Micosis cutánea: Causas, síntomas, tratamiento, y más

Los seres humanos utilizamos los hongos en diversos campos de acuerdo a su tipo. Existen hongos alimenticios que aportan vitaminas y proteínas, como los chompiñones, otros se utilizan en investigaciones científicas o con fines medicinales. Pero existen un grupo de hongos no muy amigables, que le perjudican al hombre su vida y su salud. Entre estos tenemos los que pudren la madera, o los que pululan en nuestros baños, que comúnmente llamamos moho.

micosis cutánea

Dentro de esta gama tenemos los hongos que afectan nuestra salud como los que producen la micosis cutáneas. En este artículo te podrás documentar sobre este tipo de micosis, qué de debe hacer para evitarla y cómo enfrentarla si somos contagiados.

¿Qué es la micosis cutánea?

Son patologías generadas por hongos, muy comunes en climas calurosos con elevada humedad. La piel es un tejido donde se encuentran habitualmente las infecciones micóticas en el ser humano, las cuales pueden dividirse en superficiales y profundas.

Cada tipo tiende a generar sus propias características clínicas, sin embargo, con frecuencia, algunos de ellos producen irritaciones iguales, otras veces diferentes y en ocasiones, propiedades que facilitan la identificación de los tipos con tan sólo explorar al paciente.

Los encargados de que se trasmita la micosis cutánea al hombre son los animales domésticos, como perros y gatos, así mismo, el agua puede ser depósito (alberga el germen) de la enfermedad. Habitar en áreas humedecidas como los trópicos, presentar bajas las defensas o haberse aplicado tratamientos quimioterapéuticos, son unas de los probables orígenes de las micosis.

Áreas donde pueden surgir las micosis

Pueden encontrarse en cualquier zona del cuerpo, perjudicando el cuero cabelludo, o aparecer con manchas coloreadas en otras regiones de la piel. Además, pueden originar grietas entre los dedos de las manos o de los pies, o áreas hinchadas en las axilas e ingles.

micosis cutánea

La fuente de contagio puede ser otra persona, provenir de un vector animal (gatos, perro, conejos) o puede proceder de la tierra. El hongo ocasiona una forma de resistencia llamada espora y puede mantenerse por meses en un entorno hasta que halla un sitio favorable donde crecer.

Causas de la micosis cutánea

Los principales agentes generadores de la micosis cutánea, como una de las enfermedades de la piel, son los hongos, no obstante, para que la enfermedad se evolucione, se requiere otras condiciones, como el debilitamiento del sistema inmunológico, un entorno caliente y húmedo y, también, en la mayor parte de los casos es preciso el contagio.

La micosis cutánea es una infección que puede brotar habitualmente luego del suministro de antibióticos, en vista de que las bacterias existentes en la piel se reducen, permitiendo que los hongos se multipliquen.

Aparte de esto, transitar descalzo en sitios públicos como piscinas, balnearios, playas y baños, presentar mala circulación sanguínea, tener afecciones en las uñas, mantener relaciones sexuales sin protección, ducharse en abundancia, transpirar mucho, utilizar ropa ajustada y visitar menudo sitios muy humedecidos y calientes, incrementa el peligro de contraer micosis.

Aunque es preciso conservar al cuerpo sano, la verdad es que siempre se hospedan en él varios microorganismos, que abarcan hongos y bacterias que pueden inducir diferentes perjuicios como infecciones o, por el contrario, ser absolutamente inocuos e inclusive hay algunos microorganismos que son favorables para el organismo.

Ciertas infecciones micóticas más comunes son superficiales, causadas por los hongos que habitan en las uñas, el cabello y los mantos cutáneos exteriores, pero igualmente podría ocurrir que éstos penetren bajo la piel y originen una infección. Los hongos implicados, generalmente, en estos casos son los levaduriformes, principalmente los que corresponden al género Candida.

micosis cutánea

Regularmente, la micosis cutánea brota en la piel húmeda, desaseada y cálida, ya que son las condiciones idóneas para que el hongo prolifere. Igualmente, estos hongos pueden trasmitirse con facilidad, por lo cual la infección de los hongos se manifiesta habitualmente en las plantas de los pies si se camina habitualmente descalzo en gimnasios, piscinas o en cualquier lugar público y, en ciertos casos, por usar el mismo cepillo para el cabello.

Se debe considerar, que la infección fúngica en la piel se puede presentar en cualquier individuo, independientemente de su edad, pero es más factible que se presente en las personas que presentan una perturbación en el sistema inmunológico, o sea, de inmunodeficiencia, que el cuerpo no posee la capacidad de protegerse apropiadamente de las distintas amenazas nocivas.

Síntomas

La micosis cutánea puede surgir en distintas partes del cuerpo, como en el cuero cabelludo, piel, dedos, región genital y uñas. Por lo que los síntomas cambian de acuerdo a la zona afectada, no obstante, los síntomas que surgen frecuentemente son:

  • Picor en el área afectada.
  • Surgimiento de lesiones enrojecidas que se descaman.
  • Ardor e incomodidad en la zona.
  • Oscurecimiento o aclarado de la zona de la piel implicada.

Si la micosis es en los genitales puede haber prurito y flujo genital y, en el caso de las uñas, puede haber variación de su pigmentación y de su figura.

Los síntomas de la micosis cutánea son graduales y habitualmente son más frecuentes en el verano, por cuanto el calor es uno de los elementos que ayuda a la propagación de hongos aparte de la humedad, por lo que compartir toallas húmedas puede ser asumido como una forma de trasmitir la micosis.

Aparte de esto, patologías como la diabetes, el uso indiscriminado de antibióticos y el estrés pueden ayudar a la propagación de hongos, por cuanto existe una reducción del sistema inmunológico, y de la cantidad de bacterias sanas en el cuerpo, ayudando a su surgimiento.

Otros elementos que contribuyen en el surgimiento de la micosis cutánea, es mantener relaciones sexuales sin protegerse, sudor copioso, usar ropa muy ajustada, visitar asiduamente entornos humedecidos, o que no presenten la higiene apropiada como vestuarios o baños.

Tratamiento de la micosis cutánea

Frente al surgimiento de contagios por hongos se debe visitar al médico, el cual prescribirá apósitos tópicos o medicamentos orales de acuerdo a la zona afectada, y a su agresividad. El farmaceuta igualmente puede orientar sobre micosis superficiales, detallando uno u otro fármaco, de acuerdo a la lesión que se evidencie; en todo caso, frente a una infección propagada por hongos, siempre se debe recurrir al médico.

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Para las infecciones de las uñas u onicomicosis, en vista de la perseverancia de las infecciones fúngicas, se necesita paciencia y constancia, precisando de hasta seis meses para las manos y hasta doce para los pies, para recobrar completamente la apariencia natural de la uña. Para estos casos hay en el mercado diversos artículos que contribuyen a recuperar esencialmente la figura usual de las uñas de las manos y pies. Entre esos artículos podemos señalar:

Sprays para el tratamiento de uñas dañadas

  • Indicado para el cuidado de la uña perjudicada por micosis.
  • La composición de principios activos conforma un medio no favorable para la onicomicosis (micosis en las uñas) y colabora en exterminar los hongos de la uña.
  • El producto ayuda a recobrar las uñas, debido a los aceites de las esencias que se utilizan en su preparación son encargados de la adecuada humectación de la uña, lo cual provoca significativamente su restauración.
  • Se coloca en la uña limpia, seca y sin esmalte; se aplica el spray 2 veces diarias (mañana y noche) por un periodo de cuatro semanas. Aplicar en toda la superficie de la uña enferma. Luego de cuatro semanas, la secuencia de aplicación se puede disminuir a una vez por día, hasta que la uña presente una apariencia sana, y se haya desplazado la uña afectada.

Aplicar el spray a una separación de 10 a 15 cm de la uña infectada, procurando que el líquido la cubra completamente.

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Líquidos para el tratamiento de uñas

  • Extermina casi el 100 % de los hongos de las uñas y evita el retorno de la infección.
  • La fórmula avanzada se entromete en la porción profunda de la uña y elimina la contaminación desde la raíz.
    • 1ª Fase de tratamiento (1 mes). Se eliminan los hongos de las uñas: Limar la superficie de la uña afectada una vez por semana; descartar la lima luego de su uso. Colocar el líquido en la uña infectada todos los días.
    • 2ª Fase de protección (9 meses): Evitar la propagación y el regreso de la infección, empleando el líquido en la uña afectada, una vez a la semana por 9 meses o hasta que la despigmentación cese.
  • Luego de 9 meses a un año, tiempo promedio requerido de crecimiento total de las uñas de los pies, la uña habrá recobrado su apariencia natural.

Sprays desodorantes para pies

El producto controla la abundancia de sudor y quita el mal olor; también contiene componentes que evitan la acción bacteriana y fúngica. Al reducir el sudor disminuye igualmente la probabilidad del entorno propicio para el desarrollo de hongos.

Cremas reparadoras de pies

Están prescritas para la atención de la piel de los pies secos y rasgados. Principalmente indicadas para pies con la piel descamada o deshidratada por las infecciones fúngicas.

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Champús para infecciones capilares que se desarrollan con seborrea y caspa / Lociones corporales:

  • Se usan para infecciones capilares por hongos, como: Trichophiton sp, Epidermophyton sp, Microsporum sp, y levaduras como Candida sp, Malassezia furfur.
  • Estos champús calman apresuradamente la descamación y el picor, que están regularmente vinculados con pitiriasis versicolor, dermatitis seborreica y la pitiriasis capitis (caspa).
  • Las zonas implicadas del cabello deben ser lavadas con el champú, dejarlo actuar de 3 a 5 minutos, para luego enjuagar.
  • Estos productos orales, igualmente pueden ser usados en la superficie de la piel.
  • El tratamiento habitualmente dura un máximo de dos semanas.

Consejo farmacéutico

Las infecciones fúngicas, si bien no son graves, si son incomódas por su permanencia y largos tratamientos, por eso, lo más recomendado es la prevención, principalmente, al visitar con frecuencia espacios humedecidos y cálidos; no obstante, frente a infecciones leves, el farmaceuta puede asesorar al paciente con productos que contribuyan a conservar la apariencia natural de la piel y las uñas.

Tratamiento natural

A continuación, se presentan siete remedios caseros para calmar la micosis cutánea de forma natural. Se puede seleccionar cualquiera de ellos, o combinarlos para conseguir una mayor eficiencia.

Aceite esencial de árbol de té: es uno de los remedios de mayor popularidad para atender la micosis cutánea. Efectivamente, es un componente tradicional en las fórmulas de cosmética natural y casera para enfrentar el acné y la caspa, así como en el tratamiento de candidiasis o cistitis.

Este aceite en forma pura puede ser muy irritante, por lo que debemos impedir su aplicación en áreas mucosas o sensibles. Asimismo, podemos disolverlo con aceite de coco, que además posee características antifúngicas sin resultar muy fuerte.

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Aceite esencial de orégano: es muy efectivo por sus particularidades antibióticas y antifúngicas. Se extrae de la mata aromática del orégano. Habitualmente, es un remedio muy recomendado para uso oral, siempre y cuando así lo estipule la etiqueta del producto.

Podemos mezclarlo con el aceite esencial de árbol de té o bien beberlo para reforzar el tratamiento desde dentro. En ese caso, consumiremos una gota de este aceite diluida en una cucharadita de aceite o miel, 3 veces diarias.

Jengibre: es un remedio para numerosas alteraciones de salud. En este caso, se enfatiza su poder para exterminar definidos tipos de bacterias y hongos de forma segura y sin efectos colaterales. Podemos aplicar un aceite esencial o bien preparar un baño con una infusión concentrada de jengibre. Esto resulta muy práctico para los hongos que surgen en las uñas de los pies. Igualmente, podríamos aplicar su néctar fresco.

Propóleo: es uno de los antibióticos naturales más efectivos para evitar y tratar todo tipo de infecciones. Igualmente, es muy eficiente para extirpar hongos, por cuanto es el componente que usan las abejas para esterilizar la colmena.

Se puede combinar el tratamiento tópico y oral:

Tópico: se emplea directo en el área afectada. Sugerimos seleccionar un propóleo sin alcohol.

Oral: cinco gotas cada tres horas hasta que cese la micosis cutánea. De forma preventiva se pueden tomar cinco gotas en ayunas, una vez al día.

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Canela de Ceilán: se trata de una especia que no únicamente potencia el sabor de nuestras recetas, sino que, además, es un agregado necesario en nuestra despensa natural. Efectivamente, su contenido de tiamina, niacina y ácido ascórbico la transforman en un fungicida muy seguro.

Podemos emplear aceite esencial de canela o bien preparar baños, de la misma forma que con el jengibre. Además, podemos combinar las dos especias para ampliar sus efectos curativos. Sin embargo, debemos asegurar de elegir canela de Ceilán, que es el tipo medicinal.

Ajo: este remedio natural, nunca puede faltar en este listado de remedios naturales para la micosis cutánea, por cuanto es uno de los antibióticos y antifúngicos más poderosos y antiguos que se reconocen. Además, podemos combinar su uso con su consumo crudo. Si se nos hace difícil comerlo crudo podemos conseguir cápsulas de aceite de ajo.

Hay un singular tratamiento para hongos vaginales, que radica en meter un diente de ajo crudo dentro de la vagina. Existen distintas formas de realizarlo y se deben observar las indicaciones con precisión. Este remedio es muy eficiente, especialmente, para atender la candidiasis.

Aloe vera: finalmente, el aloe vera es otro remedio indescartable para tener en casa, resulta ideal para la micosis cutánea por cuanto nos proporciona numerosas soluciones de emergencia para distintos problemas de salud.

micosis cutánea

Simultáneamente, es un ingrediente muy práctico para fabricar todo tipo de productos y cosméticos naturales. Asimismo, el aloe vera posee la gran ventaja de que su textura en gel, tanto si lo sacamos de la planta como si lo compramos; esto nos facilita una aplicación expedita y cómoda. Además, es excelente para combinarlo con otros aceites, por cuanto se obtiene una crema que no deja la piel grasienta y se aspira con mayor facilidad.

Tipos de micosis cutánea

Hay más de 200.000 clases de hongos, de las cuales unas 100 pueden incidir sobre el hombre. Reconocidos bajo el calificativo de micosis, estos despreciables huéspedes se manifiestan de numerosas maneras distintas, incluyendo la micosis cutánea.

Las micosis pueden catalogarse de acuerdo a los órganos implicados. Así, cuando la infección incide en la piel y las uñas, se consideran micosis superficiales. En contraste, si el hongo se manifiesta en la sangre y puede impactar cualquier órgano, se habla de micosis profundas. Estos últimos casos son mucho más preocupantes, principalmente en individuos inmunodeprimidos cuyas defensas naturales están más débilitadas.

El trío infernal 

Candidiasis: se trata de los hongos del género Candida, que involucra más de 200 especies, de las cuales un 20 % son patógenos para los seres humano. Estas levaduras, que pueden hallarse en la piel o en las mucosas, pueden impactar a personas con buena salud, si bien habitualmente aprovechan una inestabilidad de la epidermis para apostarse (entorno microbiano, acidez, concentraciones de nutrientes).

Las candidiasis epidérmicas, inciden especialmente en las áreas de más transpiración: axilas, ingles, zonas interdigitales, etc. Respecto a las mucosas, cavidad bucal (muguet), mucosa vaginal y esófago (principalmente en individuos inmunodeprimidos), son las áreas más proclives a padecer una infección. Las candidiasis genitales se imputan, en la mayor parte de los casos, a la especie Candida albicans.

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Dermatofitosis: son originadas por unos hongos denominados dermatofitos, cuyas tres especies se reconocen con los nombres de Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton. Estas micosis se contraer por una persona o animal contagiado. Para crecer requieren queratina, lo que aclara que los hallemos en la piel, las uñas y el cabello. Los síntomas pueden ser muy diversos si bien, con frecuencia, se revelan a través de calvas semicirculares con bordes definidos y sin picor.

El pie de atleta (tinea pedis) o el intertrigo son dos clases de micosis muy común, que no son únicas de los deportistas. Estas infecciones originan una hinchazón de la piel, cortes en sus pliegues, principalmente en la el área entre los dedos, y lesiones con escamas en la planta de los pies que s desarrollan con mucho prurito y molestia.

La Pitiriasis versicolor: esta infección, muy frecuente, está producida por una levadura denominada Malassezia furfur (Microsporon furfur o Pityrosporum orbiculare). Su infección se identifica por el surgimiento de reducidas manchas marrones o despigmentaciones en el pecho, hombros, cuello o espalda. Esta afección tiende a abundar en verano y a registrar una retracción en invierno.

Las micosis características de las personas inmunodeprimidas

Aspergilosis

El tipo de hongo llamado filamentoso Aspergillus, crea esporas que viajan en el aire y no constituyen peligrosidad para la mayor parte de la población, aunque sí para algunos. Para los pacientes de asma, mucoviscidosis o para enfermos inmunodeprimidos, estas infecciones pueden presentar resultados más peligrosos. Con frecuencia se necesita hospitalizar al paciente para aplicar tratamiento.

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Criptococosis

Esta micosis originada por la inhalación de la levadura denominada Criptococcus neoformans, incide con frecuencia en las personas inmunodeprimidas. Las expresiones más comunes son las meningoencefalitis y las afecciones pulmonares o cutaneomucosas. Una vez definido el avance de las lesiones, el tratamiento hospitalario radica en el suministro de un antifúngico por vía ordinaria.

Neumocistosis

Esta lesión pulmonar se debe al Pneumocystis carinii, cuya codificación entre hongo y parásito se encuentra aún en discusión). Se revela por una carencia respiratoria y se da especialmente en individuos inmunodeprimidos. El tratamiento puede ser profiláctico (preventivo) o curativo.

 Subcutánea

Son infecciones del tejido subcutáneo vinculadas a la dermis y epidermis, originadas por hongos saprofitos, cuyo ambiente es el suelo y las plantas. La puerta de entrada es el contagio traumático de material infectado: astillas, espinas u otros objetos agudos, por lo que igualmente se llaman micosis de implantación.

Esta situación facilita congregar un grupo diverso de infecciones producidas por hongos, taxonómicamente muy distintos, y cuyo factor común es la puerta de ingreso en el huésped. En ciertos países, la micosis subcutánea más significativas son la esporotricosis, secundada por la feohifomicosis subcutánea.

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Tratamiento

De acuerdo al tipo de infección micótica que produce diversas micosis subcutáneas, se aplican diferentes tratamientos.

Para Esporotricosis

Durante mucho tiempo se ha considerado la aplicación del Yoduro de Potasio, como uno de los tratamientos de elección para este tipo de micosis subcutánea. La dosis recomendada generalmente es de 3 a 6 g/día en adultos; 1- 3 g/día por vía oral en niños; la intolerancia o alergia al yodo y la toxicidad del potasio son razones para descontinuarlo u optar de inicio otro tratamiento.

Los enfermos con esporotricosis cutánea o linfocutánea reaccionan bien al tratamiento con itraconazol (100 – 200 mg/día) a lo largo seis meses. Otras alternativas terapéuticas son el fluconazol (400 mg/día por 6 meses).
Investigaciones actuales señalan que la terbinafina (250 mg/día) aporta como resultado hasta un 92% de sanación.
En pacientes con esporotricosis propagada, el fármaco prescrito es la Anfotericina B.

Para la Cromoblastomiosis

Todos los enfermos deben someterse a cierto tipo de tratamiento, por cuanto la sanación espontánea no es usual.
Ante afecciones reducidas, bien limitadas, es recomendable la extirpación quirúrgica, comprendiendo un extenso margen de tejido sano, con tratamiento antifúngico pre y postquirúrgico.

Para el caso de lesiones extensas, se ha usado anfotericina B, aunque con resultados limitados. Itraconazol, Terbinafina y Pozaconazol han sido los fármacos con mejor eficiencia.

Las dosis y el periodo de tratamiento para la micosis cutánea, deben ajustarse a cada paciente, y a la cura clínica y microbiológica, principalmente con cultivo y estudio histopatológico continuos.

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Para los Micetomas

En vista de la posibilidad de que los micetomas sean originados por hongos o bacterias, antes de ordenar la terapia respectiva es preciso reconocer el tipo de agente causal, (micótico o bacteriano); esto puede conseguirse a través de la observación de las propiedades de los granos en el análisis directo y en el análisis histológico.

En niños

En niños, las micosis cutánea superficiales se les denomina dermatofitosis, las cuales son originadas por un conjunto de hongos, llamados dermatofitos, los cuales son competentes para metabolizar la queratina, lo que les confiere la capacidad de colonizar el estrato córneo de la piel y anejos, que son lugares frecuentes de infección.

De acuerdo a su hábitat usual, se pueden distinguir dermatofitos zoófilos (habitan en animales), geófilos (habitan en la tierra) y antropófilos (habitan en los seres humanos).

La mayor parte de las dermatofitosis en niños y adolescentes no inmunodeprimidos se pueden atender a través de tratamientos tópicos. Los antifúngicos tópicos se encuentran prescritos cuando existe afectación exclusivamente de la epidermis. La absorción general del tratamiento tópico es muy reducida, y regularmente es bien tolerado, si bien puede generar irritación focal o urticaria.

En los pies

La micosis en los pies, igualmente conocida como pie de atleta, es una patología infecciosa común originada especialmente por dermatofitos (Tinea pedis). Las áreas más impactadas son las zonas entre los dedos de los pies y bajo las uñas (onicomicosis).

Ciertos individuos presentan más peligro de desencadenar este tipo de micosis cutánea: pacientes inmunodeprimidos, diabéticos, personas con dificultades circulatorias o con terapias a base de cortisona; y los deportistas.

El contagio de las micosis cutánea puede efectuarse por contacto directo entre individuos (igualmente por animales) infectados, particularmente en un entorno contaminado como vestuarios, área que circunda la piscina o una sauna, etc. El uso de objetos y ropa de otra persona igualmente es una manera de transmisión habitual.

Los síntomas importantes de las micosis cutánea de los pies abarcan enrojecimiento, piel pálida, descamación, prurito y con frecuencia, fisuras.

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