Las primordiales causas de deficiencia auditiva incluyen desde la exposición crónica al ruido, el envejecimiento, el exceso de cera, infecciones y también inflamaciones en el oído; e, incluso, la aparición o el crecimiento de tumores en la zona.
No obstante, ciertas situaciones como el empleo de fármacos traumáticos y cambios en la presión atmosférica, entre otras muchas cosas, pueden provocar asimismo una deficiencia auditiva (síntomas de esto, aunque en menor medida, son los que podemos sentir, por ejemplo, al viajar en avión o en automóvil, al descender o ascender a una velocidad importante).
La pérdida auditiva puede generarse cuando existe alguna complejidad en la transmisión del sonido a través del canal auditivo o bien cuando se genera un deterioro de las células inquietas que transmiten las señales sonoras al cerebro, localizadas en el oído interno. En ciertos casos, la deficiencia auditiva puede tener las 2 causas, u otras relacionadas, como lo puede ser un golpe en la región del oído.
La deficiencia auditiva es la pérdida total o bien parcial de la capacidad de percibir y puede ser leve, moderada, grave o bien profunda.
Los signos y síntomas de la deficiencia auditiva pueden incluir zumbidos en el oído, hablar demasiado alto o bien solicitar siempre y en todo momento al resto que hablen más alto o bien que repitan lo que terminan de decir.
El tratamiento de la deficiencia auditiva depende de su sitio de origen y de su causa. En ciertas situaciones puede ser precisa la intervención quirúrgica o bien otros procedimientos clínicos para restablecer la salud.
Cuando la pérdida auditiva afecta al oído interno, el déficit auditivo es bastante difícil de revertir y se precisa una prótesis auditiva para que la persona no ve a afectada su calidad de vida.
Finalmente, cabe mencionar que diagnóstico y el tratamiento de la deficiencia auditiva son responsabilidad del médico otorrinolaringólogo.