El melanoma benigno se vuelve un tipo de cáncer de piel que surge cuando las células llamadas melanocitos se cambian a malignas. Estas células confeccionan un pigmento llamado melanina, responsable del color de la piel, del pelo y del iris de los ojos. La melanina, por su parte, marcha como un fotoprotector impidiendo que la radiación solar perjudique las estructuras o los tejidos del cuerpo.
Cuando la piel es expuesta al sol, los melanocitos generan más melanina como defensa contra la acción de los rayos ultravioleta (UV). Los lunares o pecas surgen cuando los melanocitos ascienden en grupo.
¿Qué es?
Es un tumor que perturba la piel o el cuero cabelludo, el órgano que envuelve totalmente nuestro cuerpo. Entre todos los tipos de cánceres de piel, es el menos dilatado pero también el más peligroso porque puede progresar ágilmente e irrumpir incluso los tejidos circundantes.
El melanoma es un tumor visible a simple vista y se produce a partir de un nevo preexistente que varía de forma o color o de la aparición de un nuevo topo en la piel intacta. Esto es siempre una neoplasia maligna. De hecho, nunca es viable precisar un melanoma benigno, a lo sumo se puede platicar de un nevo benigno que no muestra las características de un melanoma.
Los topos (o nevos) surgen como manchas oscuras y no son más que afluencias de melanocitos, las células de la capa más superficial de la piel (la epidermis) que originan y almacenan melanina, el pigmento garante de la coloración natural de la piel, los ojos y cabello con la tarea de resguardarnos de las derivaciones nocivas de la luz solar.
El melanoma puede asimismo suceder más ocasionalmente en otras zonas corporales, tales como el ojo, las membranas, mucosas de la boca y los órganos genitales.
Síntomas del melanoma benigno
Cualquier lunar, llaga, protuberancia, imperfección, marca o cambio inusitado en el semblante o la impresión de un área de la piel podría ser una contraseña de melanoma u otro tipo de cáncer de piel o un aviso de que puede provocarse.
Lunares normales
Comúnmente, un lunar normal es una sombra de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Universalmente, los lunares miden menos de 6 milímetros (aproximadamente 1/4 de pulgada) de ancho (aproximadamente el ancho de una goma de lápiz).
Unos lunares pueden manifestarse al instante de nacer, pero la colectividad surge durante la infancia o la juventud. Un médico debe explorar los lunares nuevos que surgen más adelante en la vida de una persona. (Ver Artículo: Causas del Lupus)
Una vez que se ha producido un lunar, por lo general preservará el mismo tamaño, forma y color por muchos años. Casualmente, algunos lunares pueden esfumarse.
La generalidad de las personas tienen lunares, y casi todos son inofensivos. No obstante, es significativo registrar los cambios en un lunar (como su tamaño, forma o color), lo cual puede que indique que un melanoma se esté desplegando.
Posibles señales y síntomas del melanoma
La señal más transcendental para el melanoma es algún lunar nuevo en la piel o uno existente que haya variado en tamaño, forma o color. Otra señal transcendental es algún lunar que parezca diferente a los otros en su piel (acreditado como el símbolo del patito feo). Si exhibe cualquiera de estas señales, visite a su médico para una exploración de la piel.
La regla ABCDE es otro procedimiento para equiparar las señales usuales del melanoma. Manténgase alerta y comunique a su médico si nota lunares que posean alguna de las siguientes características:
A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no concierne a la otra mitad.
B de Borde: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.
C de Color: el color no es uniforme y pudiera incluir sombras color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas.
D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (alrededor de ¼ de pulgada o aproximadamente del tamaño del borrador de un lápiz), aunque los melanomas algunas veces pueden ser más pequeños que esto.
E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando.
Algunos melanomas no continúan las reglas descritas anteriormente. Resulta significativo que comunique a su médico acerca de cualquier variación en su piel o nuevo lunar, o crecimientos que note como algo desigual al resto de sus lunares.
Otras señales de advertencia son:
- Una llaga que no mejora.
- Propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante.
- Enrojecimiento o una nueva inflamación más allá del borde.
- Canje en la sensación (comezón, sensibilidad o dolor).
- Canje en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de una protuberancia o nódulo).
Asegúrese de manifestar a su médico cualquier área que le preocupe y solicite que revise las áreas que usted tenga dificultad para ver. Algunas veces resulta difícil diferenciar la disconformidad entre un melanoma y un lunar ordinario, inclusive para los médicos. Consecuentemente, resulta significativo manifestar a su médico algún lunar que le implique duda.
Tratamiento
El tratamiento del melanoma estriba del tipo y del estadio del tumor, así como de otros elementos como el estado de salud y la edad del paciente. Hay cuatro tipos de tratamiento que pueden usarse de forma compuesta:
Cirugía: Es el tratamiento más habitual y reside en la total extirpación del tumor junto a una parte del tejido sano que hay a su alrededor. Asimismo se evita que el cáncer se incremente en el caso de que haya invadido otras zonas cercanas. La cantidad de tejido extirpado estriba de la profundidad y el grosor del melanoma.
Quimioterapia: Radica en la distribución de fármacos anticancerígenos. Pueden disponerse diversos fármacos para aumentar su eficacia, e inclusive aplicarse localmente. Este tratamiento es de gran beneficio cuando el melanoma se ha ampliado desde el lugar de origen a otras partes del cuerpo.
Inmunoterapia: También conocida como bioterapia o terapia biológica, radica en acrecentar las defensas naturales del cuerpo ante la enfermedad. Asimismo el sistema inmunitario de las personas afectadas se fortifica. Las sustancias más usadas son los interferones, sustancias naturales derivadas de los leucocitos que el propio cuerpo origina en pequeñas cantidades como reacción a ciertos estímulos (virus, toxinas, etc.).
La más empleada es el interferón-alfa, que ha confirmado ser muy poderosa en los melanomas con alto riesgo de recaída.
Radioterapia: Se trata del uso de radiación de alta intensidad para destruir las células cancerígenas y contener su crecimiento. El tratamiento es local, lo cual representa que sólo afecta a las células de una zona determinada. En el caso del melanoma, solamente se usa para tratar metástasis en los huesos o en el cerebro.
Vulvar
El cáncer de vulva es el 5% del total de cánceres ginecológicos y aflige al 1% de afección maligna femenina. La entidad histológica más habitual es el cáncer de células escamosas (90-95%). El melanoma encarna la segunda enfermedad maligna en frecuencia (8-10%). Se trata de un tumor raro con cierta tendencia por el área vulvar. El melanoma se produce asiduamente como lesión sobreelevada y pigmentada, localizada en labios menores o clítoris.
El vaticinio estriba del tamaño y grado de invasión tumoral. La biopsia temprana de cualquier lesión sospechosa es mandatoria.
Este trabajo muestra un caso de melanoma vulvar y se expone nuestra experiencia en su manejo clínico, se efectúa una revisión actualizada de la bibliografía en correlación con su historia natural, distribución por edad, factores epidemiológicos, patología, sistemas de microestadificación para predecir pronóstico, tratamiento y supervivencia.
Juvenil
El melanoma juvenil o nevo de Spitz es una extraña forma de nevo melanocitico benigno que puede ser envuelto cómodamente, no sólo con un verdadero melanoma maligno, sino también con lesiones vasculares, tales como el hemangioma capilar.
Mostramos el caso de un niño de 8 años con nevo de Spitz en el lóbulo nasal desde el año de edad, que fue determinado y manejado como un hemangioma capilar inmaduro. El estudio histopatológico señaló células melanocíticas epiteloides sin signos de atipia. La lesión fue extirpada quirúrgicamente con resultados estéticos favorables.
Nodular
El melanoma cutáneo es un tumor maligno producido en los melanocitos, cuya ocurrencia y mortalidad han agrandado en las últimas décadas. Es la causa más habitual de muerte entre las enfermedades cutáneas, y responsable del 75% de éstas.
La mayoría se producen en la piel sana, sobre un nevo u otros órganos. Es una tumoración de alta agresividad y con propensión a la metástasis linfática o hemática. El melanoma nodular representa el 15-35% de estos tumores, afectando áreas de piel fotoprotegidas, con fase de crecimiento vertical, lo cual determina su proceder tan agresivo y peor pronóstico.
Una paciente anciana, con lesión tumoral en pie derecho, asintomática, de cuatro años de evolución, con crecimiento rápido en los últimos tres meses. Se realiza diagnóstico clínico-histopatológico, compatible con melanoma nodular. El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica.
El melanoma nodular es un tumor muy agresivo y la supervivencia depende de un diagnóstico precoz, posibilitando la cura de más del 90% de los casos.
En la piel
Melanoma y cánceres de piel
El melanoma es un tumor muy agresivo consecuencia de la metamorfosis maligna de los melanocitos, las células que determinan el color de la piel. El melanoma puede acontecer en una piel aparentemente sana o en la modificación de un nevo preexistente.
La frecuencia de este tumor está acrecentando en todo el mundo: en los últimos 30 años el número de casos de melanoma fácilmente se ha duplicado. Alrededor de 100.000 nuevos casos se reconocen cada año en el mundo. Cuando se determina el melanoma temprano es universalmente una enfermedad tratable.
No obstante, si no se detecta en el tiempo y no se trata, el melanoma puede esparcirse a otras zonas del organismo como el hígado, los pulmones, los huesos y los cerebros. Un melanoma que se ha esparcido a otros órganos se designa melanoma metastásico: este tipo de cáncer de piel tiene un pronóstico no propicio.
Si bien el melanoma metastático sea en atención raro, puede tener un resultado catastrófico en pacientes y miembros de familia, esencialmente porque las personas afectadas son a menudo en una edad joven.
La edad media de los pacientes determinados con melanoma es de sólo 50 años y el 20% de los casos se encuentran en pacientes de 15 a 39 años. ¿Por qué acontece el melanoma? El melanoma acontece debido al crecimiento y a la proliferación incontrolada de los “melanocitos”, las células que producen la “melanina”, el pigmento que da color a la piel, ojos, pelo y protege la piel contra rayos ultravioleta de la luz del sol.
La exhibición excesiva a los rayos UV puede causar alteraciones en los melanocitos y es una de las raíces principales de los tumores cutáneos, como el melanoma. ¿Cuáles son los sujetos en riesgo de melanoma? Las personas más en riesgo son aquellas que tienen una o más de las siguientes características:
- Modificación evidente y progresiva de un topo;
- Aparición de un nuevo topo en la adultez;
- Materias ya tratadas para el melanoma;
- Familiaridad con el melanoma (otros casos de melanoma en la familia);
- Uno o más de diámetro superior a 5 mm y de forma irregular;
- Presencia de uno o más en grandes congenites;
- alto número de Nei;
- Pelo rubio-rojo, ojos claros, tez particularmente blanca y extremadamente sensible al sol;
- Presencia de pecas;
- Quemaduras frecuentes durante la niñez y la adolescencia;
- Exposición frecuente a la radiación ultravioleta artificial de lámparas de bronceado o tumbonas.
Tipos de melanoma
Hay cuatro tipos principales de melanoma cutáneo: el melanoma plano o delgado es la estructura más frecuente (70%); tiende a crecer hacia afuera en lugar de hacia adentro; el melanoma Cupolform o nodular es una variedad de melanoma que progresa ágilmente con un alto riesgo de ascenso que tiende a brotar en una edad más avanzada. Simboliza el 10-15% de todos los melanomas.
Es la estructura de crecimiento más rápido: si no se trata, empieza a desplegarse hacia adentro y puede insertarse en la piel y disgregarse a otras zonas del organismo; IMG Melanoma maligno (melanoma in situ) es una lesión de evolución lenta que se muestra como una mancha plana, no palpable, marrón, muy liso, con pérdida de perfil de piel normal.
Universalmente tiene una tasa de crecimiento lento (años) y extrañamente se irradia a otras partes del organismo. No obstante, si se irradia, asume las mismas características que el melanoma metastásico; el melanoma acro-lentigginous aparece en las áreas acras (palma de la mano, planta del pie) representa el 5% de todos los melanomas y es la única conformación que puede acontecer en todos los fototipos, inclusive en temas de la piel muy oscura.
En el útero
El melanoma uterino es una conformación de cáncer del cuello del útero en el que el tumor se constituye de células de pigmento. Este tipo de cáncer cervical es extraño. Puede ser dificultoso establecer si se originó en el cuello uterino, en cuyo caso el cuello uterino sería el sitio “primario” o es un melanoma migrado (metástasis) desde otra parte del cuerpo, en cuyo caso el melanoma del cuello uterino sería el sitio “metastásico”. Por lo que un examen minucioso para fijar el sitio primario es significativo.
Melanoma uterino
Si resulta ser un melanoma debes ceder a una prueba de mutación y averiguar si los tumores contienen mutaciones c-kit o BRAF. Hay medicamentos dispuestos que pueden ayudar en este caso. También hay dos medicamentos que gozan de un mejor historial contra los melanomas generales, IL-2 y Yervoy. Además hay ensayos para otros tratamientos tales como MEK y PD-1 que pueden ser provechosos.
Melanoma maligno del cuello uterino
El melanoma maligno del cuello uterino es un tipo raro de melanoma extracutáneo que se desenvuelve de forma agresiva y se coliga con un pronóstico sombrío.
Síntomas
Los signos y síntomas del melanoma maligno del cuello uterino incluyen:
Sangrado vaginal anormal.
Dolor pélvico.
Incialmente, la enfermedad se restringe a la pelvis, pero a continuación puede hacer metástasis en los ganglios linfáticos para-aórticos abdominales, seguido por extensas metástasis en el cerebro, pulmones, mamas, supraclaviculares, cuello y otros ganglios linfáticos abdominales.
Se utiliza el PET o la TC para completar las modalidades de imágenes anatómicas convencionales, y proveer así, una nueva singularidad para el cribado de todo el cuerpo. La visualización de la actividad metabólica de las lesiones indeterminadas puede auxiliar en la puesta en escena, re-estadificación, la planificación del tratamiento, y la predicción pronóstica para los pacientes con esta enfermedad extraña.
El melanoma maligno primario de cuello uterino es una enfermedad extremadamente extraña, con cerca de 78 casos descritos. El presagio es malo y la localización de esta enfermedad agresiva suele ser intempestiva debido a su rareza y a la falta de sospecha por parte de los médicos, así como la situación anatómica del tumor oculto.
Igualmente, las técnicas de imagen convencionales han justificado una incapacidad decepcionante para revelar la difusión de la enfermedad debido a su limitado campo de visión y puntualidad.
Algunas pacientes de edad avanzada con menopausia pueden advertir sangrado vaginal debido al melanoma en el útero. Si la paciente se somete a una indagación ginecológica, el médico puede encontrar un pequeño pólipo cervical. Lo habitual en estos casos es extirpar el tumor polipoide y medir su tamaño. El examen microscópico puede franquear nidos sólidos de células tumorales epitelioides con núcleos pleomórficos y mitosis.
Las células tumorales pueden dar positivo con el teste de tinción con vimentina y proteína S-100. Algunas de las células además pueden dar positivo con HMB-45. Con estos datos, el médico puede efectuar un diagnóstico de melanoma maligno. (Ver Artículo: Lupus en los Niños)
La estadificación inicial con imágenes de resonancia magnética (MRI) puede revelar un tumor vaginal y uno o varios ganglios linfáticos agrandados en la pelvis. Posteriormente, se debe realizar una PET / TC de todo el cuerpo, con la finalidad de investigar y reconocer lesiones activas metabólicas en las áreas adecuadas a las observadas en la resonancia magnética.
Asimismo, la paciente puede adoptar una histerectomía radical, una vaginectomía total y una linfadenectomía pélvica.
Después de las cirugías convenientes, la paciente debe adoptar radioterapia dirigida. Si aún con estos métodos de tratamiento, la paciente no se recupera y se vuelve a encontrar metastasis en algunas zonas del cuerpo, la paciente debe decir si seguir con tratamientos experimentales o tratarse simplemente con radioterapia o cualquier otro método estrictamente paliativo.
En el cerebro
Una nueva generación de fármacos, inmunoterapéuticos y objetivos moleculares, ha conferido resultados increíbles con relación a la esperanza de vida en pacientes con melanoma y metástasis cerebrales. Antes del advenimiento de nuevas tecnologías farmacológicas y con el uso de la quimioterapia solamente, este tipo de diagnosis no permitió exceder el año de la vida, ahora la supervivencia del enfermo se puede contar en Lustri.
Indica un estudio llevado a cabo por el Brigham and Women’s hospital en Boston y recientemente publicado. El estudio ha cotejado los datos de la base de datos del cáncer nacional, un enorme archivo que contiene casi el 70% de las carpetas de enfermos de cáncer en los Estados Unidos.
Examinando la historia de 7600 pacientes, de los cuales 35% tenían metástasis al cerebro, confrontaron la expectativa de vida sobre la base de la introducción en 2011 de nuevos fármacos. Mientras que antes de esta fecha solamente 7,4% sobrevivió después de 4 años, en los años siguientes la figura estaba ascendiendo constantemente con un 10,5% de 2011 y un adulto 35% en 2015.
Los pacientes con metástasis al cerebro incluso han pasado de una esperanza de vida calculada en meses a uno que podría tocar los 5 años. El tratamiento justo y concluyente del cáncer está todavía muy lejos, pero estos datos incitan a los investigadores a pensar que estamos en el camino correcto.
Fármacos inmunoterapéuticos. El sistema inmune humano es una máquina enormemente compleja que también se basa en la asistencia y la notificación bioquímica de células. Mediante un sistema de control, diferentes tejidos pueden agilizar una respuesta instantánea y colaborativa frente a un patógeno externo, utilizando moléculas que impulsan este “estado de movilización” o lo desimpulsan.
Los eruditos han especulado que podría “socavar” el capitaneo de la inhibición (inhibidores del punto de comprobación) procedentes de estas señales bioquímicas, para usar nuestro propio sistema inmune, en este punto mucho más agresivo, contra las células cancerosas y metástasis cerebrales claramente dificultosas de interceptar con medicamentos comunes.
Los fármacos diana moleculares se ajustan de moléculas de síntesis biológica o anticuerpos que actúan de manera “inteligente” contra la capacidad del tumor para alimentarse y crecer, cercando aquellos que se denominan factores de crecimiento en la medicina. Se han creado para conectar sólo a un tipo de celda determinado que incluya un receptor o gen objetivo.
La gran ventaja de estas clases de medicamentos, en correlación con la quimioterapia que no afecta selectivamente a las células de nuestro cuerpo, es la increíble exactitud y rápida reducción de los efectos secundarios.
Melanoma benigno y maligno
Los Tumores Benignos
Los tumores benignos son células normales que se dividen y crecen mucho, pero no entorpecen con la labor de las células normales a su alrededor.
No tienen la facultad de moverse de donde se crearon.
Los tumores benignos son cancerosos y por lo general no se vuelven cancerosos, no importa lo mucho que progresen.
Los tumores benignos con asiduidad dejan de crecer una vez que alcanzan cierto tamaño y no invaden otros tejidos.
Cuando los tumores benignos se excluyen, por lo general no vuelven a crecer (no se repiten) y no se diseminan a otras partes distantes del cuerpo (no provocan metástasis).
Los Tumores Malignos
Los tumores malignos son un desarrollo excesivo de células anormales (cáncer) que se dividen sin control ni orden.
No dejan de crecer, inclusive cuando entran en contacto con las células cercanas.
A medida que los tumores malignos progresan, comprimen el tejido sano circundante y complican su función normal.
También libertan ciertas señales que admitan nuevos vasos sanguíneos para nutrir el tumor.
Día mundial contra el melanoma: 5 cambios en tus lunares que no debes pasar por alto
La autoexploración es primordial para un descubrimiento temprano del cáncer de piel.
El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente del mundo, pero además es uno de los más curables.
Advertencias
Según la Organización Mundial de la salud (OMS), uno de cada tres cánceres diagnosticado cada año a nivel global es cáncer de piel —se diagnostican entre 2 y 3 millones de cáncer de piel en el mundo al año—. De ellos, solo el 1% son melanoma, el tipo de cáncer de piel más peligroso y responsable del 90% de las muertes por la enfermedad.
La principal maniobra para evitar su aparición es evitar la descomunal exposición al sol.
Sin embargo, la OMS advierte que la ocurrencia global de la enfermedad no para de progresar.
Las innovadoras técnicas que aplacan el avance y la metástasis del melanoma, uno de los cánceres más letales
Qué es el carcinoma basocelular, el cáncer de piel que sufre el actor Hugh Jackman
Aunque regularmente el melanoma queda limitado a la piel, hay eventualidades en las que puede desarrollar metástasis y llegar a órganos internos.
Por eso, una determinación precoz es primordial para reducir el riesgo de metástasis y de mortalidad.
La mejor manera de lograrlo es poner atención a la piel y, sobre todo, a los lunares, según los expertos.
En el Día mundial contra el melanoma, que se conmemora cada 23 de mayo, te recordamos los cambios que pueden experimentar tus lunares y que pueden enviarte una señal de alerta.
La regla del ABCDE
Los lunares son tumores benignos resultantes de la acumulación de melanocitos, las células que le dan color a la piel.
Algunas personas tienen predisposición a presentar más lunares por cuestiones genéticas.
Examina cambios en tus lunares que pueden remitir señales de advertencia.
Y aunque la mayoría no presenta ningún problema y pueden acrecentar de tamaño, número o pigmentación de forma natural, sí hay algunos cambios en tus lunares a los que debes estudiar. (Ver Artículo: Células de Langerhans)
Se trata de realizar una autoexploración de tu piel que puede tomarte unos minutos y ayuda a la detección temprana del cáncer de piel.
Las 5 señales de cambio que debes buscar son conocidas como la regla ABCDE:
Asimetría: un lunar que, cuando se divide a la mitad, tiene una forma irregular.
Bordes: un lunar con bordes que están poco definidos o son irregulares.
Color: cuando un lunar no presenta un color homogéneo.
Diámetro: un lunar con un diámetro superior a seis milímetros.
Evolución: cambios en la forma, color relieve o síntomas (como picor, dolor o sangrado) de un lunar.