La conjuntivitis es una inflamación de los ojos que afecta a miles de personas durante todo el año, aunque su incidencia aumenta en verano, debido a la humedad y el calor excesivo.
Como los síntomas de la conjuntivitis son muy incómodos, conviene vigilarla y saber qué hacer para evitar el problema.
¿Qué es la conjuntivitis?
Como su nombre indica, la conjuntivitis es una infección o inflamación de la conjuntiva, que es el nombre de la membrana externa transparente que cubre el globo ocular (esclerótica, la parte blanca del ojo) y la parte interna del párpado.
Esta enfermedad es especialmente frecuente en los niños y puede afectar a uno o a ambos ojos.
Algunos tipos de la enfermedad son muy contagiosos, de ahí la necesidad de mantenerse alejado de los entornos sociales.
Aunque se trata de una infección ocular menor, a veces puede convertirse en una afección grave.
Conjuntivitis en bebés
Los recién nacidos son más propensos a desarrollar una forma grave conocida como oftalmia neonatal. Para prevenirla, se aplica una pomada antibiótica en los ojos de todos los bebés nada más nacer.
Causas de la conjuntivitis
Esta infección ocular suele estar causada por una bacteria o un virus, pero hay casos que se desarrollan debido a una reacción alérgica a irritantes como el polen, el humo, el cloro, los cosméticos, las lentes de contacto, etc.
La enfermedad también puede estar relacionada con infecciones de transmisión sexual, como la clamidia y la gonorrea, aunque estos casos son menos frecuentes.
Y es precisamente el agente causante el que determina el tipo de conjuntivitis.
Tipos
En total, hay seis tipos de la enfermedad de la conjuntivitis, aunque los más comunes son los virales y los bacterianos, porque son los que más se transmiten de persona a persona. El tercer tipo más común es el alérgico.
Conozca más sobre cada tipo:
- Viral: causada por un virus -en general un adenovirus que se contrae por contacto con secreciones-, este tipo se transmite bastante de persona a persona, y los dedos son una de sus principales puertas de entrada;
- Bacteriana: causada por una bacteria, su transmisión es la misma que la viral, aunque es un poco menos frecuente;
- Alérgica: en este caso, la conjuntivitis está causada por una reacción alérgica a alguna sustancia, como el polen, el moho, los ácaros (muy presentes en el polvo doméstico), el maquillaje, las gotas para los ojos, las lentes de contacto sucias e incluso el pelo de perros y gatos;
- Hongos: este tipo de inflamación en la conjuntiva, causada por hongos, es muy rara. Generalmente, ocurre cuando la persona sufre un tipo de accidente, en el que trozos de madera con hongos llegan a los ojos o a las lentes de contacto;
- Gonocócica: es el tipo que puede ser una infección de transmisión sexual (ITS). Está causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae (sí, la misma que la gonorrea), pero suele afectar más a los recién nacidos que la contraen de la madre durante el parto. En los adultos, puede ocurrir durante una relación sexual en la que el semen infectado acaba llegando al ojo de la otra persona;
- Conjuntivitis de inclusión: este otro tipo de conjuntivitis está causado por la bacteria Chlamydia trachomatis (la misma que la clamidia) y puede estar presente en las regiones genitales de los adultos.
Signos y síntomas de la conjuntivitis
Por lo general, la enfermedad es relativamente sencilla de diagnosticar, ya que los síntomas suelen ser bastante característicos y evidentes.
Cuando se oye hablar de conjuntivitis, lo más probable es que el nombre se refiera al enrojecimiento de los ojos acompañado de picor, así como al lagrimeo excesivo. Pues estos son los clásicos signos de infección, pero no los únicos.
Los síntomas más comunes son:
- Picor y/o irritación en los ojos;
- Sensación de arena en los ojos;
- Enrojecimiento y/o hinchazón de los párpados;
- Enrojecimiento, secreción o sequedad de los ojos;
- Aparición de pus en lugar de una llaga infectada
- Dificultad para abrir los ojos, generalmente al despertar
- La fotofobia, que es el dolor o la sensibilidad a la luz;
- Sensación de tener arena y/o rascarse los ojos;
- Sensación de ardor en la región de los ojos
- Visión borrosa.
En el caso de la conjuntivitis alérgica, también pueden aparecer los siguientes signos:
- Dolor de garganta;
- Congestión nasal, secreción nasal y/o estornudos.
Y, en casos concretos:
- Secreción purulenta, que se produce en el caso de la conjuntivitis bacteriana;
- Secreción blanquecina, que se produce en caso de conjuntivitis vírica.
¿Están afectados ambos ojos?
Los síntomas suelen aparecer primero en un ojo, pero luego se extienden al otro, principalmente debido al contacto de las manos con los ojos.
¿Cuándo desaparecen los síntomas?
El problema suele durar entre 1 y 2 semanas, siendo más frecuente durante el verano, cuando los agentes causantes suelen beneficiarse del calor y de la mayor humedad relativa del aire.
¿Es contagioso?
Como los tipos más comunes se transmiten de persona a persona, se recomienda que quienes tengan la inflamación se queden en casa hasta que los síntomas desaparezcan.
Diagnóstico
En la mayoría de los casos, la enfermedad se diagnostica mediante una historia clínica de los síntomas y un breve examen físico de los ojos.
Sin embargo, algunas excepciones pueden requerir exámenes oculares más amplios, como pruebas para ver si la visión está afectada y para evaluar la conjuntiva y las estructuras internas del ojo.
En raras ocasiones, puede ser necesario drenar el líquido de los ojos y hacerlo analizar en un laboratorio.
¿Cómo tratar la conjuntivitis?
El tratamiento tiene como objetivo disminuir las molestias visuales del paciente, controlar la infección o la inflamación y evitar la propagación del agente causante. Así, el tratamiento depende del tipo que se presente:
Conjuntivitis alérgica
El primer paso es eliminar o evitar el irritante en cuestión. Para aliviar las molestias, conviene apostar por las compresas frías, la solución salina y los colirios de lágrimas artificiales.
En los casos más graves, pueden estar indicados los medicamentos antiinflamatorios y antialérgicos. Por otro lado, los que presentan el cuadro con frecuencia pueden necesitar colirios tópicos de esteroides.
Conjuntivitis bacteriana
Este tipo de enfermedad se trata con colirios o pomadas antibióticas y suele mejorar tras dos o tres días de cuidados.
Conjuntivitis vírica
No hay medicamentos capaces de tratar la conjuntivitis vírica, por lo que lo ideal es dejar que remita de forma natural, lo que puede llevar de dos a tres semanas.
A pesar de ello, los síntomas pueden aliviarse con compresas frías y colirios lubricantes. En los casos más graves, pueden ser necesarios colirios con esteroides.
Otros tipos
Los otros tipos de conjuntivitis, menos frecuentes, pueden tratarse con antivirales, antibióticos y corticoides tópicos y/u orales, según la gravedad del caso.
¿Cómo prevenirlo?
El ojo rojo se puede prevenir con buenos hábitos de higiene, como
- Lávese las manos con frecuencia
- No te toques los ojos con las manos
- Cambiar las toallas de la cara a diario
- No compartas toallas, pañuelos, toallitas o cosméticos con otras personas
- Cambie las fundas de las almohadas con frecuencia
- Después de un brote de conjuntivitis, deseche los cosméticos oculares