Muchas personas suelen confundir el VIH con el SIDA, pero es bueno que sepas que son cosas diferentes: El sida es la enfermedad causada por el virus del VIH, que actúa con bastante lentitud en nuestro organismo. Esto se debe a que, una vez en el torrente sanguíneo, el virus tarda mucho tiempo en mostrar signos de su presencia. Los síntomas iniciales del VIH, para hacernos una idea, son muy similares a los de una gripe, por ejemplo.
Sólo después de muchos años, cuando el virus ha tenido tiempo suficiente para atacar a la mayor cantidad posible de células de defensa, el sistema inmunitario empieza a mostrar signos de debilidad, lo que indica que algo va mal.
Pero la forma en que el VIH actúa en el organismo sigue siendo un misterio. Lo que los médicos ya saben, puede verse a continuación:
En primer lugar, ¿qué es el VIH?
Puede parecer una tontería, pero entender qué es el VIH es crucial para comprender exactamente cómo funciona en el cuerpo y por qué se ha cobrado tantas víctimas en tan poco tiempo.
El VIH es el virus de la inmunodeficiencia humana, y lo más probable es que sea una mutación del VIS, el virus de la inmunodeficiencia de los simios. Todavía no se sabe con certeza cuándo apareció, pero hay algunas teorías al respecto.
Está clasificado como retrovirus y, al mismo tiempo, como lentivirus. ¿Pero qué significa esto?
Retrovirus
El VIH es un retrovirus porque utiliza un proceso llamado transcriptasa inversa para cambiar su ARN en ADN y así utilizar la estructura de las células para multiplicarse dentro del organismo.
El VIH ataca a los linfocitos, que son células que defienden a nuestro organismo de diversas infecciones.
Algunas personas son más propensas a contraer el virus del SIDA que otras.
¿Cómo se contrae el VIH? Conozca las vías de transmisión y prepárese
Cuando mezclan su material genético en el ADN de nuestras células, dejan de cumplir su función de defensa: es como un soldado menos para detener el avance del enemigo.
El SIDA, que es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, se produce justo cuando el ejército de defensa ya no puede contener el avance de las tropas contrarias, que perforan la línea de bloqueo.
Lentivirus
Sólo que se trata de una batalla lenta, por lo que el VIH también se llama lentivirus. Una vez que entra en el torrente sanguíneo, pasa casi desapercibida tras su periodo de incubación, ya que sus síntomas iniciales son muy parecidos a los de una gripe. Se trata de una reacción natural del organismo ante la presencia de un invasor en el cuerpo.
Sin embargo, más tarde los síntomas pasan y se tiene la impresión de que realmente era una simple gripe. Pero el VIH está ahí, atacando silenciosamente nuestras células. Suelen pasar algunos años hasta que aparecen los primeros signos de compromiso del sistema inmunitario.
Etapas de la infección
· Primera etapa: infección aguda y primeros síntomas del VIH
Tras la infección, el virus del VIH permanece indetectable en el organismo durante un periodo de tres a seis semanas antes de que aparezcan los síntomas iniciales.
Estos síntomas son muy similares a los de un resfriado común, como la fiebre y el malestar. Por lo general, estos primeros síntomas suelen pasar desapercibidos, incluso porque desaparecen al cabo de unos días.
· Segunda fase: asintomática
La segunda fase de la infección por el VIH corresponde al periodo en el que el virus está activo, sufriendo constantes mutaciones y con mucha interacción entre él y las células de defensa.
En esta fase, sin embargo, la acción del VIH en el organismo no es capaz de debilitar el sistema inmunitario, porque maduran y mueren de forma equilibrada. Esta segunda fase de la infección puede durar muchos años sin manifestar ningún síntoma.
· Tercera etapa: sintomática temprana
En la tercera etapa de la infección, las células de defensa del organismo, que sufren constantes ataques, empiezan a funcionar con menos eficacia hasta que se destruyen.
El organismo se vuelve cada vez más vulnerable a las infecciones y enfermedades. Es en esta fase cuando se produce la mayor reducción de linfocitos, que aparecen en niveles mucho más bajos en comparación con una persona sana.
En esta fase comienzan a aparecer algunos síntomas, como la fatiga, la fiebre, la diarrea, la sudoración (principalmente por la noche) y otros signos más agresivos, como la pérdida repentina de peso y la aparición de enfermedades como el herpes y la gingivitis, que suelen aparecer cuando la inmunidad es baja.
· Cuarta fase: SIDA
La cuarta fase de la infección por el VIH es la fase del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, en la que el sistema inmunitario ya está muy comprometido.
Debido al frecuente ataque a los glóbulos blancos, que son precisamente los responsables de la defensa del organismo, nuestro cuerpo se vuelve cada vez más vulnerable a las enfermedades y no tiene forma de defenderse.
Cuando el número de linfocitos CD4+ disminuye y cae por debajo de 200 células/mm3, se considera que una persona tiene SIDA.
Si la persona no se somete a un tratamiento adecuado, la vida estimada en esta enfermedad es de unos tres años.
En este caso, pueden surgir una serie de enfermedades que se vuelven aún más difíciles de tratar cuando el sistema inmunitario no es lo suficientemente fuerte para hacer frente al tratamiento.
Algunos ejemplos son la tuberculosis, la neumonía, la hepatitis viral, la toxoplasmosis e incluso el cáncer.
Las manchas que solían aparecer en los pacientes con sida en los años 80 y 90 son características del sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel muy raro y bastante difícil de tratar.