El síndrome de Asperger, descrito por el médico austriaco Hans Asperger, se conoció en el mundo entero en mil novecientos noventa y cuatro, cuando se incluyó en uno de los materiales más esenciales para la siquiatría en la descripción de nombres y peculiaridades psicopatológicas, el llamado Manual de Diagnóstico y Estadístico de trastornos mentales (DSM).
Esta nomenclatura se usaba hasta dos mil trece, tras lo que se lanzó una edición nueva del manual de Diagnóstico y estadísticas de trastornos mentales (DSM-V), que contenía ciertos cambios esenciales, entre ellos ciertos nombres y diagnósticos de enfermedades. El síndrome de Asperger, como el autismo, se incorporó como trastorno del Fantasma del Autismo (TEA). Con esta nueva definición, el síndrome se considera una forma más ligera de autismo.
El síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico en la categoría de trastorno global del desarrollo. Todavía no se sabe la causa precisa de la aparición de la enfermedad, mas los científicos piensan que una anomalía en el cerebro de los pequeños portadores es el motivo más probable. Otras enfermedades como la depresión y los trastornos bipolares asimismo pueden estar asociadas.
Síntomas
Los síntomas cambian conforme el grado de la enfermedad y asimismo de persona a persona. Entre las primordiales peculiaridades cabe destacar:
- Inconvenientes de interacción
- Comportamientos excéntricos o bien repetitivos
- Prácticas y rituales infrecuentes, como vestirse obligatoriamente en un orden específico;
- Contrariedades para comunicarse
- Falta de interés o bien interés intenso en una determinada actividad
- Inconvenientes de coordinación
- Ciertos pacientes presentan un desempeño medio o bien superior a la media en pruebas de inteligencia
- Emisión de sonidos irreconocibles a lo largo de ciertas actividades
- Complejidad para reconocer el sentimiento y las expresiones de otra persona
El tratamiento, consistente en sesiones de psicoterapia, debe generarse justo después del diagnóstico de la enfermedad, que por norma general se da entre los cuatro y catorce años de edad, la reducción de casos se descubre en la fase adulta.
Además de esto, el terapeuta puede recetar fármacos antidepresivos que asisten a reducir los síntomas del síndrome de Asperger y facilitan el tratamiento.
Como la enfermedad se ha clasificado en otra categoría últimamente, no hay cifras precisas sobre la cantidad de portadores, más se calcula que uno de cada doscientos cincuenta pequeños son diagnosticados con el síndrome.