Los síntomas del lupus eritematoso sistémico son muy diversos entre un paciente y otro. El lupus es una patología grave que se caracteriza en que el sistema inmunitario del paciente agrede a distintos órganos y tejidos, ocasionando deterioro e hinchazón a la piel, las articulaciones, los riñones, los pulmones, el sistema nervioso, etc. Los casos más comunes y visibles son los que se manifiestan con daños en la piel y lo padecen el 90% de los pacientes.
Antes de entrar de lleno en el tema de los síntomas del lupus eritematoso sistémico, una explicación muy concreta sobre en qué consiste la enfermedad del lupus.
Causas del lupus eritematoso sistémico
No se conoce la verdadera causa de la aparición del lupus eritomatoso sistémico. Algunos piensan que puede ser el resultado de una mezcla de propensiones genéticas, hormonales, que puede presentarse a cualquier edad, aunque hay casos en los que se ha hecho presente en personas entre 15 y 44 años y que es además, una patología que se hace presente más en mujeres que en hombres.
También se cree que, además de los genéticos, hay factores ambientales tales como virus, rayos ultravioleta de la luz solar y hasta ciertas medicinas.
También se sabe que el lupus eritematoso sistémico, es más común en personas afroamericanas y las asiáticas, que en personas de otras razas.
Se presume que, las personas que son más propensas por motivos hereditarios para contraer lupus, podrían resultar afectados, si se ponen en contacto con algo que en esté en el ambiente y que puede originar el lupus. No obstante, en la generalidad de los casos, no se conoce la causa del lupus.
Sin embargo, a continuación se mencionan probables desencadenantes del lupus eritematoso sistémico:
Luz solar
Exponerse al sol durante mucho tiempo, podría ser un desencadenante de lupus causando serias lesiones en la piel, en las personas propensas.
Infecciones
Si alguien que es propenso a padecer los síntomas del lupus eritematoso sistémico, presenta una infección, puede dar pie a la aparición del lupus o ocasionar una recaída en algunas personas.
Medicinas
Lo síntomas del lupus eritematoso sistémico pueden desencadenarse por ciertos tipos de fármacos para la presión arterial, anticonvulsivos y antibióticos. Cabe destacar, que las personas a las que se les presentan los síntomas del lupus eritematoso sistémico estimulado por medicinas, por lo general, los síntomas desaparecen cuando dejan de tomarlas. En casos muy remotos, los síntomas podrían persistir aun después de haber suspendido la medicina.
Factores de riesgo
Existen algunos factores que podrían incrementar el peligro de padecer los síntomas del lupus eritematoso sistémico tales como:
- Sexo
Como se menciona anteriormente, el lupus es más común en las mujeres.
- Edad
A pesar de que el lupus aparece en personas de todas las edades, se encuentran más casos en personas de entre 15 y 45 años.
- Raza
Como ya se ha mencionado, los síntomas del lupus eritematoso sistémico afecta con más frecuencia a personas de raza afroamericana, los hispanos y los asiático-americanos. (Ver artículo de Lupus)
Complicaciones de los síntomas del lupus eritematoso sistémico
El lupus eritematoso sistémico produce una inflamación que puede ponerse de manifiesto en distintas partes del cuerpo, tales como:
Riñones
Los síntomas del lupus eritematoso sistémico pueden ocasionar un daño renal severo, teniendo como consecuencia la insuficiencia renal, la cual constituye en una de las principales causas de muerte en personas que sufren lupus.
El cerebro y el sistema nervioso central
Los síntomas del lupus eritematoso sistémico pueden afectar el cerebro, presentándose dolores de cabeza, mareos, trastornos en el comportamiento, en la visión e incluso, pueden producir accidentes cerebrovasculares o convulsiones. Muchas personas que padecen lupus presentan trastornos de memoria y pueden presentar problemas para comunicar sus pensamientos.
La sangre y los vasos sanguíneos
Otro de los síntomas del lupus eritematoso sistémico es que se presentan trastornos en la sangre, como anemia y un mayor posibilidad de presentar sangrado o coágulos sanguíneos. Además puede ocasionar la inflamación de los vasos sanguíneos, afección conocida como vasculitis.
Los pulmones
Presentar los síntomas del lupus eritematoso sistémico incrementa la posibilidad de adquirir una inflamación en el tejido que recubre la cavidad torácica, es decir puede ocasionar una pleuritis, que puede tener como consecuencia, una dificultad para respirar. También es posible que se presenten sangrados dentro de los pulmones y neumonía.
Corazón
Los síntomas del lupus eritematoso sistémico pueden ocasionar la inflamación del músculo cardíaco, las arterias o la membrana del corazón, conocida como (pericarditis). Además de incrementar el peligro de sufrir una afección cardiovascular y de sufrir ataques cardíacos.
Otros tipos de complicaciones
Además de las complicaciones antes mencionadas, los síntomas del lupus eritematoso sistémico también incrementa el peligro de padecer lo que a continuación señalamos:
Infección
Se ha determinado que aquellas personas que presentan los síntomas del lupus eritematoso sistémico son más propensas a sufrir infecciones debido a que la propia infección y los medicamentos que se prescriben para combatirla, pueden ocasionar el debilitamiento del sistema inmunológico de la persona.
Cáncer
Otro de los riesgos que se presentan a las personas que padecen lupus eritematoso sistémico es el incremento en el riesgo de tener cáncer.
Muerte del tejido óseo (necrosis avascular)
La muerte del tejido óseo, mejor conocido como necrosis avascular ocurre cuando la cantidad de sangre que llega a un hueso es reducida por alguna razón, lo que, por lo general, ocasiona pequeñas fracturas en el hueso y, tarde o temprano, su colapso.
Complicaciones en el embarazo
Las mujeres que con síntomas del lupus eritematoso sistémico presentan una mayor probabilidad de aborto. El lupus incrementa el peligro de presentar presión arterial alta durante el embarazo, lo que puede ocasionar lo que se conoce con el nombre de preeclampsia y un parto prematuro.
Para disminuir el riesgo de estas complicaciones, los especialistas sugieren retrasar el embarazo hasta que la patología esté controlada durante, por lo menos, seis meses. (Ver artículo de Lupus eritematoso)
Diagnóstico y tratamiento del lupus eritematoso sistémico
El lupus eritematoso sistémico, no es una enfermedad fácil de diagnosticar debido a que sus signos y síntomas, por lo general, se parecen a los de otras enfermedades. La característica más destacada en los síntomas del lupus eritematoso sistémico consiste en una erupción cutánea en la cara que presenta una similitud a las alas abiertas de una mariposa en las mejilla, aunque éste síntoma no es igual en todos los pacientes.
Existen individuos que presentan una predisposición desde el momento de su nacimiento a tener lupus, el cual puede surgir derivado a infecciones, ciertos fármacos o inclusive la luz del sol. El lupus como se sabe, no se cura, pero los tratamientos que se aplican para paliar la enfermedad, sirven para tener algún control sobre los síntomas.
Cuando se requieren exámenes para elaborar un diagnóstico sobre alguna enfermedad, en los análisis de sangre es común que el número de leucocitos, linfocitos y plaquetas este más bajo de lo normal.
Por lo general el 100% de las personas que presentan los síntomas del lupus eritematoso sistémico, tiene anticuerpos antinucleares; cuando los resultados dan negativo se descarta la probabilidad de que presenten esta enfermedad.
Existen otro tipo de anticuerpos más concretos del lupus, como los que se conocen como anticuerpos anti-DNA o anti-Sm, los cuales, al aparecer positivos en el examen, sirve para confirmar el diagnóstico. Otros que permiten la definición de la presencia del lupus son los anticuerpos antifosfolipídos.
Como se dice al principio, los síntomas del lupus eritematoso sistémico, son muy diversos entre un paciente y otro. Los más comunes y que se ponen de manifiesto a la vista, afectan a la piel y lo padecen el 90% de los pacientes.
Los síntomas del lupus eritematoso sistémico se pone de manifiesto, cambiando de una fase a otra, es decir, momentos de mayor presencia visible con otros de total remisión. La erupción pueden ser leve o grave.
Síntomas del lupus eritematoso sistémico más comunes
A continuación se describirán los síntomas del lupus eritematoso sistémico, de los que se tiene alguna referencia, pues no siempre son los mismos ni todas las personas que padecen lupos presentan todos los síntomas.
Hay casos que presentan pocos síntomas y casos que tienen demasiados síntomas. Comencemos por los síntomas constitucionales.
Síntomas constitucionales
Son denominados síntomas constitucionales al conjunto de signos y síntomas que no son específicos, que atacan a múltiples sistemas del organismo y son parecidos a varias enfermedades. La característica principal de los síntomas constitucionales da señales de que existe algún problema con la salud sin que se sepa con certeza, cual es la causa del problema.
Los síntomas del lupus eritematoso sistémico, que por lo general, se ponen de manifiesto, son los síntomas constitucionales en su fase de inicio, éntre los cuales podemos destacar:
Cansancio e intolerancia en lo que se refiere a los ejercicios son excesivamente frecuentes y los síntomas los padecen, más del 80% de los pacientes con lupus.
Dolor muscular y sensación de debilidad.
Pérdida de peso es algo que sucede de manera espontánea y por lo general lo relacionan con la pérdida de apetito.
Fiebre.
Al tema de la fiebre, le vamos a dedicar un poco más de tiempo. La fiebre en el lupus puede originarse, cuando la enfermedad ya está activada o porque hay una infección constante. La fiebre propia del lupus, es decir, causada por la enfermedad y no debido a una infección, es a menudo baja y asociada con otros síntomas del lupus que se explicarán a lo largo del texto.
Las personas que padecen los síntomas del lupus eritematoso sistémico, presentan más tendencia a contraer enfermedades infecciosas, lo que hace que a fiebre sea una señal de alerta sobre una infección con lupus tienen una mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas pudendo la fiebre ser un signo de infección en progreso. La fiebre causada por una infección suele ser más alta y se asocia a síntomas típicos, tales como el esputo en la neumonía, rigidez de nuca en la meningitis, dolor lumbar en infecciones renales (pielonefritis), etc.
Por otro lado, si la persona que presenta síntomas del lupus eritematoso sistémico, ya ha sido diagnosticado con esta enfermedad, se presenta la posibilidad de que los medicamentos que está utilizando, el cual debe consistir en antiinflamatorios o corticoides, medicamentos que por lo general, disminuyen la inflamación del lupus y paran la fiebre.
A los pacientes de lupus, la presencia de fiebre debe alertar de que podría tratarse de una infección en progreso, descartando la posibilidad de una fiebre solo ocasionada por la actividad de la enfermedad.
Articulaciones
La lesión en las articulaciones pasa en hasta un 95% de las personas que padecen lupus. Una de esas lesiones o afecciones es la artritis, que no es otra cosa que la inflamación de la articulación y la artralgia, que consiste en un dolor articular sin que se presenten signos de inflamación. Por lo general, esos síntomas aparecen años antes del diagnóstico definitivo de lupus.
Sin embargo la artritis y la artralgia del lupus presentan algunas particularidades que hacen la diferencia de otras afecciones que dañan las articulaciones. Algunas de esas diferencias son:
Las dolencias causadas en las articulaciones causadas por los síntomas del lupus eritematoso son migratorias, lo que significa, que los dolores no están más de 48 horas en las mismas articulaciones. Lo que quiere decir que un día se siente dolor en las rodillas, al día siguiente en la muñeca y al tercer día se sienten en el hombro, después vuelve a las rodillas, etc.
Lo que sí está claro es que cuando duele una rodilla, la otra también.
También se puede sentir como poliartritis o poliartralgia, es decir, que duelen diversas y varias articulaciones al mismo tiempo. La afectación de una única articulación es un indicativo a favor de otros diagnósticos, como la gota o artritis séptica.
Por lo general, la articulación presenta mucho dolor, algo que no es apreciado por el especialista en la dimensión real experimentada por el paciente.
Las articulaciones que, por lo general, son las que son más atacadas por la enfermedad, son las de las manos y las falanges de los dedos, el puño y las rodillas.
Piel
Otra de las partes del cuerpo que se ve realmente afectada por los síntomas del lupus eritematoso sistémico, es la piel. Hasta el 80% de las personas que padecen lupus, tienen algún tipo de trastorno cutáneo, especialmente en las zonas que más se exponen al sol.
Las características más notables en este tipo de afección es el rash malar o rash en alas de mariposa, lo cual consiste en el enrojecimiento de una parte de las mejillas y la nariz, que da la impresión de una mariposa con las alas abiertas.
El rash malar o también conocido como eritema malar aparece en por lo menos un 50% de las personas que padecen lupus, por lo general, dura solo algunos días y pero se hace presente siempre que la persona se expone al sol. También cuando hay exposición por mucho tiempo a luces fluorescentes puede resultar un desencadenante de lesiones cutáneas del lupus.
Otra lesión frecuente en la piel es el lupus discoide, que consiste en la formación de placas redondas y rojizas, por lo general en el rostro, cuello y cuero cabelludo.
El lupus discoide puede formar parte del cuadro de síntomas del lupus eritematoso sistémico o, por el contrario, ser el único síntoma visible de la enfermedad. En este último caso, el pronóstico es mejor, debido a que eso podría significar que no están comprometidos otros órganos.
Las personas que padecen lupus discoide aislado tienen 10% de probabilidades de evolucionar hacia el lupus eritematoso sistémico. Sin embargo, a mayor número de las lesiones discoides, mayor será el peligro de extensión hacia otros órganos.
Otra de las lesiones cutáneas más frecuentes es la pérdida del cabello, la cual puede perjudicar no sólo el cuero cabelludo, sino también las cejas, las pestañas y la barba.
También la aparición de úlceras orales parecidas a las aftas son frecuentes, pero se diferencian, por lo general, en que son indoloras.
El fenómeno de Raynaud es un cambio en la coloración de los miembros ocasionado por espasmo de los vasos sanguíneos. El espasmo de las arterias consiste en una repentina ausencia de sangre, dejando la mano pálida. Si el espasmo perdura, la ausencia de sangre ocasiona que la mano que estaba pálida, empiece a quedar enrojecida. Esta isquemia puede producirse con mucho dolor. Para el momento en que el espasmo desaparece, el retorno de la sangre, deja la piel caliente y bien enrojecida.
Sin embargo, el fenómeno de Raynaud no es un síntoma exclusivo del lupus y puede surgir inclusive en personas a quienes no les hayan diagnosticado alguna enfermedad. Frío, tabaco y cafeína pueden ser desencadenantes para ese síntoma.
Daños renales
Según la estadística, el 75% de los pacientes con síntomas del lupus eritematoso sistémico, presentan algún daño renal durante el desarrollo de su enfermedad. Uno de los últimos descubrimientos es la pérdida de proteínas en la orina, llamada proteinuria, que consiste en una espuma que se produce, en cantidades exageradas en la orina.
Otros signos y síntomas de la implicación renal por lupus son:
Hematuria, que consiste en la presencia de sangre en la orina, que puede ser o no visible a simple vista.
El incremento de la creatinina de la sangre, que es una señal de insuficiencia renal.
Hipertensión arterial
La complicación renal más frecuente es la glomerulonefritis que consiste en la lesión del glomérulo renal, ocasionada por auto-anticuerpos.
Fundamentalmente existen cinco tipos de glomerulonefritis por lupus, que se clasifican por el término nefritis lúpica de la siguiente manera:
Nefritis lúpica clase I – Glomerulonefritis mesangial mínima.
Nefritis lúpica clase II – Glomerulonefritis proliferativa mesangial.
Nefritis lúpica clase III – Glomerulonefritis proliferativa focal.
Nefritis lúpica clase IV – Glomerulonefritis proliferativa difusa.
Nefritis lúpica clase V – Glomerulonefritis membranosa.
Las clasificaciones clases III, IV y V son las más severas, siendo la glomerulonefritis proliferativa difusa, es decir la clase IV, la que tiene un peor pronóstico. La glomerulonefritis mesangial mínima g (clase I) es el más suave.
La clasificación de la nefritis lúpica se debe a que cada una de estas lesiones tiene un pronóstico y tratamiento diferentes. Por lo que, reconocer qué tipo de nefritis lúpica presenta el paciente es por demás relevante.
Los exámenes clínicos que se llevan a cabo para diagnosticar el lupus, no es posible establecer qué tipo de nefritis lúpica, presenta el paciente, ya que la proteinuria, hematuria e insuficiencia renal son resultados comunes en nefritis lúpica tipo II, III, IV y V, por lo que a cada paciente con lupus que presente indicios de enfermedad renal, deberá ser sometido a una biopsia renal para determinar qué tipo de lesión en el glomérulo están ocasionando los auto-anticuerpos.
También es posible que surja un caso en el que un paciente tenga más de una clase de nefritis lúpica al mismo tiempo.
Las clases I y II por lo general no requieren tratamiento específico; no así, las clases III, IV y V como presentan peores pronósticos y riesgo de insuficiencia renal, usualmente se tratan con mdicamentos inmunosupresores. Los más usuales son los corticoides, ciclofosfamida, ciclosporina, micofenolato mofetil y azatioprina.
Sangre
Los autoanticuerpos también atacan las células sanguíneas que son producidas por la médula ósea. El trastorno más frecuente es la anemia, que se origina no sólo por la aniquilación de los hematíes, sino también por la ausencia de la producción en la médula ósea.
Otro trastorno hematológico frecuente es la reducción de los glóbulos blancos o leucocitos, conocida como leucopenia, además de la reducción del número de plaquetas, llamado de trombocitopenia.
Vasos sanguíneos
Además de las trombosis que ocurren con el síndrome del anticuerpo antifosfolípido, los autoanticuerpos que se presentan con los síntomas del lupus eritematoso sistémico pueden afectar los vasos sanguíneos directamente, ocasionando lo que se conoce con e nombre de vasculitis. La vasculitis puede atacar cualquier vaso del cuerpo, por lo que puede dañar la piel, los ojos, el cerebro, los riñones, etc.
Sistema nervioso
Otro de los síntomas del lupus eritematoso sistémico, puede desarrollarse con síndromes neurológicos y psiquiátricos.
Los daños neurológicos suelen ocurrir por trombosis y vasculitis, que acaban por ocasionar un ACV.
Trastornos psiquiátricos también pueden surgir como consecuencia del lupus. Las más frecuentes son la psicosis, en la cual la persona que las padece empieza a tener ideas extrañas y alucinaciones, además de la demencia, por la cual pierde la memoria de manera progresiva.
Tratamiento de los síntomas del lupus eritematoso sistémico
Las personas que presentan los síntomas del lupus eritematoso sistémico pueden tener una vida normal, en lo que concierne al ámbito familiar, laboral y social.
Se recomienda que realicen actividades como caminar, nadar o montar en bicicleta, para contrarrestar la debilidad muscular. Se deben combinar las actividades acostumbradas con periodos de descanso, para no fatigarse demasiado.
En cuanto al tratamiento Médico los fármacos que son más empleados por las personas que padecen lupus son:
Antiinflamatorios. Porque sirven para calmar el dolor de la artritis y pueden disminuir otros síntomas leves, como los dolores musculares y algunas pleuritis o pericarditis.
Corticoides. Hasta ahora son considerados como los más importantes para tener control sobre síntomas que se producen con el lupus. Por lo general, todos los trastornos que ocasiona esta patología, son sensibles a los tratamientos con los corticoides.
Antipalúdicos. Este tipo de fármacos se utilizan con el lupus para tratar la artritis, de algunas lesiones de la piel y para cuando se presentan síntomas pleurales y pericárdicos.
Inmunosupresores. Los que más se usan son la azatioprina y la ciclofosfamida. Estos medicamentos se utilizan sólo, cuando hay complicaciones importantes de la enfermedad, especialmente en el riñón.
El tratamiento se realiza por lo general con corticoides, cloroquina y antiinflamatorios. En casos los casos más graves, se emplean fármacos más fuertes como ciclofosfamida, micofenolato mofetil, azatioprina y el propio corticoide en dosis muy altas.
Para el año 2011 fue aprobado otro fármaco más, para combatir los síntomas del lupus eriesomatoso sistémico denominada Belimumab (Benysta®). Este fármaco resulta ser un anticuerpo sintético contra los linfocitos B, las células del sistema inmunológico que producen los autoanticuerpos del lupus.
El Belimumab debe ser utilizado en combinación con los medicamentos que hay en la actualidad y de esa manera, aparentemente, disminuye la actividad de la enfermedad y la frecuencia de recaídas. Es relevante resaltar que los estudios con este fármaco no incluyeron pacientes que utilizaron ciclofosfamida con anterioridad o que tuvieron lesión renal o neurológica debido al lupus. Lo que quiere decir que dicho fármaco, fue probado apenas en pacientes con casos más leves de la enfermedad.
Otra observación importante, es que en los dos estudios que se llevaron a cabo, el fármaco tuvo menos eficacia en pacientes afrodescendientes, lo que hace concluir que no resulta una buena alternativa para este grupo étnico.
En algunos casos muy severos, como vasculitis difusa, hemorragia pulmonar, lesiones neurológicas, etc., puede ser imperativo el tratamiento con plasmaféresis para disminur el número de autoanticuerpos circulantes.
Los enfermos con lupus pueden combinar fases de crisis y fases de remisión. Algunas de las personas que padecen lupus, logran pasar años sin experimentar síntomas del lupus eritesomatoso sistémico. Sin embargo, existen algunos factores que favorecen la reactivación de la enfermedad en los pacientes en remisión tales como:
- Exposición al sol.
- Estrés físico o mental.
- Embarazo.
- Infecciones.
- Tabaco.
- Abandono del tratamiento.