¿Has cumplido los propósitos que te has hecho a finales de año, luego de tu cumpleaños, antes de tu boda, al comenzar un nuevo empleo, después de un rompimiento, para tener un nuevo hogar, una mejor salud, hacer ejercicios, conseguir un nuevo amor, adquirir un auto, hacer el viaje que deseas? ¿O te ha hecho falta motivación más allá del puro deseo y te has quedado en la nada?
Pues muchas veces necesitamos un empujón que si bien no lo conseguimos en las cosas en derredor o por quién hacerlas además de nosotros o quienes nos insten con “una pequeña patadita en…”, debemos irlo sacando de nuestro propio ser, de donde no teníamos idea se podía sacar. La motivación es así, irse construyendo, destruyendo y reconstruyendo para evitar que pasemos por procesos mecánicos y de tiempos o lapsos que no podamos cumplir y nos desmotiven.
Vamos a presentarles maneras sistemáticas para la motivación en la salud que bien aplican para adquirir cosas y lograr momentos. Nunca te dejes amilanar por el tiempo o por cambios menores, siempre habrá un resultado exitoso si se es persistente, aunque no sea el que nos imaginamos. E igual, puedes volverlo a intentar, para eso existe la motivación, ¿o no?
Muévete
Aunque no lo creas, es lo más fácil que hay. Para ponerte en forma no es necesario ir al gimnasio, conseguir un entrenador personal o comprara aparatos de ejercicios de eso complicados o los fraudulentos de los infomerciales de TV. Simplemente sal a caminar, limpia tu casa, deja el carro en casa si vas a una 5 cuadras de distancia, bájate 2 cuadras antes de tu parada de bus, en fin, haz lo que sea necesario para mantenerte en actividad de caminata y movimiento por al menos 30 minutos diarios.
En un par de semanas verás que tendrás una mejor respiración, mayor aguante, un buen cansancio que te permita dormir mejor y eso se transformará en una más alta concentración en tus objetivos, impulsando la motivación al logro, con un equilibrio físico y además sabiendo hacer tus horarios para trabajar, socializar, dormir y entre ellos intercalar el ejercitarte, algo que quizás estabas eludiendo “porque no me da tiempo”, agotándote en otras formas insanas.
Las 12 maneras de estimular tu motivación
Luego de iniciado lo anterior, que es el pie psicofísico para arrancar cualquier proyecto, has de aprender sobre sinceridad contigo. Porque hay personas que dicen que harán una dieta intensiva y terminan rompiéndola para luego sentirse abatidos o hay quienes se proponen ahorrar para un televisor y lo gastan en cosas que realmente no querían.
Todo esto se cura con una motivación real. Saber que para las dietas hay días y hay comidas. Se puede comer carne a la plancha baja en sal y cubres tu gusto por la carne y sodio sutilmente. Intercalar los días con uno de frutas, otro de ensaladas y fibra y otro de proteína animal a la parrilla es ir de manera gradual, más económica y sincera. ¿Tarda más?, ¡quizá!, ¿Se logra el objetivo de manera feliz?, ¡por supuesto! Igual en algún punto podrás intensificar y no te será agobiante.
Igual con el ahorro. Si guardas $10 a la semana, deberías tener $40 al mes. El TV cuesta $200, pues serán 5 meses. Si te provoca o requieres tomar de allí, sácate un préstamo a ti mismo/a no mayor al 50% y te colocas un interés del 10% al pagarte tendrás $2. No será mucho, pero hallarás la motivación de cumplirte y no tomar préstamos a lo loco. Paulatinamente serás un mejor administrador y podrás ahorrar con mayor velocidad para otras cosas, por adelantar el ahorro e ir perfeccionando tu sistema.
Y como de seguro requerirás más ayuda que estimule el éxito y evite desánimos que afecten tu salud psicofísica, vamos con las 12 maneras prometidas.
1. Dale duro a tu orgullo
Cada vez que salgas a hacer ejercicio o a comer o a comprar algo que quieres, haz una marca en un calendario o toma nota de la fecha. De esta manera tendrás recuerdo claro de tu motivación o falta de ella.
Ese estímulo visual permitirá que cuando no realices algo, tu cerebro registre esa ausencia como una falla personal que debe ser subsanada con creces. Eso te impulsará a retarte y tomar la senda del éxito en cualesquiera sean tus propósitos.
Algunas personas graban en audio o video lo que quieren hacer y se colocan un límite de tiempo. No hagas lo del límite, pero sí de la grabación. Y cada mes haz otro video audio y di lo que has hecho y para lo siguiente que vas y los cambios, con sinceridad, nadie te va a juzgar mucho menos tú, sólo te dirás automáticamente, “en el próximo video voy a ver mejores resultados”.
Todo esto te servirá para que te recuerdes lo que te prometiste y veas que sí eres capaz de cumplir, incluso flexibilizando y recomponiendo el plan un día a la vez.
2. Únete a un club o grupo que sirva de real motivación
Sabes que no eres una figura deportiva, artista o millonario del bitcoin, pero eso no te limita a unirte a quienes saben de la materia, te orienten y te enseñen a aprender y obtener de manera modesta, humilde y productiva algo de ello.
Unirse a las personas que saben para aprender, compartir, opinar, ser y estar proporciona un sistema de apoyo. Y las personas que cuentan con un sistema de apoyo donde no se rinde pleitesías, sino equidad, se mantienen concentradas en su objetivo y van cada día ganando en paz. Por el contrario, quienes lo hacen todo por su cuenta de manera gregaria, pueden más fácilmente sucumbir al deseo de rendirse.
Muchas veces, el saber que hay alguien que te espera para entrenar, aprender, compartir, crear y que te presiona para que asistas y salgas de tu burbuja, puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
3. Socializa, pocas cosas se hacen realmente en soledad
Las personas deben ser más sociales, sin ser melosas ni adentrarse en el personalismo estando con otros. La mejor forma de encontrar compañía es acercarse a la gente que ya disfruta de los parabienes de las actividades que te interesan y/o necesitas. De esa forma comparten buena salud, conocimientos, empatías, datos relevantes en varias áreas del saber que pueden abrir tu caja de ideas para lograr un objetivo personal que podría beneficiar a los tuyos, ayudar a otros y ser ejemplarizante.
Para comenzar a retroalimentar la motivación, necesitas inspiración. Y esa no se consigue en soledad, salvo que seas un monje budista.
4. Desafíate continuamente
No entendamos como motivación continua estar 24/7 en ello. Sí elaboras un esquema en papel (lo mejor para no dejar todo a la mente o una improvisación montada en otra que terminan desplomándose). El asunto es lograr algo con el desafío de una sana competencia.
Por ejemplo, estás a 3 meses del Viernes Negro (Black Friday) o Ciberlunes (Cyber Monday) y quieres cierto electrónico. Pues mira no sólo el que quieres, sino los relativos, por ejemplo: Una laptop de tal configuración, pero mira las otras de menor configuración pero que te pueden servir o una minilaptop o una Tablet o iPad. Ve ahorrando para ese menú de posibilidades, pero pensando en alto.
Llegado el día, podrás adquirir algo que cubrirá tus expectativas, incluyendo el descuento. Que te será útil porque lo reflexionaste así. Y observarás que la sonrisa de motivación no será sólo por el logro, sino que el sistema aplica para todo y ampliarás tu espectro. No serán nunca conformista, sino que sabrás jugar a tu favor con todos los elementos de la ecuación.
5. La motivación del baile y el canto
La música es un motivador fantástico, dijo Michael Olajide Jr., inventor de las rutinas de entrenamiento Aerobox. Si estás haciendo cuentas, ten una canción suave. Si estás diseñando, ten una canción suave. Si estás haciendo ejercicio, ten una canción de buen ritmo y ve al compás de ella. Sí no lo haces a la primera, vuélvelo a hacer. Y cuando lo logres, busca una canción más rápida. Cuando llegues tu límite, vuelve a empezar. Ya sabes que tal motivación te lleva a lo más alto y en ella bien te puedes mover.
6. No hagas un recuento de daños
No hagas ejercicios teniendo sólo en mente bajar de peso o quemar calorías. Esas no son maneras de motivación sino de obligación o fracaso. Ejercitarte te va a brindar beneficios más allá de lo deseado y es eso lo que vas a ver.
Duermes mejor, ahorras en comida, la ropa te sienta mejor paulatinamente, respiras mejor, controlas el colesterol.
Y si el asunto es por negocios que no pudiste vender o concretar, te queda la experiencia y el material que podrás revender y aprender a hacer las cosas distintas; el tiempo así, jamás será perdido y el dinero que hoy no vino, mañana llegará porque así te los has propuesto. Nada te llega del cielo si no te esfuerzas sistemática y apropiadamente.
De esta forma mejorarás tu autoestima y reducirás el estrés. Si sacas nada más cuenta de resolver lo inmediato, creyendo que eso te hará daño, te limitas y no ves el espectro de posibilidades y logros. Ocupándote de los logros, vas acabando con los fracasos.
7. Diviértete
“¡Si no duele, no sirve!”, fue una expresión acuñada en la década de los 80 del siglo XX para el área deportiva pero se fue trasladando a todo aquello que nos importa. Y la verdad es que resultó engañosa.
Porque la conexión de mente, cuerpo y alma mientras realizas cualquier actividad o ejecutas un proyecto de vida es muy importante, pero nunca se ha de olvidar que debes pasarlo bien mientras lo haces. Trabajar bajo presión, es sólo para subsanar emergencias o ganar carreras a las cuales ya se ha entrenado, no para hacer un montón de cosas que te hagan un ser mecánico y apagado.
Escoge una actividad o ten una intención que siempre hayas querido lograr como practicar la natación o adquirir una computadora nueva y ve haciendo las actividades atenientes a su logro de manera paulatina. Cuando lo tengas serás feliz y de seguro irás por un nuevo objetivo que fluirá con mayor velocidad, tranquilidad y efectividad. Del apuro sólo queda el cansancio.
8. La motivación es un asunto de familia
Salir a comer, andar en bicicleta o ahorrar para unas vacaciones familiares se pueden convertir en momentos perfectos para compartir con tu familia. Lo más interesante de estas formas de motivación es que todos mejorarán su salud y unión como ente sin darse cuenta.
¿Qué mejor oportunidad para cuidar a los tuyos y demostrarles cuánto los amas? Juega al aire libre con tus hijos, enséñales a cuidarse y cuidar de manera integral, permíteles aprender a pensar y sentir y expresar todo ello; serán momentos inolvidables que se buscarán recrear de otras maneras y será una motivación a futuro que les hará procurar hacer todo lo posible y debido para que se concrete.
De esta manera toda la familia tendrá una mejor salud física y emocional, consolidando un vínculo ejemplarizante para la sociedad, ¡como debe ser!
9. La motivación entra por los ojos
El motivo de que vayas a sudar haciendo ejercicio o que simplemente vayas a hacer unas compras al centro de la ciudad no son motivos para no arreglarte y demostrar tu personalidad, innovar, salirte de lo convencional. Todo momento es válido para innovar y mostrar.
Aunque no lo creas, la motivación entra por los ojos y si te gusta la ropa que cargas puesta, sabes combinarla para no exagerar ni quedar en lo simple, sino ser tú que logra que la ropa se vea bien y no viceversa, te sentirás con mayor inclinación a la elegancia sin salirte de la humildad y sin estar gastando toneladas de dinero en ropa nueva por pena a que te vean con lo mismo.
No, es hacer que todo sea armónico y que te brinde comodidad física y emocional. Además, si inviertes en ropa y no la usas con creatividad, te sentirás de forma incompleta, así que ponte en creatividad, porque de ello también pueden surgir ideas de inversión para cubrir necesidades de otros (marketing) y sin saberlo, estarás dando los pasos para un emprendimiento redituable y que te satisfaga tácitamente.
10. Recompénsate en efectivo
El dinero es un poderoso motivador para muchas cosas, ¿por qué no va a serlo para tu salud o como premio a tu constancia?
Cada vez que logres un micro objetivo, ahorra cualquier cantidad X en un frasco. A final de año, por ejemplo, para Navidad o Año Nuevo, abre el frasco, saca el dinero y te compras un regalo o haces la cena navideña o abres un depósito a plazo fijo o comprar criptomonedas. Verás que, aunque tengas un empleo pago, tú también eres tu mejor jefe y el que sabe valorar cada éxito. Y cada año será más grade el montón.
11. Todo es cuestión de tiempo, pero no quieras saber cuánto
El estado de ánimo es el mejor motivador para cualquier cometido que tengas. Si un día no produjiste por factores ajenos o quizá algo de desánimo, de seguro otros días la carga de adrenalina te hará recuperar ello más un porcentaje. Y no, no es obligarte a recuperar es tiempo perdido, sino hacer del tiempo actual algo provechoso que sin querer, borre los malos ratos del pasado.
El ejercicio y el logro de objetivos (micro y macro, incluyendo su idealización y proceso) mejoran el estado de ánimo. Por lo tanto, si estás deprimido o frustrada, una buena lectura a los logros, recomposición del plan, salir a caminar y comer un chocolate, -por ejemplo- te ayudarán a sentirte mejor y recordarte que mañana es una nueva oportunidad para lograr más y mejores cosas.
12. La motivación amerita un final de fotografía
Pega en un lugar donde te veas con cierta regularidad –no siempre- una fotografía con el antes. O sea, si quieres bajar o subir de peso, pon esa foto (sonriente, con pose de esperanza, no de esas imágenes grises y frustradas que aparecen en la TV, siempre has de mantener una actitud in crescendo). Igual pon una foto de donde querrías que estuviera el artículo que requerías. Incluso puedes usar las redes sociales como Facebook e Instagram y solicitar apoyo y motivación. Los positivistas te darán ánimo y soluciones y los que odian, te motivarán a callarles la boca por el simple hecho de que eso sí les dolerá (y esa motivación es bien picante).
Al final, esa foto te recordarás que tienes una meta factible y alcanzable y ello te facilitará a que logres tu objetivo. Recuerda también los audios y videos donde te contarás lo que has hecho, las correcciones y logros.
En esta página web sabemos que lo que sea por tu bienestar y crecimiento ¡sí puedes lograrlo!
El secreto para no abandonar cualquier actividad es saber qué es lo que te motiva y entender que los beneficios de todo el proceso derivarán en cosas buenas que ni siquiera puedes aún imaginar. Todo queda en no estar arrinconada en la soledad ni creer que todo te caerá del cielo por cumplir una rutina. Son los agregados los que te aportan cosas más allá de lo básico.