hay que determinar de dónde proviene: de las encías, de la lengua, etc.
- Inflamación en la lengua, debajo la lengua, en el paladar o en la parte interna de las mejillas.
- Sangre que filtra de la boca.
Blancas
Las ampollas blancas en la boca son producidas por algunos fármacos, aunque también puede ser un aviso de algún tipo de infección causada por virus o bacteria.
- Uso de fármacos. Hay una serie de fármacos que producen ciertos efectos secundarios como ampollas en la boca, que producen dolor en la lengua, el paladar, la encía, por dentro de las mejillas hasta en la garganta.
- Candidiasis. La candidiasis oral, conocida como sapito, es una infección producida por el hongo Candida albicans. La candidiasis produce placas blancas en la garganta y lesiones en el borde de los labios. Es muy común en bebés.
- Estomatitis aftosa. Estomatitis aftosa. Es una afección no contagiosa que produce la aparición de llagas y lesiones en la boca. Estas llagas suelen ser blancas o amarillas con el borde rojo. Pueden aparecer en la lengua, las encías, la garganta, parte interior de las mejillas y el paladar. La estomatitis aftosa puede ser producida por alergia a alimentos, alteraciones hormonales, estrés, déficit de vitamina B12 o trastornos en el sistema inmunológico.
- Herpes labial. Se trata de una infección producida por un virus que ocasiona la aparición de ampollas en los labios. Las ampollas del herpes labial se revientan con facilidad, lo que ocasiona el contagio del herpes en otras áreas de la cara, tal como la nariz o la barbilla.
- Leucoplasia oral. Consiste en la aparición de ampollas blancas, que por lo general, se desarrollan en la lengua, pero que también pueden aparecer en las encías y en la parte interna de las mejillas. Este tipo de ampollas, suelen desaparecer sin aplicar tratamiento alguno. La leucoplacia oral puede producirse por coronas o dentaduras mal ajustadas, restauraciones dentales, el hábito de fumar, entre otras.
Transparentes
Por lo general, una ampolla transparente en la boca es un tumor oral, que no duele y que se encuentra en el área interna de la boca. Este tipo de ampolla se localizan principalmente en las glándulas salivales, también se les puede localizar:
- En la parte interna de los labios, por el área interna de las mejillas, en la parte de debajo de la lengua y son conocidos como mucoceles.
- En la superficie de la boca y se les conoce como ránulas. Las cuales son ocasionadas por la obstrucción de las glándulas salivales que están en la parte inferior de la lengua.
Los síntomas de los mucoceles son:
- Aunque son indoloros, causan molestias por ser un abultamiento en la boca.
- Su forma es clara, de coloración azul o rosada, suave, tersa, redondeada o con forma de cúpula.
- Pueden llegar a medir hasta 1 cm de diámetro.
- Se rompen por si solos, pero aparecen de nuevo.
Los síntomas de las ránulas:
- Son indoloros, producen hinchazón en la superficie de la boca, que está en la parte inferior de la lengua.
- Su aspecto es azulado y en forma de cúpula.
- Ocasiona problemas para comer, tragar y hablar.
- Produce problemas en la respiración si se ubica en el cuello.
En la lengua
Las ampollas en la lengua son pequeñas aftas o llagas, producidas por bacterias y que son muy dolorosas. Sin embargo, hay una serie de causas que contribuyen a la aparición de llagas en la lengua tales como:
- Sistema inmunológico debilitado.
- Aparatos dentales que no están bien ajustados.
- Infecciones en la boca y de otros tipos
- Cuadro febril.
- VIH.
- Una gran deficiencia de vitaminas.
- Enfermedades como la candidiasis
- Ansiedad, inquietud, nerviosismo.
Sin embargo, las ampollas en la lengua pueden ser producidas también por:
- Morderse la lengua,
- El consumo de alimentos cítricos como kiwi, piña, limón, etc.
- Cambios del pH de la boca, que puede ser ocasionado por mala digestión.
- Carencia de vitaminas.
- Alergia a algunos alimentos. (Ver artículo: Ampollas en la lengua)
Con el siguiente vídeo, se pretende complementar la información antes expuesta, además de algunos consejos para elaborar algunos remedios caseros que ayudarán a la curación de la ampolla en la lengua.
Bajo la lengua
Las ampollas que aparecen debajo de la lengua consisten en pequeñas lesiones en forma de grano que son dolorosas y molestas al momento de comer o ingerir algún líquido, frío o caliente. Por lo general este tipo de ampolla no suele complicarse, pero si pueden ser muy incómodas.
Las ampollas bajo la lengua pueden salir en personas de cualquier edad, principalmente en niños, debido a deficiencias de vitamina B12, hierro o ácido fólico.
En los labios
Las ampollas que aparecen en los labios, casi siempre se asocian con el herpes oral, el cual afecta las encías, la lengua, el paladar, etc., además de los labios. Las ampollas en los labios aunque son pequeñas, duelen intensamente. Se les conoce como calenturas o herpes febril.
El herpes oral o en los labios es producido por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1), el cual puede repetir después de haber desaparecido por el tratamiento aplicado. El virus del herpes simple tipo 1, es muy contagioso al contacto directo.
Otra forma de contagio es tocar una herida de herpes abierta, o estar en contacto con algún elemento que haya sido contaminado con el virus del herpes, tales como afeitadoras, paños, platos, recipientes, cubiertos y otros artículos que por lo general se comparten.
En la garganta
Las ampollas en la garganta son lesiones blancas o amarillentas que en su interior son rojizas, y que producen mucho dolor, fiebre, malestar y la posible inflamación de los ganglios del cuello.
Las causas que ocasionan la aparición de las ampollas en la garganta, son muchas y diversas, entre las más comunes podemos señalar:
- El sistema inmune debilitado debido al virus del herpes oral, lo que puede afectar la boca y la garganta.
- Elevado consumo de cítricos.
- Problemas estomacales como el reflujo.
- Déficit en vitaminas y minerales importantes como la vitamina B, el ácido fólico y el hierro, entre otros.
Algunas enfermedades como la gripe, la faringitis, la laringitis y la amigdalitis, además del dolor de garganta que producen, puede producir ampollas llenas de pus, piel enrojecida e inflamación de las amígdalas.
Las ampollas en la garganta se pueden derivar de una infección vírica o una lesión bacteriana. Las infecciones víricas se pueden tratar con remedios caseros, las infecciones bacterianas con antibióticos.
Rojas
Las ampollas rojas en la garganta aparecen por diverso factores, unos más graves que otros.
Las llagas rojas en la garganta se deben, generalmente, a una reacción alérgica a alimentos o cualquier sustancia irritante. También pueden ser producto del estrés. Las llagas o ampollas rojas, por lo general, desarrollan un centro blanco y tienen una duración aproximada de siete a diez días.
El Coxsackie virus es uno de los causantes de la aparición de llagas rojas en la garganta y otras áreas de la boca. Es común en niños, aunque puede afectar apersonas de cualquier edad.
En casos extremos, las ampollas rojas pueden ser indicios de la aparición de un cáncer bucal. (Ver artículo: Ampollas en la garganta)
Ampollas en los genitales
Las ampollas en los genitales pueden ser causadas por roce, quemaduras, etc. pero por lo general se le atribuyen al virus infeccioso denominado herpes genital, el cual se caracteriza por producir ampollas en la zona de los genitales femeninos y/o masculinos.
Las ampollas en los genitales se pueden contagiar en las relaciones sexuales, debido a la fricción que puede reventar las llagas y entrar en contacto con el líquido que estas contienen.
De igual manera, este tipo de ampolla pueden aparecer en el ano, muslos y cualquier otra zona que toque las ampollas reventadas.
Al igual que otro tipo de ampollas, las genitales se caracterizan por causar comezón, irritación y dolor, por lo que resultan muy molestas. Cabe destacar que los síntomas preceden la aparición de las ampollas. (Ver artículo de Ampollas en los genitales)
En el glande
Las ampollas que aparecen en el glande son por lo general, causadas por una infección de transmisión sexual. El glande está recubierto por una membrana muy sensible, que al ser afectado por una infección puede presentar enrojecimiento, picor y la aparición de ampollas, que deben ser analizadas por un especialista.
No obstante, hay una serie de afecciones que también pueden ocasionar la aparición de ampollas en el glande, tales como: dermatitis, psoriasis, dermatitis de contacto o reacciones alérgicas a determinados medicamentos.
En lo que se refiere al tratamiento de las ampollas en el glande, la primera recomendación es la higiene personal, con una minuciosa limpieza de la zona donde se encuentra la ampolla. Si el especialista recomienda algún medicamento en crema, este debe ser aplicado por la pareja también, como medida preventiva.
Por otro lado, si la infección es algo más serio, el especialista puede recomendar antivirales orales como Aciclovir, Famciclovir o Valaciclovir, por un tiempo aproximado entre dos y tres semanas. (Ver artículo:Ampollas en el glande)
En el prepucio
El prepucio es el pliegue de piel que recubre el glande, que le sirve de protección de infecciones, además de proporcionarle humedad. Las afecciones que se producen en el prepucio y que además ocasionan ampollas son:
- Foliculitis: se trata de los vellos que crecen a lo inverso, es decir hacia adentro, produciendo una inflamación, que puede convertirse en una infección causada por una bacteria o un hongo, originando la aparición de ampollas en el prepucio.
- Candidiasis: es una afección que se produce por un hongo, que por lo general, se encuentra en todos lados. Las infecciones por candidiasis producen irritación, picazón y aparición de ampollas.
En la vulva
Las ampollas que aparecen en los genitales femeninos, se localizan principalmente en la vagina, generalmente en la vulva. Este tipo de ampolla no presenta síntomas hasta que se frotan. Las ampollas que se encuentran en los labios genitales, solo duelen si se tocan.
La vulva consiste en el conjunto de órganos externos de los genitales femeninos: el monte de Venus, los labios mayores, las glándulas de Bartolino y el clítoris.
Las ampollas en la vulva tienen la apariencia de burbujas llenas de agua, a veces con presencia de sangre, de forma redonda u ovoide. Por lo general, este tipo de ampollas no son peligrosas. Si las ampollas ocasionan un mal olor y secreción de pus, se debe acudir al especialista, pues es señal de una infección por transmisión sexual.
Sin embargo las ampollas en la vulva pueden ser ocasionadas por:
- Enfermedades infecciosas o de transmisión sexual. Herpes genital, el cual presenta dos tipos: el VHS-1 y el VHS-2.
- Lesiones vaginales a causa de las relaciones sexuales. Este tipo de lesión, suele ocurrir por falta de lubricación para el momento de la penetración.
- Mala nutrición o estrés. Se ha determinado que tanto el estrés como el no alimentarse bien, puede contribuir a la aparición de ampollas en la vulva.
- Ropa inapropiada. Las prendas de vestir muy ajustadas y hechas con tejidos sintéticos, contribuyen a la aparición de hongos y bacterias que producen ampollas.
- Actividades que generen fricción en la vagina. Se recomienda evitar actividades que ocasiones cualquier tipo de fricción en el área de la vagina, para prevenir la aparición de ampollas.
- Obstrucción en glándulas sudoríparas. Las glándulas sudoríparas son los conductos que permiten la secreción del sudor, grasa líquida que sobra, etc.
En el ano
Las ampollas en el ano pueden ser producto del herpes genital, el cual se caracteriza por la aparición de ampollas en los genitales, las cuales resultan ser contagiosas cuando se revientan.
Las ampollas en el ano por herpes genital, presentan síntomas tales como:
- La formación de grupos de pequeñas ampollas y lesiones.
- Picor, irritación y mucho malestar.
- Ardor y dolor al momento de defecar.
- Fiebre, escalofríos, dolor de cabeza.
- Falta de apetito.
- Dolores en los músculos y fatiga.
Cabe destacar, que no todas las ampollas que aparecen son producidas por herpes, también pueden ser producidas por roces, otro tipo de infección etc.
Para tratar este tipo de ampollas el especialista puede recomendar la aplicación de cremas antivirales para detener la propagación del virus, además de sanar las ampollas.
Alrededor del ano
Las ampollas que aparecen alrededor del ano pueden ser producidas por hongo, como el cándida, por prurito anal, rozaduras, entre otras.
- La candidiasis es producida por un hongo, la cual suele producir ampollas alrededor y dentro del ano, cuando se trata de un caso severo.
- El prurito anal, el cual consiste en pequeños bultos que se forman alrededor del ano, se conviertan en ampollas y hasta pueden llegar a ser abscesos rectales.
- Las rozaduras consisten en la fricción que se produce por el uso de ropa muy ajustada, de tejidos sintéticos, rascarse, etc. pueden producir ampollas.La aparición de granos, abultamientos, etc. en el ano que luego se convierten en ampollas, no son una afección, sino un síntoma de que algo no está bien.
Ampollas de agua
Las ampollas de agua son unas vejigas llenas de un líquido transparente, muy parecido al agua. En algunos casos, este líquido puede ser sanguinolento, es decir, con algunas trazas de sangre.
Este tipo de ampollas se forman debido a rozaduras, calor o diversas afecciones cutáneas. Las más comunes son las que se forman en los pies por calzados que no se ajustan bien al pie, o aquellos que están hechos de un material duro o caluroso. También se forman ampollas de agua en las manos, cuando se tiene contacto directo con productos químicos que resultan irritantes al tacto, o cuando se manipulan herramientas sin la protección debida.
Hay infecciones en la piel que se caracterizan por la aparición de ampollas de agua, tal como la dishidrosis, la cual se caracteriza por presentar ampollas que con el tiempo se secan y producen la descamación de la piel. Suelen aparecer principalmente en la palma de las manos, la planta del pie y en el tejido que se encuentra entre los dedos.
Las ampollas de agua por lo general, se curan solas, pero para prevenir las infecciones se pueden cubrir con una venda limpia y evite los roces que puedan ocasionar una lesión.
Infectadas
Las ampollas infectadas consisten en pequeñas burbujas que contienen un líquido denso, de una coloración verdosa o amarillenta, es decir una sustancia que se conoce como pus.
Para tratar una ampolla infectada en casa, se deben seguir los siguientes pasos:
- Considerar si se debe drenar la ampolla. Por lo general, se recomienda no drenar las ampollas, sin embargo, dependiendo de la ubicación de la misma, puede que sea necesario.
- Limpiar la superficie de la ampolla. Si ya has tomado la decisión de drenarla, se debe limpiar toda la superficie de la ampolla y la zona circundante. Para limpiar la zona de la ampolla, se humedece una gasa en alcohol o una solución de yodo, con el fin de eliminar gérmenes y bacterias.
- Perforar la ampolla. Desinfectar una aguja con alcohol o yodo, y colocarla al fuego por un minuto. Perforar la ampolla en varios puntos de la parte inferior, para que el líquido drene. Con una gasa, hacer un poco de presión y limpiar el pus que sale de la ampolla. Lavar la zona con agua y jabón, o agua oxigenada.
- Aplicar una pomada. Luego de drenar y limpiar la ampolla, se debe aplicar un ungüento o crema que contenga antibiótico. La piel que queda sobre la ampolla drenada, no debe retirarse.
- Cubrir la ampolla con un apósito. Por último, se debe proteger la zona de la ampolla con un vendaje, el cual debe ser cambiado todos los días, hasta que sane la lesión.
Con sangre
Las ampollas con sangre son pequeños bultos que se forman en la piel, que contiene un líquido con sangre. Por lo general, son de color rojo oscuro o morado, hasta pueden verse negras. Se producen cuando la piel recibe un impacto similar a un pellizco muy fuerte.
Sin embargo, la aparición de este tipo de ampollas puede indicar que se ha producido una infección por causa de una bacteria o un virus. Así como pueden ser la reacción a elementos que producen alergias en la piel, que producen picazón, enrojecimiento y luego la aparición de la ampolla llena de sangre.
A continuación algunos consejos para aplicar a una ampolla con sangre:
- Aplicar frío en la ampolla. Se coloca unos cubos de hielo en un paño y se posa sobre la ampolla durante diez minutos, dos o tres veces, con intervalos de cinco a diez minutos entre aplicación y aplicación. Con el frío se logra disminuir el tamaño de la ampolla.
- No reventar la ampolla de sangre para curarla. Independientemente del lugar donde se encuentre la ampolla, no debe reventarse y mucho menos, quitar la piel que recubre la ampolla. La piel que cubre la ampolla la protege de infecciones.
- Desinfectar la piel. Utilizar alcohol, povidona yodada o yodo o clorhexidina, con la ayuda de una gasa, dando toques suaves sobre la ampolla y el área de alrededor para desinfectar.
Reventadas
Las ampollas reventadas permiten que el dolor se alivie de cierta forma. Sin embargo, cuando se va a curar una ampolla es preferible que la piel no se rompa, pues podría convertirse en una lesión, que además puede sangrar e incluso presentar infección.
Las ampollas reventadas tienen que ser tratadas de la manera especial, siempre y cuando, no sean ampollas en membranas o mucosas. Cuando se trata de mucosas, es recomendable acudir al especialista.
Para curar una ampolla reventada se debe:
- Lavar las manos y luego lavar la zona donde está la ampolla.
- Aplicar agua oxigenada para desinfectar y frenar la sangre.
- Secar bien y aplicar yodo con una gasa, esperar que seque.
- Limpiar nuevamente y aplicar el ungüento con antibiótico y colocar un apósito.
- El apósito debe cambiarse todos los días, repitiendo los pasos anteriores.
Internas
Existe una patología cutánea que se conoce como epidermólisis ampollosa, que consiste en un conjunto de afecciones, que se caracterizan por la aparición de ampollas, que duelen excesivamente y que podrían ser la causa de trastornos severos en la piel si se infectan.
Este tipo de patología cutánea varía entre los pacientes que la padecen. En algunos casos puede ser muy leve, en otros, pueden desarrollarse numerosas ampollas internas en la boca, el estómago, la vejiga y el esófago. Existen diferentes tipos de epidermólisis ampollosa, dependiendo de la capa de piel, en donde parecen las ampollas.
La epidermólisis ampollosa, puede ser identificada por el especialista, por medio de una muestra de piel observada en el microscopio. Para tratar este tipo de afección con ampollas, se basa en evitar que broten las ampollas, incluye el cuidado adecuado de la piel para evitar que le salgan ampollas y la infección que las produce, además de proporcionar al paciente una buena alimentación.
De tratarse de una caso grave, el especialista decidirá si es necesario una intervención quirúrgica. Solo el especialista debe indicar el tratamiento a aplicar, según los síntomas que se presenten.
Con pus
Las ampollas con pus suelen ser abscesos que se forman en la piel que se encuentra alrededor de las uñas de los pies y de las manos. Este tipo de ampolla es el resultado de una afección cutánea conocida como paroniquia o panadizo, también se le denomina uña encarnada.
La paroniquia no es una afección grave, y puede ser tratada en el hogar. Este tipo de infección es más común en los dedos de las manos, pero se hay casos en los que también, especialmente, el dedo gordo del pie, también llega a infectarse.
La infección de la paroniquia se caracteriza por presentar irritación y dolor. Los gérmenes y bacterias penetran la piel cuando esta presenta alguna lesión y producir una paroniquia bacteriana, y si la infección es causada por hongos, se produciría la paroniquia micótica.
La paroniquia crónica produce alteraciones en el color y aspecto general de la uña. Si la paroniquia es grave y no se aplica el tratamiento adecuado, puede extenderse. Para tratar las ampollas con pus, se recomienda remojar la uña afectada en agua ligeramente caliente por quince minutos, 2 a 3 veces al día, se sugiere agregar unas ruedas de limón al agua.
Ampollas con pus
Grandes
Las ampollas grandes pueden ser características de infección en una serie de afecciones cutáneas. El Penfigoide ampolloso, es una lesión cutánea que presenta ampollas grandes desde el inicio de la afección. Este tipo de ampollas aparecen principalmente en el vientre inferior, los muslos superiores o las axilas y es una afección que es frecuente principalmente en los adultos de avanzada edad.
El Penfigoide ampolloso se manifiesta cuando el sistema inmunológico agrede una capa fina de tejido, debajo de la piel externa. Las causas son desconocidas, pero en algunos casos puede ser la reacción a ciertos fármacos.
Los síntomas de un Penfigoide ampolloso son:
- Picazón muy fuerte durante meses antes de la aparición de las ampollas.
- Piel rojiza oscura alrededor de las ampollas.
- Formación de costras.
- Si el Penfigoide ampolloso es benigno, ampollas pequeñas en la boca.
Para el diagnóstico de esta enfermedad, el especialista tomará muestras de sangre y hará una biopsia de la piel de la ampolla.
El tratamiento del Penfigoide ampolloso consiste en pastillas de esteroides, cremas y ungüentos con esteroides que contribuyan con el alivio de la picazón, además de regenerar la piel afectada. El tratamiento también incluye fármacos que contribuyan a inhibir el sistema inmunológico, como los antibióticos con tetramicina.
Gigantes
Las ampollas son burbujas que se forman en la piel, que están llenas de un líquido acuoso que como mencionamos anteriormente, se les denomina bula, cuando se trata de ampollas grandes.
Las ampollas en general, son el resultado de la acción de elementos químicos o físicos como quemaduras, congelación de segundo grado, irritación por fricción, etc. también algunas afecciones como la varicela y la eripsela bullosa.
Por lo general, las ampollas aparecen en las manos y los pies, producto de roces, lesiones en la piel, etc., son dolorosas y producen picazón, ardor y otras molestias. Las ampollas gigantes son casos excepcionales y deben ser tratadas directamente por el especialista.
Ampollas en niños
Las ampollas o vejigas que se forman en la piel de los niños, que por lo general son producidas por picaduras de insectos, tienden a infectarse. Las ampollas en los niños son frecuente en el área de las manos y la cara. Existe una variedad de sarpullidos en los niños que producen ampollas, las cuales varían en tamaño y localización.
Entre los sarpullidos más comunes podemos señalar:
- Sarpullido por calor. El cual consiste en pequeños puntos rosados o rojos que aparecen por exceso de calor en las áreas plegables del cuerpo como el cuello, las axilas, los brazos, etc. Cuando el sarpullido es severo, los puntos rojos se llenan de agua, formando pequeñas ampollas en la piel del niño.
- Picadas de insectos. Hay insectos como los mosquitos, las abejas, bachacos, hormigas, entre otros, que ocasionan la aparición de ampollas cuando pican. Las ampollas producidas por las picadas de insectos, son una reacción alérgica, que en algunos casos puede resultar grave y convertirse en una anafilaxia, la cual, además de las ampollas, presenta inflamación de las vías respiratorias y resultar mortal.
- Virus del molusco. Consiste en una infección viral que produce ampollas perladas en la piel del niño. Por lo general, las ampollas aparecen en el pecho, la espalda, los brazos o piernas del niño. Se puede contagiar en piscinas contaminadas.
En bebés
Las ampollas que aparecen en la piel del bebé pueden ser una burbuja llena de agua o una erupción similar a un sarpullido. Las ampollas en los bebés, pueden ser producidas por roce, golpes, picadas de insecto, entre otros.
La enfermedad cutánea en la piel de los niños menores de tres años más común, es la conocida como enfermedad mano-pie-boca, que se caracteriza por la aparición de ampollas pequeñas en las manos, los pies y la boca. La enfermedad de boca-mano-pie es producida,principalmente, por el virus de Coxsackie y es muy contagiosa.
Los síntomas que esta enfermedad produce en los bebés son:
- Cuadro febril.
- El bebé no quiere comer.
- Le duele la garganta.
- Malestar general.
- Ampollas que duelen en la boca.
- Un sarpullido en la palma de las manos y la planta de los pies y, a veces, en las rodillas, los codos, las nalgas o el área genital.
No existe un tratamiento especial para la enfermedad mano-pie-boca, por lo que se recomienda aplicar tratamiento para los síntomas. Es decir, controlar la fiebre y el dolor de garganta con acetaminofén, y prevenir la deshidratación del bebé con líquidos.
Por picaduras
Luego de haber sido picado por un insecto, arácnido o parásito, que por lo general perforan la piel con la picada, el organismo reacciona, formando una vejiga llena de agua que recubre el área donde se produjo la picada. Por lo general, el líquido es traslúcido, que actúa como suero corporal que contribuye a la regeneración de la piel.
Las ampollas por picaduras pueden desarrollarse en algunas personas y en otras no. Hay quienes si los pica un mosquito, desarrolla una ampolla y hay quienes no, por ejemplo.
Las picadas que se convierten en ampollas con mayor frecuencia son las producidas por:
- Ácaros.
- Chinches.
- Pulgas.
- Mosquitos.
- Arañas.
- Garrapatas.
- Abejas.
- Avispa roja.
- Avispa amarilla.
- Avispa negra.
- Hormigas negras.
- Hormigas rojas.
- Tábano.
Las ampollas por picadura que resultan más peligrosas son la ampolla por picadura de araña, y la ampolla por picadura de mosquito tigre.
De herpes
Las ampollas producidas por herpes, por lo general son pequeñas pero dolorosas. Este tipo de ampollas son conocidas con los nombres de calenturas o herpes febril, también se les conoce como aftas, boqueras o fuegos. El herpes consiste en una infección viral y en la actualidad se conocen por lo menos cincuenta tipos de virus del herpes. Sin embargo hay tres tipos de virus de herpes, que son los más frecuentes:
Virus Herpes Simple VHS-1
Este tipo de virus de herpes, por lo general está relacionado con infecciones que afectan la boca, los labios y la cara. El Virus Herpes Simple VHS-1 es el más usual en los niños. Los virus de herpes se caracterizan por permanecer en lo que se conoce como estado latente, es decir, que después de haberlo superado, puede manifestarse de nuevo.
La fiebre, el estrés, la menstruación o la exposición a los rayos solares pueden ser factores que reactiven la reaparición del virus ocasionando la aparición de lesiones en la misma área de la primera manifestación del herpes, aunque de manera más leve que la primera vez.
Por lo general este virus de herpes no ocasiona complicaciones tales como meningoencefalitis o infecciones oculares.
Virus del Herpes Simple tipo 2 (VHS-2)
El Herpes Simple tipo 2 es el que se conoce como herpes genital. El herpes genital se transmite generalmente durante las relaciones sexuales. Se caracteriza por producir ampollas muy dolorosas que suelen aparecer en el rostro, sin que haya síntomas previos.
En lo que se refiere a las mujeres embarazadas, pueden contagiar al bebé al momento del parto, lo que se conoce con el nombre de herpes neonatal. Este tipo de herpes puede ser mortal en el bebé, según como afecte el sistema nervioso del niño.
Las estadísticas revelan que el Virus del Herpes Simple tipo 2 (VHS-2) está presente en el 11% de la población mundial.
Herpes Zóster (VZV)
Esta patología es causada por el virus de su mismo nombre. El herpes zóster es común en personas que han padecido la varicela en su infancia. Los síntomas consisten en una en irritación con sarpullido intenso que aparece en un solo lado y se distribuyan a lo largo del nervio en donde permaneció en estado latente.
Las ampollas producidas por el herpes Zóster se rompen y forman lesiones con costras, lo cual tiene un tiempo aproximado de 3 semanas de duración, aunque el dolor persiste por más tiempo.
Las personas inmunodeprimidas, es decir aquellas que están en tratamientos de quimioterapia, padecen VIH y linfomas y personas de edad avanzada, son las más propensas a ser afectadas por el virus Zóster. (Ver artículo de ¿El herpes Zóster es contagioso?)
De varicela
La varicela es producida en los primeros años de vida por el virus Zóster. Consiste en un sarpullido en forma de granitos que aparecen por todo el cuerpo. Los síntomas que preceden a la varicela son, nariz mocosa, tos hasta que aparecen las ampollas, que además de ser pequeñas, están rodeadas por piel de coloración rojiza.
La varicela por lo general afecta a niños, sin embargo, cuando se trata de adultos, puede ser tratada como un resfriado común, que con reposo es más que suficiente. En la actualidad, a la gran mayoría de los niños que se les ha aplicado la vacuna no se enferman de varicela y si se presenta algún caso, el niño se cura con mayor rapidez.
La varicela es muy contagiosa, especialmente los cinco primeros días de la enfermedad y se manifiesta dos días después del contagio. El contagio puede ocurrir a través de la tos y el estornudo.
Para aliviar la picazón que produce la varicela es recomendable:
- Mantener al paciente en lugar fresco y colocarle pañitos húmedos sobre las ampollas.
- Mantener las uñas cortas para no lastimar la piel al momento del rascado.
- Permanecer unos minutos en una tina de agua con avena.
- Aplicar loción de calamina para aliviar la picazón.
Febriles
Las ampollas febriles, a las que también se les conoce como úlceras frías son producidas por el virus del herpes tipo 1. Este tipo de ampollas son muy contagiosas y por lo general, aparecen siempre en el mismo lugar, que suele ser la boca.
Por otro lado, las ampollas que aparecen en la boca, sólo salen en la parte interior de la boca, no son contagiosas y, en algunos casos, son el resultado de lesiones producidas por morder el labio por dentro, quemarse con alimentos calientes, traumatismos por golpes, aunque también se pueden presentar de forma espontánea.
Por lo tanto si una persona tiene fiebre, el virus del herpes se puede reactivar y luego producir ampollas. Pero de ninguna manera se le puede atribuir la aparición de una ampolla a un cuadro febril.
Ulcerosas
Existen dos tipos de ampollas ulcerosas, las ampollas ulcerosas en los genitales masculinos y las ampollas ulcerosas en los genitales femeninos.
Ampollas ulcerosas en los genitales masculinos . Cualquier ampolla, llaga, afta, etc. que aparece en el pene, escroto o la uretra masculina es considerada una ampolla ulcerosa.
Este tipo de ampolla es ocasionado por infecciones de transmisión sexual. Entre los principales tipo de las ampollas ulcerosas tenemos:
- Herpes genital: ampollas pequeñas y dolorosas llenas de líquido claro o amarillento.
- Verrugas genitales: protuberancias de color carne, que pueden ser abultadas o planas y pueden ser semejante a la parte superior de una coliflor.
- Chancroide: un pequeño bulto en los genitales, que se transforma en una úlcera después de un día de su aparición.
- Sífilis: ampolla o úlcera abierta pequeña que no duele y que se conoce como chancre en los genitales.
- Granuloma inguinal: abultamientos pequeños de color carne que se ubican en los genitales o alrededor del ano.
- Linfogranuloma venéreo: es una ampolla pequeña, que no presenta dolor que aparece en los genitales masculinos.
También pueden producir ampollas ulcerosas, enfermedades de la piel como la psoriasis, molusco contagioso, reacciones alérgicas, las cuales son infecciones que no se transmiten sexualmente.
Úlceras genitales en las mujeres. Las ampollas ulcerosas que aparecen en los genitales femeninos, son heridas que aparecen en la vulva y la vagina, causadas por numerosas razones.
Las ampollas ulcerosas pueden ser muy dolorosas y producir mucho picor, pero también pueden aparecer y no presentar síntomas. Sin embargo hay mujeres que pueden llegar a sentir dolor cuan orinan o cuando tienen relaciones sexuales, hasta padecer de flujo vaginal.
Las ampollas ulcerosas pueden ser causadas en las relaciones sexuales. El herpes y las verrugas genitales, son infecciones comunes que producen ampollas ulcerosas.
Tratamiento natural para las ampollas
Para ayudar a que la ampolla se cure además de aliviar el dolor, hay que aplicar soluciones hidratantes que contribuyan a la regeneración de la piel y aceleren su curación.
A continuación una serie de remedios naturales y caseros que te ayudarán a acelerar la curación de las ampollas:
Agua con sal
El agua con sal es un excelente tratamiento natural para eliminar las ampollas. Además es fácil y económico. Para este tratamiento natural solo necesitas suficiente sal y agua.
Mezcla agua tibia abundante con una cantidad generosa de sal y sumerge el área afectada por la ampolla, durante el tiempo que el agua tarde en enfriar.
El agua con sal contribuye a desinfectar la ampolla, además a eliminar las bacterias que podrían producir una posible infección. El agua con sal también sirve para estimular la circulación, y acelerar el proceso de renovación celular, por lo que la ampolla se secará antes antes.
Ajo
El ajo es de gran utilidad por sus propiedades antimicrobianas y anti inflamatorias, las cuales contribuyen en el alivio del dolor y la comezón. Además es un antibiótico natural que protege contra las infecciones, especialmente las infecciones de la piel. También es cicatrizante, y sirve para la regeneración de las células muertas, pero cuidado, el ajo puede resultar irritante.
Este remedio natural casero es muy fácil de preparar y aplicar. Solo se necesita pelar un diente de ajo y frotarlo en la zona donde está la ampolla.
Otra forma de aplicar este tratamiento es sujetando el ajo contra la ampolla con la ayuda de una gasa durante unos 5 o 10 minutos, y listo.
Aloe vera
La sábila o aloe vera es uno de los remedios naturales que más se utiliza en afecciones de la piel, por numerosos beneficios cicatrizantes, antisépticas, anti inflamatorias, anti bacterianas, entre otras.
El gel de aloe vera tiene la particularidad de que es absorbido por la piel con facilidad.
Tiene propiedades hidratantes que ayudan a acelerar la curación y a disminuir la inflamación de la ampolla. Para preparar este tratamiento con alo vera, solo tienes que extraer el gel de la planta y colocarlo en un recipiente limpio.
La aplicación consiste en colocar el gel acuoso directamente sobre el área afectada. Este tratamiento se puede aplicar todos los días, y hasta tres veces al día, hasta que se cure la ampolla.
El aloe vera Alivia las irritaciones y alivia el dolor que éstas producen, regenera y cicatriza la los tejidos, hidrata la piel. También tiene la propiedad de eliminar virus, bacterias y hongos. Posee propiedades anti inflamatorias y además nos ayuda a limpiar nuestro organismo.
Caléndula
La caléndula es una planta medicinal con numerosas propiedades. Las principales propiedades son antiiflamatorias, antisépticas y cicatrizantes.
También se caracteriza por aliviar los síntomas de picazón, ardor y dolor que producen las ampollas.
Para obtener este remedio natural, solo se necesitan algunas flores de Caléndula y agua. Se colocan en una cacerola, una taza de agua hirviendo y se agregan las flores. Se apaga el fuego y se tapa y se deja reposar. Cuando esté tibia, se moja una gasa o algodón y se pasa suavemente sobre la ampolla, y se deja que el líquido actúe por lo menos diez minutos.
También se puede aplicar cualquier crema elaborada a base de caléndula para curar las ampollas.
La caléndula resulta una alternativa recomendable si lo que se busca es acelerar la curación de heridas, ya que estimula la epitelización y, además, ayuda a producir colágeno.
Vinagre de manzana
El vinagre de manzana tiene propiedades cicatrizantes, además de actuar como un antibiótico natural. Su aplicación directa sobre la piel, resulta uno de los remedios caseros más efectivos para limpiar las heridas y eliminar gérmenes y bacterias que puedan producir una infección.
Otro beneficio del vinagre de manzana, es la de prevenir infecciones, gracias a su ácido acético, que le proporciona propiedades antisépticas.
Para obtener este remedio natural y casero, se mezclan partes iguales de vinagre y agua. Empapa una gasa o algodón en la mezcla y pásalo por la ampolla con cuidado. Para mejores resultados, repite el tratamiento dos veces al día.
Harina de maíz y miel
La harina de maíz puede resultar excelente en el caso de que la ampolla se haya reventado. La miel es ideal para eliminar infecciones, reducir edemas, entre otros.
Para la elaboración de este remedio natural se necesita: una cucharada de harina de maíz y una cucharada de miel. Mezclar la harina de maíz con la miel hasta que se forme una pasta homogénea. Aplicarla sobre el área de la ampolla.
Jengibre
Los beneficios del jengibre son muchos, pero en lo que se refiere a la curación de las ampollas, podemos señalar, que el jengibre resulta excelente para estimular la circulación, además, es el remedio natural ideal para las ampollas, pues contribuye a que los vasos sanguíneos deteriorados se regeneren con mayor celeridad.
Para lograr el mayor provecho de esta raíz, se hierven unas raíces de jengibre en una cacerola con agua, y se deja reposar hasta que se enfríe. Cuando llegue a temperatura ambiente se cuela y se mete en la nevera para que se enfríe aún más.
Para su aplicación sobre la ampolla, se empapa un algodón con el líquido obtenido bien frío y se pasa sobre la ampolla suavemente, sin presionar. Este tratamiento se puede aplicar por lo menos cuatro veces al día. El frío en exceso puede quemar la piel, por lo que no se recomienda que el líquido esté demasiado frío.
Vaselina
Las vaselinas son cremas que resultan muy efectivas contra las ampollas. No obstante, por su característica pegajosa, es recomendable usarla por las noches para que no te incomode su uso.
La vaselina se aplica directamente sobre la ampolla. No es recomendable colocar vendas ni apósitos, pues puede resultar irritante. La mejoría será casi inmediata.
Leche
La leche por ser rica en calcio, fósforo, magnesio, zinc, yodo, selenio y vitaminas A, D y del complejo B, resulta un remedo excelente, además posee una gran cantidad de vitamina B12, lo que la convierte en un magnífico remedio para curar las ampollas en general e incluso, para las que son producidas por el herpes.
Para aplicar la leche en las ampollas, se utiliza un algodón y se empapa en la leche. Se pasa sin hacer presión, sobre la ampolla. Este remedio natural se puede repetir hasta 3 veces al día.
Aceite de árbol de té
El árbol de té es una planta que posee propiedades medicinales, entre las que podemos destacar propiedades antisépticas, y además actúa como un antibiótico natural que sirve para combatir las infecciones cutáneas.
No es un remedio difícil de encontrar, pues se consigue a la venta no solo en farmacias, sino en tiendas naturistas, entre otras.
Mezclar 10 gotas del aceite de árbol de té en un litro de agua y lavar la zona afectada con la mezcla. Recuerda que debes secar muy bien la parte lavada.
Té verde y bicarbonato de sodio
El té verde tiene propiedades anti inflamatorias que son ideales para curar las ampollas, además es de muy fácil preparación. Se ponen tres bolsas de té verde en agua previamente hervida con una cucharadita de bicarbonato de sodio y se deja reposar hasta que enfríe. Cuando llega a la temperatura ambiente, se moja un algodón y se aplica directamente sobre la ampolla. Este remedio natural se puede aplicar por lo menos tres veces al día.
Vitamina E
La vitamina E es rica en antioxidante, lo que ayuda a la regeneración de la piel, también se caracteriza por sus propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias y estimula la circulación. La vitamina E es el alimento ideal para la piel, entre otras cosas.
La vitamina E se puede usar de dos maneras:
- Se puede ingerir en un suplemento alimenticio.
- Se puede aplicar directamente sobre las ampollas en forma de cremas.
Otra forma de ayudar al organismo con la cicatrización de las lesiones que dejan las ampollas, es incluirla en la alimentación de todos los días.
Podemos encontrar vitamina e en los siguientes alimentos:
- Aceites vegetales, es decir de oliva, girasol, o cártamo.
- Cereales integrales, como la cebada, germen de trigo, o avena.
- Yema de huevo.
- Frutas como el aguacate y papaya.
- Leche y mantequilla.
- Hígado.
- Legumbres, como los cacahuetes, frijoles, o garbanzos.
- Frutos Secos, sobre todo en almendras y nueces.
- Semillas, como las de girasol o chía.
- Verduras de hoja verde, como espinacas, kale, o acelgas.
- Pescados (azules mayormente) como el pez espada o la trucha y el arenque.
Pepino
El pepino es considerado una hortaliza, a pesar de que realmente es un fruto, que posee grandes propiedades que son ideales para curar las ampollas. Las propiedades más sobresalientes del pepino son: es un antiséptico natural, posee elementos hidratantes, así como antioxidantes, también es rico en vitaminas C y A, entre otras.
La aplicación de pepino para curar las ampollas resulta muy fácil. Cortar en cubos el pepino y meterlo a enfriar en el refrigerador. Cuando esté suficientemente frío, se saca y se pasan los cubos de pepino fríos por la ampolla, dejando que actúe por espacio de cinco minutos. Luego de haber terminado el tratamiento del día, se recomienda comer pepino, para incrementar la acción de la hortaliza y reforzar el tratamiento aplicado.
Mezcla de huevo y yogur natural
La mezcla de huevo con yogur, resultan una combinación ideal cuando se quiere combatir las ampollas, muy especialmente si son ampollas producidas por un herpes bucal. Las propiedades de estos dos elementos juntos, ayudan a que no proliferen las ampollas, así como también sirven para calmar el dolor y los síntomas de picazón, irritación, ardor y dolor, que las mismas producen.
Para elaborar este remedio natural y casero, se necesita media taza de yogur y un huevo.
Se unen los dos ingredientes y se baten hasta que se obtenga una mezcla homogénea y cremosa. Lista la crema, se unta un algodón para luego pasarlo sobre la ampolla y el área que la rodea, dejando que la mezcla actúe por unos minutos.
El tratamiento con huevo y yogur natural, se puede repetir 3 veces al día durante una semana.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio presenta excelentes condiciones curativas, las cuales son de gran beneficio para la piel y las enfermedades cutáneas. El bicarbonato de sodio contribuye a controlar los síntomas de ardor, dolor, inflamación, etc. producidos por la aparición de ampollas.
Para la elaboración de este remedio natural se necesita una cucharada de bicarbonato de sodio y agua fría. Se mezcla el bicarbonato con el agua fría, hasta que se forme una pasta, cuando la mezcla está lista, se aplica sobre la ampolla, al menos cinco veces al día. Es recomendable guardar la mezcla que no se utilice en el refrigerador.
En conclusión, se deben tomar medidas que ayuden a prevenir la aparición de enfermedades en la piel.
Si eres una persona de piel sensible, es recomendable prestar atención a la hora de tomar el sol, así como de las prendas de vestir y calzados a utilizar. Así como también a la hora de tener relaciones sexuales, usar la protección adecuada, para evitar contagios molestos de enfermedades genitales como las expuestas anteriormente.
Con relación a los niños, protegerlos del sol y los posibles contagios por gérmenes y bacterias que transmiten las enfermedades de la piel.