La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa sin cura que afecta a las funciones cognitivas y provoca la pérdida de memoria, cambios de comportamiento y la ausencia de la capacidad de cuidar de sí mismo.
Poniendo el Alzheimer en contexto
La enfermedad de Alzheimer no es una enfermedad nueva. Sin embargo, el envejecimiento de la población llama cada vez más la atención de los expertos.
Gracias a los avances de la medicina, hoy en día la esperanza de vida de la población mundial ha aumentado considerablemente. Por otro lado, el aumento del número de personas en la tercera edad también nos lleva a situaciones que nunca antes habíamos vivido. Los casos cada vez más frecuentes de demencia son sólo un ejemplo.
¿Qué es exactamente la enfermedad de Alzheimer?
Según el Instituto Nacional del Envejecimiento (NIA), organismo oficial para el estudio del envejecimiento en Estados Unidos, la enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral irreversible y progresivo que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar. Con el tiempo, también afecta a la capacidad de realizar tareas cotidianas sencillas, como bañarse o comer.
Cómo se produce
Los estudios demuestran que la enfermedad de Alzheimer se desencadena por el depósito de al menos dos proteínas en el cerebro: la beta-amiloide y la tau.
La aparición de esta anomalía deteriora rápidamente la actividad cerebral, ya que es responsable del aumento de los niveles de inflamación, del estrés oxidativo y, en consecuencia, conduce a la muerte de nuestras neuronas.
Sin embargo, la acumulación de estas proteínas sólo puede identificarse al microscopio tras la muerte del paciente. Otras enfermedades como la enfermedad vascular, la enfermedad de los cuerpos de Lewi, la hipertensión y el hipotiroidismo también son capaces de provocar pérdidas de memoria y otros signos similares al Alzheimer.
¿Qué causa el Alzheimer?
Las causas de la enfermedad de Alzheimer aún no están claras. Sin embargo, una de las principales teorías es que la influencia genética puede desempeñar un papel importante en el desencadenamiento de esta enfermedad.
Además, también existe la hipótesis de que hay genes que están relacionados con la forma en que cada una de las enfermedades se instala en el cerebro.
Es muy importante conocer los factores clínicos y genéticos que determinan la enfermedad, pero que probablemente sean diferentes en cada ascendencia, por lo que sugiere que el camino exitoso a seguir para conocer las causas del Alzheimer es similar al que ha hecho la oncología: individualizar las estrategias de tratamiento.
El camino que vamos a seguir es intentar buscar estrategias terapéuticas partiendo de lo más básico. Ahora vamos a empezar a investigar el ADN en busca de los genes que están relacionados con cada una de las enfermedades que se instalan en el cerebro.
Diagnóstico de Alzheimer
El envejecimiento saludable consiste en mantener la capacidad de tomar decisiones preservando la autonomía y la independencia. Esto es exactamente lo que queremos en relación con el envejecimiento, por eso nos dedicamos a estudiar formas de envejecer con calidad.
Aunque el Alzheimer es la principal demencia que afecta a la población mundial en la actualidad, existen al menos otras dos enfermedades que son muy similares e incluso pueden manifestarse junto a ella. Lo son: Enfermedad vascular y enfermedad de los cuerpos de Lewi.
Es muy difícil discernir lo que ocurre en el cerebro de una persona mediante simples pruebas de imagen o sólo por los síntomas. Muchos de los signos que se manifiestan en estas enfermedades se asemejan a los del Alzheimer, y precisamente por eso el diagnóstico no es preciso.
Esto significa que, en la mayoría de los casos, la persona diagnosticada de Alzheimer no sólo tiene Alzheimer, ya que este tipo de demencia puede producirse por diversos motivos. La demencia sólo puede dilucidarse después de la muerte, ya que todavía no existen pruebas que puedan diagnosticar con detalle cuál es el estado del cerebro de una persona mientras está viva.
Signos y síntomas de la enfermedad de Alzheimer
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer varían en función del estadio de la enfermedad. Es una enfermedad que, una vez instalada, se desarrolla rápidamente. Véase más abajo:
Fase inicial
En esta primera etapa de la enfermedad de Alzheimer, puede haber pérdida de la memoria reciente, además de algunos cambios en el comportamiento y una disminución significativa de la capacidad cognitiva.
Fase moderada
En esta etapa, es común observar al paciente con signos anormales de agitación, acompañados de dificultad de comunicación, insomnio y pérdida de coordinación de algunos movimientos simples.
Etapa avanzada
A medida que el Alzheimer avanza, el paciente se vuelve cada vez más dependiente de la ayuda, a veces incluso a tiempo completo. En esta fase, es frecuente la incontinencia urinaria y fecal, por ejemplo.
Además, la persona también tiene dificultades para realizar tareas básicas como comer, la higiene personal e incluso levantarse y sentarse.
Fase terminal
Esta es la etapa en la que el paciente con Alzheimer se encuentra en un estado similar al vegetativo, ya que queda completamente postrado en la cama y pasivo. Con el tiempo, la persona también puede perder la capacidad de tragar, por lo que necesitará alimentación intravenosa.
¿Existe algún tratamiento para el Alzheimer?
Todavía no hay tratamientos eficaces para el Alzheimer, al menos no hasta el punto de detener el flujo de la enfermedad o ralentizar su progresión durante muchos años.
En los últimos 20 años se han gastado miles de millones para encontrar un tratamiento para el Alzheimer. Pero resulta que aunque hubiera un tratamiento perfecto, que no lo hay, el problema se resolvería parcialmente debido a las otras demencias que actúan junto a ella.
Toda la línea de tratamiento desarrollada hasta la fecha ha ido encaminada a eliminar el beta-amiloide del cerebro, por lo que, de momento, sólo estamos en camino de resolver una parte del problema. Todavía nos faltan estudios y tecnología para llegar al punto de revertir con éxito la condición.
¿Cómo prevenirlo?
No existe una forma eficaz y probada de protegerse completamente del Alzheimer, pero algunos factores pueden dificultar su prevención. Lo son:
- Alto nivel de estudios;
- Buena situación socioeconómica
- Factores individuales, relacionados con la personalidad de una persona
Los factores mencionados no reducen la acumulación de proteínas en el cerebro, es decir, no pueden garantizar que el Alzheimer no se instale nunca en la persona, pero ayudan a que el individuo tenga una mayor capacidad de reacción ante la agresión de la enfermedad y sin manifestar síntomas.
Del mismo modo, las personas que estudian, incluso con una educación básica, tienen un cerebro diferente al de las personas que no estudian y tienen menos posibilidades de desarrollar una enfermedad cognitiva, como el Alzheimer.
¿Influyen los ejercicios y la dieta?
Todavía no está demostrado que un estilo de vida saludable, es decir, con una dieta regular y la práctica de algunos ejercicios específicos, pueda prevenir el desarrollo del Alzheimer, pero la recomendación es que se sigan al pie de la letra estas buenas prácticas.
Ya hay una serie de alimentos que se ha demostrado que ayudan a mejorar la salud del cerebro y protegen contra las enfermedades neurodegenerativas.