El glaucoma, una de las principales causas de ceguera en personas adultas de todo el mundo, es una enfermedad ocular bastante grave relacionada con la elevada presión interna del ojo. Provoca pequeñas lesiones en el nervio óptico y, como consecuencia, se produce una alteración de la visión que puede evolucionar hasta la ceguera.
Se estima que aproximadamente entre el 2% y el 3% de la población mayor de 40 años tiene glaucoma. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se espera que haya 80 millones de personas con este problema en 2022 y que la cifra supere los 110 millones en 2040.
Aunque la catarata es la principal causa mundial de ceguera, es un problema reversible. El glaucoma, en cambio, no tiene cura: la visión perdida es irrecuperable.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma se debe al aumento de la presión intraocular. Es una neuropatía óptica que se caracteriza por la pérdida progresiva del campo visual. Es irreversible y conduce a la ceguera total.
Posibles causas
Los aspectos que provocan el aumento de la presión interna del ojo son varios y aún no se conocen del todo.
La presión intraocular puede ser elevada por el aumento de la producción de humor acuoso o por la dificultad para drenarlo. El humor acuoso es un líquido transparente e incoloro que se produce en el interior del ojo formado por agua y sales que nutre el cristalino y la córnea.
En la mayoría de los casos, esta presión elevada es la que provoca daños en el nervio óptico. También existe el glaucoma causado por una variación constante de la presión, congénita o inducida por fármacos.
Tipos de glaucoma
Para entender, pues, las causas del glaucoma, es necesario conocer sus tipos. Podemos dividir la enfermedad en cuatro tipos:
Glaucoma de ángulo abierto (crónico).
Este es el tipo más común y tiende a ser hereditario, pero su causa exacta es aún desconocida. Los signos y síntomas del glaucoma primario de ángulo abierto incluyen la pérdida gradual de la visión periférica, normalmente en ambos ojos, y la pérdida de la visión tubular sólo en las últimas fases de la enfermedad.
Glaucoma de ángulo cerrado (agudo)
Esta variante de la enfermedad se produce cuando el flujo de salida del humor acuoso se bloquea repentinamente. Suele cursar con dolor ocular intenso, náuseas y vómitos (que acompañan al dolor ocular), aparición repentina de visión borrosa, halos alrededor de las luces y enrojecimiento del ojo.
Glaucoma congénito
El glaucoma congénito es, como su nombre indica, de transmisión genética. Se observa, por ejemplo, en un niño que nace con la enfermedad. Este tipo, sin embargo, se considera raro y si se descubre el inicio del tratamiento es inmediato.
Glaucoma secundario
El glaucoma secundario está causado principalmente por el uso de medicamentos, como el uso excesivo de corticosteroides, por un traumatismo o por enfermedades oculares y sistémicas, como la diabetes.
Factores de riesgo
Historia familiar
Los que tienen padres o abuelos que tuvieron glaucoma tienen mayor riesgo y necesitan hacer visitas rutinarias al oftalmólogo, sobre todo porque es una enfermedad que puede no presentar ningún síntoma, el tipo de ángulo abierto es lento y asintomático y representa el 90% de los casos.
Edad
El problema también es más común en personas mayores, apareciendo con más frecuencia en pacientes de más de 40 años. Sin embargo, el glaucoma ocular puede darse en cualquier grupo de edad.
Síntomas del glaucoma
Para cada tipo de glaucoma, los síntomas varían y pueden incluso no existir al principio, como en el caso del más común que es el glaucoma de ángulo abierto, asintomático al principio.
Este es el gran problema de esta enfermedad: el paciente no se da cuenta de que está perdiendo la visión. Es una enfermedad traicionera.
Como ya se ha mencionado, si se trata de un ángulo cerrado agudo, el inicio es más repentino y entonces los síntomas son notables:
- Dolor de ojos
- Enfermedad
- Los problemas de visión se notan enseguida
El caso más delicado y que requiere más atención por parte de los padres es el del glaucoma congénito. Los bebés pueden presentarse:
- Fotofobia
- Desgarro excesivo
- Alteración del tamaño de los ojos: puede ocurrir de forma asimétrica, afectando sólo a un ojo.
- Color azulado en la córnea
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad en sí se obtiene mediante un chequeo específico. Se realiza una evaluación de la presión intraocular y del nervio óptico que puede incluir las siguientes pruebas:
Las principales pruebas que se realizan para diagnosticar el glaucoma son:
- Agudeza visual
- Lámpara de hendidura
- Evaluación del nervio óptico
- Campimetría
- Gonioscopia
- Reflejo pupilar
- Tonometría
En función de los resultados, el médico puede solicitar algunos exámenes más del campo visual, la evaluación de la malla trabecular y la fotografía del nervio óptico.
¿Se puede curar?
El glaucoma no tiene cura y la pérdida de visión es irreversible. Sin embargo, los tratamientos existentes son muy eficaces para detener la progresión de la enfermedad.
Tratamiento
Medicamentos
La principal forma de tratamiento actual es a través de colirios para el glaucoma o incluso comprimidos específicos prescritos por el especialista.
Cirugía del glaucoma
En los casos de ángulo cerrado congénito o agudo, el oftalmólogo puede realizar una pequeña intervención quirúrgica. Hay tres tipos de este procedimiento:
Terapia láser
La trabeculoplastia láser está destinada a tratar el glaucoma de ángulo abierto. Realizado en la consulta del médico, el procedimiento utiliza un pequeño rayo láser para abrir los canales obstruidos en la malla trabecular. Pueden pasar algunas semanas antes de que el efecto completo sea evidente.
Cirugía de filtrado trabecular
Con un procedimiento quirúrgico llamado trabeculectomía, el cirujano crea una abertura en la parte blanca del ojo y elimina parte de la malla trabecular.
Tubos de drenaje
En este procedimiento, el oftalmólogo introduce un pequeño tubo de drenaje en el ojo y extrae el exceso de líquido para reducir la presión ocular.
Cirugía de glaucoma mínimamente invasiva
Estos procedimientos suelen requerir menos cuidados postoperatorios inmediatos y tienen un menor riesgo. A menudo se combinan con la cirugía de cataratas. Hay varias técnicas disponibles y es el médico quien debe discutir cuál puede ser la adecuada para usted.
Iridectomía periférica
En los casos urgentes de glaucoma, se realiza un procedimiento para aliviar rápidamente la presión ocular llamado iridectomía láser periférica, en el que el médico crea una pequeña abertura en el iris mediante un láser. Esto permite que el humor acuoso fluya a través de él.
Prevención
Dado que casi siempre es asintomático, el glaucoma suele detectarse sólo en las visitas oftalmológicas rutinarias. Debido a este diagnóstico precoz, es muy importante la periodicidad de las visitas a este especialista.
Además, hay medicamentos que pueden causar glaucoma, como la cortisona. Todos los pacientes que utilizan estos medicamentos deben ser evaluados por un oftalmólogo de forma rutinaria.